El Partido Comunista de China (PCCh) es «vanguardia y fuente de innovación del socialismo científico marxista», y sus logros tanto teóricos como prácticos seguirán aportando contribuciones para que el mundo «supere los problemas globales de una manera pacífica», manifestó Heinz Dieterich, sociólogo y analista político nacido en Alemania y residente en México.
-¿Cuándo tuvo su primer contacto con el marxismo? ¿Está relacionado con que usted nació en Alemania? ¿Qué le impresionó más entre los contenidos del marxismo?
-Mi primer contacto con la teoría del marxismo fue cuando era estudiante, en el movimiento estudiantil del 67-68. Como el movimiento estudiantil quería democratizar la sociedad y no había muchos libros, porque los libros del marxismo no estaban en las universidades por la Guerra Fría, y el control político era tal que no había literatura de izquierda, ni siquiera del psicoanálisis, empezamos a imprimir esos libros prohibidos clandestina e ilegalmente.
Porque la burguesía dijo «Ustedes no pueden leer esto» y nosotros dijimos que queríamos leerlos, así que imprimimos los libros de Marx, etc. Y así empecé a conocer a Marx en un contexto de lucha, entre el movimiento estudiantil democratizador contra una universidad conservadora y petrificada donde los estudiantes no tenían derechos democráticos. Mi encuentro con Marx fue en ese contexto de lucha política con un sistema obsoleto.
-Usted es el fundador de la teoría del «Socialismo del siglo XXI». ¿Puede contarnos, en líneas generales, el origen y los principales puntos de vista de esta teoría?
-Los neoliberalistas dicen: «Estamos de acuerdo con el Partido Comunista en que la economía debe ser para todos, debe haber igualdad, pero la idea de que el PC de Lenin puede calcular el mercado es absurda. Solo el mercado puede calcularlo y por eso no estamos de acuerdo con la economía planeada socialista».
Con la nueva tecnología de computación, con el Internet, tenemos la capacidad de calcular la información de una economía de mercado e inclusive la podemos hacer mejor de lo que la hace el mercado, que es un código lingüístico porque son los capitalistas los que planean.
-En la primera década del siglo XXI, algunos países latinoamericanos también propusieron la idea de desarrollar el «socialismo del siglo XXI». Usted también sirvió como asesor político de algunos líderes de izquierda. En su opinión ¿Cuáles son los problemas del «socialismo del siglo XXI» que ellos eligieron?
–EE.UU. considera que América Latina es su colonia y no quiere gobiernos progresistas, y menos socialistas o comunistas. Los presidentes lo saben. Si eres de izquierda, te dan un golpe militar.
El segundo problema era que en sus gabinetes había muy pocos revolucionarios. Por ejemplo, en el de Hugo Chávez. Chávez era militar pero no había como en Cuba con Fidel un movimiento marxista guerrillero que pudiera enseñar.
Y último, la estructura de poder estaba en contra. La Iglesia siempre ha sido contra el socialismo, porque es reaccionaria, es un bloqueo al progreso de la humanidad, y en América Latina es una fuerza principal. Los militares como resultado de la Guerra Fría son anticomunistas, las universidades habían sido destruidas por las dictaduras militares.
-Usted ha mencionado que aprecia la teoría y la práctica del socialismo con pecurialidades chinas. ¿Según usted, cuál es el secreto del éxito del Partido Comunista de China? ¿Cuáles de sus experiencias podrían aprovechar los Partidos Comunistas de otros países?
-El primero viene de Mao, porque sin la fase de Mao, de la educación general, del desarrollo del campo, etc., no hubiera sido posible el desarrollo industrial con la apertura y reforma.
El segundo se debe al presidente Xi, que entendió que el partido estaba en peligro de perder la credibilidad ante los ciudadanos por los problemas de corrupción y de falta de liderazgo. Y entonces cuando él comienza esa campaña e insiste en los programas de terminar la pobreza extrema, rural, cuando va al campo, a un pueblo muy pobre y la gente ve esto en la tv, entiende que hay un líder que piensa en los pobres.
Esos dos factores, el crecimiento económico, el moral y el tercero, la capacidad intelectual del partido de adaptarse a las crisis, son los tres factores que han hecho el gran éxito del partido.
-Desde su punto de vista, ¿cómo será el mundo dentro de 50 años, cuando China materialice su segunda meta centenaria? y ¿cómo será el mundo en 100 años? ¿Es posible que la sociedad humana elimine el sistema capitalista?
-Recuerdo que hace unos meses el fundador y jefe ejecutivo de JingDong decía que antes pensaba que la idea del comunismo era idealista, romántica, que no se podía realizar, pero que ahora pensaba que con la tecnología que en los últimos años se había aplicado, el comunismo era perfectamente posible durante su vida.
Esto quiere decir en términos tecnológicos que gran parte del trabajo repetitivo puede ser automatizado, y robots pueden hacerlo. Entonces el ser humano tiene que reorganizar la economía.
Creo que se va a tener que repensar sobre Marx, lo que debe ser la sociedad marxista. Marx decía que el trabajo necesario, que son esas tres o cuatro horas, siempre hay que hacerlo. Pero lo que el ser humano quiere es un trabajo creativo, constructivo, donde se convierta en sujeto, en persona.
En la sociedad griega los esclavos hacían el trabajo necesario y sus dueños el que les gustaba: pintar, poesía, filosofía, etc. En 30 años más toda la humanidad puede tener esto pero requiere reestructurar todo el sistema socioeconómico y el capitalismo no puede hacerlo ni lo va a permitir. Hay que superarlo para aprovechar esas nuevas tecnologías.
Publicado originalmente el 16 de mayo de 2018 en Spanish.xinhuanet.com