El investigador señala la amplia probabilidad de ganar que tuvo el presidente boliviano pero también plantea que de haber una segunda vuelta sería una oportunidad para la oposición si esta logrará unirse, lo cual si es poco probable en el panorama político de la nación andina
Una segunda vuelta electoral parece ser la mejor oportunidad para que la oposición conservadora de Bolivia impida un nuevo triunfo del actual presidente Evo Morales en las elecciones del 20 de octubre, dijo el analista Vicente Guardia, del instituto privado de investigación Comunidad Cívica.
«Ninguna encuesta de intención de voto sugiere el triunfo de un opositor en primera vuelta, todas ubican primero a Morales y una duda al final de la campaña es si el presidente ganará la reelección en primera vuelta, lo cual aparece como probable; pero solo eso, probable», expresó el especialista.
Guardia añadió que la otra duda es «si en el caso de una segunda vuelta, que sería la gran oportunidad de derrotar a Morales, el opositor que llegare a esa instancia es capaz de unir a toda la oposición».
La segunda vuelta está establecida en Bolivia para el caso en que ningún candidato presidencial logre la mitad más uno de los votos válidos, o alcance al menos 40% con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el segundo.
Diferencias en la oposición
El expresidente Carlos Mesa (2003-2005) y el senador Óscar Ortiz, han aparecido invariablemente como segundo y tercero, respectivamente, en las encuestas de intención de voto publicadas durante la campaña.
Ante la necesidad de sumar votos para derrotar a Morales en segunda vuelta, ni Mesa ni Ortiz han estado dispuestos a ceder a favor del otro, mostrando por el contrario actitudes de duras críticas que darían la impresión de que un acercamiento es muy difícil.
En las dos últimas semanas de la campaña, Mesa ha planteado infructuosamente a Ortiz, mediante insistentes mensajes por televisión, que se retire de la carrera electoral y le facilite así una victoria sobre Morales en la primera ronda. Ortiz se negó rotundamente.
La polémica precedió a una nueva encuesta de intención de voto, que le otorgó a Morales cerca de 40% de votos, con casi diez puntos de diferencia sobre Mesa, a pocos pasos de una victoria en primera vuelta.
«Hay solo dos candidatos que pueden ganar: el candidato ilegal [Morales] y yo, por eso te pido tu voto porque aún estamos a tiempo de unirnos los que no queremos cinco años más del MAS [Movimiento al Socialismo, el partido del Presidente]», dijo Mesa en un spot de campaña.
Ortiz rechazó el pedido de Mesa, declarando que entre ambos había «una línea roja, la corrupción», en referencia al exmandatario por su negativa a explicar gastos reservados en su Gobierno y una ola de denuncias de que cobró más de un millón de dólares para ser vicepresidente del neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada en 2002.
«Cuando buscamos acercarnos al señor Mesa para unirnos en una sola candidatura antes de la campaña, decía que muchas cosas lo separaban de nosotros; ahora que está acosado por denuncias de corrupción que no quiere aclarar busca acercarse a nosotros», afirmó el senador.
Ortiz añadió que «no puede ser presidente alguien que se ha apropiado de gastos reservados y alguien que mandó a quemar los comprobantes de los gastos reservados».
Por su parte, la diputada opositora Lourdes Millares, quien fuera aliada de Ortiz, advirtió que éste «puede resultar responsable de una eventual victoria de Morales».
Según Guardia, eventuales negociaciones de alianzas para una segunda vuelta dependerán en gran medida de la composición de la Asamblea Plurinacional (parlamento) que resulte de los comicios del 20 de octubre.
«La experiencia boliviana es que un presidente nunca ha sobrevivido al cerco de un parlamento opositor», apuntó. En las elecciones se renueva también la totalidad del parlamento, compuesto por 36 senadores y 130 diputados.
Un total de 7.315.364 personas están habilitadas para votar en las elecciones nacionales del 20 de octubre, según datos del Órgano Electoral Plurinacional.
De estas, 6.974.363 están habilitadas para votar en Bolivia, y 341.001 en el exterior del país.
Cortesía de Sputnik