Álvaro Millacura, es un joven que vive en la comuna de San Joaquín, que al igual que usted o yo, toma el metro, la micro, hace trámites, pololea y ve televisión. Hizo el servicio militar donde fue testigo de diversos maltratos a sus compañeros, volvió y se metió al teatro, lugar que le sirvió para adquirir herramientas fundamentales para su performance musical (o miausical, como él dice) que hoy no deja indiferente a nadie que se tope con el torbellino llamado Maikeles Tivenson.
Fue por el año 2010, en pleno proceso de Escuelas de Rock Región Metropolitana, instancia que se realizaba en las salas de Balmaceda Arte Joven, donde muchos quedaron sorprendidos por las canciones de un joven de mechones rojos, de extravagante vestir, quien con total desparpajo y con un carisma único se quedó en la mente de todas y todos los participantes de la actividad. Sin embargo, y a pesar del entusiasmo, los productores de dicho programa le dijeron que mejor se dedicara a otra cosa, que nunca aprendería a cantar y, en vez de convertirse en otro más de los que, decepcionados de su trabajo terminan retirándose, perseveró y se metió al bolsillo perro esos comentarios para llegar al lugar donde se encuentra ahora.
Ya con una vasta discografía compuesta por 8 eps de diversos estilos y extensiones de su creatividad en varias ramas que abarcan trabajos audiovisuales, producción musical de otros proyectos y una constante e inquieta forma de vida, Maikeles se ha planteado como un artista completo, tanto como por sus actuaciones, estética y forma de plantearse ante el mundo.
Nos juntamos por ahí, a conversar, a reír (qué más se puede hacer más que reír de buena gana con el buen Maikeles!!) e intentamos redactar más o menos lo medular de nuestro diálogo.
¿En qué momento Álvaro se da cuenta que el arte y la música son su camino?
Desde muy pequeño tuve noción de las artes porque mi padre estudió Pedagogía en Artes Plásticas en la U. de Chile, entonces siempre hubieron revistas y libros en la casa que yo me devoraba, pues eran mi mundo interior, donde me refugiaba del hostil exterior. Yo empecé más por el lado del dibujo, porque era fanático de Condorito y Barrabases y me pasaba las tardes haciendo monos con la radio Aurora y los opening del festival de los Robots de UCV de fondo. Ya de adolescente escuche rock latino y música kitsch y así me fui dando cuenta que me gustaba mucho cantar aunque fuera desafinado. Hice teatro en compañías estables como la de Balmaceda Arte Joven, pero mi corazón vibraba por alguna vez crear y cantar mis propios temas hasta que el milagro ocurrió al conocer a mi compañero productor Sebastián Stockle quien pudo traducir y aterrizar las armonías vocales que creaba en mi cabeza sin necesidad de ocupar instrumentos, de ahí solo fue cosa de grabar el 1er demo para saber qué era lo que más me hacía feliz y desde allí hemos llegado a grabar 8 registros juntos.
Cuéntanos ¿quién es Máikeles Tivenson? ¿Cuándo nace?
Máikeles Tivenson surge como el alter ego musical de Álvaro Millacura que, a partir del año 2011, ha creado música y se ha presentado en los escenarios más surrealistas posibles, mezclando performance y desparpajo. En referencia al origen del nombre me cuesta identificar de dónde lo saqué solo recuerdo haberlo dicho constantemente a modo de broma a mis compañeros en el Servicio Militar de que se venía un tal «Michael Stevenson» y que estuvieran preparados, después de eso decidí chilenizar el nombre a modo de sátira a la Nueva Ola donde tenían ese afán de ser gringo a la fuerza en sus seudónimos.
Aparece en el momento que decidí refundar mi persona para ser libre de echar pa’fuera las delirantes ideas que se alojaban en mi, fue la forma de desconocerme e iniciar un nuevo camino utilizando un nombre que no existía y que hasta me sonaba extraterrestre para así, desde un principio, crear algo que sonara diferente a lo que se hacía en ese momento, cosa difícil porque ya está todo hecho.
Hablaste del Servicio Militar. ¿Nos podrías contar tu experiencia? ¿Cómo lo pasaste? ¿Por qué al llegar a Santiago te volviste artista?
Aún no sé porque lo hice voluntario, creo que mi inconsciente aventurero quería lanzarse al peligro aun a riesgo de que me pasara algo feo allá en el Desierto, al lado de Pozo Almonte. Al principio, cuando llegas al regimiento, eres sometido a una presión psicológica muy fuerte, como que de alguna forma lavarte el cerebro. A diferencia de todos mis compañeros nunca soñé con estar en el Ejército, nunca me gusto la idea de disparar un arma o subirme a un tanque, aunque sea sólo para limpiarlo. El maltrato verbal es fuerte porque llega mucho cabro problemático, que las familias no saben qué hacer con ellos ni donde mandarlos, por ello el Ejército es el reformatorio escogido y ha sabiendas de eso, la mayoría -salvo lindas excepciones- de los instructores de planta te tratan pésimo porque el clasismo y el resentimiento con los civiles dentro es fuerte ahí aunque no te pueden pegar pero si hacer penitencias que dependiendo del ejercicio quedas bien molido igual tengo el proyecto de escribir un Libro de la experiencia cuando me convierta en «Artista de escritorio» jajaja.
