Julián Macías, coordinador del sitio Pandemia Digital, un observatorio contra la desinformación digital, subrayó que la del Plebiscito chileno fue una victoria de la democracia en mayúscula.
En entrevista en Voces Sin Fronteras, conducido por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk, analizó la forma en que los bots y trolls operaron en las redes sociales durante la campaña para la jornada histórica que vivió el país el pasado domingo 25 de octubre.
«La revolución que viene ahora será contra la pantalla de los móviles y contra las redes sociales porque han vuelto a ser controladas por ese poder y este tipo de estrategias la estamos viendo», expresó.
Por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk
DR: Descríbanos brevemente, ¿qué es la red Atlas y cómo se conecta con algunas de las figuras políticas en Chile?
JM: Atlas Network es un compendio de fundaciones, más de 580 fundaciones en el mundo. Yo la descubrí desde que empecé a hacer análisis de injerencia en redes sociales, empezando por el golpe de Bolivia, hace un año, y es el mismo esquema exactamente en todos los países, me refiero al uso de esta estrategia, esta oleada de extrema derecha digital, que tiene tres componentes básicamente.
Uno es el uso de las mentiras, creo que también se usó con el tema del incendio de las iglesias y otro tipo de cuestiones de falsa bandera, luego por otra parte el uso del odio hacia colectivos, como pueden ser feministas, de ideologías de izquierda, de extranjeros, personas que tienen otra religión, otra identidad sexual, contra aquellos colectivos minoritarios que hicieron avances en sus derechos y que los tienen recogidos en la Carta Universal de los Derechos Humanos. Eso que llaman batalla cultural es acabar con los derechos de esos colectivos y generar odio hacia ellos y, por otro lado, el uso de cuentas falsas, la optimización de cuentas falsas en diferentes plataformas digitales, es el caso de Chile, pero es el caso de todos los países de América Latina, también de España, y también conocemos casos de Cambridge Analytica en Estados Unidos, y otros con Jair Bolsonaro, con Mauricio Macri.
Chile va un paso más allá y lo que llamo la Operación Cóndor 2.0 tiene más sentido en Chile, los protagonistas básicamente son los directores de estas fundaciones, la audiencia no sabe que son directores de fundaciones de Atlas Network, financiada desde Estados Unidos, así como el golpe en el 73 también fue financiado desde los Estados Unidos y tratan de vincular diferentes poderes, como puede ser el mediático.
Por ejemplo, nuevamente una fundación de Atlas Network dirigida por Teresa Marinovic, que a su lado tiene a Sergio Melnick, quien fue ministro con Pinochet, y también a Gonzalo de la Carrera, éstos dos últimos aparecen muy destacados en este análisis de los doce hashtags más usados en la semana del Plebiscito en Chile. No hay que olvidar que hay otra comunidad republicana, muy asociada del Partido Republicano. Aparte todas estas fundaciones, el brazo político evidentemente es el Partido Republicano de TK, hacen como una misma comunidad, tanto digital como comunicativa y en la sociedad civil, y Rojo Edward, presidente de la fundación Atlas Network, y luego la que tuvo más presencia en esta campaña es la que fue ministra de Sebastián Piñera, para ver lo evidente que es que también había una parte del Pinochetismo dentro del Gobierno de Piñera, dejó su Ministerio de Educación hace unos meses para dedicarse de lleno a la campaña por el «Rechazo», la cual fracasó estrepitosamente. Hablo de Marcela Cubillos, quien es hija de Hernán Cubillos, uno de los planificadores de cómo dar el golpe, incluso fue nombrado presidente de Mercurio, el medio financiado por la CIA como herramienta clave y si os fijáis todos los nombres que estoy dando están como muy vinculados a medios de comunicación, casi todos tienen sus programas en medios.
Marcela Cubillos, entre otras cosas, es la directora de otras de estas fundaciones, ha tenido excesivo protagonismo y ha recibido muchos retuits seguramente porque era una de las personas más implicadas en esta campaña del «Rechazo», y lo más curioso de todo esto es que analicé unos 500 mil tuits de estos 12 hashtags más usados durante la semana y, como es habitual en otros países, hay un número muy elevado de cuentas automatizadas.
