Ecuador se prepara para los comicios generales previstos para el 7 de febrero de este año. Voces sin Fronteras, conducido por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk, preparó una edición especial y en su Capítulo IV se entrevistó a Carlos Viteri, ex asambleísta de la nación sudamericana, Runa de Sararaku, actualmente exiliado en México.
Durante la conversación, Viteri explicó que el Sumak Kawsay no es un discurso ecologista, sino un pensamiento político. «El próximo pacto social de los ecuatorianos tiene que ser por la construcción de la sociedad del Sumak Kawsay», expresó.
Por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk
DR: Durante los últimos años del Gobierno de Correa, una serie de líderes indígenas, ambientales y políticos lo criticaron durísimo por supuestamente ceder a los intereses corporativos internacionales y permitir la exploración de áreas como el Yasuní. ¿Cómo respondería usted a esas críticas?
CV: Creo que en el Gobierno de Correa, un gobierno de seres humanos, hubo muchos aciertos, de hecho más aciertos que errores, que evidentemente los hubo, y eso hay que admitirlo y reconocerlo, porque así somos, cometemos errores en la vida personal, en la familiar, pues en la vida pública también.
Pero en el Gobierno de Rafael Correa hubo más aciertos que errores. Ahora, sobre el tema del extractivismo lo que debo decir es que en este Gobierno de (Lenín) Moreno no solo que se ha radicalizado una política extractivista, sino que se ha radicalizado un entreguismo y una posición de vasallaje frente a las corporaciones transnacionales. Eso es absolutamente evidente.
En este Gobierno, por ejemplo, se ha permitido, pese a que engañosamente se hizo una consulta popular supuestamente para defender la zona intangible del Parque Yasuní y el mismo Parque Yasuní, se permitió, se autorizó el ingreso a zona intangible, lo que nunca ocurrió en el Gobierno de (Rafael) Correa.
Se amplió la frontera petrolera, el tema de máximo cuidado ambiental, de la utilización de una tecnología de punta, eso ya no se discute, porque no les ha interesado en absoluto, y menos aún los intereses de los pueblos y del país frente a los intereses transnacionales.
En este Gobierno se modificaron los contratos para que el 87 % de los beneficios vayan a las petroleras y que en el país quede el resto, es decir, estamos hablando del 13 %, volvimos a los tiempos de la década de los 70, de la década de los 80, entonces quién es el que se somete a los intereses transnacionales.
El tema del beneficio de esos recursos en primer lugar, de forma preferente, para los habitantes de las áreas de influencia y dentro de eso los pueblos originarios, eso ya no se discute, inclusive hay una Ley Amazónica, dicho sea de paso liderada y promovida por este servidor, que no se pone en cumplimiento.
Y paradójicamente, curiosamente, aquellos entusiasmados cuestionadores del Gobierno de Correa, hoy han guardado silencio, absoluto silencio, frente a la autorización de intervención en el área intangible, se han desmantelado las políticas ambientales, eso no lo discuten. Lastimosamente sectores de la academia, que más que posiciones académicas son posiciones políticas. Entonces, en ese sentido, yo creo que el tema hay que discutirlo, sin duda hoy todo aquello que acontece en el escenario mundial, con una pandemia que tiene inmovilizado al planeta entero, confinado, pero que al mismo tiempo desnuda una realidad de injusticias, de profundas desigualdades estructurales y deviene en la mayor evidencia del fracaso del modelo económico que impera en Ecuador, en América Latina, en el mundo entero, tiene que ponernos a discutir hacia dónde vamos como país, como América Latina y como el mundo entero. ¿Eso qué significa? Eso significa poner en discusión, en debate serio, la economía, el modelo económico, y dentro de eso el modelo energético, y dentro de eso el modelo de sociedad, los sistemas políticos que tenemos, todo hay que discutirlo, así lo evidencian una serie de seminarios virtuales que están llevando adelante importantísimas redes académicas a nivel de América Latina y el mundo, sectores políticos, pensadores, están debatiendo aquello, y es allí donde nosotros realmente podemos plantear retomar inclusive la idea de dejar el petróleo bajo tierra.
Eso no podemos verlo, el tema del petróleo, si hay extractivismo o no, sin intervenir o no de una manera totalmente independiente del resto de las cosas, hay que verlo de una manera integral. Es fácil decir que no se perfore nada, pero mientras tanto a mí que no me falte la ducha caliente, a mí que no me falte todo el confort, y eso no es así, hay que cambiar un estilo de vida totalmente, los estilos de consumo.
