Claudia Pascual, senadora electa del Partido Comunista: «Un gobierno de extrema derecha, fascista, como el que sería el del candidato Kast, es un peligro muy profundo»

En entrevista en Voces sin Fronteras, indicó que apuesta a que impere la esperanza, la mirada de futuro y las ganas de seguir solucionando con más democracia y más justicia social los problemas de desigualdad

Claudia Pascual, senadora electa del Partido Comunista: «Un gobierno de extrema derecha, fascista, como el que sería el del candidato Kast, es un peligro muy profundo»

Autor: Marian Martinez

Chile va este domingo 19 de diciembre a la segunda vuelta para definir quién será el nuevo presidente del país. La disputa está entre el candidato de la extrema derecha, José Antonio Kats, y Gabriel Boric, la opción de Apruebo Dignidad.

La senadora electa por el Partido Comunista, Claudia Pascual, apuesta a que impere la esperanza, la mirada de futuro y las ganas de seguir solucionando con más democracia y más justicia social los problemas de desigualdad que tiene Chile.

«Un gobierno de extrema derecha, fascista, como el que sería el del candidato Kast, es un peligro muy profundo», advirtió en entrevista en Voces sin Fronteras, conducido por Denis Rogatyuk.

Por Denis Rogatyuk

DR: Me gustaría comenzar con una evaluación sobre los resultados del Partido Comunista en las elecciones.

CP: Creo que efectivamente es un avance del Partido Comunista poder tener una representación como la que tenemos hoy día, que tiene 12 parlamentarios, diputados, diputadas, y dos senadores.

Es primera vez, digamos efectivamente desde el término de la dictadura de Pinochet, que podemos llegar al Senado, ates estábamos excluidos por el sistema electoral binominal, y como esta elección es la segunda sin el sistema electoral binominal hoy día pudimos romper esa exclusión por la vía de poder representarnos también a través de nuestros votos.

Entonces, yo creo que es muy relevante porque las ideas de justicia social que buscamos nosotros las y los comunistas no solo nos representan a nosotros, sino que representan a un grupo de gente mucho mayor y creo que, desde esa perspectiva, nuestra voz es parte de la diversidad político, social, cultural y económica del país que tiene que estar también reflejada en el parlamento.

DR: El sistema electoral en Chile ha sido diseñado durante mucho tiempo para parar la participación de organizaciones como el Partido Comunista…

CP: Sí, el sistema electoral binominal fue el sistema que dejó instaurada la Constitución del 80 del dictador y que, efectivamente, lo que hacía era dividir todos los distritos y circunscripciones el país para que eligieran dos representantes al parlamento. Y así la minoría podía siempre tener uno de esos dos, el candidato o la candidata, y el bloque que lo llevaba debía doblar al otro para poder llevarse los dos.

Eso tiene varios problemas, por un lado la sobrerrepresentación de la minoría, del bloque minoritario, a veces a subrepresentación de la mayoría, pero también la falta de diversidad de visiones, porque al elegir solo dos representantes individualmente, que se obligó durante mucho tiempo al sistema político de nuestro país a que se configuraran dos grandes conglomerados, uno conocido como la Concertación y otro conocido como la alianza de derecha y, por lo tanto, casi prácticamente incluso era un mero gesto formal ir a las elecciones porque desde el punto de vista que los partidos de estos dos bloques llevaban y elegían sus candidaturas la gente ya sabía de antemano que iba a salir uno y uno.

Entonces, había poca sorpresas, poca competencia, tanto interna como pocas sorpresas en los resultados finales, y nosotros hemos bregado desde el término de la dictadura porque ese sistema se acabara porque volviéramos al sistema proporcional que existió en Chile antes del golpe de Estado y eso se logró bajo el Gobierno de la presidenta Bachelet, en su segundo mandato del año 2015 y, por lo tanto, las primeras elecciones que tenemos con un sistema más proporcional, no es 100 % proporcional pero sí mucho más, con un redistritaje, con más parlamentarios y parlamentarias por cada distrito que elegir, ya no eligen dos, se eligen tres, cuatro, cinco, seis o siete y lo mismo en el caso de los senadores, ya no se eligen solo dos sino mínimo tres y hasta cinco, según las regiones.

