Moscú considera inaceptable manipular temas como el coronavirus o el terrorismo biológico, declaró en una entrevista el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
El titular resaltó que actualmente se especula mucho acerca de la supuesta utilización del COVID-19 por parte de terroristas.
«En el contexto de una pandemia o fuera de ella, consideramos absolutamente inaceptable manipular el tema del coronavirus o el terrorismo biológico con fines coyunturales, incluso en forma de declaraciones provocadoras y campañas de información destructivas, que persiguen aumentar la presión ideológica y moral sobre otros Estados u organizaciones internacionales», dijo Lavrov.
Según el jefe de la diplomacia rusa, existen «intentos terroristas de aprovecharse de las condiciones de la pandemia y las dificultades que la acompañan para expandir su influencia, propagar el pánico e ideas misantrópicas, así como aumentar las filas de sus partidarios».
El titular reveló que el riesgo que representa el terrorismo biológico se debatió durante muchos años en encuentros internacionales, y la situación actual estimula ese tipo de discusiones.
El ministro subrayó además la importancia de evitar que los terroristas se hagan con productos químicos peligrosos y agentes biológicos, así como con tecnologías para la producción de armas químicas y biológicas.
Lavrov recordó que en marzo de 2016 Rusia presentó en la Conferencia de Desarme de Ginebra la propuesta de crear una convención internacional para combatir los actos de terrorismo químico y biológico.
«Esa iniciativa tiene por objeto subsanar las lagunas existentes en el derecho internacional que impiden responder rápida y eficazmente a la amenaza cualitativamente nueva de las armas de destrucción en masa: el terrorismo, que es cada vez más grande, sistémico y transfronterizo», explicó el ministro.
La convención no perjudicaría los intereses de otros países, y su adopción «contribuiría a fortalecer la seguridad de todos los Estados, sin excepción, a nivel nacional, regional y mundial», subrayó Lavrov.
Además, agregó, la iniciativa «podría ser un medio real para desbloquear la labor de negociación en la Conferencia de Desarme».
Luchar en conjunto contra los riesgos comunes
Rusia llama a la comunidad internacional a aprovechar la pandemia de COVID-19 para entablar una amplia cooperación en la lucha contra los riesgos comunes, declaró el ministro de Exteriores ruso.
«Volvemos a llamar a las acciones conjuntas para hacer frente a la desgracia común y aprovechar la ‘coronacrisis’ para desarrollar una amplia cooperación internacional en la lucha contra los riesgos y retos a los que se enfrenta la humanidad», dijo el ministro.
Señaló que la pandemia del coronavirus tuvo una gran influencia sobre todos los aspectos de la vida política, económica y social, se vieron ‘congelados’ los contactos políticos y se destruyeron los nexos de producción establecidos.
«El COVID-19 provocó una profunda crisis en el economía mundial a la que espera un largo período de recuperación, y el mundo no solo está sumido en una gran recesión económica, sino posiblemente está en los umbrales de una importante restructuración de los nexos económicos», afirmó Lavrov.
A su juicio, la pandemia igualó a todos en un instante y volvió a demostrar que la mayoría de las amenazas en este mundo tienen una proyección transfronteriza y que nadie logrará ‘emboscarse’.
Podría parecer, señaló Lavrov, que ante esta situación el mundo dejaría a un lado —aunque sea por un tiempo— sus discrepancias coyunturales y se uniría para dar una respuesta al nuevo reto global.
«Pero no, no hubo ningún avance ‘positivo’, al contrario, continúa la confrontación y crece la desconfianza, y en vez de unir los potenciales en la lucha contra el coronavirus se está buscando a los ‘culpables’ de la propagación del patógeno», señaló el ministro de Exteriores ruso.
Cooperación entre los miembros de la OMS
La crisis por la pandemia del COVID-19 puso al descubierto algunos de los puntos flacos en la cooperación entre los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguró Lavrov.