Entonces allí yo creo que tiene vigencia aquello de temas como dejar el petróleo bajo tierra, yo creo que el tema del extractivismo tiene que ver con el modelo económico basado en la primaria exportación, creo que tiene que ver en la manera en que nosotros replanteamos nuestra sociedad, una sociedad basada en el conocimiento para poder dar otras respuestas económicas, otro modelo económico, otras respuestas energéticas a fin de parar el colapso ecológico no solo en nuestros países sino en el mundo.
En ese sentido, yo creo que el tema del extractivismo hay que verlo en un contexto global, hay que debatirlo, y por otro lado yo creo que si Ecuador no consensua junto a otros países la problemática energética, en solitario resulta sumamente complejo llevar adelante ciertos procesos, sin embargo, considero que el debate es urgente y que en esta situación hay sectores sociales mucho más prioritarios y vulnerables que otros, hay que resolver el tema de las enormes, profundas, desigualdades que existen, el tema del colonialismo aún vigente en nuestros países que se expresa en racismo, en discriminación, en marginalidad, pero hay que ver también el tema de los derechos de los pueblos, que son derechos políticos, los derechos de los pueblos originarios no solamente son derechos de orden ambientalista, no, son derechos políticos, porque los derechos de los pueblos se debaten y se resuelven en el ámbito político, y uno de esos es la autodeterminación y la autonomía.
Esos derechos hay que cumplirlos y Ecuador tiene el marco constitucional adecuado para avanzar en ese proceso, Estado Plurinacional, y al mismo tiempo un elemento importante que es contribución de los pueblos originarios, el pensamiento del Sumak Kawsay que plantea el paradigma de una nueva organización social.
DR: ¿De qué forma el Sumak Kawsay fue implementado exitosamente durante el Gobierno de Correa?
CV: Creo que hay un punto de partida allí que es preciso reconocer, más allá de las diferencias, con honestidad intelectual y política, es que tras tres décadas de debate, de hecho a mucha honra soy parte de una generación que debatió el tema, que teorizó el tema, y tengo el honor de ser uno de los que puso en el debate amplio a dar a conocer el Sumak Kawsay como un nuevo paradigma alternativo al desarrollo capitalista, explicarlo desde sus fundamentos epistémicos, lo que significa.
Algunos dicen ‘es un discurso ecologista’, y no es un discurso ecologista, es un pensamiento político. En ese sentido, para nadie es desconocido que la Constitución de Montecristi fue la primera del continente que articuló el pensamiento del Sumak Kawsay en el lenguaje del Runa Simi, en el idioma de los seres humanos que es el quechua, pues reconoció en el preámbulo de la Constitución y en uno de los artículos posteriores como la misión del Estado la construcción el logro del Sumak Kawsay, inclusive un año antes de la Constitución Boliviana, porque en Ecuador eso ocurrió en el 2008 y la Constitución Boliviana fue en el 2009.
Entonces, ese es un punto de partida, antes de eso no ocurrió, entonces a partir de eso yo creo que ahí hay algunos aciertos y grandes limitaciones también, estamos hablando de un nuevo paradigma. El mantenimiento de un nuevo paradigma impone desafíos a toda la sociedad en su conjunto en lo ideológico, en lo político, en lo económico, en lo social, en lo ético, en lo cultural, y transformaciones profundas, estructurales, no son sencillas, no son fáciles, implican temores.
Alguna gente entendió el Sumak Kawsay como el acuñamiento de un término sinónimo del mismo desarrollo, no es así, porque frente al desarrollo han surgido varias (ramas) que si el ecodesarrollo, que el etnodesarrollo o el desarrollo sostenible, la matriz del desarrollismo basado en lo individual, en la acumulación material, en esa competencia salvaje, en el expolio de la naturaleza, mantiene su espíritu, sigue allí. El Sumak Kawsay es una alternativa radicalmente distinta a esta idea, en ese sentido, faltó esa comprensión, el Sumak Kawsay atraviesa todos los ámbitos de la vida de una sociedad, la política, la organización, la economía, el arte, la cultura, obviamente establece una interacción de dialogo simbólico, de relación respetuosa, con el entorno, con el territorio que es el cosmos, el universo para los pueblos.
De tal manera que allí hay una dimensión simbólica, entonces a veces cuando la gente habla que los indígenas viven en una simbiosis con la naturaleza, en qué consiste esa simbiosis, se dice entender con claridad.