Pero sigue siendo no 100 % proporcional porque, por ejemplo, la Región Metropolitana, que tiene casi la mitad de los habitantes del país, elige solo cinco senadores igual que otras cuatro regiones que tienen mucho menos habitantes, entonces todavía falta corregir un poquito esa proporcionalidad, pero al menos es mucho más proporcional que lo que era el sistema binominal.

Desde esa perspectiva, el año 2017 se dio la primera elección que le tocó a los diputados y diputadas sin binominal y a la mitad de los senadores sin binominal, porque esa es otra de las leyes de amarre que tenemos de la dictadura y es que el Senado tiene un periodo de ocho años, no de cuatro igual que la Cámara de Diputados, pero se renuevan alternadamente cada cuatro años la mitad y a los cuatro años siguientes la otra mitad, por eso es que hoy día hemos tenido una elección de la mitad del Senado y no de la totalidad del Senado.

DR: La victoria del Apruebo en el referéndum y también la elección de dos tercios de constituyentes independientes y de izquierda sin duda marcó un avance importante en este proceso de borrar el legado de Pinochet, de crear una nueva página en la historia de Chile. Pero, por otra parte, en cierta manera estas victorias también han reforzado las energías de la extrema derecha y se han radicalizado. El resultado de esto ha sido la victoria de Kast en la primera vuelta…

CP: Efectivamente, frente a los avances de posiciones más diversas, diría yo, no posiciones hegemónicas desde una sola forma de pensar, porque lo que ocurrió con la Convención Constitucional es poder mostrar también una diversidad político, social cultural y económica del país que no está representada en el Parlamento, que es mucho más representativa de lo que el país tiene hoy día, molestó creo yo, molesta muchísimo a aquellos que no han querido tocar el modelo de desarrollo económico, el modelo político ideológico que tiene nuestro país, que es un modelo neoliberal a ultranza y que incluso ha permitido que se quiten las máscaras, las caretas, en relación a la supuesta derecha democrática que existía en nuestro país, porque hoy día esos sectores supuestamente más liberales, más democráticos que habían aprendido de la historia de nuestro país, capitulan sin ningún problema frente al candidato de la extrema derecha, fascista, y se ponen tras él.

Eso creo que se explica por, indudablemente, la defensa corporativa de los privilegios que han tenido durante todo este tiempo, refleja además su posición absolutamente ideológica en materia de no ceder en termino de avanzar en sociedades más justas, en derechos y de igualdad para las personas ni tampoco inclusive en materia de ceder en relación a tener formas de mercado de producción y de desarrollo económico que sean más equitativas, más justas con las personas.

Nadie está planteando hoy día que no haya mercado, pero sí se está planteando por qué no puede haber comercio justo, producción diversa, por qué tenemos que ser solo extractivistas, por qué no podemos agregar valor, por qué no podemos manufacturar nuestros productos, que son cosas que gran parte de los países del mundo las tienen, entonces es muy ridículo la posición de la extrema derecha chilena que lo que en Europa se llama Estado de bienestar y, además con matices entre un país y otro, acá se llama que es querer hacer comunismo.

Que le cuenten a los países europeos que nuestra extrema derecha es tan cavernaria que cree que un Estado de bienestar que garantiza derechos sociales, que promueve un desarrollo económico con fomento de la micro, pequeña y mediana empresa, concadenada en valor con las grandes empresas, etc., para ellos es comunismo.

De verdad que dan casi ganas de reírse sino fuera tan seria la posición de ellos daría para chiste, pero no es chiste porque efectivamente es una posición tremendamente anquilosada, que retrocede en materia de concepciones de lo que se necesita también para enfrentar los desafíos del mundo y de nuestro país en particular, en relación a cuál es el sistema que tenemos que tener de producción económica para ser mas sustentables medioambientalmente, para nosotros ahora y para el futuro y para las nuevas generaciones, en relación a la protección que tienen que tener las personas en sus distintos derechos sociales, en relación al respeto y la diversidad que somos las personas en nuestro país, en relación a fenómenos que han llegado para quedarse en todos los países del mundo como es la migración, etc.

