Colombia. «El pueblo se cansó y ganó la calle para denunciar la represión»

Para hablar de este proceso de lucha y sus consecuencias entrevistamos a Erika Prieto, una joven referente, del área de Derechos Humanos, del Congreso de los Pueblos

Colombia. «El pueblo se cansó y ganó la calle para denunciar la represión»

Autor: Nelytza Lara

Colombia vive días de fuerte levantamiento popular contra el mal gobierno y sobre todo apuntando a la represión sin límites desencadenada contra los sectores populares. Para hablar de este proceso de lucha y sus consecuencias entrevistamos a Erika Prieto, una joven referente, del área de Derechos Humanos, del Congreso de los Pueblos.

–¿Cómo ven ustedes desde el Congreso de los Pueblos este nuevo levantamiento popular que están concretando día a día las y los colombianos? También nos interesa saber el análisis que hacen del nivel de represión policial que se está viendo en estos días.

Recalcamos que el proceso en Colombia lleva muchos años de acumulación y resistencia, un ejercicio que viene siendo muy fuerte a nivel de persecución por parte del Estado. Dirigido principalmente a todo lo que se oponga a sus intereses económicos y políticos. Lo que se está viviendo actualmente en el país es un agotamiento de las instituciones, un agotamiento de esperar que las instituciones puedan hacer justicia, de creer en la fuerza pública o de creer en el orden. En este levantamiento ciudadano y de los pueblos en lucha y resistencia, tenemos que tomar la historia en nuestras manos y transformar al país desde sus cimientos.

La situación de represión no es distinta de lo que hemos vivido en la historia de nuestro país. Este es un país donde se ha asesinado permanentemente a todas las voces disidentes y durante estos últimos dias lo que ocurre es que está todo en el ojo del huracán y se permite evidenciar con contundencia. Nosotros tenemos una policía que trabaja con el narcotráfico, con el paramilitarismo, extorsiona, roba, viola. Se trata de un asunto permanente y sistemático. Por otro lado, la justicia no opera, no actúa, no hay verdad, no hay reparación y no hay garantía de no repetición de ninguno de los actos que la fuerza pública comete contra las personas en el país.

–¿O sea que este compilado de razones colmaron la paciencia de la gente?

Realmente, lo que ocurre es que la gente se cansó y decidió tomar en sus manos el ejercicio de la fuerza legítima y directa, diciéndole a la fuerza nacional “no lo vamos a permitir más”. Lo que ocurre, es que nos encontramos con que estas instituciones abren fuego contra personas que no tienen armamento, eso es delito a todas luces, a nivel internacional. Pero el gobierno colombiano no deja de actuar con impunidad. Así, nos encontramos con un Ministerio de Defensa planteando recompensa para detener a los responsables de los graves hechos ocurridos, y todos sabemos que los responsables son las policías.

Esto se inició por el asesinato de un abogado, Javier Ordoñez, que suplicaba que no lo agredieran más, mientras se encontraban electrocutándolo con una pistola taser y asfixiándolo al mismo tiempo. Este abogado fue ingresado a un local de los CAI (Comando de Acción Inmediata), que posteriormente fueron quemados por la comunidad, porque no quieren más la presencia policial en los barrios. Al final, nos encontramos con que el abogado salió de ahí muerto.

Medicina legal ha planteado que tiene más de 20 fracturas en el cráneo, que después de que vimos a este hombre reducido, electrocutado, asfixiado y en el piso suplicando «por favor no más», fueron al CAI y lo siguieron golpeando con elementos contundentes. Esto se puede determinar ahora, porque quedó grabado esta vez, pero es el común denominador de la fuerza pública del país. Asi hacen los procedimientos acá, y no son procedimientos, todo está por fuera del marco legal, todo es un abuso de poder.

-¿Cuando se supo que al abogado lo asesinaron, es que se produce el estallido de la bronca en las calles?

Sí, cuando sale el video, ya hay un número muy grande de colombianos y colombianas que se identifican con esa situación. Además durante la pandemia, de marzo para acá, la fuerza pública actuó con total impunidad. Estaban acostumbrados a que las calles estaban vacías, que nadie grababa y que las cámaras de seguridad del Estado no los van a denunciar.

