El expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, responsabilizó al Gobierno de Argentina de lo que considera una operación política para sacarlo del cargo. El estadounidense también criticó a Joe Biden, afirmando que EEUU «tiene una visión cortoplacista sobre Latinoamérica».
A más de un mes de haber sido destituido como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone aseguró que fue víctima de «un juicio político» y atribuyó al Gobierno de Alberto Fernández la intención de quitarlo de su puesto.
Claver-Carone, removido por violar al estatuto del BID al mantener una relación íntima con una funcionaria de la institución, dio una entrevista a la emisora argentina Radio Mitre en la que negó haber infringido alguna norma interna del organismo y subrayó que su salida se dio en el marco de una campaña de países como Argentina para quitarlo del cargo.
«Al final fue un juicio político. No se pudo concretar que hubo violación de alguna regla. Llegó una carta anónima que alegaba una relación con mi jefa de gabinete. La investigación dijo que no había evidencia de una relación existente. Fue una excusa. Admito que tenía una relación conflictiva con el directorio porque quería hacer cambios en el Banco”, aseguró el estadounidense.
Claver-Carone, estadounidense de origen cubano e integrante del Partido Republicano, había asumido su cargo en 2019, en una polémica resolución que, con el apoyo del entonces presidente de EEUU, Donald Trump (2017-2021), echaba por tierra una tradición que reservaba la presidencia del BID para representantes de países latinoamericanos.
«Quedé solo en el Banco y no pude aguantar los movimientos para removerme», sostuvo, calificando el proceso de su destitución como una «opereta» (operación política).
Claver-Carone admitió que «la región ha cambiado políticamente» y apuntó contra el actual Gobierno de Joe Biden, al que cuestionó por tener «una visión vaga y cortoplacista sobre Latinoamérica y los socialismos del siglo XXI».
Sin embargo, su mayor cuestionamiento fue contra el Gobierno de Alberto Fernández en Argentina, que según él «no trabajó en construir sino en destruir» su gestión.
«Argentina tuvo desde el primer día un empeño grande para sacarme… Es un hecho que en tres años que trabajé con Alberto Fernández como presidente, nunca tuve ni una conversación sobre cómo apoyar a Argentina como país», afirmó.
Argentina fue uno de los países que no votaron a favor de la candidatura de Claver-Carone e incluso había presentado la candidatura de Gustavo Beliz como posible presidente de la institución.
Según Claver-Carone, las conversaciones con la delegación argentina «siempre fueron de cómo conseguirle trabajo a Gustavo Beliz» y no «sobre cómo apoyar a Argentina como país». En ese sentido, valoró la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía en agosto de 2022, afirmando que fue «la primera persona» que dialogó con él «como adulto».
No es la primera vez en que Claver-Carone muestra una postura hostil hacia Alberto Fernández. Incluso antes de llegar al BID —cuando aún era asesor de Trump para América Latina— protagonizó un mediático desplante al presidente argentino el mismo día de su asunción.
Claver-Carone había sido el designado por Trump para representar a EEUU en la asunción de Fernández como presidente, el 10 de diciembre de 2019. Su agenda original implicaba quedarse más de un día en Buenos Aires para mantener encuentros con representantes del nuevo Gobierno, entre ellos con el propio Fernández y el entonces canciller Felipe Solá.
Sin embargo, el estadounidense cambió imprevistamente su agenda y anunció su salida del país ese mismo día, sin participar ni siquiera de la ceremonia de asunción de Fernández. «Desafortunadamente, debido a unas invitaciones y a algunas sorpresas que recibimos al llegar, decidí no ir y me voy temprano. No voy a tener las reuniones de trabajo que tenía programadas para mañana», dijo a medios locales.
Integrante del ala dura del republicanismo, Claver-Carone decidió no participar al enterarse de la presencia en Buenos Aires del ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, o la participación del expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017).
Fuente Sputnik