Ministro Roberto Salvarezza: «Un relajamiento de la cuarentena supone un aumento de los testeos para poder tener control»

En Argentina se prevé un pico de contagios por COVID-19 el próximo mes de junio, pese a ello el titular de Ciencia y Tecnología explica las principales características de la desescalada

Ministro Roberto Salvarezza: «Un relajamiento de la cuarentena supone un aumento de los testeos para poder tener control»

Autor: Sofia Belandria

Argentina detectará para la primera o segunda semana de junio la mayor cantidad de casos del nuevo coronavirus, indicó en una entrevista con el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza.

Las estimaciones compartidas con el Ministerio de Salud indican que Argentina «para la primera o segunda semana de junio alcance un pico de casos, pero achatado, y que después continúe estabilizado o cayendo lentamente», indicó Salvarezza.

«La opinión que hay de expertos es que la nación empezará a descender en número de casos con llegada de primavera, pues con la época invernal hay más incidencia de enfermedades respiratorias, así que se esperaría que tendríamos casos importantes», sostuvo.

Argentina, por ello, «tendría una mejor condición con la llegada de primavera», añadió Salvarezza, que desarrolló su carrera científica como bioquímico y nanotecnólogo.

Cuando el Gobierno de Alberto Fernández decretó la cuarentena el pasado 19 de marzo, el país mostró un período estable de un centenar de infecciones diarias, hasta que en los últimos días empezó a detectarse un alza en los contagios al aumentar los diagnósticos en los barrios vulnerables de la ciudad de Buenos Aires, en virtud de un programa conocido como Detectar.

El Ejecutivo también amplió el paradigma de lo que se considera caso sospechoso, lo que también contribuyó al incremento de infecciones, pero el país sudamericano «todavía está en una situación de control desde el punto de vista sanitario, pues no hay un estrés ni está saturado el sistema sanitario», indicó Salvarezza.

La curva de Argentina muestra, en este sentido, que «el aumento es muy lento y probablemente se estabilice sin llegar a un máximo pronunciado», observó quien fuera presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) entre 2012 y 2015.

«Por eso estamos con cuarentena focalizada, con amplias regiones del país en donde se recupera la actividad económica y productiva, y otras zonas centradas en la ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba y Chaco donde las condiciones exigen un juego de flexibilización con nuevas restricciones», explicó el ministro.

Al mismo tiempo, debe haber un control exhaustivo de la población de riesgo, como la población mayor de 65 años, los residentes de geriátricos y los habitantes en barrios vulnerables, «en donde el Gobierno ha desarrollado una política activa, pues se están yendo a buscar los casos para tener un mayor control del brote», consideró.

Modelos predictivos

Los modelos matemáticos que analiza su cartera con la de Salud plantean que el mejor escenario es el de alternar el aislamiento físico que rige en todo el país con la flexibilización y un aumento de los diagnósticos del nuevo coronavirus.

«La perspectiva de los modelos implementados es el tema de una combinación de aislamiento social, flexibilización más testeo», refirió Salvarezza.

El Ministerio de Ciencia y el de Salud han formado una comisión que analiza a través de diversos modelos matemáticos «las posibles respuestas que tiene la curva de contagios respecto a la disponibilidad de camas y de respiradores, en función de las medidas de distanciamiento y relajamiento para saber qué impacto puede tener sobre nuestro sistema de salud».

«Un relajamiento de la cuarentena supone un aumento de los testeos para poder tener un control, que es lo que se está vislumbrando en los modelos, que aconsejan combinar ciclos de aislamiento importante con etapas de flexibilización, observando siempre un incremento de casos que pueda haber», señaló el también bioquímico y nanotecnólogo.

Diecinueve de los 24 distritos del país no presentan en la actualidad circulación viral del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19.