Entonces, la gente sabe, la gente entiende la realidad del país y cuál es la metodología del actuar de la policía nacional. La policía no solo arremete contra manifestantes, sino que está metida en todos los asuntos de criminalidad del país. Es por la policía y el ejército, que el narcotráfico tiene la fuerza que tiene. Lo mismo ocurre con el paramilitarismo y la trata también. Es una institución que está corrompida desde sus raíces.

-Coincidentemente con este levantamiento popular, también vimos imágenes de mujeres reclamando en la calle contra las violaciones que también hacen los estamentos de la policía. Contanos, ¿cómo es la lucha de las mujeres en este marco?

Las mujeres en el país somos permanentemente agredidas por parte de la fuerza pública, es común que nos griten que nos van a violar. Por ejemplo, yo ejerzo como representante de los derechos humanos y de las mujeres, quedamos rodeadas de hombres y son chistes machistas y te hacen sentir realmente mal.

Lo que ocurre en el marco de estas protestas es que se han denunciado tres casos de abuso sexual de personas que se estaban manifestando, que son conducidas a los CAI, estaciones de la policía, y posteriormente son violadas. Además no solamente ocurren estas violaciones, sino también se da con el ejército nacional en el marco de la pandemia, el caso de la niña indígena violada en múltiples ocasiones, por distintos integrantes de la fuerza pública. Es una situación en la que se usa el cuerpo de la mujer como botín de guerra. Colombia vive un conflicto social, político y armado en que la mujer y su cuerpo son parte del conflicto que el ejército y la policía han puesto de manifiesto. Así nos hacen sentir el terror de lo que esto significa.

–Publicamos una protesta de una organización de allí, la Juventud Rebelde, que señalan que han sido acusados tanto por Caracol TV como por la policía, de ser parte de la guerrilla. Otra vez surge la acusación de que esto lo maneja la guerrilla. Una guerrilla que existe, nadie lo niega, pero siempre que aparece una movilización popular se la quiere demonizar con esta acusación. ¿Cómo recibe la población estas mentiras que dicen el gobierno y los medios?

En el caso de lo que planteas de la juventud, no solamente son agresiones que hacen los medios de comunicación hacia este sector del movimiento nacional y popular del país. También están dirigidos a otros sectores, como son los espacios del Congreso de los Pueblos, otros núcleos de disidencia política y demás, donde los medios de comunicación al servicio de las grandes empresas y del gobierno nacional, lo que hacen es reproducir el discurso que les dictan. Lo que ellos están tratando es de restarle fuerza y legitimidad a la lucha que se está dando en la calle.

No es cierto que haya sido un plan orquestado por las FARC o el ELN, realmente lo que ocurrió fue un ejercicio de alzamiento popular porque estamos cansados, la gente no aguanta mas, la gente sabe que la policía realmente no los cuida. Lo que ocurre es algo que está por fuera de cualquier control o plan, no tiene sistematicidad. La gente comenzó a sentirse indignada a partir del asesinato de este abogado, posteriormente, convocan en el CAI donde él muere, la manifestación llena de digna rabia popular. Empieza entonces un ejercicio de la fuerza pública, de cuidar ese CAI. Ese CAI tendría que haber sido quemado desde sus inicios, porque era la única forma de que la gente expresara su rabia. No había nada que hacer, la vida de Javier no iba a devolverse.

Lo que decide hacer la policía es empezar a agredir a los manifestantes, generar gestos que se van difundiendo en el resto de la ciudad, y otros barrios ven como están agrediendo a las personas con las que ellos están de acuerdo y sienten la misma indignación, y lo que decide la ciudadanía es hacerlo por todas partes. Pero no existe una sistematicidad, porque no ocurrió a la misma hora, ni de la misma manera, tampoco tenían los mismos emblemas. Han dicho que acá hay una organización, pero es una decisión de la juventud, que ha decidido que todos los policías son bastardos porque siempre se comportan así. Entonces, el Ministerio trata de llevar esto por ese camino, los medio de comunicación se prestan para eso, son serviles a sus intereses.

