Escritor Ignacio Ramonet: «Si se realizan las perspectivas de victoria progresista en Brasil y en Colombia tendríamos una configuración muy favorable»

En un nuevo capítulo del programa ¡Que se vayan a Cuba! también recordó sus libros sobre Fidel Castro y Hugo Chávez

Escritor Ignacio Ramonet: «Si se realizan las perspectivas de victoria progresista en Brasil y en Colombia tendríamos una configuración muy favorable»

Autor: Marian Martinez

El escritor español Ignacio Ramonet conversó sobre los retos que enfrentan los proyectos políticos progresistas en América Latina en el contexto actual.

Destacó que «si se realizan las perspectivas de victoria progresista en Brasil y en Colombia tendríamos una configuración muy favorable a experiencias de progreso en un contexto muy difícil internacionalmente».

En un nuevo capítulo del programa ¡Que se vayan a Cuba!, conducido por Denis Rogatyuk, también recordó sus libros sobre Fidel Castro y Hugo Chávez y el legado de estas dos grandes figuras.

Por Denis Rogatyuk

DR: Ha pasado un poco más que nueve años desde la partida física del Comandante Hugo Chávez, pero su imagen sigue siendo tan poderosa dentro de Venezuela. ¿Qué relevancia cree que tienen sus libros  sobre Chávez hoy en día? ¿De qué manera nos pueden mostrar quién realmente era?

IR: Gracias Denis por tu invitación a esta entrevista. El libro sobre Chávez es una autobiografía de Chávez contada por él mismo, narrada por él mismo, trata de responder a esa pregunta, cuando nosotros nos preguntamos quién es Chávez, también significa que Chávez hizo irrupción en la vida política de repente.

Él surgió, podríamos decir, para la mayoría de los venezolanos, y tanto más para la mayoría de los Latinoamericanos de la noche a la mañana aquel 24 de febrero de 1992 cuando dirigió o codirigió una rebelión militar y, sobre todo, cuando tomó la palabra para reconocer que aquella rebelión militar había fracasado y que le pedía a sus compañeros rendir las armas para no arriesgar sus vidas y cuando añadió aquel «por ahora no hemos conseguido nuestros objetivos».

Cuando él hace esa declaración en la televisión, de repente, impacta a la opinión pública que está evidentemente muy preocupada por lo que está pasando porque desde por la mañana de aquel 24 de febrero se oyen disparos, cañonazos en todo el país, él de repente habla y asume su responsabilidad, cosa que nadie en aquella Venezuela hacía, segundo tiene la honestidad de decir que van a seguir transformándolo, que por ahora han fracasado pero que ya veremos lo que ocurre más tarde.

Y también este mensaje de que le está pidiendo a sus compañeros que no sacrifiquen sus vidas, esta generosidad, esta responsabilidad, es muy importante.

Entonces, para el 99,5 % de los venezolanos de repente Chávez aparece, no es que fuera totalmente desconocido, Chávez ya había salido en televisión porque tenía una vida en particular en la Academia Militar donde había cada año la elección de una miss, también se sabía que él tenía ideas políticas y se le había preguntado, pero evidentemente no era una figura.

Entonces, aquel día sí pasa a ser el actor principal de un drama nacional que es la rebeldía, la rebelión militar de aquel día. Esa es una noticia que se comentó en el mundo entero y además dio lugar a muchos mal entendidos, porque si el pueblo venezolano reconoció de inmediato a Chávez como alguien que expresaba muchos de los deseos del pueblo venezolano humilde, en realidad, para mucha gente a través del mundo Chávez aparecía como un militar latinoamericano que daba un tentativa de golpe de Estado militar contra un presidente socialdemócrata, elegido democráticamente, Carlos Andrés Pérez, que era un líder de la socialdemocracia a nivel internacional, era el vicepresidente de la Internacional Socialista, muy apoyado  por los socialistas españoles, alemanes, centroamericanos, un hombre que tenía una enorme reputación digamos en la izquierda, tanto latinoamericana como internacional.

Evidentemente, la mayoría de la izquierda del mundo vio a Chávez como un golpista, como un golpista de derecha, como un militar como había tantos y tantos ha habido en América Latina. Entonces, el primer movimiento que tuvo que hacer Chávez durante mucho tiempo fue el de salir de esa acusación y solo pudo hacerlo con la ayuda de Fidel Castro, que fue el que entendió el sentido de esa rebelión y fue probablemente el único dirigente de América Latina de izquierda, que entendió que Chávez no era un militar de derechas como ya había habido muchos ejemplos.