De hecho, si bien de las 71 y una mil cuentas que participaron en la campaña, más del 60 % estaban a favor del «Apruebo» y las que estaban a favor del «Rechazo» solamente eran un 30 %, el número de tuits publicados se invirtió, es decir, el 64 % de las cuentas solo puso el 30 % y, sin embargo, el 30 % de las cuentas que estaban a favor del «Rechazo» pusieron más del 63 % de los tuits. De media, cada cuenta que estaba a favor del «Apruebo» usó tres tuits, en cambio las cuentas que estaban a favor del «Rechazo» tenían cuatro veces más, es decir, una media de doce tuits, hay más de 100 cuentas que pusieron más de 200 tuits, es decir que el ranking de cuentas más retuiteadoras, de cuentas automatizadas, son de la extrema derecha y de este espacio relacionado con el Partido Republicano y con la fundación Atlas Network.
BS: Tú has observado y has hecho análisis sustanciales de la forma en que los bots y los trolls operan en las campañas electorales, ahora lo has hecho para el caso de Chile. Nos puedes explicar algunas imágenes que tenemos para mostrar a la audiencia. ¿Qué nos dicen estas imágenes?
JM: Ese es el gráfico en el cual están las cuentas que más tuits han puesto, el bloque de la derecha es más denso, el de color verde, tiene un gradiente en función del número de tuits que se ponen, entonces como hay mayor número de cuentas que ponen más tuits en la derecha por eso está de color más negro, a la parte izquierda están las cuentas que están a favor del «Apruebo», se ve que tienen menos densidad, eso se debe a que su frecuencia de tuits es menor, y ves allí una cuenta en el medio que es la más grande, es la que puso más de mil tuits, que es un bot que se llama @elapruebot, pero en realidad no está en un bloque ni en el otro, digamos que está un poco más cerca porque hace más retuits a cuentas del «Apruebo», pero en realidad hace un montón de tuits a Melnick, a Marinovic y a cuentas de derecha, seguramente es una cuenta que han automatizado que use todos los hashtag que existían e indistintamente van poniendo.
En el bloque de la derecha había más de cien cuentas que pusieron más de 200 tuits.
BS: Ahora vamos con la segunda imagen.
JM: Estas son las cuentas que reciben los retuits. En el bloque de la derecha que está con el «Rechazo» hay dos comunidades, una de color verde y otra de color más azulado abajo, y como se ve está destacada Marcela Cubillos, Sergio Melnick, José Antonio Kast, Gonzalo Carreras, los nombres que te decía antes, todos asociados al Partido Republicano y a la fundación Atlas Network, igual que en todos los países, y este dato es importante porque evidentemente son los contratistas de estas empresas que crean bots y hacen campañas de odio, de mentiras.
A la izquierda, lo primero esfelicitarlos porque son la cuenta más retuiteada del bloque demócrata ya que por allí aparece El Ciudadano, hay otra serie de cuentas, pero para ser más exactos, aunque sea más denso el bloque de la derecha, solo es un 30 % de las cuentas, lo que pasa es que pusieron más del 60 % de los tuits, en cambio el bloque democrático es el 64 % de las cuentas, pero solo pusieron el 30 % de los tuits, por eso es cuatro veces superior la frecuencia de cuentas de la derecha y, principalmente, porque un gran número de esas cuentas están automatizadas o están dirigidas por empresas en donde una misma persona puede gestionar cientos de cuentas o puede automatizar los retuits y el trolleo, los ataques, la difusión de bulos, porque aparte para todas estas cuentas la difusión de bulos y mandar mensajes de odio es una estrategia clara, todas difundieron el tema del incendio, alguna imagen falsa, incluso la noticia de que había ganado en Oakland (Nueva Zelanda) el «Rechazo», en la primera mesa, cuando fue un 90 % o un 100 %.
BS: ¿Son exactamente estas cuentas que identificas las que difunden las noticias falsas como que ganó el «Rechazo» en Oakland? ¿Está comprobado?
JM: Claro, este tipo de estrategias son tridimensionales, operan en tres capas, una de ellas es la digital, otra es la mediática que es muy importante porque todas estas personas están en medios de comunicación, se me ocurre BioBio Chile dónde Teresa Malinovic tiene audiencia o, por ejemplo, El Líbero, creo que pertenece a la fundación Atlas Network, es decir está financiada desde los Estados Unidos, entonces ahí también operan, y luego una tercera capa que es la sociedad civil.
