Reunidos en Bruselas esta semana, los líderes de los países miembros de la Unión Europea (UE) nuevamente fallaron al tratar de construir acuerdos para aplicar límites de precio al gas ruso, en el marco de las sanciones impuestas a Moscú por Occidente a causa del conflicto en Ucrania.
El analista de relaciones internacionales, Gilbert Doctorow, evaluó los desafíos de interacción interna de la eurozona ante el tema del combustible en entrevista con Sputnik.
El acuerdo que limita el precio del gas ruso y que fue presentado al público presentaba un consenso al que le faltan todos los detalles importantes de contenido, advirtió el internacionalista.
«El mecanismo para imponer un tope de precio fue intencionalmente dejado en términos vagos para satisfacer a la oposición alemana a que el límite no resulte en embarques de gas natural licuado dispersos de Europa a otros mercados donde los compradores sean capaces de pagar más», apuntó Doctorow.
Cuestionado sobre los efectos de la medida restrictiva en la electricidad, el analista señaló que las consecuencias serán distintas en cada país. En Francia, por ejemplo, la energía eléctrica proviene de plantas nucleares en su mayoría.
«Europa no tiene alternativas prácticas para reemplazar al gas ruso, pero pocos líderes de Gobierno quieren admitir eso», apuntó en referencia a que países como Noruega han buscado sustituir el suministro de este combustible.
«Noruega no va a reducir sus precios para satisfacer a sus colegas europeos. Esa puerta ya ha sido cerrada», añadió.
Para el analista, la falta de acuerdos en Bruselas sobre esta medida punitiva contra Rusia exhibe que hay varios intereses nacionales en conflicto, lo que llamará a los comisionados de la Unión Europea a salir de su burbuja ideológica para encarar el mundo real.
Además, consideró que el mecanismo de corrección de mercado sólo es una serie de palabras vacías de la burocracia de la Comisión Europea ante la falta de acuerdos en el tope a los precios del combustible ruso.
También dijo que la titular del órgano ejecutivo de la Unión Europa, Ursula von der Leyen, no tiene idea de economía y señaló que fue una mala gestora en el Ministerio de Defensa de Alemania.
«Desafortunadamente, la mayoría de los 27 jefes de Estado están también fuera de su fortaleza y sólo comparten una característica: un conformismo nacido de la cobardía», sentenció Doctorow.
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