Además ponen en riesgo al movimiento nacional y popular. Porque este ministro, y el anterior, siempre han dicho que los procesos nacionales y populares tienen relación con la insurgencia. Pero nunca aparecen para protegernos cuanto otros actores del conflicto nos empiezan a matar. Nosotros no tenemos ninguna relación con ellos, no tenemos modos de defendernos. Por eso asesinan a los líderes sociales del país. Van más de mil líderes asesinados. Es la responsabilidad de este tipo de señalamiento del que ustedes hoy pueden dar cuenta.

–¿Cuál es tu opinión sobre este juzgamiento domiciliario que se le está haciendo a Uribe Vélez? Pruebas hay miles para meterlo preso, pero esto se ha convertido en una pena leve ¿crees que va a prosperar en algo más?

Nosotros en el país convivimos con la imposibilidad de velar por la verdad, la cifra de personas torturadas, asesinadas y desaparecidas son las más altas del continente. En parte Uribe y su proyecto paramilitar están perfectamente ligados con esta realidad. Para nosotros, lo que pasa es que la prisión domiciliaria, es un sinsabor, pero en parte, da algo de esperanza. Acá nunca pasa nada con los ex presidentes. Este país siempre ha dicho de ser una democracia cuando nos tenían encerrados los 365 días del año con toque de queda, pero «éramos una democracia».

Entonces, hay un ejercicio complejo, lo que nosotros decimos es que hay una posibilidad que se esté diciendo que Uribe es objeto de la justicia. Al decir que es objeto de la justicia, todos sus aliados y todas las personas que delinquen junto con él también pueden temer. También pueden decir otras cosas que no se atrevían a decir. Pierde poder en la medida que cualquier otro funcionario del pais que fuera contactado por Uribe Vélez creía que estaba garantizado, que podía hacer cualquier cosa y no le iba a pasar nada. En este momento, ese relato va siendo modificado a través de una situación muy simple, como puede ser esta. Porque a él ni siquiera lo están procesando por los asesinatos, por las masacres, por todo lo que hay de fondo y que vos decís que es evidente que está siendo más fuerte la justicia con él.

Lo están procesando porque decide comprar testigos, el proceso que lo lleva a la prisión domiciliaria es la de manipular testigos. Pero tiene otras implicaciones que nosotros leemos como positivas, como ser restarle fuerza a algo que se creía intocable. Pues nosotros creemos que lo único que podrá develar la verdad en el país es que avancemos en un recorrido de verdad, de lucha y de poder popular, en donde se permita en algún punto contar la historia de mucho dolor. Pero ese dolor no pasa por que nos sentemos a esperar, sino que es un ejercicio de mantenernos en lucha, en resistencia.

-Con respeto a Iván Duque y la presencia de fuerzas norteamericanas en Colombia, me refiero no solo a las bases, sino a estos soldados y asesores que han entrado ahora al país, con autorización del gobierno colombiano. Eso sigue siendo un factor de presión frente al movimiento popular ya que siempre está esa espada de Damocles, marcando la presencia norteamericana, ahí también está la posibilidad de agresión a Venezuela. ¿Ustedes tienen en cuenta eso cada vez que salen a la calle, porque no solo se están enfrentando a la policía o a los militares, sino que están también enfrentando a la presencia de Estados Unidos en el país?

Claro que somos conscientes del triste papel que jugó para la historia la lucha de los pueblos latinoamericanos esa presencia en nuestro territorio. Somos un bastión del imperio norteamericano, somos bastión de Estados Unidos en el territorio, sabemos que desde acá se hace un plan contra el pueblo venezolano, sabemos que desde acá también se han generado incidencias en lo que ha ocurrido en Bolivia, en Ecuador y que en esa medida mover algo acá es meternos con una cuestión que a ellos les importa mucho. Eso hace que aquí pueda haber un margen de impunidad grande.