Creo que, desde esa perspectiva, solo se explica desde quién tiene miedo a perder sus privilegios, a perder todas las regalías y quien además ha justificado durante tanto tiempo que todos esos privilegios han sido con un dicho que se dice en Chile que es con el lado del embudo más ancho para ellos y que el resto tenga el lado del embudo mas angosto, vale decir con todas las garantías para ellos y con todas las penurias para la gran mayoría del país.

DR: En el momento cuando el capitalismo se encuentra en una crisis terminal busca su salvación en las organizaciones más extremas…

CP: Creo que esto nos deja como reflexiones, independiente del resultado para el 19 de diciembre en el balotaje de Chile, nos deja como aprendizajes una vez más, porque la historia no los ha mostrado no solo en Chile sino que en el mundo, que frente a situaciones de crisis que demandan donde las grandes mayorías de la población, en este caso en Chile, demandó cambios profundos a nuestro sistema, terminar con el neoliberalismo, hacer procesos que sean más justos en términos económicos, políticos, sociales, y culturales, no es menos cierto que el que la gran mayoría quisiera eso no significa que lo podemos lograr, porque ya está todo listo, sino que esto genera acciones y reacciones por parte de los sectores que tienen los privilegios por parte de los sectores de las derechas, en este caso, y de la ultraderecha muy en particular, en donde incluso pueden ser capaces de reinventarse con las formulaciones más cavernarias, mas retrógradas, de mayor retroceso para la democracia, para una democracia que se haga participativa, pluralista, respetuosa de la diversidad, que promueva cada vez más distintos mecanismos de procesamiento de sus propios cambios que tienen que seguirse generando y ellos prefieren cerrar filas en modelos más bien autoritarios, que retroceden en el respeto de la diversidad, que plantean formas hegemónicas y visiones absolutamente autoritarias de cómo las personas tienen que vivir su vida, no solo cuál es su relación con los medios de producción, sino a quien amar, con quiénes conformar familia y, por lo tanto, desde esa perspectiva la reflexión que a mí me queda es que nada de esto está de seguro, y desde el punto de vista de las mujeres mucho menos, cada vez que avanzamos en un derecho puede ser rápidamente hipotecado por una situación de crisis político, social.

Por lo tanto, esa es la gran reflexión que yo hago, aquí no hay que dar nada por hecho, aquí hay que seguir luchando y pensando cómo mejorar nuestro país, pero convocando también a una movilización que respalde esos cambios.

Indudablemente, un Gobierno de extrema derecha, fascista, como el que sería el del candidato Kast, que yo estoy convencida que no va a ser en todo caso, es indudablemente un peligro muy profundo, es un peligro para todos los derechos conquistados hasta acá de las mujeres en nuestro país.

A nuestro país le falta todavía reconocer muchos derechos en comparación con otros países, por lo tanto, nos ha costado cada uno de los derechos que las mujeres hemos conseguido en nuestro país, luchas, años de movilizaciones, demandas de interpelaciones al Estado, a los Gobierno de turnos, y tener que llegar a un Gobierno en donde tengamos que defender lo hasta aquí logrado, y no poder seguir proyectando nuestros derechos, es un retroceso brutal.

Por otro lado, también quiero decir que es un retroceso tremendo y un peligro enorme para la disidencia de género y sexuales, ellas corren peligros muy patentes en una posibilidad de Gobierno de este tipo, puesto que se les niega sus identidades y se dice si no les vamos a hacer nada, pero sin embargo no se les va a reconocer en materia de mejores legislaciones que prevengan el fin de la violencia de género, tanto para las mujeres como para nosotros, que promuevan el reconocimiento del derecho a ser atendidos en la especificad que tienen que ser atendidos en materia de salud, de trabajo, de educación, etc..

