Gracias a los Gobierno de izquierda que actualmente imperan en América Latina y la crisis energética desatada por el conflicto en Europa del Este, Venezuela, un país rico en petróleo, podría convertirse en una potencia de la región, señala el economista político Óscar Rojas.
Y es que este 2022, Venezuela lo cerró a lo grande y fue uno de los dos países con el mayor crecimiento económico de la región, con un 12%, en un año convulso en donde países como Estados Unidos, México y Argentina tuvieron inflaciones históricas y un crecimiento discreto.
Pero no solo el 2022 fue brillante para el país suramericano, el 2023 también pinta para ser un año de crecimiento, pues de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), se espera que Venezuela crezca en 5% del PIB, una cifra por encima del 1% previsto para la economía argentina y brasileña.
Al respecto, el experto señala que Venezuela podría convertirse en una fuerza económica importante gracias a sus recursos; sin embargo, aún no se le podría vislumbrar como una potencia en comparación a Brasil y México, por ejemplo; sin embargo, señala que el mundo transita hacia un sistema multipolar que podría beneficiar al país latinoamericano.
«La perspectiva es que esta situación que parece especial, no lo es; es decir, ya es un proceso de transición de un mundo unipolar a uno multipolar», afirma. Además, agrega, el conflicto entre Rusia y Ucrania parece que «va para largo», lo que podría beneficiar al combustible venezolano.
Pero Venezuela, no solo se ha visto beneficiada debido a que EEUU quito algunas restricciones debido a la crisis energética desatada ante los bloqueos impuestos por Occidente a Rusia, sino que sus relaciones con otros países de Latinoamérica como Colombia y Brasil también van en ascenso.
Por ejemplo, la asunción de Lula da Silva como mandatario de Brasil reabrió las puertas para que Brasil y Venezuela normalicen sus relaciones, fragmentadas durante el Gobierno de Jair Bolsonaro. La reactivación de relaciones podría favorecer el regreso venezolano al Mercosur.
El Gobierno de Nicolás Maduro tomó la iniciativa y designó, ya el 22 de diciembre, a Manuel Vadell como embajador en Brasil. El diplomático ya tiene experiencia en Brasil, ya que fue cónsul general de Venezuela en Sao Paulo en el 2015.
Lo mismo que Colombia. El 7 de agosto, Caracas y Bogotá dejaron atrás un capítulo de su historia marcado por tensiones políticas y por la ruptura diplomática en 2019, que afectó tanto la economía como el intercambio cultural, comercial y social.
Hace un par de días, Gustavo Petro, presidente de Colombia, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunieron para afinar la reapertura de sus fronteras.
Este año, en medio de las tensiones con la Casa Blanca, el Gobierno venezolano alcanzó un acuerdo con la empresa estadounidense Chevron con el propósito de impulsar la producción petrolera en el país suramericano.
La firma se realizó a principios de diciembre en la ciudad de Caracas, luego de trascender la información de un acuerdo parcial entre la Administración de Nicolás Maduro y un sector de la oposición venezolana.
Asimismo, Maduro señaló recientemente que las relaciones con la Unión Europea (UE) están avanzando, y señaló que con España se están dando los pasos para el restablecimiento de la diplomacia entre los dos países.
«Sí, tiene muchos elementos para utilizarlos a su favor y saltarse todos esos elementos que hasta ahora le han afectado. Lo más importante aquí es que para hacer duradera esta nueva condición es necesario el acceso a sistemas de pago y sistemas de crédito», apuntó el especialista.
De acuerdo con el economista, Venezuela siempre ha sido una potencia, pero, afirma, la propaganda siempre la ha hecho quedar como un país empobrecido
«Tener todos esos recursos no es un detalle menor. Hay condiciones para combatir esta propaganda y demostrar que los países sin injerencia directa o elementos de bloqueos pueden rápidamente tener procesos de desarrollo que generen bienestar y mayor injerencia económica» agregó.
Fuente Sputnik