Entonces, planteó esos desafíos ante la sociedad, ante las élites económicas y empresariales, ante la clase política y también implicó, ante los políticos de izquierda, ante la misma Revolución Ciudadana, desafíos la incorporación del Sumak Kawsay. Yo puedo decir el Sumak Kawsay tiene como pilar fundamental el conocimiento, allí radica la posibilidad de que una persona, una familia, una comunidad tenga la capacidad de responder a las necesidades para la vida en forma autónoma y ese acceso al conocimiento, igualitario para todos, al mejor nivel del conocimiento hace iguales, nos hace iguales, nos hace solidarios, porque ese conocimiento se aplica sobre valores como la solidaridad, la reciprocidad, la ética del dar, del ayudar, entonces estamos hablando que sobre el Sumak Kawsay se sustenta un modelo económico, un modelo de organización social y una forma de entender la relación en esa economía con la tierra, con el agua, con la selva.
Entonces, teniendo en cuenta eso, uno de los aspectos que la Revolución Ciudadana se aproximó con mucha claridad fue en el tema del conocimiento, habrán escuchado a Rafael Correa hablar ‘tenemos que construir la sociedad del conocimiento, construir una sociedad de Sumak Kawsay’, y construir eso implica construir la sociedad del conocimiento. Eso es clave, es fundamental, y en esa medida avanzó con muchos aciertos, puede haber también algún tipo de error, para transformar el sistema educativo y poner uno de excelencia, pública, y absolutamente gratuita con acceso para todos.
Esa es la aplicación del principio Sumak Kawsay en la política pública, en alguna política de Estado, fue uno de los aciertos y podemos enumerar otros.
Te puedo dar un ejemplo concreto de cómo se aplicó allí el tema del Sumak Kawsay, hubieron algunas políticas que incorporaron unos criterios pero que en realidad por esa falta de comprensión, no solo del Gobierno sino también de la sociedad, la cual tiene que apropiarse de ese concepto.
Por eso yo considero que Sumak Kawsay es plantear un nuevo paradigma, la próxima Asamblea Constituyente tiene que ser una Asamblea para hablar del nuevo modelo de sociedad del Ecuador, el nuevo modelo económico, la nueva organización social, el nuevo mundo, eso tiene que ser, y para eso colocamos en el centro del debate el Sumak Kawsay, y el próximo pacto social de los ecuatorianos tiene que ser el pacto por la construcción de la sociedad Sumak Kawsay, allí hablaba de transformaciones radicales y estamos hablando de un pensamiento actualmente vigente, del cual son portadores los pueblos originarios, y ustedes verán que aquellos que empezamos, a mucha honra el primer artículo que yo escribí sobre eso fue en 1993, luego fui abordando el tema en muchos otros artículos hasta el reconocimiento en la Constitución, que es un logro importante, es una incidencia muy importante, no de Carlos Vitali sino de los pueblos originarios de la Amazonía, del país.
Simultáneamente se debatía un paradigma ontológicamente paralelo o coincidente, que es el Sumak Qamaña en Bolivia, y ustedes verán que acuerdos, resoluciones o instrumentos normativos de otros países han acuñado la traducción que yo mismo formulé, pero que luego lo he ido profundizando, aunque la traducción se quedó en el Buen Vivir.
Yo he estado un poco preocupado porque el Buen vivir actualmente es articulado, por ejemplo, sectores de élite inclusive hablan del Buen Vivir, o sea que se adapta a cualquier situación, y eso no es así, no es un término que se adapte a cualquier situación, no es un adorno o una nueva nomenclatura al que se refiere el mismo concepto de desarrollo.
Vemos, por ejemplo declaraciones, incluyendo resoluciones de organismos internacionales que tienen que ver con la OEA, con la ONU, que han acuñado el término del Buen Vivir, es decir, hemos tenido incidencia, pero lo que pasa es que es necesario tener la comprensión en su real dimensión, que es paradigma y ese de hecho es el aporte de los pueblos ahora, que se está pensando, debatiendo, regional y globalmente, el nuevo paradigma al que el mundo debe aspirar.
En línea con el tema del Sumak Kawsay considero yo que fue también el reconocimiento de los derechos de la naturaleza, que hay que entenderlo también de mejor manera, acá hay ciertos fundamentalistas que hacen desde sus parámetros sus análisis, uno desde la perspectiva eminentemente conservacionista, o desde la perspectiva de un cierto purismo y eso no es así.
