“…la escritura es una de las cosas que me entusiasma. Hay personas que dicen sufrir con la escritura, yo no, para mí es entretenido e interesante probar, estudiar las posibilidades, conocer a través de la poesía.”
Por qué optar por la multiplicidad de registros, qué se quiere comunicar con eso.
Básicamente porque me aburro de mí mismo, en verdad me aburro fácilmente de cualquier cosa. Tengo que mantener la cabeza en diferentes materias, inquietudes. No me gusta escribir libros largos por la misma razón. Esa falta de constancia la trato de utilizar a mi favor creando estos registros diversos. Yo creo que me son funcionales a lo que deseo comunicar. Intento de que cierta forma se aúne con el contenido para así, en la medida de lo posible, acabar con la dicotomía forma-fondo.
¿En todos tus libros esbozas ideas sobre la belleza, por qué esa obsesión?
Pero eso es más viejo que las sandalias de Jesucristo. Yo diría que es connatural al ser humano. Es un problema que nos acompaña desde hace un buen tiempo, que se complejiza mientras avanzamos como cultura y comprendemos mejor nuestro entorno. Imagina que podemos hablar de belleza cuando nos enfrentamos al rostro de un niño o al estudiar las Pinturas negras de Goya. Al escuchar a Palestrina o Thelonious Monk. Nuestra apreciación de la belleza es amplia y recorre varios registros. Tenemos la posibilidad de gozar expresiones artísticas de otras culturas como el kabuki o las danzas tribales del África subsaharianas, o reencontrar expresiones de nuestra cultura que se han desplazado como por ejemplo el Kollong o máscaras ceremoniales mapuches, y aquí no caben las teorías de proporciones y simetrías clásicas o poéticas de cuatro paredes. Con esto no niego o relativizo lo que es o pueda ser bello, todo lo contrario, esa diversidad de posibilidades da cuenta de que el ser humano desea, busca lo bello con las herramientas que inventa o tiene a mano. Y este deseo lo podemos rastrear no tan solo en nuestra especie, lo compartimos con mamíferos, incluso con los insectos. Hay mecanismos evolutivos jugando acá.
Te has ganado fama nacional de provocador en las redes sociales, pero ahora has desaparecido. ¿Por qué?
No creo que sea ni un mínimo para tanto, quizás algo dentro de algunas personas del pequeño mundo literario chileno. Tampoco soy un polemista, no tengo talento para eso. Yo pienso que son exabruptos de un tipo pesado, vanidoso y pichulero, es por eso que en general borro al otro día tales comentarios o posteos, no me hacen feliz, me traen problemas incluso con gente a la que quiero o estimo. El alcohol es un gran artilugio que alimenta este provocador ingenio. Todo esto no quita que en algunos casos no exista algo de razón. Pero prefiero vivir tranquilo, ahora mismo estoy un poco alejado de las redes sociales.
Con un tercer libro publicado tal vez es justo preguntarte por qué seguir escribiendo.
¿Por qué no? La escritura es una de las cosas que me entusiasma. Hay personas que dicen sufrir con la escritura, yo no, para mí es entretenido e interesante probar, estudiar las posibilidades, conocer a través de la poesía. Una vez le leí a un librero famoso decir que la poesía era asunto de jóvenes y ancianos, y que el resto era pura administración. ¿Qué demonios es eso? Yo utilizo la escritura como un símil al método científico.
Qué es lo que más extrañas del tiempo anterior a la pandemia
No usar mascarillas, ver a mi familia, poder tomarme unas cervezas en el bar que está a la salida del trabajo. No soy un tipo muy social, con el tiempo me he vuelto más recluido pero esas cosas pequeñas las disfruto. No me gusta esta “nueva normalidad”.
La salvaje perspectiva. (Cástor y Pólux, 2021)
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