Por Taroa Zúñiga Silva y Vijay Prashad
El 31 de agosto de 2023, asistimos a los funerales del Presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, en el cementerio histórico de Recoleta. En este cementerio descansan los restos de una serie de personajes importantes, desde el ex presidente chileno Salvador Allende hasta el cantante socialista Víctor Jara. Tanto Allende como Jara fueron víctimas del golpe de Estado militar que tuvo lugar hace 50 años, el 11 de septiembre de 1973. Teillier, que fue torturado durante varios años en prisión tras el Golpe, pasó a la clandestinidad tras su liberación y lideró los esfuerzos de reconstrucción del Partido Comunista (PC) en la clandestinidad, la dirección de su brazo armado (El Frente Patriótico Manuel Rodríguez) y – junto con otras fuerzas políticas y sociales – la organización del movimiento popular que condujo a la restauración de la democracia en 1990. El Presidente de Chile, Gabriel Boric, asistió tanto al velorio como al funeral de Teillier y declaró dos días de luto nacional, el 30 y 31 de agosto, por la pérdida de quien dijo “murió como un hombre digno”.
En el funeral, el Secretario General del Partido Comunista, Lautaro Carmona, destacó la importancia del liderazgo de Tellier – con un gran coste personal – en la lucha contra la dictadura militar y en la lucha de las últimas tres décadas por resucitar un proyecto socialista en Chile. A pesar de los intentos de enterrar el legado de la izquierda – incluidos los avances logrados por el Gobierno de la Unidad Popular, liderado por Salvador Allende –, los y las comunistas (que forman parte del gobierno de Boric) siguen luchando por impulsar un programa que establezca la soberanía sobre la economía chilena y mejore las condiciones de vida cotidiana del pueblo de Chile. Este proyecto socialista – que se inscribe en “las banderas allendistas”, como dijo Carmona en el funeral – ha sido recientemente atacado con virulencia por los medios de comunicación de la derecha chilena y la centroderecha.
¿A qué se debe este ataque feroz contra los comunistas? Cuando hablamos con Lautaro Carmona en su oficina de Santiago, cerca de la Plaza de la Dignidad, nos explicó detalladamente el contexto social y político del país. Según nos dijo, en los medios de comunicación de derecha está muy extendida la idea de que si consiguen sembrar dudas en el Gobierno sobre las políticas del Partido Comunista, desacreditarán la influencia del PC, despedazarán a la izquierda y esto permitirá a la derecha volver al poder durante varios ciclos electorales. Durante las elecciones al Consejo Constitucional de Chile en mayo de 2023, la derecha se impuso, pero entre los partidos liberales y de izquierda, el Partido Comunista obtuvo la mayor proporción de votos. Ese resultado y el papel clave que desempeñan los comunistas en el gobierno de Boric, nos dijo Carmona, es la razón por la que los medios de comunicación de la derecha iniciaron esta feroz campaña contra el Partido Comunista.
El impacto del estallido social
En 2019, estalló una cascada de protestas a lo largo de todo Chile. En el centro de estas había un sentimiento general de agotamiento y desesperación social, nos dijo Carmona, que sacudía sobre todo a la clase media. Era, dijo, “un acumulado de frustración” con un sistema de endeudamiento permanente de los hogares como única vía para mantener un estilo de vida básico de clase media y clase media-baja. Uno de los elementos clave de esta deuda ha sido la deuda educativa (el CAE), razón por la que – entre otras cosas – las protestas exigían que el Gobierno encontrara una forma de quitar este “peso invisible” de los hombros de las familias chilenas. Ningún Gobierno – ni siquiera los de centroizquierda de Michelle Bachelet (2014-2018) o Gabriel Boric (que llegó al poder en 2022) – ha sido capaz de abordar este problema de la deuda educativa. Las propuestas que se hacen para erradicar los créditos estudiantiles suelen estar ligadas a otros temas – como la reforma tributaria – y echan por tierra cualquier avance para aliviar la deuda. “La forma de resolver en vida el problema de la deuda, es endeudarse nuevamente”, dijo Carmona. La crisis de la deuda en Chile aún no afecta al sector financiero, pero su coste debilita la vida de millones de chilenos y chilenas.
