La alergóloga pediatra Aleida Guevara es consciente de la histórica relación que tienen México y Cuba, así como la importancia de este vínculo en el surgimiento de la Revolución Cubana que marcó un hito en la historia de Latinoamérica a principios de la década de los 60.
Aleida Guevara es una de las invitadas especiales del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a la ceremonia del Grito de Independencia, este 15 de septiembre.
«Muy honrada y orgullosa de poder estar aquí y poder ver este acto de belleza y fuerza de México. Eso de recordar tu grito de independencia y practicarlo la verdad a mí me parece fantástico», afirma la hija mayor de Ernesto Che Guevara, en entrevista para Sputnik.
Al dicho acto también fueron invitados los expresidentes de Bolivia y Uruguay, Evo Morales y José Mujica, respectivamente. La presencia de algunas de las figuras de la izquierda latinoamericana más importantes de los últimos años en esta tradicional y simbólica ceremonia se da en un contexto en el que México mantiene una postura de autonomíafrente a la política de Estados Unidos, principalmente en lo que se refiere al manejo de industrias como la eléctrica o por el llamado del presidente López Obrador a terminar con el bloqueo económico contra Cuba.
Yo creo que el valor de un ser humano es algo a tener en cuenta. Estamos hablando del presidente de un país que tiene frontera con EEUU, que tiene además un tratado de libre comercio con EEUU y que se puede ver muy afectado por EEUU y tiene el valor de decir lo que piensa. Y eso hay que respetarlo siempre […]. Valores admirables, la coherencia, lo que se dice y se hace es muy importante para nosotros, y el presidente mexicano lo ha dicho, lo ha hecho, y lo ha llevado a la práctica», opina la alergóloga cubana.
A pesar de que en EEUU ya advierten el avance de la izquierda en América Latina, una que cuestiona y desafía su hegemonía política, cultural y económica, «es un imperio que domina sobre todo la propaganda internacional, manipula la información, tiene el poder para hacerlo y eso nos hace mucho daño».
«Por eso toda la propaganda primero contra Hugo Chávez y ahora con el presidente Maduro. En Europa tú vas y hablan horrores. Y tú dices, ¿por qué? Porque EEUU se siente lastimado económicamente, y eso es suficiente para que traté de virar el mundo contra estos gobiernos que de alguna manera son dignos», sostiene Aleida Guevara.
EEUU poderoso, pero torpe
Cuba conoce bien el poder de la propaganda estadounidense, pero, además, durante 60 años han sido testigos de cómo EEUU utiliza el mercado para someter a los pueblos que deciden ejercer su autonomía y explotar, en su propio beneficio, sus recursos naturales.
«Cada vez que surge un gobierno que pueden llamarle como quieran, de izquierda o con tendencias socialistas, ese gobierno que respeta a su pueblo, que lucha por el bienestar de su pueblo, ya inmediatamente está en contra de EEUU. Porque ellos han tratado de explotar nuestros recursos históricamente, de llevarse toda nuestra riqueza», aseveró.
Sin embargo, pese a la propaganda y el bloqueo económico, Cuba ha encontrado en la dignidad su fortaleza para hacer frente a las vicisitudes del mundo actual, incluso consiguiendo ser el único país latinoamericano en fabricar dos vacunas contra la COVID-19, «siendo un país del tercer», no reconocidas por las autoridades sanitarias estadounidenses.
«¿Cómo logramos eso? Por inteligencia, perspicacia, seguridad. Porque las empresas que están haciendo esta vacuna no están peleando por dinero, se pueden pelear para ver quién lo hace mejor para su pueblo, pero únicamente y exclusivamente eso, además somos compañeros, nos apoyamos unos a otros. Esa es la única competencia que podemos tener dentro del país, ver quién sirve mejor a su pueblo», enfatizó.
Aunque la hija mayor del revolucionario cubano considera que figuras como su padre, o el propio comandante Fidel Castro, «nace uno cada siglo», reconoce a quienes «permanecen, los que siguen luchando», y a aquellos que son «capaz de levantar su voz por otros».
Enfrentamiento entre Occidente y Rusia
La lucha entre dos bandos ideológicamente opuestos pareciera una situación atávica que ya sólo existe en los libros de historia, pero la polarización política se aceleró en el último año por el conflicto en Ucrania y las sanciones económicas contra Rusia que, además, exacerbaron una rusofobia manifiesta desde tiempos de la Guerra Fría.
Son los tipos más tontos que yo he visto en mi vida, te lo digo sinceramente. Rusia no es ya la Unión Soviética, deberían tenerlos como amigos, como socios y son tan burdos, tan tontos, que se las buscan de enemigos. Porque además no conocen la historia del pueblo ruso», opina Guevara sobre las sanciones de EEUU y la Unión Europea, a quienes acusó de desconocer que «el pueblo ruso es por excelencia de guerreros» y tratar de «borrar la historia de un plumazo» adjudicándose, entre otras cosas, la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Para explicar mejor su posición, Guevara se remite a la crisis de los misiles del 1962, cuando EEUU acusó la amenaza de la URSS ante el envío de misiles a Cuba.