«La crisis del coronavirus reveló algunos de los puntos flacos no solo en la labor de la Secretaría de la OMS, sino también en la cooperación que desarrollan los países miembros de ese organismo», dijo.
Comentó que para conocer estos puntos flacos basta con saber cómo lucharon contra el coronavirus distintos sistemas nacionales de salud pública siguiendo las mismas recomendaciones de la OMS y cumpliendo las reglas médico-sanitarias coordinadas a nivel internacional.
Lavrov recordó que según una decisión de la Asamblea Mundial de la Salud, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, lanzó un proceso de evaluación independiente durante el cual se analizará la cooperación entre los países miembros y el papel coordinador de la OMS.
«Ya después, cuando termine ese proceso, se necesitará decidir cómo hacer más eficaz la cooperación multilateral en el ámbito de la salud, incluida la prevención y reacción a situaciones de emergencia de carácter médico-sanitario», refirió el canciller ruso.
El papel de la ONU en medio de amenazas transfronterizas
El papel de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una plataforma para el diálogo internacional está creciendo en medio de cada vez más numerosas amenazas transfronterizas, afirmó el ministro de Exteriores de Rusia.
«En el contexto de la creciente interdependencia de los Estados y el aumento de las amenazas transfronterizas, (la ONU) se hace cada vez más importante y solicitada», dijo Lavrov.
El canciller recordó que en los últimos tiempos a la ONU la acusan de ser incapaz de responder rápidamente a los desafíos urgentes o ayudar a resolver las crisis internacionales.
Bajo este pretexto, según Lavrov, varios países europeos tratan de «imponer mecanismos alternativos de toma de decisiones a la comunidad internacional» actuando de acuerdo con el llamado concepto de «orden mundial basado en las reglas».
«No estoy de acuerdo con esas críticas. A pesar de todas las dificultades, la ONU sigue siendo la piedra angular del orden mundial de la posguerra, una plataforma indiscutible donde todos los países, sin excepción, tienen la oportunidad de discutir y resolver problemas internacionales urgentes en condiciones de igualdad», indicó.
El jefe de la diplomacia rusa calificó de extremadamente importante el papel del Consejo de Seguridad de la ONU en la solución de las crisis.
Lavrov apuntó, además, que Rusia apoya cualquier esfuerzo para optimizar el funcionamiento de las Naciones Unidas siempre y cuando no viole la «división del trabajo» entre sus principales organismos.
En particular Rusia, según Lavrov, no descarta la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad y participa de manera activa en las negociaciones correspondientes.
«Estamos convencidos de que el objetivo principal de ampliar la composición del Consejo debe ser ampliar la representación de los países emergentes de África, Asia y América Latina, que aplican una política exterior independiente y, por lo tanto, pueden aportar un valor añadido real a las actividades del Consejo de Seguridad, hacerlo más plural y democrático», concluyó.
Lograr resultados en la cumbre de los cinco permanentes de la ONU
Para Rusia es más importante que la cumbre de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU sea fructífera, que celebrarla lo más pronto posible, añadió Lavrov.
«Nuestro objetivo principal es lograr un resultado concreto, y no nos esforzamos por celebrar la reunión lo más rápido posible», dijo Lavrov.
Agregó que «ahora se están examinando los aspectos del próximo evento», pero «todavía no hay una fecha concreta».
Subrayó que la cumbre permitirá «iniciar una conversación seria y directa entre los líderes sobre los principios de la interacción en los asuntos internacionales y las formas de resolver los problemas más urgentes de la humanidad, así como llegar a un acuerdo sobre las reglas comunes de comportamiento, incluyendo aquellas con el objetivo de preservar la paz mundial y prevenir un conflicto militar a gran escala».
El presidente ruso, Vladímir Putin, propuso en junio organizar una reunión de los líderes de los países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Rusia, Estados Unidos, China, Francia, el Reino Unido).
Todos los países han expresado su disposición a participar en dicha reunión.
Cortesía de Sputnik