Uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto mundial y uno de los más mediáticos. Una leyenda como pocas en la NBA y un físico imponente. Ahora, Shaquille O’Neal ha confesado en una entrevista a GQ las dificultades de salud que atraviesa en esta etapa de su vida. El propio jugador afirma que por las noches se mete en su cama «con una máquina para dormir».
El natural de Newark relata que todo empezó el día que decidió ir al médico por primera vez en su vida tras haberse retirado de las canchas. «Cuando juegas, vas al médico para hacerte un chequeo y un examen físico, ¿no? Pero yo no he jugado en 11 años, así que si no estoy jugando, ¿para qué iba a ir al médico, no?»
La sorpresa llegó al conocer el diagnóstico de esa visita. Un resultado sorprendente a la par que difícil de asimilar en el momento. «Cuando volví al médico había algunas cosas que ni siquiera sabía. Te dicen esas palabras: “Oye, tienes apnea del sueño. La apnea del sueño puede causar hipertensión o derrames cerebrales, podrías morir”. Dije: “¿Qué?” “Podrías morir”. Así que ahora tengo que dormir con una máquina para dormir».
Además de las difíciles conclusiones médicas sobre su trastorno de respiración (apnea del sueño), el doctor también le avisó sobre el consumo excesivo que estaba haciendo de los analgésicos. «Tus riñones están algo débiles. No más analgésicos». El propio ‘Shaq’ confiesa que era «dependiente» pero no se considera en ningún caso «adicto». «Algunos días, cuando no podía moverme, me tomaba uno o dos, solo para ponerme en marcha. Pero ahora he dejado de tomarlos.»
La nueva rutina de Shaquille O’Neal
A sus 50 años, el expivot mantiene una rutina muy diferente en la que casi ni se reconoce después de haber sido uno de los mayores deportistas del momento. Realiza sesiones de cardio de entre 30 y 40 minutos, combinado con ejercicios de musculación en los que trabaja la zona del «pecho, brazos, bíceps, tríceps. Un simple entrenamiento para viejos. No puedo hacer todas esas cosas de CrossFit». Aún así, O’Neal se tiene que conformar, de momento, con la tecnología ya que el cardio tradicional todavía no está a su alcance. «Bueno, intenté correr el otro día y me dije: “¿Cómo fui el mejor atleta del mundo?” Lo perdí todo. Así que: Sí, la elíptica».
Fuente Cadenaser
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