Estamos hablando de fundaciones y luego están en todos los partidos políticos de la derecha, porque si bien el Partido Republicano tiene como más presencia, no olvidemos que la propia Marcela Cubillos estaba en el gobierno de Piñera, la hija del origen del Pinochetismo dirigiendo la educación de un país, entonces creo que es fundamental, es como despegarse totalmente del Pinochetismo, lo que pasa en Chile fue una transición blanda para que, de hecho, la USAID, que es otro de los elementos claves y que es un organismo público de los Estados Unidos, financió varios de los proyectos de transición en Chile para impedir, en el lenguaje de la Guerra Fría que siguen usando en Estados Unidos, que el comunismo nunca entrase en un Gobierno de Chile y siempre el poder económico estuviera controlado por una agenda neoliberal, que es el objetivo final de Atlas Network, por eso está financiado por gente de empresas muy importantes, extractivistas que tienen una de sus despensas en América Latina, de hecho, el resumen del Siglo XX de América Latina es plata y plomo.
No sé si han visto la serie Narcos donde Pablo Escobar siempre cuando le van a detener o algo, dice ‘plata o plomo’, es decir, o te dejas sobornar o te mato. Básicamente la historia del siglo XX con Estados Unidos, o se dejan vender los políticos para regalarle su riqueza o su materia prima a los fondos de inversión extranjero o te imponen un golpe de Estado, y este creo que es el gran reto de América Latina, esa patria grande que hablamos, de ser autónoma, de ser independiente y de que la riqueza se revierta en la sociedad de sus propios países.
DR: ¿Cuál realmente fue el objetivo de crear todas estas redes si fue tan obvio que la campaña estaba casi perdida para la derecha chilena? ¿Fue para reforzar la presencia de la extrema derecha y ayudarla a hegemonizar la opción del «Rechazo» para las futuras elecciones?
JM: Sí. Hay una cosa que es evidente y es que estos poderes económicos, incluso la línea geopolítica de los Estados Unidos y sobre todo los intereses económicos del Atlantic Council, la propia OEA o Atlas Network, aunque dejaron de poner fichas al espacio más liberal, más blando, tipo Piñera, (Emmanuel) Macron, incluso Macri, pusieron más fichas en la extrema derecha, un discurso menos elegante, más beligerante, más agresivo, hablando de ‘zurdo de mierda’, o como el tuit de Teresa Malinovic con el chico que cayó al río Mapocho en el que dijo que ‘qué tal estaba el chico que estaba haciendo natación’.
Estamos hablando de un espacio que no tiene humanidad, empatía, y que usa esa estrategia de la pos verdad, que se basa en generar odio para unos colectivos y para eso tienes que usar este tipo de lenguaje y una vez que tú eres capaz de conectar emocionalmente ese odio hacia un colectivo de personas, ya no le vale que sea verdad o que sea mentira, lo único que necesita es reforzar ese odio, entonces cualquier noticia aunque sea falsa la voy a dar por buena y aparte voy a tener la necesidad de compartirla.
Por eso, hay un documental ahora en Netflix, El dilema de las redes sociales, donde diferentes ejecutivos de las grandes plataformas y un ejecutivo importante de Facebook decía que las noticias falsas se comparten seis veces más que las verdaderas, porque los creadores de contenido de noticias falsas, que están implementadas totalmente tanto en redes como en medios de comunicación y en los tradicionales digitales, también son económicamente viables, porque van a acompañar a esas mentiras de un componente de odio hacia colectivos. En el caso de Chile es muy evidente, qué persona humana, con un mínimo de empatía, puede hacer ese tipo de publicaciones o comentarios.
Ojo, que es el último análisis que hice de Chile, se hizo una campaña sobre el Carabinero que empujó desde el puente y dijeron que (el joven) se había tirado solo y que el policía lo había intentado salvar, y ese tipo de locuras solamente son comprensibles cuando tienes alienada a una parte de la población con esta estrategia de generar odio hacia todos los manifestantes que están pidiendo esta transición democrática en Chile y tienen que usar este tipo de lenguaje y sí que creo que en Chile fue de tal calado la revolución, y también la torpeza de la extrema derecha como si estuvieran en una dictadura de secuestrar, de torturar, de herir, de matar a personas que ejercen su derecho de reclamar derechos para sí o para su país.
Esa pasada de frenada digamos que conecta, porque la manera de combatir el odio es la fraternidad, la empatía, el amor y, evidentemente, la mayoría de personas van a empatizar con alguien que es herido ejerciendo un derecho, que ellos piensan que esto puede funcionar siempre, pero evidentemente cuando hay una imagen donde se ve claramente que un policía empuja a un chico por el puente, por más estrategia que haya, la gente no es tonta, entonces empatiza más con esas personas que con la represión de los Carabineros.