Y tanto Chávez como Fidel citaban a muchos y la referencia de Chávez que se ve en el libro es el general Velasco Alvarado, era su modelo, el general Velasco Alvarado había hecho una revolución en Perú y Chávez lo había conocido, porque como buen candidato, como buen estudiante, como buen cadete de la Academia Militar en 1974 él había sido enviado a Perú con el aniversario de la Batalla de Ayacucho, la batalla que puso fin a la liberación de América Latina, que se celebraba en Perú porque Ayacucho, esa batalla, tuvo lugar en Perú, y ahí conoció a Velasco Alvarado, y él tenía un pequeño librito que se llamaba el Librito Azul, con una tapa de plástico, exactamente lo que Chávez hizo después con la Constitución, el mismo, eso era el Libro Azul de Velasco Alvarado, y éste hizo una revolución muy transformadora, el propio Fidel lo había conocido cuando fue en 1972 a Chile, que se quedó unos meses en Chile y al regresar hizo escala en Lima y conversó con Velasco Alvarado.

Chávez evidentemente su referencia era de izquierda, o digamos de militar progresista en América Latina, pero eso no se entendió al principio, entonces el proyecto de este libro el contar las raíces de Chávez, de dónde ese árbol que vemos así tan magnífico, que transforma a toda América Latina, que crea un liderazgo a nivel mundial con la OPEP, etc., de dónde viene, cómo se ha formado, cómo se ha fabricado Chávez, el libro yo lo digo, lo repito, es la fábrica de Chávez, con qué materiales intelectuales, sentimentales, emocionales, culturales, literarios, se ha creado Chávez, con qué argamasa se ha constituido Chávez.  Eso es lo que cuenta el libro.

DR: Yo también he tenido el placer de leerlo pero en inglés y me fascinó leer prácticamente los primeros capítulos porque Chávez hablaba tanto sobre su vida con su abuela, su intención de entrar a la Academia Militar, su interés en beisbol… Me parecieron como mostrando realmente el lado no solamente humano, el lado profundo de Chávez. Yo también he leído su libro de Cien horas… y este realmente fue el primer libro que yo leí aquí en Cuba. Y yo quería preguntarle si también usted se ve en la posibilidad de hacer una edición similar con Cien horas… de Fidel a ese que usted ha hecho con Mi Primera Vida de Chávez, es decir, una nueva edición que se enfoque en esas tres diferentes partes de la vida de Fidel.

IR: Sí, bueno, Cien horas con Fidel cuenta lo mismo, Fidel cuenta su infancia, muy importante la infancia de Fidel para entender por qué Fidel es un revolucionario, en la medida en que Fidel era hijo de un gran terrateniente, un gran latifundista y por consiguiente una familia muy privilegiada. Por qué Fidel siente la necesidad de llevar a cabo un proyecto de justicia social cuando él forma parte de los privilegiados, o sea, en general las revoluciones digamos las pueden pensar teóricos, pero las realizan personas que han sufrido en su propia carne la discriminación y la necesidad, no es el caso de Fidel, entonces, cómo se explica eso, y Fidel lo explica muy bien porque si hay alguien que si reflexionó sobre cómo él se hizo revolucionario ese es Fidel Castro, que era un teórico de su propia existencia.

En Cien Horas con Fidel está eso, está su vida, está su infancia, su adolescencia, su formación. Fidel tenía todos los elementos para ser un gran líder conservador, era hijo de un gran terrateniente, evidentemente, de un millonario, se formó en escuelas religiosas, de lo más religioso, las escuelas de La Salle, los Jesuitas, y no cualquiera sino los que estaban llegando de la guerra de España, que habían estado con Franco y que fueron los que formaron a Fidel y, por otra parte, él estudia derecho que es lo que estudian los hijos de la derecha, estudian derecho, son abogados, para defender los intereses de los oligarcas, o sea, tiene tres de las grandes características de un líder conservador, por qué Fidel resulta no ser un líder conservador sino el principal revolucionario de su tiempo.

Eso se explica, lo cuenta él, lo explica él, por qué hay esa paradoja en su formación, y esto es muy interesante también porque no es obvio que Fidel tenía que ser un gran revolucionario, es el resultado de una reflexión sobre las condiciones objetivas, sociales, económicas, políticas, del país en el contexto de lo que era una Cuba que tenía una soberanía de apariencia, pero no tenía una soberanía real, que es un poco el proyecto de Fidel, que tiene varios proyectos pero uno de ellos es el terminar de conquistar la soberanía de Cuba, terminar la batalla por la independencia de Cuba que los Estados Unidos le habían robado a Cuba o a los mambises en el último minuto y, luego, es hacer la revolución social.