Por lo tanto, creo que los peligros son reales y profundos y prueba de esto es que el programa de este candidato de extrema derecha, que además reconoció en el debate que lo que no aparece en su acomodo para la segunda vuelta no significa que no lo vaya a hacer, el reconoció además que está dispuesto a reeditar y reinstalar medidas represivas que se tenían en la dictadura militar, por parte de los agentes represivos de la dictadura, un periodista incluso se lo preguntó abiertamente, pero estas son las prácticas de la CNI, de la Dina, que son los dos organismos que se crearon en dictadura para la represión masiva en nuestro país, y dijo sí, lo voy a hacer.

Entonces, él esta dispuesto nuevamente a interceptar las comunicaciones, a perseguir a la gente, a apresarla en lugares no dispuestos para la reclusión, etc., por lo tanto esos son peligros reales.

Porqué lo digo y lo pongo en el marco de los derechos de las mujeres y también de la disidencia y no solo en la perspectiva que él lo quiere colocar como si fuera a ser solo una persecución hacia liderazgos o pensamientos de izquierda, lo cual ya me parece una aberración, no permitir el libre desarrollo del pensamiento político de las personas ya es brutal, pero él también el día de mañana va a decir esta persona no la estoy persiguiendo por ser feminista, por ser una activista diverso sexual, sino que lo estoy persiguiendo porque es un activista de izquierda.

Permitirle la excusa es lo que no debiéramos tener en cuenta, incluso más él plantea algo que Chile ya conoció con mucho dolor que fue la articulación con otros países para la persecución de las dirigencias y de las personas y el activismo político de izquierda contrario a los Gobiernos, en este caso contrario a su Gobierno si es que eventualmente llegara.

Chile lo conoció con mucho dolor, fue la articulación que se conoció como el Plan Cóndor, de las dictaduras de Argentina, Uruguay, de Brasil y de Chile y ese tipo de situaciones no las queremos vivir nuevamente.

DR: ¿Usted piensa que de cierta manera este peligro de Kast también ha llamado la atención al mundo para unirse en contra de este nuevo fascismo?

CP: Creo que los problemas de la democracia y de las democracias que tienen nuestros países, y en particular el nuestro, se resuelven con más democracias, con una profundización de esos procesos democráticos y con una profundización de los modelos que permitan establecer políticas sociales que vayan a resolver lo que la gente quiere, ser protegida en materia de derechos sociales, y no se resuelven con autoritarismo, con dictaduras ganadas por elecciones, y si eso está llamando la atención en nuestro país pero es también un ejemplo para el mundo me parece que es un llamado de atención de lo que están haciendo las derechas y, particularmente, las extremas derechas en todos los países de nuestra orbe, porque efectivamente nuestro candidato de extrema derecha como país digo, porque no es mío obviamente, se reúne y sus partidarios se han reunido con la extrema derecha Vox de España, van a Estados Unidos a buscar reuniones privadas con la extrema derecha de allá, entonces a mí me parece que no podemos permitir la articulación de estos pensamientos tan complejos, tan retardatarios y tan anacrónicos para las experiencias de avances civilizatorios que tiene nuestro mundo.

Desde esa perspectiva creo que es un toque de campana, de decir alerta porque esto no solo le puede ocurrir a Chile, le está ocurriendo a otros países.

DR: ¿Cómo ve usted el futuro papel del Partido Comunista en el caso de la victoria de Boric o en el caso de la victoria de Kast?

CP: Me pongo en el caso primero nomás, porque estoy convencida, estoy muy esperanzada que Gabriel gane, creo que de verdad, espero que la esperanza, la mirada de futuro, las ganas de seguir solucionando con más democracia y más justicia social los problemas que tiene Chile de desigualdad, sea lo que impere y no que gane esta mirada que retrotrae a los chilenos y a las chilenas en la explotación de sus miedos.

