En la Sala Lily Garafulic del Centro Cultural Estación Mapocho se exhibe Wixal Ka Mapu una instalación textil realizada con treinta chañuntukos, alfombras personales de gran textura y color elaboradas -a partir de la innovación en técnicas ancestrales de tejido- por las alumnas de la Primera Escuela Autónoma de la Mujer Mapuche, iniciativa multidisciplinaria gestada por la artista visual tejedora mapuche, Loreto Millalén Iturriaga, junto al colectivo Taller Ad Llallin que dirige. El ciclo de clases incluyó talleres de derecho, medicina y textil que maestros y expertos guiaron durante una residencia artística en el Centro Cultural Estación Mapocho, en el marco de su Programa de Extensión. La siguiente entrevista muestra la mirada que Loreto Millalén tiene acerca del surgimiento y necesidad de autoeducación, políticas de Estado, consulta indígena y dimensiones del arte textil mapuche, entre otras observaciones.
Autoeducación y género ¿Qué motiva el énfasis del proyecto en la autonomía y relato femenino?
La autonomía es el territorio adecuado para la expresión de la creatividad, para la fertilidad, para la expansión del ser femenino, para que aflore lo que presentimos e ignoramos de momento, puesto que sobre las certezas y profundas convicciones andamos hace tiempo, son nuestro cuerpo; el paso a pasito se hace olfateando, mirando la luz de cada día, en estas condiciones podemos decir que nos desenvolvemos con mayor libertad, con más confianza, sacando el mejor provecho de la profundidad de las experiencias que nos implica el conseguir autoeducarnos, guiarnos colectivamente hacia donde nos dirigiremos. En nuestros caminos inexplorados o pendientes, hay tiempo y contamos con las herramientas necesarias desde la autodeterminación que nos proveerá la autonomía para decidir cómo queremos existir, como queremos recuperar nuestro territorio, establecer las prioridades, el tiempo que emplearemos, las formas que escogimos para colaborar y coordinar nuestro trabajo, sobre todo porque el estado no reconoce la existencia de nuestros pueblos, criminaliza las más profundas y ancestrales justas luchas que han llevado hasta hoy nuestros ancestros.
Respecto a los contenidos y disciplinas ¿porqué te interesa establecer el cruce específico entre derecho, medicina y arte textil?
Una de las dimensiones maravillosas que despertamos a través del uso del artefacto WIXAL (telar mapuche) para tejer es experimentar y vivir la práctica de la justicia y el equilibrio a través de una creación, que en la cotidianeidad asisten a cada evento que ejecutamos. El arte textil nos explica a través de la experiencia que toda construcción y desplazamiento del pensamiento-sentimiento hacia el plano material se hace en perfecta armonía y equilibrio, mucha paz, introspección y justicia desde esos procesos se desprende la belleza, la profundidad, el sentido y función de las obras que ejecutamos en el wixal (telar mapuche), cada artefacto wixal, cada tejido, cada ejercicio es una pequeña comunidad, un país, un planeta, un bosque, un río, un cuerpo, al servicio del bien de la comunidad, de la belleza de la alta cultura, el derecho y la medicina son campos del desarrollo y ejercicio de las relación humanas-naturaleza en que se busca el equilibrio permanente para sostenimiento de KUME MONGEN: la buena vida, esa que recordamos y queremos compartir para con la gente, regresemos a vivir de pie sobre la tierra con una misión comunitaria cada gente, con dones, mucha bondad, confianza, valentía e inteligencia como lo hace la gente de la tierra. Es importante implementar estos ramos en nuestra escuela puesto que cada una de nosotras será una monitora comunitaria experta en arte textil (nuestra columna vertebral) y relacionando campos y ámbitos separados por el patriarcado y la cultura occidental disfrutamos mucho rompiendo esquemas a través del lenguaje, desde nuestra visión intuitiva femenina y artista hablando y haciendo todo el tiempo que podemos realidad en que esta todo unido sino estaría todo destruido.
Músicos de los pueblos originarios, como el cultor mapuche Joel Maripil, estuvieron en el Centro Cultural participando como invitados especiales a la Feria Pulsar ¿te gustaría o has pensado sumar la música a la Escuela?
Claro que sí, la música es maravillosa siempre nos asombra, nos hace respirar de otra forma, nos pone en contacto con lo invisible, ella y la danza son alimentos del alma, la ceremonia y la fiesta de la comunidad. Sobre Joel Maripil afortunadamente nos acompaña cada vez que puede en el inicio de nuestras exposiciones, le tenemos un gran cariño, nuestra kimelfe (maestra) de Mapudungun Elisa Loncon, nos enseña mapudungun a través de canciones que cantamos y purrucamos (danzamos) en sus clases ¡lo pasamos muy bien estudiando mapudungun con ella! El mapudungun es una lengua genial, compleja, continente de gran sabiduría poética que devuelve el sentido a todo lo que sentimos y hacemos en esta vida sobre este territorio es el ronroneo del corazón entre nuestras primeras abuelitas y abuelitos en este lugar de la tierra.
