La salida de EE.UU. del Acuerdo de París supuso un duro golpe para el tratado climático, pero la situación podría volverse crítica si el presidente Donald Trump es reelecto y otros países siguen su ejemplo, comentó el científico brasileño Carlos Nobre.
Un día después de esos comicios, este miércoles 4 de noviembre, EE.UU. abandona formalmente el acuerdo firmado por 197 países que establece la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para que el aumento de la temperatura global no supere los 1,5 grados Celsius para 2030.
«Es muy difícil hacer una predicción perfecta de las elecciones, pero si Trump es reelecto entonces la situación es crítica. EE.UU. formalmente va a salir en dos años; cuatro años le dan el tiempo a Trump para salir del acuerdo, favorecer mucho a las empresas de petróleo, de carbón», explicó Nobre, experto en el calentamiento global y el medioambiente, especialmente sobre la Amazonía.
El científico, quien formó parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007, explicó que la retirada de EE.UU. no es inmediata, sino que llevará unos dos años, pero en ese tiempo el país no tiene que cumplir ningún compromiso ambiental pactado en el acuerdo de 2015 por la administración de Barack Obama (2009-2017).
EE.UU. es el segundo emisor de gases de efecto invernadero en el mundo y se había comprometido a recortarlos entre un 26 y 28% para 2025, lo que obligaba a las industrias, en particular la del carbón, a limitar sus actividades.
Pero por fuera del acuerdo, la Administración Trump puede continuar levantando normas que estuvieron vigentes por décadas para proteger el ambiente como ha hecho desde que asumió el Gobierno en enero de 2017 como eliminar los límites de la industria del carbón, una de las promesas de su campaña para llegar a la Casa Blanca.
Con EE.UU. beneficiando inversiones en petróleo y carbón, la meta de evitar un aumento mayor a 1,5 grados en la temperatura global no se lograría y superaría los 2 grados, por lo que el recorte de las emisiones para 2050 tendría que ser del 70%, un objetivo aún más complicado.
Si bien se ha visto una «pequeña disminución» en la emisión de gases de efecto invernadero debido a la pandemia de COVID-19 que detuvo la actividad económica mundial desde marzo, la caída no será suficiente para contrarrestar la salida de EE.UU. del acuerdo.
«Es muy, muy difícil, pero no hay opciones. Tenemos que reducir las emisiones para 2030 si queremos lograr un aumento de menos de 1,5 grados», afirmó Nobre, doctorado en Meteorología por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) e investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Sao Paulo.
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Un aumento de la temperatura elevaría el nivel de los océanos, y se perderían islas, ciudades costeras y tierras de cultivo, consecuencias que repercutirían en la economía, además de desplazamientos masivos de la población y eliminación de fuentes de trabajo, según los expertos en clima.
Hasta el momento, 189 países han ratificado el Acuerdo de París.
Pero desde el 4 de noviembre podrían arrepentirse otros gobiernos.
«Si Trump es reelecto, China podría decir «EE.UU. no está priorizando este acuerdo básico entonces nosotros vamos a seguir vendiendo nuestras termoeléctricas» a otros países, comentó Nobre.
China es el principal emisor de gases de efecto invernadero, con un 25% del total, y recientemente prometió en la Asamblea General de las Naciones Unidas alcanzar la neutralidad de emisiones de carbono para 2060.
Si bien es una medida importante, para cumplir la meta de 1,5 grados el mundo debe recortar las emisiones antes del 2050, afirmó Nobre, presidente del Panel Brasileño de Cambios Climáticos.
Una victoria del demócrata Joe Biden, sin embargo, podría llevar a China a marcarse objetivos más amplios, afirmó el científico brasileño.
«Sería muy importante para que China sea más ambiciosa, para tener objetivos más ambiciosos y para presionar a China a que no venda sus centrales termoeléctricas a carbón a otros países», agregó.
Y si el exvicepresidente demócrata llega a la Oficina Oval, es casi seguro que en su discurso de reconocimiento de la victoria anuncie un retorno al acuerdo, lo que tomaría alrededor de un mes.
«Es algo muy importante porque va a empoderar a muchos países europeos, a China (…) Va a poner a países que tienen gobiernos negacionistas [del cambio climático ]como Hungría, Polonia, en una posición minoritaria», comentó Nobre.
Los gobiernos deberían seguir impulsando el uso de las energías renovables, una conversión «irreversible», dijo Nobre, pero que ha crecido lentamente a nivel global.
Cortesía de Patricia Ávila Sputnik