Estoy jugándomela y pensando solo desde esa perspectiva, si Gabriel obviamente va a ser el presidente de Chile, nuestro papel será un papel coadyuvante en términos de poder avanzar en su programa de Gobierno, de poder apoyar también la Convención Constitucional y los mandatos que de ahí queden plasmados en la nueva Constitución y también jugarnos por la aprobación de esa nueva Constitución, defender esa convención también de los ataques arteros de la extrema derecha.

Por supuesto, también generar los espacios de movilización, de respaldo a todo lo que haya que respaldar, como parlamentarios de legislar en función de todo lo que haya que legislar tanto para adecuar nuestras legislaciones a la nueva constitución pero, por sobre todo, para llevar a cabo el gobierno de Gabriel.

Creo que se nos vienen tiempos muy intensos, tiempos de pensar con mucha tranquilidad dentro de la vorágine que vamos a vivir, cuáles son las mejores estrategias para poder hacer que nuestro país siga avanzando en una senda transformadora.

Creo que vamos a tener que aportar con toda la grandeza que ha tenido el Partido Comunista de Chile a lo largo de la historia en nuestro país, colocando siempre las necesidades de las grandes mayoría del país, de profundización de la democracia y las de establecer políticas públicas sociales, económicas, culturales y políticas de régimen democrático que nos permitan seguir profundizando en el combate de la desigualdad que tiene Chile, que es una herida tan abierta, tan sangrante inclusive.

Un papel además que ayude a ir restituyendo la credibilidad en la política, en los partidos políticos, en el sistema democrático y, por lo tanto, también tiene que jugar su papel este Partido Comunista en generar las comunicaciones y el trabajo de la mano y fluido con la organizaciones sociales territoriales, sindicales, medioambientales, feministas, de diversidades sexuales, de personas en condición de discapacidad, de niños, niñas, y adolescentes, estudiantiles, etc.

Creo que tiene que jugar su papel en aquello y vamos a estar siempre defendiendo esos intereses.

Y del otro lado indudablemente a evitar que perdamos derechos y avanzar a que eso no ocurra ni se quede durante tiempo.

DR: Para usted, ¿cuáles son los artículos más importantes que deberían ser cambiados y los nuevos que deberían ser escritos?

CP: No sé si te los puedo decir en términos de artículos porque no soy abogada, así que no voy a respondértelo en la especificad legal, pero creo que lo que la actual Constitución del 80, la del dictador, por más pequeñas modificaciones que ha tenido durante estos 30 años, lo que debe es cambiar profundamente su carácter autoritario y limitado de la democracia.

Creo que necesitamos una nueva Constitución que propugne una nueva definición de Estado, un Estado social de derechos y no un estado subsidiario como el que tenemos actualmente, por lo tanto, que de garantías de consagrar los derechos sociales, que de garantías del respeto a las libertades individuales y a las diversidades de personas que habitan nuestro país, que dé garantías de promover nuevas relaciones entre los géneros y que sea una Constitución que permita de verdad tener una perspectiva de género transformadora, feminista si tu quieres decirlo de esa manera, promoviendo el reconocimiento del trabajo doméstico y del trabajo de cuidados como con su aporte a la economía del país, pero también promoviendo la corresponsabilidad del Estado y de las familias y de las comunidades en estas tareas, y que no quede eso solo a cargo de las mujeres, promoviendo que la democracia sea definida como paritaria, pluralista , plurinacional, representativa y participativa.

Generando más mecanismos de participación de la ciudadanía y del pueblo con plebiscito, con consultas vinculantes, con iniciativa popular de ley, con remoción del mando, si alguien no lo hace bien por qué no se puede revocar, con definiciones que permitan también al Estado, en esta nueva definición, tener papeles importantes en la económica, no los únicos, no ser el dueño de todo, pero no puede ser que lo que ocurre en Chile es al revés no está en nada en el ámbito de la economía, sus empresas estatales son mínimas y, de hecho, no son 100 %  estatales, tienen solo el 51 % de participación.

Entonces creo que se pueden mejorar so ámbitos y espero que esos sean los que estén consagrados en la nueva Constitución.

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