Desde el portal Marcha.org.ar, compartimos esta entrevista a Miriam Miranda del pueblo Garífuna de Honduras, en su visita por la Argentina en el marco del 32° Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco. La coordinadora general de OFRANEH comparte su mirada sobre los límites de los modelos democráticos, el rol de los medios de comunicación y el lugar de las mujeres en la defensa de los territorios.
Miriam Miranda es la Coordinadora General de la Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH, con una larga trayectoria en la lucha por los derechos de los pueblos indígenas, afros y de las mujeres y en representación del pueblo garífuna se hizo presente en el 32° Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó los días 14, 15 y 16 de Octubre en la Ciudad de Resistencia, Chaco. “En estos andares de lucha ya había tenido varias invitaciones a este encuentro” nos explica Miriam en una larga charla una vez finalizado el Encuentro. Y en esa línea reflexiona: “llegué gracias a las organizaciones que conocí a través de la Berta, por eso este viaje lo siento como un homenaje a ella, hace como cinco años me decía ´vamos a Argentina´ y entonces finalmente este año lo resolví”.
“La gente desde lo local, desde la comunidad tiene que defender cualquier modelo en el que pueda vivir”
-¿Cuales son tus impresiones de este, tu primer encuentro?
Para mi fue importante haber venido, si bien el activismo me tiene en la lucha permanente, me encantó venir. El elemento que me gustó mucho es que hoy día se refuerza que el movimiento de mujeres debe acercarse a las resistencias de las mujeres que estamos en la defensa de los bienes comunes y de los territorios, rompiendo entonces esa separación que había entre el feminismo urbano con lo que es rural.
El hecho de que se haga e insista en la convergencia de diversos pensamientos y luchas es muy importante. Sobretodo que termine con una gran marcha que evidencie el poder de las mujeres es muy interesante. Un montón de mujeres juntas causan tanto terror al poder patriarcal. Lo lindo, que este encuentro mueve ciudades, las mujeres se posicionan y se hacen sentir y aunque no se crea genera cambios en la cosmovisión, en la gente, es algo que queda.
-¿Y que te llevas?
Es importante que la marcha de las mujeres camine por todos lados marcando territorios así como marcan nuestros cuerpos-territorios y es ese el que se hace sentir como uno solo aunque haya diferencias políticas pero el cuerpo mujer está presente con sus ideas, con su creatividad, con su sentimiento de libertad. Me llevo una gran experiencia a mi país respecto a esto. Sobretodo me llevo el inicio de los juicios a la justicia patriarcal.
Vivimos en un lugar donde hay mucha agresividad de parte de los sistemas de opresión económicos y de la oligarquía que responden al capital trasnacional, al oligopolio patriarcal, racista, terrible. Entonces tenemos nuestras propias particularidades, como es el tema de la trata. En Honduras se pierden niñas todos los días, pero no se nombra entonces cuando yo escuchaba aquí las historias como la de Maira Benitez, me decía, esto está pasando allí a nuestras niñas. Como somos un país con una inequidad tan fuerte se vuelve normal. Eso me lo llevo para ponerlo en la mesa, me conmovió muchísimo, es un problema, se están llevando a las niñas para la prostitución.
-En estos días participaste de la Mesa de Feministas Populares del Abya Yla y del juicio ético y popular a la justicia patriarcal, ¿que voces y denuncias compartiste en esas instancias?
Nosotras estamos enfrentando una criminalización y judicialización muy profunda por defender nuestra tierra, nuestros bosques, nuestro mar. Vivimos cerca del mar, entonces las empresas turísticas son muy violentas con los pueblos garífunas, contra nuestras tierras y playas, hay una presión fuerte del sistema inmobiliario. Sobretodo enfrentamos en este momento a unos inversionistas canadienses. Personalmente tengo dos querellas, no me he presentado en dos juicios, una por difamación y calumnia, por el hecho que hemos denunciado que están acaparando las tierras, y otra por el hecho de que el estado intenta silenciar las radios comunitarias que OFRANEH ha impulsado.
La empresa encargada de administrar el espectro radiofónico de honduras está criminalizándonos al decir que no tenemos derecho a impulsar radios sin licencia. Pero el convenio 169 de la OIT establece que tenemos derecho a tener nuestros propios sistemas de comunicación y nosotras, amparadas en ese aval institucional, hemos instalado nuestra radio comunitaria.
Estamos también en una lucha muy fuerte contra el crimen organizado, hemos sido secuestradas, yo particularmente en 2014. Como comunidad y como mujeres trabajamos mucho la conservación de nuestra cultura e identidad ya que la constitución establece que el castellano es nuestro idioma oficial, mientras que hay 9 pueblos diferenciados en nuestro territorio. Entonces si bien Honduras es un país pluricultural, plurilundio, no lo reconoce el Estado, por eso nos encontramos trabajando y luchando en un sistema donde oficialmente existe el racismo y discriminación. Es muy fuerte porque ni desde los medios de comunicación ni desde las escuelas se te valida o respeta como pueblo indígena o negro, sumado a eso la iglesia, sobretodo la evangélica, esta muy agresiva, eso es algo que pasa con muchos países de América Latina.
-¿Qué denuncias concretas viniste a visibilizar?