Mi idea nunca fue quedarme adentro, pero quería conocer bien al enemigo podría decirse. A los 17 decidí ser músico y siempre lo tuve en mente y era lo que más anhelaba mientras remontaba la mirada y la mente por el desierto en medio de la «Chusca» (Pedazo de pan que se reparte como ración a los soldados), además era tanto el Reggaeton que se escuchaba diariamente (en ese lejano 2005 estaba recién llegado y con todo en Iquique) que me propuse que llegando a Santiago iba a conocer la mayor cantidad de Música posible.
Tienes 8 eps publicados, un proyecto aparte llamado “Analfabetas”, además creaste una productora llamada “Indigente” desde donde comenzaste a darle rienda a la realización de videoclips y cobertura de eventos musicales. Junto a eso, están tus delirantes presentaciones en vivo y ninguna es igual a otra. De dónde desborda toda esa energía creativa?
Siempre he admirado a esos artistas que nunca han parado de crear porque siempre están desafiando sus límites, eso es lo más inspirador porque no lo hacen ni por fama ni dinero sino por su espíritu aventurero de sentirse vivos al arriesgarse y experimentar fuera de su zona de Confort, desde mi experiencia personal desde pequeño descubrí que la mejor arma contra la falta de recursos y el aburrimiento era dar rienda suelta a las ideas delirantes que pululaban por el mate recuerdo por ejemplo que como no había plata para comprar los juguetes de moda yo mismo me los prefería dibujar y recortar en cartones con Scotch para recrearlos y jugar igual , desde pequeño fui un «hágalo usted mismo» jajaja le gustaba leer todo lo que le llegaba a sus manos y no dependía de una pantalla para ver lo que estaba más allá, yo lo defino mas que todo como estar atento y tranquilo con las antenas paradas pues ya está todo hecho solo que esta flotando para quien lo agarre 1ero y lo pase al papel o a la cinta nada más.
Recorriendo tu carrera musical, revisando todo tu material, caigo en la cuenta que ninguna de tus publicaciones son iguales, ya que van variando, pasando por paisajes sonoros, experimentación, baladas románticas, electro pop, glam rock, psicodelia y mucha locura. Sin embargo, tu último ep, “Claroscuro”, trae consigo una veta más introspectiva, más oscura, menos festiva, por lo mismo le ha acompañado una muy buena acogida del público que lo ha escuchado. ¿En qué proceso de vida te pilla la publicación de este disco?
Estoy en el momento lindo en que ya no estas ni tan joven ni tan viejo sino que parado al medio de todo y desde esa posición uno puede analizar todo con la crudeza y honestidad que te dan la experiencia de lo bueno y lo malo que has pasado sin favoritismos sino que con la verdad por delante, tengo la paz de haber dedicado mis fuerzas a algo que me ha hecho feliz de verdad sin tener que rendir cuentas a nadie y ante eso soy un tremendo agradecido. No obstante en el proceso de creación de «Claroscuro» convoqué todos los sentimientos tristes enterrados y expuestos que he acarreado en la vida para construir una obra conceptual que hablara de salir del pozo, fue un material que se preparó con más tiempo porque quería que quedara lo mejor posible porque le tengo mucho respeto a las canciones tristes pues para que te transporten a esa sensación con propiedad se debe tener una fuerte conexión emocional entre la letra y la melodía hablando sin caretas ni dobleces.
Tu proceso creativo parte desde las letras o viene de la melodía?
Son procesos que hago por separado a medida que van apareciendo los chispazos de creatividad, por ejemplo voy escribiendo frases sueltas al mismo tiempo en que voy registrando pedazos de canciones para de esta forma una vez llegado el momento de hacer la canción unir las partes que tienen relación emocional con lo que está escrito y así a pasito de Tortuga van saliendo estos temas que como tu dices abarcan variadas temáticas, en general las letras salen a partir de una frase y de allí se van de un tirón.
En la Productora Indigente el que la lleva es Gumercindo Sohn ¿Cuál es su función dentro de su universo?
Gumercindo Sohn es el nombre ficticio de otro de mis «empachos creativos» y me lo puse en la Productora Indigente para grabar y dirigir videoclips de Músicos Chilenos, He tenido la fortuna de poder hacer actividades que de niño veía como difíciles y atreverme a realizar Teatro o Radio y este fue un camino más. Igual yo siempre me metí en la parte creativa de mis vídeos pero de ahí a tomar la cámara, eso es muy diferente. Podría agregar que ha sido un tremendo placer y diversión grabar videos sin ni uno, apelando solamente a la magia de la improvisación y del estar trabajando con amigos con los cuales se pasa muy bien. Creo que es importante no perder esa inocencia de ser feliz haciendo lo que te gusta sin estar pendiente de las lucas.
¿Qué piensas de la mentada industria musical chilena?
Tiene vicios similares a los de la sociedad y las empresas en el sentido de que son clasistas y segregadores porque si de ellos dependiera que nadie más entraría al juego y serían siempre los mismos los que corten la pequeña torta, llegando con esto a caer en la colusión y otras técnicas. Personalmente no me muero por entrar a ese mundillo, nunca me ha gustado vincularme por interés con los demás, soy feliz en mi espacio haciendo estos discos con calor de hogar para que lleguen hasta donde tienen que llegar. Las más brillantes mentes de todas las generaciones han tenido que transar y someterse a lo comercial cuando no es el sonido que realmente han querido desarrollar. Los que se han criado en medio del hambre siempre están atentos para rebuscárselas donde el aburguesado se echa entre el ego y los discos de Oro para de ahí en más dormirse en los laureles.
Puedes escuchar todos sus discos en este link https://maikelestivenson.bandcamp.com/