Analista internacional por “trama rusa” de Trump: “Está arriesgando su capital político y el apoyo del partido y de los estadounidenses”

“Todo lo dicho o tuiteado por Trump desde que despidió al director del FBI ha sido una amalgama de contradicciones, explicaciones a medias, lo que nuevamente crea una amplia sospecha sobre lo que ha pasado esta semana”, sostiene Zamorano desde Washington DC.

Analista internacional por “trama rusa” de Trump: “Está arriesgando su capital político y el apoyo del partido y de los estadounidenses”

Autor: Jose Robredo

Este 20 de mayo se cumplieron cuatro meses desde que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos, en medio de anuncios rimbombantes y polémicas de alto calibre. Desde ese día a la fecha, la receta no ha cambiado, aunque los resultados son claramente negativos para el otrora exitoso magnate.

Ahora se encuentra sumido en medio una crisis, injustificada para muchos, la que día a día crece y se hace más compleja de zafar, a partir de la llamada “trama rusa”. Una que viene desde antes que Trump asumiera, gracias a los antecedentes de una posible intervención de Moscú en las presidenciales estadounidenses, y que se conecta ahora con la última revelación: Que el magnate norteamericano habría entregado información de inteligencia al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.

A esto se suma la destitución, por orden de Trump, del director del FBI, James Comey, en momentos en que este último solicitaba más recursos para investigar la posible injerencia rusa en la política estadounidense.

Para conversar respecto a los escenarios que se desarrollan con esta crisis, que algunos incluso la han puesto a la altura del “Watergate” que terminó con Nixon fuera de la Casa Blanca, El Ciudadano conversó con el politólogo chileno residente en Washington DC, Patricio Zamorano.

¿Cuál es la lógica detrás de la decisión de Trump de remover al director del FBI?

La Casa Blanca aún no se pone de acuerdo en las razones formales para haber removido a James Comey. Pero la posible explicación puede ser entendida considerando que el director del FBI es despedido a una semana de declarar ante el Congreso que en efecto Trump y sus asesores están siendo investigados por sus vínculos ilegales con funcionarios del gobierno ruso, antes de que asumiera el gobierno, y en momentos en que las sanciones contra ese país estaban activas. Y si las filtraciones son reales, Trump toma la decisión a pocas horas de que Comey pidiera al Departamento de Justicia más dinero para seguir investigando la infiltración rusa. Trump da una explicación sorprendente: que lo despidió por el rol que Comey tuvo en sobrevalorar públicamente el problema de los correos electrónicos de Hillary Clinton. Esto no tiene ningún sentido ni credibilidad, considerando que el propio Trump celebró públicamente en muchas ocasiones el desempeño de Comey respecto al caso de los emails de Clinton.

¿Qué tanto afecta a la relación con Rusia estas tensiones internas?

La verdad es que el tema no es en qué afecta o no la relación con Rusia. Geopolíticamente, no hay ninguna razón para apoyar reconstruir las relaciones con ese país. En el tema Siria, EEUU está al otro lado del espectro respecto al régimen de Assad. Rusia es aliado de Irán, del gobierno sirio, todos -se supone- enemigos de EEUU. Rusia enfrenta sanciones que han complicado enormemente a su economía, tras la invasión de Crimea en Ucrania. Si EEUU desea seguir presionando a Rusia, como se supone que siempre ha concordado el Partido Republicano y la derecha estadounidense, entonces las acciones de Trump de acercamiento no tienen sentido. Está arriesgando su capital político, su apoyo del partido, el apoyo de los estadounidenses en las encuestas, que va en picada. No se puede entender por qué tanta insistencia de Trump en acercarse a Rusia. La especulación -y no hay pruebas concretas de esto hasta que no publique sus declaraciones de impuestos-, es que hay intereses comerciales de Trump o compromisos financieros, o de otra índole contraídos anteriormente. No sabemos. Pero toda esta insistencia está fuera de toda lógica y no tiene sentido aparente.

Esta crisis, ¿qué tan duro golpea a Trump?

Lo afecta fuertemente. Nunca, ningún presidente, ha despedido al director del FBI, excepto en el caso de Bill Clinton en 1993, cuando William Sessions enfrentó acusaciones de mal uso de fondos públicos para fines personales. Los directores del FBI son «sagrados», en el sentido de que duran 10 años en el cargo y que deben estar al margen de presiones del Gobierno u otros actores del Estado. Deben investigar cualquier crimen, contra cualquier persona, incluido el Presidente. La forma en que Trump lo despidió crea un manto de sospechas enorme, sugiriendo que lo expulsa justamente cuando la investigación sobre su vínculo con los rusos venía incrementándose.

¿Esta decisión es una demostración de la falta de manejo político de Trump?