No hay manera que la internacional se pronuncie contra Colombia porque tiene mucho poder, ahí está Estados Unidos diciendo “aquí no pasa nada “ y además porque la inteligencia, la formas de tortura, las formas de agresión contra el movimientos social, las formas de organización y reorganización del paramilitarismo son asesorados por ellos. Nosotros lo conocemos. Pues la historia del país es una historia que se transmite generación tras generación, asumiendo la lucha y diciendo que hasta la victoria vamos. En esa medida nos enfrentamos a un enemigo muy grande y no es solamente el gobierno colombiano, sino también los intereses de Estados Unidos en Latinoamérica. Desde aquí se planean y se despliegan hacia otros sitios.

–Una última pregunta, referida a tu integración en el Congreso de los Pueblos. ¿Cuál es la situación de la militancia en relación a la represión?

Nosotros como Congreso de los Pueblos hemos tenido a más de 200 personas privadas de la libertad. Es importante entender que es un mecanismo que usan contra el movimiento social. En el país, el derecho penal funciona con unas medidas preventivas de privación de la libertad, mientras la persona es procesada. Entonces so le permite a la fiscalía y a todos controlar.

Es importante que la gente entienda que el poder ejecutivo y el legislativo es controlado por el uribismo. En otras palabras el poder también es de los intereses del paramilitarismo. Además los otros órganos de control como procuradurías, defensorías, fiscalías, todos también los ponen ellos. Entonces hay un ejercicio de muy fuerte de control. Esto quiere decir que la fiscalía, por ejemplo, actúa en función de los intereses que ellos tengan. Como quieren callar al movimiento popular, la fiscalía actúa contra los intereses del Congreso de los Pueblos.

Se realizan una serie de montajes que nunca llegan a condenas, pero durante el tiempo que hay desde que se inicia el proceso y cuando se dé la condena, las personas son privadas de la libertad. Esta privación de la libertad va encaminada a acabar con el movimiento social, a que las demás personas que quedan en libertad tengan miedo o se desarticulen y se salgan de las movilizaciones.

Estamos planteando que en el país hay un genocidio contra la oposición y contra la disidencia política. Porque a través de los homicidios, a través de los asesinatos, a traces de las presiones, amenazas y judicializaciones. Nos están buscando para acabar con cualquier tipo de levantamiento de la voz en el país. La realidad es que hay una serie de montajes fuertes, estos montajes tienen una sistematicidad cuando ocurren, hay un hecho que se vuelve boom mediático en el país.

Posterior a eso acatan a un líder del movimiento social que tienen previamente custodiado, estudiado, y ya le ponen un alias. Entonces empiezan a raíz de un hecho que empieza en el país, los medios le dan toda la fuerza que capturaron a los responsables de esos hechos. Cogen a un grupo importante de personas y montan todo el proceso judicial alrededor. O tienen procesos viejos de personas que no pudieron capturar, son investigaciones de muchos años, luego lo que hacen es que durante los últimos tres o cuatro meses, le meten líderes sociales y se van a los medios a decir que han capturado a un líder social tras años de búsqueda. Y la verdad es que esa persona nunca estuvo en esa investigación. Yo quedé en el medio de un proceso muerto, donde perdieron tiempo y además con el que nunca pudieron atacar a nadie lo que hacen es igual aprovecharlo y atacar el movimiento social.

Así también existe la modalidad de los falsos testigos, la modalidad de personas a las que les ofrecen que ataquen al movimiento social y son personas que dicen cualquier cosa con tal de no ir presas ellas. Esas personas que fueron sorprendidas eventualmente en flagrancia, cometiendo un ilícito y además dice que estuvo con alguien del movimiento social y que fue detenido en la ocurrencia de los hechos. Esa persona no es procesada no va a la cárcel. Así fue el caso de Julián Gil, Secretario Técnico del Congreso de los Pueblos. Seguramente, se van a dar una serie de capturas masivas y de montajes judiciales, por lo que está ocurriendo. Sin embargo, la gente está planteando con transparencia y tranquilidad que la cárcel es otro escenario de lucha donde estamos dispuesto a estar y a generar desde ahí otro escenario de poder popular.


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