BS: ¿Has tenido la posibilidad de observar en otros momentos el operar de esta red Atlas dentro del espacio político chileno? ¿Qué pueden hacer los ciudadanos de a pie, usuarios de nuevas tecnologías para denunciar este tipo de actitudes en las redes sociales ya que muchas de estas infringen las mismas políticas que tiene, por ejemplo, Twitter?
JM: Antes hablaba de tres componentes que tienen estas estrategias, el uso de mentira, del odio, de cuentas falsas, y el cuarto elemento es la total impunidad, y yo sí creo que es con lo que hay que acabar.
Está el caso de Bolivia, pero hemos visto también el caso de Estados Unidos, por ejemplo, los inventos del Visagate y otro tipo de campañas con mentira para atacar y, al final, vulneran nuestra democracia, entonces hay varios elementos. El primero, a corto plazo, como ciudadanos qué tenemos que hacer y es una batalla difícil porque justamente esta estrategia no es aleatoria, llevan 20 años investigándola las agencias de inteligencia para que el método sea eficaz, esa estrategia normalmente va hacia nuestro sentimiento, hacia el sistema límbico, que es nuestra parte reptiliana del cerebro y, por lo tanto, igual que en publicidad, el interpelar a nuestro sentimientos es mucho más eficaz , el marketing del miedo es más eficaz, el que tenemos que pensar, que usar la corteza cerebral, por lo tanto, hay que activar el clic de no dejarnos llevar por la emoción, intentar verificar cuando una noticia es falsa o es verdadera, aparte son muy agresivas, con elementos que dañan bastante.
Por ejemplo, Gonzalo Carrera, esta persona que se enriqueció trabajando para empresas privadas de sanidad mientras que era consejero de Gobierno en esos temas, acusó a una diputada de estar a favor de la pedofilia, una locura total, pero cualquiera persona que es padre o madre cuando le hablan de pedofilia y tiene cierta duda reacciona negativamente.
Entonces es muy habitual, ahora lo estamos viendo con Evo Morales que le están inventando de nuevo, tres años después, hijos fantasmas, casos de pedofilia, es igual en todos los países que usan ese tipo de estrategia.
Creo que hay que, por un lado, intentar controlar las emociones y verificar las noticias.
Uno de los objetivos de Pandemia Digital, que es el canal que dirijo tanto en Telegram como en la web, es empoderarse digitalmente, lo que ofrezco ahí son una serie de herramientas gratuitas para que todo el mundo pueda hacer un análisis forense digital de verificación de imágenes, de videos, de cuentas, de campañas, y que pueda sacar sus conclusiones, al mismo tiempo ofrezco una serie de videoteca, documentales o artículos que te pueden dar un contexto para entender cómo funcionan estas estrategias, quiénes están detrás y por qué la hacen. Incluso, el mirar para otro lado o la implicación de las plataformas de Silicon Valley que también sería otro tema.
DR: ¿Cuál es su resumen, conclusión o evaluación de cómo ha funcionado la intervención de Atlas en esta elección de Chile? ¿Cree que ellos sí han tenido algún tipo de efecto al voto final?
JM: Hay que ver que en cada país no puede operar de la misma manera y el sistema es científico y funciona. Eso es evidente. Lo que pasa es que en Chile estamos hablando de la liga mayor, de intentar disimular que es una democracia cuando todos estamos viendo el tipo de acciones que están llevando a cabo. Yo creo que América Latina ya está vacunada para que no haya dictaduras militares, es decir, hay una mayoría que no lo va a permitir. Pero el caso de Chile, que está tan cerca de la dictadura militar y que evidentemente quiere un cambio ya, no quiere más represión, que le exploten los ojos a sus hijos o que uno se ponga enfermo y no le cure la sanidad, o que llegues a mayor y te tengas que jubilar y no tengas una pensión, esas son cosas que no pueden ser.
Por eso me cabrea tanto el hombre esté que está a favor del «Rechazo», claro que no quiere, él quiere seguir teniendo una empresa privada y ser asesor del Gobierno para no permitir que haya un servicio público que defienda a toda la ciudadanía, que es lo que es ser patriota, que no quede ni un solo patriota atrás, que no quede sin sanidad ni educación pública, y no podemos quedar a que uno tenga suerte de si le va bien en la vida para tener unos mínimos de derecho que están declarados universalmente y en Chile no se están teniendo. Por supuesto, tenemos derecho a la paz, al no ser atacados por nuestras Fuerzas Armadas, que es un poco de las cosas que son más graves en Chile.
DR: ¿Cuál cree que posiblemente sería la estrategia de Atlas Network en el próximo año en Chile cuando se van a realizar varios procesos electorales?