El tema del reconocimiento de la vigencia de los derechos de la naturaleza tenemos que caminar mucho, trabajar mucho, debatir mucho, para entenderlo muy bien y para su real aplicabilidad, pero para eso también tenemos que remitirnos al pensamiento del Sumak Kawsay, porque en él está cómo concebimos nosotros la naturaleza, por qué la respetamos, en qué radica la conducta de respeto, radica primero en que los mortales no somos los únicos que la habitamos y que tenemos el derecho de vivir, radica en partir de la comprensión de que hay otros seres, otras vidas, del que nosotros dependemos, con el que tenemos que interactuar, coexistir, en forma equilibrada y armónica, parte desde ahí.
Entonces, si la humanidad entera pudo aprehender, inclusive asumir como verdad absoluta, un concepto de la antigua Grecia que se llamaba democracia, el poder del pueblo, puede aprender otros conceptos y hacerlos suyos, y aquí en este país, en nuestro Ecuador, en América Latina, se ha impuesto para todo un pensamiento eurocéntrico, pues en este tiempo de crisis tenemos que acoger el pensamiento que nace de esta tierra, de estos pueblos, para dar respuestas a los problemas provocados por el pensamiento eurocéntrico porque éste es el que ha permitido, propiciado o ha sido complaciente de la actual situación de colonialidad y de injusticias que existen en nuestros países.
Creo que en la Revolución Ciudadana se dieron algunos pasos importantes, no los suficientes, creo que no se colocó como debió ser en el centro del debate, como tampoco se colocó en el centro del proceso político de transformación la construcción del Estado Plurinacional, entonces ahí hay desafíos. Sin embargo, creo que el país tuvo en términos generales buenos resultados, pero no hubo una potente política de Estado frente a los pueblos y nacionalidades, eso sí fue una gran debilidad y hay que reconocerlo.
DR: ¿Cómo describe la relación entre Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador) y los actores y movimientos de la Revolución Ciudadana ahora? ¿Cree que Andrés Arauz puede ganar la presidencia y si lo hace qué puede hacer para las naciones indígenas de Ecuador?
CV: Empiezo por esto último, Andrés Arauz va a ganar en la primera vuelta, el país lo han destrozado tanto, las élites oligárquicas han hecho un festín de los recursos públicos, el país está tres décadas atrás por lo menos, y el pueblo ecuatoriano ya no es el mismo de décadas anteriores, me refiero a la década de los 90, está absolutamente harto de este situación y requiere retomar un rumbo de estabilidad, y un rumbo donde el país avanza. Con certeza va a ganar Andrés en la primera vuelta y con él hemos hablado, nos encontramos aquí en México, él ha sido una de las personas más solidarias y de mayor apoyo acá en mi condición de exilio, y él está absolutamente consiente de aquello que faltó por hacer, entonces sin duda el proceso de construcción del Estado Plurinacional va a ser como política de Estado, de las cuales se van a derivar otros aspectos de los pueblos indígenas.
En relación a la otra pregunta, y lo hablo con la propiedad que me da el ser orgullosamente de una generación, desde los 10, 11 años participé en los procesos organizativos de mi pueblo y luego a nivel regional y a nivel nacional, esa es mi gran escuela, y soy parte de una generación que logró la concreción del Estado Plurinacional en términos constitucionales, de la propuesta paradigmática del Sumak Kawsay y el tema de los derechos políticos, soy parte de esa generación, entonces con esa propiedad debo decir que las organizaciones que surgieron en la década de los 70/80, algunas desde los 60, de ninguna manera se constituyeron como fines sino como medios para alcanzar otros objetivos.
Entonces, ese es un tema que cuando llegamos a un proceso de transformación estructural, que puede denominarse un proceso revolucionario, las organizaciones se anquilosan y se convierten en sí mismas en el fin, ya toman posiciones conservadoras, ya cuestionan los procesos de transformación estructural, se vuelven como parte de la fuerza reaccionaria y ha habido un poco de esa tendencia.
Por otro lado, tenemos que ver que en la actual situación ha tenido una incidencia significativa el surgimiento y el comportamiento del partido político Pachakutik en 1996, que nace con propuestas de incidir, de cambiar la práctica política en el Ecuador, de buscar incidir una transformación estructural de la sociedad y del país, pero al poco tiempo de su existencia termina absorbido por las instituciones liberales, por las practicas del sistema político, nace cuestionando severamente pero luego asimila todas esas prácticas de clientelismo, de improvisación, de corrupción, y pierde de vista el propósito fundamental de transformación que se planteó inicialmente.