Entonces sí, el libro tiene un poco la misma estructura pero con una diferencia es que el libro de Fidel, Fidel cuando hace esta autobiografía es un hombre ya de 80 años que globalmente tiene ya la mayor parte de su carrera política ya realizada, es un momento en el que puede hacer un balance, no es el caso de Chávez, cuando nosotros hacemos el libro Chávez no tiene 60 años, tienen apenas cincuenta y tantos, y tiene una perspectiva de decenios de vida política, entonces por eso el proyecto era de hacer esta primera vida y años más tarde hacer ya la vida en el poder de Chávez, pero eso no se pudo hacer porque desgraciadamente falleció, la enfermedad hizo esa mala obra.

DR: Las últimas décadas usted ha sido un gran observador de los diferentes cambios políticos en América Latina… Ahora mismo hay una nueva ola progresista en la región, pero dentro de estos nuevos grupos de los líderes progresistas y de izquierda, ¿usted cree que hay un líder en particular que ha impactado más este nuevo cambio progresista?

IR: Quizá la experiencia que han tenido las izquierdas, en particular, en Brasil, en Argentina, en Bolivia, en Ecuador, en Honduras, en México, de haber perdido el poder y haber regresado ahora al poder, y esperemos que sea el caso efectivamente en Brasil y además en Colombia, que sería en Colombia por primera vez en la historia, esto hace que estemos en un contexto diferente, yo lo veo más como experiencias más auto centradas en el contexto local y menos, por el momento, un movimiento más general, por qué lo digo, porque quizá haya prudencia en algunos líderes en por el momento no dar la impresión de que están constituyendo un frente general para no desencadenar la reacción desmesurada del imperialismo, o de las fuerzas conservadoras, antes de tiempo.

En mi opinión, el líder que más se ha destacado en los últimos diez años es el presidente Maduro, no cabe duda para mí en todo caso que el presidente Maduro ha sido el que ha tenido que enfrentar las mayores dificultades, los mayores complots, los mayores conjuraciones, tanto internas como externas, dirigidas por el imperialismo con la ayuda de las oligarquías locales, de las oligarquías latinoamericanas, y ha pasado por todo lo imaginable políticamente, desde tentativa de golpe de Estado, tentativa de atentado, tentativa de invasión de las fronteras, bloqueo y sanciones coercitivas unilaterales por parte de Estados Unidos de enorme violencia que han provocado la salida de una parte de la población.

Todo esto en un contexto de pandemia donde también se trató de introducir  de manera desordenada la enfermedad para desbordar a las autoridades venezolanas y el presidente Nicolás Maduro ha sabido imponerse a cada una de estas etapas, no solo imponerse sino que además el contexto actual provocado por la guerra de Ucrania ha permitido que hayamos visto algo totalmente insólito, que es la venida de una delegación de alto nivel de Estados Unidos a reunirse directamente con Maduro sin informar a sus aliados en esta región que son los enemigos de Maduro, hablo del presidente Duque, en Colombia, y del fantoche, la marioneta estadounidense en Venezuela, que es el señor Juan Guaidó.

Entonces, claro ¿eso quiere decir que Nicolás Maduro es el que determina el movimiento de toda la izquierda latinoamericana?, no lo creo, ni creo que sea la intención del presidente Maduro evidentemente, además la propia izquierda, una parte de la izquierda ha sido muy prudente con Maduro, en mi opinión, excesivamente prudente. El propio México, Argentina han tenido durante mas de un año una actitud timorata con respecto a Venezuela, no han enviado ni siquiera embajadores, han hecho declaraciones a veces que no corresponden a la realidad, alineándose con posiciones muy retrógradas y muy conservadoras, eso está evolucionando, últimamente ha habido unas declaraciones del presidente Alberto Fernández muy constructivas en la conferencia de prensa que dio la semana pasada con el presidente Guillermo Lasso donde animó al conjunto de los países de América Latina a reconocer la legalidad, legitimidad, indiscutible del presidente Maduro, y ya están considerando enviar un embajador, o una embajadora, a Caracas.

El presidente Boris ha hecho unas declaraciones desdichadas en mi opinión, Venezuela no es el primer enemigo de la experiencia socialista, o progresista que pueda ponerse en marcha en Chile, ya el presidente Boris se va a dar cuenta de quiénes son sus enemigos de verdad cuando empiece a hacer las reformas y podemos decir aquí de manera terminante que no será el presidente Maduro, evidentemente.