«Para estos lugares las medidas se están relajando, mientras que en otras cinco jurisdicciones hay con circulación activa de virus, y en esos lugares se está pensando en mantener distanciamiento social y estas medidas de flexibilización y control», adelantó respecto de la situación que observan la capital argentina, la provincia de Buenos Aires (este), la de Chaco (norte), Córdoba (centro) y Río Negro (sur).

Desafíos

Además del Conicet, la nación sudamericana cuenta con universidades prestigiosas, con la Comisión Nacional de Actividades Especiales (Conae), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Comisión Nacional de Energía Atómica, entre otros organismos.

«El caso de la pandemia del nuevo coronavirus es un ejemplo de que si hay políticas científicas correctas, la comunidad científica responde de manera solidaria y está dispuesta a dejar el foco de sus investigaciones para responder demandas concretas», señaló Salvarezza.

Bajo esta perspectiva, «tenemos un ciencia amplia que apoya todas las temáticas y todos los tipos de ciencia porque creemos que un país debe tener recursos humanos en todas las áreas, pero también es necesario que desde las políticas del Estado se resuelvan temas que son demandantes de la sociedad», profundizó.

El principal desafío de Argentina es plasmar en otras áreas, como la satelital, la nuclear y la biotecnología vegetal, «hechos concretos para mostrar la capacidad que tiene el sistema de ciencia y no quedar solamente en investigaciones científicas», indicó el ministro.

Presupuesto

Durante los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), Argentina pasó de invertir en ciencia el 0,43% del Producto Interior Bruto (PIB), que era de 200.000 millones de dólares, a terminar con un financiamiento del 0,65% del Producto equivalente a unos 650.000 millones de dólares.

Durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), el retroceso en la inversión llevó a que al término de la gestión la ciencia recibiera el 0,5% del PIB que en diciembre de 2019 era de unos 470.000 millones de dólares.

Durante este período, la ciencia, que recibía unos 2.000 millones de dólares de inversión, «perdió 1.000 millones de dólares en inversión real, de manera que pasamos de tener 3 investigadores por cada 1.000 habitantes de la población económicamente activa a 2,5», refirió Salvarezza.

Con la llegada de la nueva gestión, se revalorizó a ministerio la degradada Secretaría de Ciencia, aumentaron las becas doctorales que estaban en niveles de pobreza, con una inversión de 1.200 millones de pesos (17 millones de dólares), se duplicaron de 600 a 1200 los ingresos en el Conicet, lo que requirió una partida similar, y aumentaron 25% los subsidios, lo que demandó 300 millones de pesos más (4,2 millones de dólares).

A estos montos se suman otros 400 millones de pesos (5,6 millones de dólares) que se extrajeron de partidas otorgadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que no fueron ejecutadas para financiar en total 72 proyectos de investigación relacionados con el coronavirus.

El Gobierno nacional también facilitó 10 millones de pesos (142.000 dólares) del Gobierno para aumentar los métodos de diagnóstico a partir de dos pruebas desarrolladas por científicos argentinos: un test de base molecular rápido y de bajo costo llamado Neokit-Covid-19, y otra prueba conocida como Covidar IgG que es el primer test serológico que presenta el país para medir los anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2.

En añadidura, Argentina dispone de 1,2 millones de dólares provenientes del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur, bloque regional que integra junto con Brasil, Paraguay y Uruguay, para crear 10.000 Covidar IgG destinados para la provincia de Buenos Aires (este).

En resumen, «cuando termine el año vamos a tener un aumento del que no tenemos todavía magnitud», señaló Salvarezza.

El ministro también valoró que en el contexto de la pandemia, los científicos «hayan dejado sus investigaciones y se hayan volcado en solucionar los problemas de la pandemia, con acciones relacionadas con diagnósticos, terapias, investigación de una vacuna contra COVID-19, insumos médicos y aplicaciones para autoevaluación en celulares».

Salvarezza es ministro del Ejecutivo argentino desde que asumió en funciones el pasado 10 de diciembre.

Cortesía de Sputnik

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