Ante la pandemia de COVID-19, el sistema capitalista mundial se enfrenta a una situación prácticamente sin precedentes, opina el economista turco, profesor de la Escuela de Economía y Derecho de Berlín, Umit Akcay.
Según el economista, para analizar el impacto económico del virus, es necesario entender que desde el punto de vista de la economía mundial todavía estamos en el estado de crisis económica global después de 2008.
«Después de la crisis de 2008, principalmente en EE.UU., luego en Europa y en los mercados emergentes, después de 2013 hemos experimentado una recesión económica y una disminución de las tasas y los volúmenes de producción», señaló el experto.
Como resultado de las iniciativas y esfuerzos conjuntos del Banco de la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo, la crisis económica se retrasó un poco: el valor de los activos aumentó y las cotizaciones en bolsa se dispararon, agregó el economista.
Aunque la situación parecía haberse normalizado, según Akcay, el efecto negativo se manifestó en una estratificación social aún mayor, puesto que un mayor valor de los activos significa mayores ingresos para las capas más ricas de la población.
«La situación económica y social en la que surgió la epidemia de coronavirus era ya extremadamente frágil e inestable«, constató el analista.
Cuando los países comenzaron a tomar medidas de emergencia para combatir la pandemia del virus, como imponer una cuarentena obligatoria, suspender la cadena de suministro de mercancías, restringir el movimiento de personas y, sobre todo, suspender el comercio, «el mundo se enfrentó a una situación única en la historia del capitalismo».
«La crisis de 2008 afectó más a Estados Unidos. En la década de 2010, los problemas en la UE fueron locales, es decir, tenían fronteras. Hoy en día, en casi todos los países al mismo tiempo observamos que la economía se paró. Y ya vemos las consecuencias del estancamiento económico», resaltó.
Según el experto, en la primera mitad de 2020 se producirá una recesión muy fuerte. Si se crea una vacuna contra el virus, la situación económica puede recuperarse en la segunda mitad del año.
«Esto, sin embargo, no significa que todo sea igual en la economía mundial que en el período anterior. Ahora es muy difícil y demasiado pronto predecir a qué llevará esta crisis, cuáles serán sus consecuencias políticas y económicas. Su apogeo se produjo a finales de febrero y principios de marzo», consideró.
Pero aunque la situación no hubiera llegado a los cierres de fronteras generalizados y a la cuarentena masiva, la economía mundial se enfrentaría a una deflación por la fuerte caída de los precios del petróleo, opinó el economista turco.
«Durante mucho tiempo, el problema de las economías de Europa y EE.UU. fue que no podían provocar una inflación y estaban al borde de una deflación. Solo los altos precios del petróleo la impedían, al menos en el papel. Y ahora toda la economía occidental se enfrentará inevitablemente a dificultades económicas debido a los precios tan bajos», concluyó Akcay.
Cortesía de Sputnik