«Hoy están haciendo lo mismo en Ucrania, están dándole armas nucleares a un país que podría iniciar una guerra con otro país. Están armando las fronteras de Rusia. ¿Y tú crees que los rusos se van a quedar de brazos cruzados? Nunca, no lo van a permitir, no los van a encerrar jamás», subrayó.
«Nosotros no estamos en contra de los pueblos, estamos en contra de las guerras, pero reconocemos el derecho de Rusia de defender su frontera. Están en su derecho de defender su soberanía, su integridad como nación, pero además lo que está haciendo el ejército ucraniano contra los pueblos que han decidido ser independiente, los pedazos de territorio que dijeron que quieren ser independientes, es criminal», asevera.
La lucha de la Revolución cubana
Y es que, si existe una nación que conoce bien lo que implica estar en guerra económica con EEUU es Cuba, país que desde la década de los 60 está impedida a comerciar con firmas internacionales, ya que éstas corren el riesgo de ser sancionadas en EEUU, lo que ha dejado a la isla en una situación complicada para conseguir recursos y tecnología.
A esto se suma la lucha ideológica de un sistema capitalista que insiste en denostar el modelo socialista cubano, y que exalta cualquier manifestación que critique al Gobierno de la isla, como las manifestaciones de jóvenes organizadas en julio de 2021, y que llamaron la atención de medios internacionales.
«Esas manifestaciones, ¿quién las provocó? ¿La gente que vive en Miami y habla con la CIA? Es la que hace este tipo de estudios, nos pasó en Egipto, pasó en Yemen, nos pasó en Siria, pasó en el Líbano, en Libia. Han tratado de manipular hechos reales que vivimos, situaciones que vivimos, y han tratado de manipular eso con relación al pueblo», condenó.
Para Aleida Guevara estas manifestaciones y la influencia desde el extranjero han tenido efecto, principalmente, en la juventud que «se han dejado confundir, se han dejado manipular» con una visión mercantilista que está lejos de la idiosincrasia cubana, acostumbrada a la competencia para el desarrollo de la nación, y no cómo un medio para el enriquecimiento individual.
Decía Carlos Marx: «El hombre piensa según vive», y si tú vives solamente para aumentar el nivel de vida tuyo y olvidarte del lugar en el que estás viviendo puede ser peligroso para la sociedad. En este sentido hay que trabajar mucho con estos compañeros, recordarles siempre que uno puede trabajar por cuenta propia pero el beneficio siempre debe ir para el pueblo», enfatizó.
Esta visión solidaria del pueblo cubano llevó a Aleida Guevara a Angola como una de las médicas integrantes de misiones internacionales, hoy tan criticadas en México, donde incluso los colegios de médicos más importantes se mostraron indignados por el llamado de especialistas que cubran las plazas más inseguras del país, aun cuando estas plazas no quieren ser ocupadas por mexicanos.
«Eso pasa en cada país, los colegios médicos son muy reaccionarios. Son de gente de mucho dinero que trata de cuidar su clientela. Lo que no se dan cuenta es que para nosotros no son clientes, son pacientes. El médico realmente cuando empieza a estudiar medicina es como un sacerdocio, eres médico toda la vida debe estar al servicio del ser humano, no importa dónde esté, siempre tiene que ser así», explicó.
Guevara es contundente: «Se ha perdido mucho esa cosa inicial y hermosa de que el médico esté al servicio del ser humano» y mucho tiene que ver con que el dinero «compra mucho a la gente».
Por ello, Aleida Guevara impulsa la creación de los Centros de Estudios de Fidel Castro y Ernesto Guevara para reforzar sus ideologías en una juventud que, si bien no es ajena a estos personajes, podría profundizar más en ellos porque «son parte del proceso revolucionario».
Porque la revolución sigue, y próximamente enfrentará un proceso de referéndum en el que se busca aprobar un nuevo de Código de Familias que permita el reconocimiento de población cuyos derechos históricamente han sido negados, uno de los blancos favoritos de la crítica occidental.
«Un código espectacular, un código que incluye a toda la población cubana, un código de amor. Primero se defiende los derechos de los niños, de los ancianos, de las personas que dedican parte de su vida a cuidar a esos ancianos o a esos niños que tienen dificultades para integrarse a la sociedad. Se defiende el derecho de cualquier hombre y mujer sin tener en cuenta su sexualidad, a ser felices, a ser plenos como seres humanos», describió.
Aleida Guevara concluye la charla con una sonrisa. A paso lento se aleja a su habitación mientras se prepara para participar en un aniversario más de la lucha mexicana contra el colonialismo español, encabezado por un presidente que ha sido criticado por la oposición por exigir una disculpa de la corona española como un acto de reivindicación de la dignidad del pueblo mexicano.
«Hay cosas que no se pueden perder, y una es la dignidad, es verdad que no te da comida, es verdad que tampoco te da dulcecitos. Pero, ¿qué haces llenándote la panza si no tienes dignidad para vivir? ¿De qué te sirve también eso? El pueblo cubano es un pueblo que aprendió hace muchos años a vivir con dignidad, y eso no nos los quita nadie», concluyó.