Investigador Leandro Morgenfeld: «La derrota de Trump y la forma tan caótica en la que se procesó, son una manifestación del declive de la hegemonía de EE.UU.»

El historiador argentino asegura que la supremacía estadounidense va en picada y manifiesta que es una alivio para la región

Investigador Leandro Morgenfeld: «La derrota de Trump y la forma tan caótica en la que se procesó, son una manifestación del declive de la hegemonía de EE.UU.»

Autor: Sofia Belandria

Donald Trump es el primer presidente de Estados Unidos en los últimos 28 años en no ser reelecto y el cuarto en 100 años. Sputnik habló con el historiador argentino Leandro Morgenfeld, especialista en relaciones bilaterales con la potencia norteamericana y sus mandatarios, sobre las expectativas en América Latina ante el cambio de Gobierno en EE.UU.

Comienzan en el mundo las especulaciones acerca de lo que representa para los intereses regionales y a partir de lo que se espera de un líder con las características de Joe Biden en la coyuntura geopolítica, luego de que se confirmara el triunfo del candidato del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, a pesar del no reconocimiento por parte del actual presidente, Donald Trump.

«La derrota de Trump y la forma tan caótica en la que se procesó son una manifestación del declive de la hegemonía de EE.UU., de la falta de liderazgo que viene hace varios años, pero que se profundizó en 2020 producto de la pandemia, la crisis económica global y su incapacidad de proponer una salida multilateral», dijo Leandro Morgenfeld, historiador y analista internacional argentino.

El autor del libro Bienvenido Mr. President, que desentraña las visitas de los mandatarios estadounidenses a la Argentina desde la de Franklin D. Roosevelt hasta la de Trump en el G20 de 2018, destacó que el anuncio de que Biden es el presidente electo generó tranquilidad, sobre todo en los aliados europeos de EE.UU.

Morgenfeld detalló que Biden es parte del establishment demócrata, con un historial bastante conservador en materia de política exterior, de política punitiva, incluyendo su apoyo a la Guerra de Irak, y de quien pudiera esperarse una continuación de las relaciones con Latinoamérica que mantuvo el Gobierno de Barack Obama, que tuvo muchos matices.

«Es una muy buena noticia para la región la derrota de Trump porque había militarizado la política hacia la región, con un enfoque muy hostil contra Cuba y Venezuela, con apoyo clave a gobiernos de ultraderecha como el de Jair Bolsonaro en Brasil, y financió el intento de reelección de Mauricio Macri [2015-2019] en Argentina mediante el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional [FMI]», enumeró.

El Ministerio de Economía argentino envió recientemente al Congreso un proyecto de ley para el fortalecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública, que estipula que el endeudamiento en moneda extranjera bajo ley internacional requerirá autorización del Congreso, así como también los futuros programas que se acuerden con el FMI, al que el país debe una suma de 52.000 millones de dólares incluyendo intereses.

Políticas económicas y mercado internacional

El analista vaticinó un regreso del multilateralismo internacional en el continente. «Trump faltó a la última Cumbre de las Américas y en 2021 se va a hacer en EE.UU., así que creo que Biden va a intentar utilizarla para relanzar los vínculos con la región, lo que abre oportunidades para toda Latinoamérica».

Con respecto a Argentina, Morgenfeld explicó que el Gobierno de Alberto Fernández ansiaba un triunfo de Biden, aunque no lo haya dicho públicamente, por los cortocircuitos que tuvo con Trump, quien mantenía un vínculo aceitado con Macri, y porque intuye que Biden tendrá una menor interlocución con Brasil, lo cual le podría permitir renegociar el ingreso de las exportaciones de diésel, que están trabadas desde 2017.

«Con la derrota de Trump se debilitaron los sectores de la burguesía estadounidense nacionalista y americanista, que planteaban una política más proteccionista, lo que puede generar mejores condiciones para negociar entrar al mercado norteamericano, aunque sosteniendo las diferentes formas de protección del mercado interno que históricamente utilizó EE.UU.», elaboró el académico y docente universitario.

En contraste, Morgenfeld explicó que Biden expresa al establishment globalista del capital más transnacionalizado de EE.UU., que está en el control del Partido Demócrata desde la década de 1990. Habrá que esperar a ver si el nuevo presidente electo retoma los tratados de libre comercio, como el transpacífico, del que se retiró Trump, o el transatlántico, que se estaba negociando y que el todavía presidente se encargó de frenar.

Además, analizó que la estrategia de confrontación con China va a continuar, pero con una modalidad distinta a la que mantuvo Trump, tildada de guerra comercial por sus altos niveles de tensión y de imposición de tarifas, para dar pie a acuerdos multilaterales, mientras que Latinoamérica seguirá como un área en disputa.

«La diferencia es que la estrategia que se tenía hasta la llegada de Trump era tratar de incluir a China en todos los organismos multilaterales, y no ir hacia negociaciones más bilaterales, pero tampoco es esperable que sean como en la era Obama, porque el ascenso de China en los últimos cuatro años fue muy importante», resaltó.

Cortesía de Francisco Lucotti Sputnik


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