Entonces ocurre lo que ocurrió con el MPD y el Magisterio, para mí hemos llegado a un punto, y eso hay que debatirlo con frontalidad y constructivamente, porque cuando se da apreciaciones críticas, políticas, a las limitaciones o a las contradicciones de nuestras organizaciones, algunos lo toman de manera personal o lo que es peor algunos dicen ‘está teniendo una posición contraria a los pueblos y, por lo tanto, es una traidor’.
No señores, dentro de los pueblos y organizaciones y en el ámbito político, sobre todo, tiene que haber un debate crítico, frontal, de ideas, y eso no existe. Y quiero decir una cosa importantísima, como miembro de un pueblo amazónico y originario, nosotros los pueblos originarios estamos cinco siglos combatiendo el colonialismo y no quiere decir que porque en Ecuador se declaró el Estado Plurinacional, el colonialismo ya se superó, no señores, es parte de esa matriz de pensamiento sobre el que actúa la sociedad mayoritaria, la sociedad hegemónica, las instituciones del Estado, el mismo Estado.
La propuesta del Estado Plurinacional no se aplica en muchos aspectos o fundamentalmente porque es un concepto que no puede cohabitar con entidades liberales que forman parte del proyecto de las oligarquías del país, la idea del Estado Plurinacional es una idea para construir una sociedad de respeto entre las diversidades, pero una sociedad donde la sociedad tenga realmente el poder, donde el pueblo tenga el poder, en el marco de ese respeto a las diferencias.
Todavía hay mucho que hacer, parece que esos conceptos no se entienden y desde esa perspectiva los pueblos originarios somos pueblos, y las personas de los pueblos originarios somos pueblos que venimos luchando por la libertad, por la liberación, porque un sistema que se sostiene en un pensamiento colonialista, eurocéntrico, pues ha establecido una estructura de discriminación, de racismo, de dominación política, étnica, cultural, cognitiva, y ante eso los pueblos que estamos bajo esa opresión luchamos por la liberación de esas estructuras. ¿Quiénes defienden esas estructuras? Obviamente las oligarquías porque ese es su proyecto de Estado, toda la vida republicana quien ha administrado el país y ha obtenido un status quo son las oligarquías y los poderes fácticos del Ecuador, los poderes políticos, contra eso luchamos, y en ese sentido nuestra lucha por la condición de liberación, de nuestra emancipación, por transformar el país, nos coloca en las antípodas de la derecha, de la oligarquía, en términos políticos.
Eso hay que entenderlo, y en ese contexto hay que entender quiénes son nuestros aliados, pero evidentemente eso perdió de vista hace rato el movimiento Pachakutik, que ahora sería cualquiera y sobre todo a mí me parece que se ha vuelto un instrumento de la derecha porque ya no pone cuestionamiento estructuralmente al modelo económico, al modelo de Estado, y ya se ha olvidado que los pueblos originarios tenemos un proyecto histórico de transformación del país.
En ese marco, yo quiero decir que nuestras organizaciones, a las que yo me debo y de las que soy parte, evidentemente necesitamos redefinir nuestras estructuras organizativas para pasar a ser realmente Gobierno, ejercer nuestro autogobierno pero en términos de cómo un pueblo se autogobierna, no como gremio, no como un sometido a sectores de ONG, que guardan una actitud tremendamente paternalista, sino desde la perspectiva de construir nuestra autonomía que es construir instituciones, un sistema económico, es gestionar el territorio y la territorialidad como pueblo, y es establecer mecanismos de articulación con otros sectores sociales, con otros territorios y con otras territorialidades, una negociación política.
En ese sentido, considero que se ha perdido de vista todo ese tipo de cosas y ahora tenemos, por un lado, una organización subordinada a un movimiento político que hoy le hace juego al status quo de la dominación étnica, cultural, política y cognitiva, es decir, al status quo de las oligarquías del país, del viejo país, a eso le hace juego.
En sus principios dice que es una organización de izquierda, Pachakutik, no lo es. Otro tema importante allí es que para ilustrar de mejor manera lo que ha ocurrido en la relación Pachakutik como brazo político que se define y la organización social que es la Conaie, es esa relación que se dio entre el MPD y la UNE, la UNE bastión del MPD que es su plataforma política, donde se agazapa para poder sobrevivir, y le pone a la UNE como operador de sus objetivos políticos, y en esa circunstancia qué es lo que pasó en el Ecuador, tuvimos el peor sistema educativo, paros todo el tiempo, menos que mediocre la calidad educativa, un sistema educativo que era solo un privilegio para quienes tienen dinero. Es decir, se crearon ciertos privilegios que no querían perder, en ese sentido, los pueblos que no somos gremios no podemos reproducir esa lógica, en algún momento he dicho la Conaie es al Pachakutik, lo que la UNE fue en su momento, y de alguna manera sigue siendo, al MPD, eso no puede ser, jamás.