Intercambio y circulación. Hace poco fuiste invitada a un encuentro de tejedoras en México ¿cómo fue esa experiencia?
La invitación a participar en TEXTIM 1°Encuentro de Tejidos Mesoamericanos, hecha por el Museo Textil de Oaxaca resultó ser una muy buena experiencia, muy enriquecedora, un regalo. Los encuentros son el inicio de muchos y ricos procesos simultáneos para los “encontrados” y sus comunidades de origen, nos confirman en las certezas, nos completan visualizando y construyendo puentes y escaleras entre las conexiones que venimos levantando en los distintos territorios que habitamos, estos encuentros resultan ser un trabajo con el alma de los artistas, tejedores, investigadores, creadores , trabajadores comunitarios, comunicadores, educadores, personas que rescatamos en todas partes las ancestralidades que tarde o temprano alimentarán la inspiración, la sabiduría, la resistencia de la belleza y las luchas comunitarias que se sostienen y levantan en busca de la instalación en el sitial que corresponde de nuestras sabidurías y pueblos, de la visibilización desde y con los que han sostenido vivo el pulso del mensaje antiguo, el de los saberes que han resistido y hoy anhelamos estén protegidas, hablamos de las creaciones prehispánicas que perseveran hasta nuestros días, en el campo del arte textil y los otros saberes, todo esto porque estamos en una época de cambios y porque hemos decidido que nos trasladamos en ella con buenas memorias, soporte y sustento. Este y todos los encuentros de tejedores que se hagan son un tratamiento para fortalecer la amplia mirada, un impulso para que la mensajería de los pueblos hablantes a través de los textiles sean escuchados desde el amor, el aprecio, la valoración y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas que son los creadores, sostenedores y protectores de esta magnífica herencia portadora de dignidad, raíz, ciencia, arte, técnicas y tecnologías impensadas en otros territorios y tiempos. Para mi fue un honor representar a nuestras tejedoras en este encuentro, me emociono mucho que la gente encontrara bello y valioso nuestro quehacer, reconociera similitudes y se maravillara de las diferencias, para mí el arte textil de México y Guatemala son un milagro que acontece cotidianamente, estoy especialmente feliz porque fui mensajera de lo nuestro allá y seré de ellos acá en nuestras tierras.
Flujo ancestral y propuesta estética ¿Cómo realizas la ‘innovación’ en la herencia del tejido mapuche de la que hablas en tu obra? Y, junto a eso, en la curaduría de la muestra Wixal Ka Mapu está muy presente un lenguaje poético ¿cómo crees que se origina ese decir, qué sientes tú cuando tejes?
Las antiguas técnicas como lenguaje que nos permite expresar sentimientos-pensamientos y visiones de hoy, objetos y usos tradicionales expandiendo sus posibilidades en el colaborar y sostener la buena vida hoy. Es el caso, por ejemplo, de mi amamantatorio y abuelatorios que nacieron desde la pasión que despertaron en mi ser los chañuntukos y vienen a dar forma y acogida a las necesidades de las gentes de hoy, innovación es parte permanente en todo fluir del arte en todas tradiciones ha ido ocurriendo, es como el agüita del río. En relación al sentir personal, lo que sucede es que la trayectoria de los hilos dentro del artefacto wixal es muy similar a la trayectoria de nuestras vidas en la comunidad, la trayectoria del tiempo en el día, en el año , en el universo, lo podemos observar simplemente en el urdir; así enseñamos en Ad Llallin, todo tiene sentido, ciencia, tecnología, arte, a través del tiempo esos es maravilloso de explorar y laborear, desde allí si manejas la técnica sueñas y creas te desenvuelves respiras y te transformas; en un diseño miras de cara al cielo y a la tierra desde su cuerpo tejido laboreado, escogido, cada diseño es un acorde, un mensaje en otro lenguaje que llega al alma, te empapa, se impronta en ti, encaja en la cultura que la crea, la entiende, la respeta, la cuida, esa vida pequeña es otra vida nuestra, allí están nuestro sueños, nuestros rezos, nuestras lágrimas y agradecimientos, nuestra fuerza, nuestra historia. Al tejer me siento en la exploración del reverso, tocando el ronquido de lo que viene, pellizcando lo tenso de lo extendido, envuelta de tiempo tocando tiempo, como las cuerdas de una guitarra de intensas texturas y colores, desenterrando, abriendo la tierra, encontrando a la abundancia, los reflejos brillantes de un tesoro silencioso, que me maravilla porque está dentro no sólo de mí sino, sino que de toda la gente, de los pueblos que sabemos y creemos firmemente que somos hijos de la tierra y el cielo, escudriñar, soñar, crear, heredar, atesorar, encontrar para comprender y compartir esto es la emoción que vivo, y este sentimiento me instala en la necesidad de transmitir los conocimientos que he adquirido y descifrado para colaborar en nuestra comunidad, con nuestra resistencia pues nuestro arte textil es la belleza que emana de nuestra espiritualidad, es un territorio mas, un lenguaje que recuperamos, defendemos, protegemos, debe ser descifrado con un gran sentimiento y respeto, lejos de la discriminación, la ignorancia, los prejuicios hay que permitirse heredar.