Entonces, no hay digamos, no hay la misma circunstancia pero no cabe duda de que en el marco en particular de la Celac, todos estos países progresistas, ahora en principio mayoritarios, si se realizan las perspectivas de victoria progresista en Brasil y en Colombia tendríamos una configuración muy favorable a experiencias de progreso en un contexto muy difícil internacionalmente, porque la COVID ha destrozado estas sociedades, la guerra de Ucrania aumenta por otra parte fenómenos como la inflación que van a tener consecuencias sociales, va a haber protestas sociales, quizá protestas del hambre, porque la inflación corroe los salarios, la gente no va a poder comprar, va a haber escasez de productos alimentarios.

El contexto es bien complicado y vamos a ver cómo las izquierdas que llegan al poder ahora, las nuevas, cómo enfrentan esta situación, y yo creo que más que nunca se necesitara solidaridad, entendimiento, y también creo que es muy importante que todos los países progresistas reconozcan la situación particular de Cuba, cuyo bloqueo es una de las peores injusticias políticas que se han conocido en la historia, un país que solo representa garantías de seguridad para todo el mundo, un país que ha hecho un esfuerzo colosal para educar a su población, desarrollar cultura, un país que no exporta nada nocivo a sus vecinos, yo lo digo siempre, de aquí no sale nadie llevando droga para el extranjero, no salen delincuentes, entonces es un buen vecino hasta para los Estados Unidos, yo creo que los Estado Unidos no tienen mejor vecino que Cuba y ellos siguen teniendo esa actitud ideológica heredada de la Guerra fría que podrían cambiar, igual lo mismo lo digo para Venezuela.

Todo esto, el contexto es diferente, y esperemos que la izquierda sepa solidarizarse.

DR: Las sanciones por el conflicto en Ucrania han aumentado la tensión, la preocupación y también varios problemas económicos en el mundo, pero creo que por otro lado este conflicto también ha empujado el mundo hacia un modelo multipolar y algunos países aliados de Estados Unidos han rechazado las sanciones contra Rusia y han mantenido políticas de neutralidad. ¿Usted cree que ahí estamos viendo la formalización de este nuevo mundo multipolar y qué papel cree que van a jugar los organismos como la Celac?

IR: Bueno, la Celac tiene una vocación prioritaria que yo diría que es la de sustituir a la OEA, la OEA está definitivamente apartada por su propia política alienada sobre los Estados Unidos, más que nunca se realiza aquella frase que dijo el Che que la OEA era el ministerio de las colonias de Estados Unidos, entonces está totalmente desprestigiada, la Celac tiene vocación a sustituirla y ser un foro de dialogo, de negociación, de articulación, con mayor capacidad, en todo caso, en términos de soberanía para ocuparse de los problemas de América Latina y el Caribe.

En cuanto al mundo multipolar, efectivamente esta situación que se ha creado con la guerra de Ucrania hace que las sanciones impuestas, en particular por Estados unidos y Europa, obligan a Rusia a identificar a sus aliados y hemos visto que si por una parte Rusia conoció una gran derrota diplomática en Naciones Unidas cuando se votó donde solo tuvo cuatro aliados, cuatro países que votaron a favor de Rusia, creo que era Siria, Corea del Norte, Bielorrusia y Eritrea, pero los demás o se abstuvieron o votaron en contra, pero en cambio en la aplicación de sanciones tiene razón, ningún país de América Latina aplica las sanciones, ninguno, en África conozco menos pero no creo que hayan muchos que apliquen las sanciones y en Asia tampoco es una mayoría, y grandes países como la India no están aplicando las sanciones,

Hay una perspectiva sí de un mundo multipolar, pero habría que ver si eso es efímero, el tiempo que dura la guerra, qué va a pasar después de la guerra, cómo se terminará esa guerra, si Rusia mantiene su proyecto más limitado de ayudar a la liberación de las dos repúblicas del Donbáss, pero si Rusia ocupa un territorio mayor y por el momento lo está ocupando, en particular toda la costa de Ucrania hasta la ciudad de Odessa, entonces vamos a ver porque no cabe duda que en política internacional pocos países van a aceptar que un país por ser más poderoso que su vecino lo invada y lo ataque, es difícil de aceptarlo como principio.

Entonces, aunque hay razones, es decir, que evidentemente se pueden entender que la política de la OTAN ha sido de provocación, no cabe duda, y el no respeto de los acuerdos de Minsk, pero Naciones Unidas se creó para que no se recurriera a la guerra, para solucionar los problemas, y entonces no se puede aprobar que se haya recurrido a la guerra y no se le haya dado mayor importancia o mayor posibilidad a la diplomacia, pero estamos en eso, el debate sigue.

No cabe duda de que por el momento a nivel digamos multilateral o geopolítico, el país victorioso de esta situación es China, entonces no es ni Estados Unidos, ni Europa, ni Rusia en esta fase, porque esto no se ha terminado.


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