Pueblos que luchamos por la liberación, por la igualdad, por la justicia, por un nuevo modelo, una nueva sociedad, no podemos jamás ser instrumentos, ni siquiera aliados, de los que quieren mantener este status quo de injusticias, basado en el pensamiento colonial, que hace que los pueblos seamos discriminados, víctimas del racismo y que eso se reproduzca en las instituciones, en las políticas públicas, en las relaciones sociales poniéndonos en las condiciones de mayor desventaja y al mismo tiempo de mayor subvaloración, eso tiene que cambiar. Eso no se resuelve porque alguno de nosotros ocupe un cargo, eso se requiere un cambio estructural, una transformación estructural.
En ese sentido, es lamentable ver aquello de un partido político convertido en instrumento del status quo y de la oligarquía del país y basta con escuchar las declaraciones que ha hecho el candidato de Pachakutik, condenando violentamente el proceso de transformación liderado por Evo Morales, un aymara, no se diferencia en nada con el discurso de las élites empresariales y oligárquicas, no solo las de Ecuador sino de la región.
Y en lo que tiene que ver con la Conaie, yo sí creo ha perdido mucho su capacidad de representación, de convocatoria, y de movilización, y la agenda de la transformación estructural del país a partir de la construcción del Estado Plurinacional y la sociedad del Sumak Kawsay eso ya no forma parte del proyecto histórico de los pueblos si nos remitimos a los discursos y a las posiciones de la dirigencia.
En ese sentido, creo que sería saludable que líderes jóvenes asuman esa discusión, ese debate interno y nos replanteemos inclusive nuestra estructura, organizaciones, nuestros objetivos, nuestras formas de trabajar, no podemos quedarnos anquilosados en el tiempo, tenemos que ser los actores de las nuevas transformaciones del país, de la región y del mundo actual.
Comentario sobre las elecciones:
Considero que a nivel de Pastaza y del país, Akángay Viteri Tassi es un joven de muy buena formación, de mucha inteligencia, de infinita nobleza, creo que es uno de los mejores perfiles que tenemos en la Amazonía y el país. En ese sentido, es importante hacer una reflexión, si tengo que dirigirme a mis hermanos de los pueblos y nacionalidades, veamos que esto no es una fiesta, es un momento de decisiones sumamente serias, decisiones que requieren de mucha luz, y en eso tenemos que estar absolutamente claros.
Una persona de un pueblo y una nacionalidad puede ser parte de una tendencia política, no necesariamente de Pachakutik, la ideología o la identidad con el partido político Pachakutik no es sinónimo de identidad de ser de una nacionalidad.
Lo lamentable es que terminemos alineándonos con una identidad política que está más cerca de la oligarquía, de la derecha, de las élites, que de nuestros propios sueños, pensamientos. En ese sentido, no es que aquí caben las amenazas que si alguien vota por otro partido que no sea Pachakutik hay que expulsarle o sancionarle. No es así.
Vale decir que es importante dar el voto para la nueva generación de políticos y más aún en nuestra Amazonía, en Pastaza se ha enquistado un caciquismo de los mandamases locales que han amasado fortunas mal habidas y que tienen redes clientelares con esas fortunas y que quieren perpetuarse en el control político de nuestras provincias, de nuestra Amazonía, gente tremendamente racista y corrupta.
Ese caciquismo y esa práctica política corrupta, clientelar, que hace tanto daño a la Amazonía y que solo usa a los pueblos originarios en su discurso para quedar bien, eso hay que erradicarlo. Y Akángay pertenece a esa nueva generación de hombres brillantes que nos van a permitir erradicar esa especie de pandemia que ha hecho y sigue haciendo tanto daño a nuestra Amazonía.
Los Runa tenemos derecho a participar en política, pero vamos a hacerlo no para ser uno más sino para transformar (…) en una participación política no hay que pensar únicamente para las próximas elecciones sino a largo plazo. Hay que ponerse a pensar en nuestros principios y en los objetivos de transformación profunda, de construir el Estado Plurinacional, de construir un poder político plurinacional.