JM: Quiero resaltar que la del Plebiscito fue una victoria de la democracia en mayúscula, incluso por encima de partidos políticos, creo que es de la nada al todo.
Creo que es imposible detener si el 78 % de la población se organiza y es capaz de imponer una agenda que defienda los derechos de la ciudadanía, no va a haber quien lo pare. ¿Qué va a intentar la derecha? Todo tipo de trampa, me imagino que intentará atacar a los líderes de este movimiento, deseo también que haya una cristalización no sé si en partido político, pero tiene que estar representada la gente que no está en ningún partido, que se movilizó, tiene que intentar canalizar ese asamblearismo de todo un país, realmente sería un proceso constituyente, y que fueren recogidas las peticiones de toda la población, que me imagino tiene que ir en la dirección de luchar contra esa falta de democracia de las Fuerzas Armadas, esa sanidad pública, ese derecho a la jubilación, a la educación pública, derecho universales recogidos, creo que deben ser los puntales fuertes.
Por un lado creo que Atlas Network lo va a tener complicado ya que apostó por una extrema derecha, creo que se vincula mucho a esta derrota histórica del pinochetismo, de la extrema derecha, creo que es un revés muy fuerte, pero normalmente las estrategias de la derecha no son propositivas, son destructivas, entonces seguramente serán de crear noticias falsas, poner trampas a los líderes que vayan saliendo de este movimiento autoconvocado, el cual debe ser inteligente igual como lo fue en este proceso del año, ser igual de audaz, de empático, y de democrático en las dificultades que van a venir. Estoy convencido que esta tremenda victoria de la democracia va a seguir adelante y no va a haber derecha ni Estados Unidos que lo detenga, creo que la lección es aprendida y no van a permitir otro 73, otro pinochetazo.
Pregunta de un ciudadano: Este campo de batalla ya está allí, ¿qué tenemos que hacer para neutralizar esta manipulación perversa y llevar a cabo una estrategia de redes sociales sana?
JM: Esto es imparable, porque se está dando en todos lados. Creo que la mentira se combate con la verdad, el odio se combate con la fraternidad, y la corrupción se combate con la transparencia, con la limpieza, igual que el autoritarismo se combate con la democracia. Esas son las armas del pueblo y la base con la que nos tenemos que organizar, eso sí, somos más y creo que ahí está la dificultad del asamblearismo, creo que hay que ser generoso y ser capaz de consensuar en los puntos fuertes.
Creo que sí hay que organizarse para combatir con este tipo de estrategia porque ahí hay una lucha de la información, en España por lo menos fue así, los medios tradicionales estaban controlados por este poder, los mismos que están financiando todo esto, y hubo una revolución que se transformó en la Primavera Árabe, en el Movimiento de los Indignados en España, una revolución contra el poder, y las redes sociales fueron una herramienta de democratización de la información para hacer ese contra poder y esa contra información.
La revolución que viene ahora será contra la pantalla de los móviles y contra las redes sociales porque han vuelto a ser controladas por ese poder y este tipo de estrategias la estamos viendo.
Entonces, creo que hay que organizarse, porque cuando al final estos diarios de fake news que cada vez son mayores y dicen ‘es que tenemos derecho de expresión’, y no, un momento, el derecho de expresión es inviolable y no se puede luchar contra él, ahora también tenemos derecho a la veracidad de la información y a no vulnerar los derechos de privacidad, el uso de los datos.
En el último caso, el del chico que lanzaron del puente, le acusaron de que había cometido asesinato, pero lo hacen porque es impune. Entonces, quien haga este tipo de aseveraciones tiene que responder ante la justicia.
Por un lado, hay que ver la vía judicial para dar una norma que no permita estas vulneraciones contra la democracia y contra los valores de la ciudadanía y, por otra parte, con las plataformas digitales que si bien pueden ser cómplices de manera indirecta, quizá también de manera directa. Entonces creo que también la sociedad se tiene que organizar, dar un debate, un consenso de cómo se combina el derecho a la libertad de expresión con el derecho a la veracidad de la información y al uso de nuestros datos, que ya no solamente se usan para elementos económicos sino también para elementos democráticos y geopolíticos, nos están robando la democracia y no hay que permitirlo, sin vulnerar ningún derecho de nadie, pero si se están vulnerando los derechos también hay que frenar eso.
Hay que empezar a organizarse, dar el debate y llamar a las puertas correspondientes de las instituciones y de las plataformas sociales, que no nos roben la democracia, que ya lo hicieron en el pasado.