Sin duda. Señala una improvisación enorme, pues la mayoría de los asesores, especialmente los de prensa, no estaban preparados para defender la medida. La carta que explica el despido es muy breve, sin detalles ulteriores. Es un escándalo mayúsculo y que dividió a su propio Partido Republicano. Con la decisión tomada, en el momento tomado, Trump se sumerge en otra crisis. No solo eso: al otro día de despedir a Comey, Trump comete un acto extraordinario: se reúne con el embajador ruso en EEUU y con el ministro de Relaciones Exteriores. Esto es algo increíble, pues lejos de aminorar las sospechas sobre las verdaderas razones del despido de Comey, las refuerza. Demuestran una falta de capacidad estratégica y política enorme. Es como que no estuviera consciente de las consecuencias, de qué le beneficia y qué le perjudica. Eso es esencial en política y en el análisis de riesgo.

Trump amenazó por Twitter al ex director Comey. ¿Qué consecuencias puede tener esto?

Es gravísimo. Trump primero sugiere que Comey quizás «lo grabó» secretamente, luego lo amenaza en caso de que se «filtren» a la prensa esas grabaciones. Primero que nada, ¿qué conversaciones tuvo con Comey que impulsan a Trump a decir algo así? ¿Y qué pruebas o sospechas tiene Trump para decir que Comey posiblemente lo haya «grabado»? O es una paranoia enorme, o Trump realmente tenía una desconfianza enorme en Comey.

Pero en las mismas declaraciones de prensa Trump ha revelado que le preguntó a Comey si él estaba bajo investigación, a lo que el ex director del FBI supuestamente dijo que no. Ese hecho también es gravísimo, pues un Presidente cuyo equipo o él mismo está bajo investigación del FBI, no puede preguntarle al director sobre detalles de la investigación. Debe abstenerse, pues implica una presión indebida en un proceso que debe ser independiente y que debe ser imparcial y confidencial. La verdad es que todo lo dicho o tuiteado por Trump desde que despidió a Comey ha sido una amalgama de contradicciones, explicaciones a medias, lo que nuevamente crea una amplia sospecha sobre lo que ha pasado esta semana.

¿Caída libre?

Trump sólo lleva tres meses en la presidencia y pareciera que el camino ya se le puso cuesta arriba. ¿Cómo se proyecta el desarrollo de la gestión de Trump?

Si Trump sigue de escándalo en escándalo, no solo corre el riesgo de ir cayendo más y más en las encuestas, sino lo peor: el alejamiento de congresistas del Partido Republicano. Pese a que ese partido controla ambas cámaras, Trump aún no tiene un gran triunfo legislativo, de aprobar una ley importante de su campaña, pues ha alejado a varios congresistas con sus polémicas. Perder congresistas es una antesala muy peligrosa si los escándalos siguen y desembocan en un tema de gravedad política o judicial que conduzca a una acusación constitucional. En ese caso hipotético, cada voto será extremadamente importante.

¿Cuáles son las implicancias del reconocimiento de Trump de la entrega de información?    

La revelación del Washington Post, sobre la supuesta entrega de información de inteligencia norteamericana a los rusos, quiebra la confianza con los organismos de inteligencia. Es un hecho grave, que tiene implicancias legales, de seguridad. La serie de hechos que se han sucedido han creado un manto de dudas enormes.

La «trama rusa» se está convirtiendo en un verdadero desafío para Trump. ¿Cómo puede salir del atolladero?                       

La única forma en que Trump puede salir del reto político y legal en el que se encuentra es despejar todas las dudas y sospechas sobre las conexiones reales con el gobierno ruso. Hasta ahora todas sus acciones solo levantan más dudas sobre qué tan profundos son esos nexos. Hay que considerar que el ‘crimen’ más importante es vincularse con funcionarios rusos en circunstancias que hay sanciones activas de EEUU contra Rusia por la invasión a Crimea. Mientras Trump haga cosas como destituir al director FBI o reunirse con el embajador ruso y el ministro de Relaciones Exteriores, sólo empeoran su situación legal y comunicacional.

¿Se hace evidente la torpeza política de Trump?                       

No cabe duda, no es posible estar en una situación de despedir al director del FBI, porque se supone que tiene que garantizar independencia. Ese es el primer error, sobre todo porque investiga al Presidente y sus asesores. El segundo es no avisarle a su equipo de comunicaciones, ya que se dieron versiones contradictorias. Este hecho se califica de grave por todos los sectores.

Por último, ¿Trump se encuentra atrapado en el juego diplomático ruso?

No está claro quién está atrapado. Pese a los antecedentes de infiltración rusa en las elecciones o el hackeo de los equipos de los republicanos, o el hecho de que Rusia sea el enemigo histórico de EEUU, no sabemos cuál es la causa. No sabemos si hay intereses comerciales o geopolíticos. No se entiende la actitud de Trump de acercarse a Rusia, cuando todas las señales indican lo contrario, no rompe con la diplomacia rusa. No tiene sentido, hay algo que no sabemos y si llega esto al plano judicial podemos tener sorpresas impresionantes.


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