Una mayor convergencia entre los marcos legales de los países del grupo BRICS en materia de seguridad informática y blockchain facilitaría su cooperación en estas áreas, expresó en una entrevista José Eduardo Malta de Sá Brandao, director adjunto de estudios internacionales del IPEA de Brasil.
«Una opción es hacer una revisión de las normas y legislaciones de los países BRICS para intentar en este primer momento entender la relación entre esas leyes, normas y reglamentos internos de cada uno de los países; no necesariamente para producir una ley común —es prácticamente imposible—, pero si se tiene una convergencia, por lo menos, de temas relativos a la ciberseguridad, esto facilita mucho», opinó Brandão.
El investigador del Instituto de Investigación Económica Aplicada de Brasil (IPEA, por sus siglas en portugués), fundación pública federal vinculada al Ministerio de Economía brasileño que proporciona apoyo técnico e institucional a las acciones del Gobierno para la formulación de políticas públicas y programas de desarrollo, constató que la cooperación entre los BRICS en ciencia y tecnología «viene creciendo a lo largo de los años», aunque «no tanto como nos gustaría», y «todavía hay bastante espacio para el crecimiento de la cooperación».
Sin embargo, señaló que el área de la seguridad cibernética es «más complicada porque implica cuestiones políticas que no se consiguen resolver simplemente en la esfera académica».
«Yo no sé qué leyes rusas pueden estar conectadas con las leyes brasileñas, por ejemplo si un crimen cometido en Brasil también es considerado crimen en Rusia, si las formas en las que el crimen es investigado y castigado son similares», explicó el especialista en gobernanza de tecnología de la información, redes de computadoras, sistemas distribuidos y seguridad informática.
Además, a pesar de que los países BRICS cooperan, según Brandao, «todavía hay una desconfianza mutua en el área de seguridad cibernética».
Admitió, al mismo tiempo, que es un problema que existe no solo entre los BRICS.
«Ningún país confía en otro actualmente en relación con la seguridad cibernética, y este problema va desde el área de negocios hasta la producción de armas cibernéticas», indicó.
Brandao abogó por revisar y hacer efectivo el acuerdo entre Brasil y Rusia relacionado con la ciberseguridad, así como organizar un intercambio de investigadores en el campo de las tecnologías de la información, «para que se cree esa confianza mutua y se pueda, a lo largo de los años en el futuro, hacer desarrollos tecnológicos comunes».
Blockchain al servicio de los BRICS
Brandao, quien presentó una ponencia en un panel sobre los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China, Sudáfrica) durante el Foro Gaidar, un importante evento internacional en materia de economía celebrado el 15 y 16 de enero en Moscú, comentó que en el foro «se habló mucho sobre criptomonedas, cambio de monedas entre los países y transacciones electrónicas».
«La seguridad cibernética en esta área es actualmente una ‘commodity’, entonces se puede conversar desarrollando protocolos comunes, tecnologías y criptografías que puedan ser aplicados a las transacciones entre los países», afirmó.
A juicio del experto del IPEA, lo que es interesante no es necesariamente la criptomoneda sino la tecnología que está detrás, el blockchain (cadena de bloques).
Explicó que el blockchain permite el registro de las transacciones electrónicas de forma conjunta, por lo tanto estas no tienen que tener un punto de autentificación único.
Cuando hay una transacción monetaria entre dos países, continuó, la firma se hace por ambas partes, que pueden ser agencias de gobierno, bancos centrales o instituciones bancarias privadas.
«Lo que es necesario es tener un acuerdo sobre la forma en la que se firman esos documentos y un marco legal para garantizar esas firmas», resaltó.
En opinión de Brandao, las tecnologías blockchain pueden tener diversas aplicaciones en la cooperación de los BRICS.
«Por ejemplo, en el área de la agricultura, cuando alguien compra un bistec en un mercado de Rusia, es posible rastrear de qué frigorífico vino esa carne, cuál es su país de origen, cuál fue la vaca que generó aquel bistec, quiénes fueron los padres de esa vaca y qué comieron a lo largo de toda la vida, cuáles son las vacunas que tomó, todo», enfatizó el especialista.
Todo esto, indicó, se puede ver al escanear, con un celular, el código QR en el envase de la carne del supermercado, para decidir a la hora de comprar.
De este modo, por ejemplo, el consumidor puede saber si la vaca comió productos transgénicos.
Las mismas tecnologías, según Brandao, pueden aplicarse también a los medicamentos y otras áreas de cooperación entre los BRICS, «todo lo que pueda ser registrado en un libro de notas», y «la cadena de suministros va a ganar mucho con eso».
«Hoy tenemos problemas de privacidad, sabemos exactamente, en las redes sociales, quién está haciendo qué y dónde, pero no sabemos, si hablamos de las cosas no conectadas, por dónde pasaron las cosas y sus componentes. Entonces el blockchain, las tecnologías de registro que usan esas nuevas tecnologías, puede ayudar en eso, el consumidor va a tener una mayor libertad de elección y seguridad», dijo.
Brandao señaló que, como tecnología nueva, la blockchain no es difícil de implementar, y hasta estudiantes de universidades pueden desarrollarla.
En el marco del grupo BRICS, «lo que necesitamos definir son mecanismos regulatorios y patrones comunes para que esto pueda funcionar en ambientes diferentes, porque si cada país crea sus propios algoritmos, es un poco complicado hacer un intercambio de informaciones. Pero si adoptamos algoritmos comunes, resulta mucho más fácil cooperar», expresó.
Énfasis en el desarrollo sostenible
A juicio de Brandao, los temas de la presidencia brasileña de los BRICS de 2019, que se desarrolló bajo el lema Crecimiento económico para un futuro innovador, continuarán siendo importantes en la próxima cumbre del grupo, que tendrá lugar en la ciudad rusa de San Petersburgo del 21 al 23 de julio.
«La parte de comercio e inversión probablemente tendrá un refuerzo mayor, esto es bastante importante para todos los países de los BRICS. Tenemos una necesidad muy grande de financiación y una dificultad para conseguir financiación», indicó.
Sin embargo, de acuerdo con el experto, el tema que ahora «está en la punta de todas las discusiones», es el desarrollo sostenible.
«La sostenibilidad no es solo el medioambiente, pues implica la deuda pública, el comercio internacional, las áreas de educación, salud, bienestar. Entonces creo que el desarrollo sostenible va a ser un punto bastante importante este año y probablemente en los próximos, hasta 2030, cuando necesitamos cerrar la agenda por lo menos con algún avance global, lo que fue definido por las Naciones Unidas y los países que firmaron el Acuerdo» de París, consideró.
El analista destacó también la importancia de los BRICS en el área geopolítica.
El grupo «incluye a cuatro de los países más poblados del mundo, tiene una economía enorme y una demanda de energía creciente», recordó.
Pese a tener «algunas visiones discrepantes», los BRICS también «tienen muchas cosas en común», subrayó.
«Es importante tener un grupo de países en desarrollo que se unan, con sus economías, para conseguir promover un nuevo diálogo global», concluyó.
El grupo BRICS es la unión informal de cinco países en rápido desarrollo —Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica— que se fundó en junio de 2006 como BRIC y pasó a convertirse en los BRICS con la adhesión de Sudáfrica en 2011.
Cortesía de Sputnik