Residencia artística e investigación. ¿Cómo vivieron estos meses de Escuela y luego exposición en el Centro Cultural?
Bonita experiencia subir muchas escaleras para juntarnos a realizar círculos sobre cultura, arte, resistencia, medicina, arte textil, creación de escuela, estar cerca del rio Mapocho, el metro, el parque forestal y la vega y al mismo tiempo en un centro cultural importante que nos deja un buen espacio y tiempo para exponer y dialogar con la comunidad, sé que somos la primera comunidad de mujeres mapuche que entabla esta relación con un espacio como este y esperamos sostenerla en el tiempo, próximamente soñamos con un encuentro de tejedores de las Américas un encuentro en donde la belleza, la resistencia, el arte, las cosmovisiones, los derechos de nuestros pueblos continúen abriendo visiones y camino para los que soñamos con la justicia para nuestros pueblos vamos aportando en hacerlo realidad desde los encuentros también.
Política de Estado. ¿Cuál es tu opinión sobre la situación de los pueblos originarios y qué piensas de la consulta indígena que realiza el gobierno?
Honestamente veo que existe una importante falta seriedad, coherencias, profundidad con respecto a la mirada histórica, altura de miras y el profundo conocimiento y arraigo de la cultura ancestral que debiese existir, un compromiso que debiese ya estar instalado en todos los discursos y mecanismos que impliquen la generación de políticas públicas que miren a los pueblos indígenas y los derechos de los que son sujetos con atención, respeto con una amplia visión. En este sentido se requiere urgente la refundación de Chile, el cambio constitucional que deje partir la invisibilización, el permanente atropello, la actitud arrogante del usurpador, del discriminador ignorante, Chile debe reconocer en su constitución la preexistencia de los pueblos indígenas, autodefiniéndose como un estado plurinacional y por tanto pluricultural; el reconocimiento de los derechos lingüísticos y de toda la riquísima diversidad que aportamos es urgente, esto serio, no basta con activar unas cuantas palabras en los nuevos libros de lenguaje, ni con impartir aquí y allá un taller o imprimir un diccionario, además de eso hay que pensar en una inmensa deuda histórica, un genocidio cultural, siglos de silencio -ocultamiento-dolor. Debe haber reparación, soñemos lo que eso significa, luchemos por eso, y ¡construyámoslo! Respecto a la consulta indígena, se está realizando sin la derogación de decreto 40 y 66 que forza la interpretación de las consultas lo que implica en definitiva también que restarse en consentir esa es la trampa, esto no corresponde puesto que los estándares internacionales exigen que sean en condiciones de completa buena fe, sin embargo en la creación del ministerio de cultura si estamos incidiendo exigiendo la derogación de estos decretos y durante la pre consulta y explicando cual es nuestra mirada y criterio acerca del cultura, el patrimonio, el arte y la artesanía desde nuestra cosmovisión es necesario que hagamos las observaciones puesto que estando vigentes estos decretos la consulta se hará igual nosotras hemos optado indicar que es lo adecuado.
Compromiso comunitario. Junto a los espacios de formación el taller acciona apoyos como el brindado a la lucha de Pilmaiken
Así es. Nuestra historia (taller Ad Llalin) ha estado marcada por la bienvenida a muchas mujeres luchadoras, empoderadas en esa misión, como también la llegada de muchas lamngen que sienten un fuerte llamado y anhelan ser parte, educarse, estudiar colaborar, servir, en este sentido la Historia de la Machi Millaray es una de las que nuestro trabajo desea apoyar directamente pues su lucha por la defensa de los Nien del Kintuante, de la permanencia de los ríos libres para sostenimiento del equilibrios de los territorios sagrados que aseguran la vida en respeto y equilibrios para bien de los que vienen es una lucha que estamos llamadas a asumir también desde nuestra ubicación es un llamado que asumimos pues sabemos que si somos muchos en esto venceremos.
Loreto Millalén y público asistente a la inauguración de Wixal Ka Mapu, fotografía gentileza de Carolina Calderón.