Estas protestas, dijo Carmona, deben entenderse claramente. Demuestran que un amplio sector de la población chilena tiene un “nivel de conciencia implícito” sobre su situación. El descontento con el sistema se ha manifestado de diversas maneras, desde las manifestaciones (que solo la pandemia pudo desmovilizar), pasando por la elección de Gabriel Boric en 2022, hasta la exigencia – impuesta por la calle – de una nueva Constitución. El estado de ánimo del pueblo ha permanecido frustrado con el sistema de deuda existente, pero la expresión de esta frustración osciló dramáticamente desde el apoyo a la campaña electoral del Frente Amplio en 2022 hasta el voto al Partido Republicano durante la campaña de mayo de 2023 para el consejo constitucional.
El ataque a los comunistas
El ataque al Partido Comunista en Chile no es nuevo, como documenta Iván Ljubetic Vargas en El Partido Comunista de Chile (2014). Fundado en 1912 como partido obrero y rebautizado como Partido Comunista en 1922, el PC fue prohibido por primera vez entre 1927 y 1931, y de nuevo entre 1948 y 1958. El 22 de septiembre de 1973, 11 días después del Golpe, los militares declararon ilegales todos los partidos marxistas. Estos mismos militares asesinaron a seis miembros del comité central del PC y desaparecieron a otros 11 en 1976. Todavía, hoy en día, no sabemos dónde están.
El actual ataque contra el PC se basa en esta larga historia de represión. El objetivo de este ataque de la derecha, nos dijo Carmona, no tiene solamente un asidero ideológico – por ser el PC el Partido con una postura más abiertamente anti-neoliberal – sino que también busca aislar al Partido de otros sectores con los que ha construido alianzas.
Con la reanudación de la democracia en Chile, el Partido Comunista defendió su legitimidad legal con el lema “Chile necesita un Partido Comunista”. Carmona nos dijo que el PC podría necesitar revivir esa campaña, porque no debe subestimar el ataque en su contra. La derecha quiere profundizar el modelo neoliberal en Chile, un modelo que los comunistas intentan socavar desde dentro del gobierno de Boric. El partido, dijo Carmona, enfrenta dos riesgos: “primero, no darle la importancia suficiente al ataque, y segundo, creer que por ser una campaña basada en mentiras va a ser ineficaz”.
Existe un problema social que Chile debe afrontar. Sólo el 30% de la población chilena estaba viva durante los años del Golpe, lo que significa que una mayoría podría subestimar el peligro de la derecha, que sigue defendiendo el Golpe y sus políticas neoliberales. El panorama general de los medios de comunicación, con sus programas frívolos en la televisión (especialmente los “matinales”) y en los periódicos de derecha, nos dijo Carmona, no se toma en serio los retos a los que se enfrenta el país. Los movimientos sociales y sindicales están debilitados y a menudo son pasivos. Aún no está claro si el pueblo chileno, junto con los comunistas – que están en las calles, trabajando con la gente – será capaz de superar los profundos legados del Golpe.
* Este artículo fue producido para Globetrotter.
Biografía del autor y autora:
Taroa Zúñiga Silva es escritora asociada y coordinadora de medios en español de Globetrotter. Es co-editora, junto con Giordana García Sojo, del libro Venezuela, Vórtice de la Guerra del Siglo XXI (2020). Forma parte del comité coordinador de Argos: Observatorio Internacional de Migraciones y Derechos Humanos. También es parte de Mecha Cooperativa, un proyecto del Ejército Comunicacional de Liberación.
Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal en jefe de Globetrotter. Es editor en jefe de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Sus últimos libros son Struggle Makes Us Human: Learning from Movements for Socialism y The Withdrawal: Iraq, Libya, Afghanistan, and the Fragility of U.S. Power (con Noam Chomsky).
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