Economista Antonio Fallico: «La pandemia acentuó los problemas que desde hace tiempo se venían acumulando en la economía»

El presidente del grupo Banca Intesa de Rusia asegura que el sistema financiero venía en declive antes del coronavirus y la necesidad de incorporar mayor innovación tecnológica en la actividad bancaria

Economista Antonio Fallico: «La pandemia acentuó los problemas que desde hace tiempo se venían acumulando en la economía»

Autor: Sofia Belandria

La crisis del coronavirus transformará de manera radical toda la economía, incluido el sector bancario, auguró en una entrevista el profesor Antonio Fallico, presidente del grupo Banca Intesa Rusia.

«La pandemia no destruyó una economía sana y floreciente sino acentuó e hizo patentes los problemas y las contradicciones que desde hace tiempo se venían acumulando y buscaban una salida», subrayó el también presidente de la Asociación Conocer Eurasia.

Para el profesor, la crisis actual representa «un nuevo acto del drama» que comenzó en los años 2008 y 2009 y provocó la destrucción del dominante modelo económico global que no pudo volver a implantarse como el único posible.

«La nueva economía que surgirá de las «cenizas» de la pandemia deberá cimentarse en otros principios, deberá trasformarse de manera radical», recalcó Fallico.

En su opinión, será más abierta y orientada a un desarrollo responsable y social puesto al servicio del ser humano.

Los contornos del futuro

Fallico indicó que el sector bancario también saldrá transformado de la pandemia, aunque «pretender decir con exactitud cómo va a ser sería demasiado confiado».

«Sin embargo, se podría intentar devisar las tendencias, los contornos del futuro» que son más o claros, prosiguió.

De hecho, los cambios futuros derivan de las tendencias que se entreveían mucho antes del surgimiento del coronavirus aunque la crisis actual las acelera y las hace más radicales.

La lista de las transformaciones provocadas por la emergencia actual es larga, aseguró Fallico, al enumerar:

  • el confinamiento,
  • el teletrabajo para gran parte de los trabajadores,
  • la enseñanza a distancia, 
  • la tramitación de los documentos en línea.

«Es evidente que muchas novedades permanecerán de alguna forma, se harán costumbre, a lo mejor, se volverán una norma», señaló el profesor.

Las restricciones y el miedo al contagio obligan también a los clientes a recurrir más a los servicios bancarios a través del móvil o el ordenador y «es poco probable que renuncien a ello cuando la crisis del coronavirus haya terminado».

La demanda de digitalizar

No obstante, «en el ámbito financiero la demanda de digitalización tampoco ha nacido hoy», subrayó Fallico.

«Los bancos son los principales consumidores de lo que se llama big data, las tecnologías de blockchain están revolucionando algunas esferas concretas de la actividad bancaria, en particular, los plazos de emisión de las cartas de crédito se están acortando, pasando de un mes a un día», recordó.

Fallico señaló que «el cambiante contexto económico desde hace tiempo hacía comprender que está creciendo la demanda de servicios bancarios digitales».

En 2019, solamente en Italia el 80% de los bancos aumentaron sus inversiones en la banca móvil y el 50%, en los servicios bancarios en línea. La mayoría permiten realizar operaciones con móviles, tabletas o incluso relojes inteligentes.

«Nuestra empresa matriz, el grupo Intesa Sanpaolo, por ejemplo, invirtió en la digitalización 5.000 millones de euros», apuntó Fallico.

A la vez, los clientes individuales esperan que los servicios bancarios tengan «un rostro humano» y combinen las tecnologías digitales y el contacto personal con un empleado, de acuerdo a los estudios realizados por el grupo Intesa.

«La mayoría, el 52%, abogaron por tener la posibilidad de utilizar los servicios en la página web y por teléfono, ir a la sucursal y usar el cajero automático. Se reveló que tan solo el 10%  está interesado en tener únicamente servicios digitales», realzó.

Mientras, los clientes corporativos tienen exigencias diferentes.

«Quieren una simplificación y una aceleración de los procedimientos, un apoyo de las operaciones a nivel internacional y plataformas multibancarias para productos diferentes», y para lograr estos objetivos, señaló Fallico, también hay que optar por las nuevas tecnologías puesto que «sin grandes inversiones en lo digital los bancos no sobrevivirán, no podrán crear valor añadido».

Simbiosis con las fintech

Pero, en la opinión de Fallico, la digitalización de los servicios bancarios no quiere decir que las instituciones tradicionales pierdan frente las empresas de tecnologías financieras (las Fintech) que han estado creciendo rápidamente en los últimos años.

«En 2013 en el mundo había unos 70 bancos únicamente digitales, en 2018 ya eran 130. Solo en 2018 a nivel global su importe de financiación era de 23.500 millones de dólares, con un crecimiento del 29% «, recalcó el profesor.

Antes de que empezara la pandemia, la capitalización de las Fintech más grandes en América del Norte, Asia y Europa alcanzó unos 150.000 millones de dólares.

Las nuevas empresas, explicó Fallico, lograban encontrar nuevos mercados de nicho, pero también se ocupaban de los ámbitos tradicionales, como los préstamos corporativos o la distribución.

«Sus puntos fuertes son la utilización flexible de los datos, los canales baratos de comunicación, el marketing digital que satisface las demandas individuales y no típicas y los bajos costes operacionales por la mínima presencia física y la máxima presencia electrónica en el mercado», enumeró.

Sin embargo, las Fintech siempre han cooperado con las grandes instituciones financieras lo que «les daba acceso a una base de clientes más amplia y les permitía apoyarse en la reputación de los bancos».

A su vez, gracias a esta colaboración los bancos «ampliaban las propuestas a sus clientes porque accedían a segmentos más estrechos y puntuales del mercado, reducían los plazos de lanzamiento de las propuestas nuevas y los riesgos correspondientes, disminuían los costes operacionales en este segmento y obtenían la posibilidad de recurrir a los servicios de varios especialistas de gran nivel que reúnen las Fintech, desde diseñadores y hasta desarrolladores de nuevas tecnologías».

«Aunar los esfuerzos abre grandes posibilidades. Esta cooperación es provechosa y en ella se basará la banca del futuro postcoronavirus», enfatizó.

Según Fallico,»al acabar la crisis actual se realizará una simbiosis entre los bancos y las Fintech pero bajo las condiciones de los bancos» ya que «nadie ha eliminado el factor humano».

«Me cuesta imaginarme la concesión de un préstamo multimillonario sin que el banquero y el cliente se miren a los ojos y no a través del ordenador», subrayó.

Para Fallico, «ninguna digitalización podrá eliminar el factor de la confianza personal en las finanzas y los negocios».

Cortesía de Sputnik

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