Con nombre y apellido denunciamos la persecución del llamado “rey del porno”, Randy Jorgenson. Se ha hecho millonario por el negocio de la pornografía y es quien nos ha denunciado con el objetivo de utilizar nuestras tierras. Es importante que el Estado cumpla con la sentencia de la Corte Indoamericana de derechos humanos por dos comunidades garífunas en el año 2015. También en este marco, hacemos un llamado para que el Estado detenga la persecución hacia las dirigencias, hay una clara campaña de judicialización, y la intención es clara: mantenernos en ese clima de inestabilidad pues eso desgasta y genera crisis. Es un escenario de terror y militarización. El objetivo de esta campaña de desprestigio es privilegiar los intereses de los inversionistas.
-Es claro el rol de las mujeres en las luchas de defensa por la vida digna, lo vimos con Berta, lo vimos con las mujeres de la revolución venezolana y lo vemos con ustedes. Con esa lectura ¿qué estrategias se plantean?
Hace un tiempo con Berta impulsamos la Coordinadora de Mujeres Indígenas y Negras de Honduras, ambas ocupábamos un puesto de organizaciones mixtas pero en la práctica veíamos la importancia de tener espacios propios de mujeres. Recién en diciembre pasado retomamos lo de la coordinadora y hace unas semanas hicimos un taller de planificación con las mujeres indígenas para preparar las condiciones y articular mejor con las mujeres por ejemplo campesinas. Estamos con la red nacional de mujeres articuladas también con las de Tegucigalpa, antes era impensable esta articulación pero se entendió la importancia.
Desde el golpe en Honfuras fue claro crear una Constituyente y otras condiciones. Actualmente me encuentro coordinando el movimiento político y social de Honduras, se trata de una plataforma de 15 redes grandes y más de 30 organizaciones a nivel nacional. En mi territorio hicimos la asamblea de esa plataforma e instalamos una mesa de mujeres indígenas para impulsar un encuentro a nivel nacional de mujeres de todos los sectores. Va a haber peleas hacia adentro de los espacios mixtos pero se tendrá que realizar un trabajo para superar la tarea desde adentro. Es indispensable en la renovación de cuadros.
-Con el antecedente de lucha contra el golpe que tienen en Honduras ¿qué experiencia podrías compartirnos?
Es claro de que es necesario repensar las estrategias, Honduras fue el experimento, después vinieron Paraguay y Brasil. Cambiaron mucho las ideas, antes los golpes de Estado eran con miles de muertos, ahora se dan en otro marco. Con lo del golpe fuimos trabajando y pensando cómo construir en lo que queremos de país, lamentablemente esa experiencia se fue construyendo en partidos y perdió su componente social de lado, pero teníamos muy bien la idea que todos los sectores tenían que hacer una constituyente.
La historia nos ha enseñado que hay que abrir debate sobre los modelos democráticos que vivimos en nuestros países porque lo de Honduras fue que un poder del Estado le dio el golpe al otro, y es más, se lo volvió a dar en el 2012. Estamos hablando de que los tres poderes establecidos en la estructura democrática ahora se juegan con los poderes económicos, son tres patas una de estas le pega a la otra y le da el golpe y esto lo normalizan los medios.
-¿Y a qué conclusión llegaron?
Nosotras llegamos a la conclusión de que hay que trabajar con la comprensión de la gente porque los medios le interiorizan eso como lo normal, legítimo y legal. Ahí hay una situación complicada porque te dicen “en televisión lo dijeron así”, de esta manera es que se lo llevan a Mel Zelaya. No había comprensión de la gente, y eso no era legal. Tenemos que ir trabajando esto, hay que construir el poder local porque desde ahí se va a sustentar y cuestionar cualquier cosa que pase en el futuro.
La gente desde lo local, desde los territorios, desde la comunidad tienen que defender cualquier modelo en el que puedan vivir. Ahí está el asunto, el sistema democrático debe ser cuestionado y debatido profundamente, ahí entra el reto porque tomamos partido sin construir algo colectivo que represente el bienestar de la comunidad, por más utópico que suene. Terminamos arrastradas por corrientes que no nos representan. Por eso yo insisto que es importante la acumulación de trabajo con las comunidades, romper el monopolio de la comunicación.
Estos medios están concentrados en los grupos económicos que nos friegan la vida, la suma de lo poco que cada una hace en su territorio es lo que nos puede hacer levantar y eso es lo más difícil porque no podemos sumar los poquitos, tenemos que tener esa capacidad. Este es un contexto muy difícil, emerge el poder de los imperios pero también la bota militar. En Honduras es doblemente terrible, aquella ley que se había aprobado para que los militares no salgan de los cuarteles, con el golpe pudieron volver a salir a las calles a reprimirnos, como es el caso de los estudiantes, donde la Universidad fue totalmente militarizada y luego esa situación se “normalizó” con el mensaje de los medios de comunicación.
-Es necesario entonces cuestionar el rol de los medios desde las organizaciones…
Si. Es importante para nosotras comenzar a hacer un juicio ético popular a cómo se manejan los medios de comunicación porque es terrible, tenemos que pedirles cuenta. En Honduras durante la crisis la gente comía sólo lo que pasaba en Venezuela y no se hablaba nada de lo que pasaba en su propio país. Estos medios son complejos porque no sólo reproducen y generan opinión sino también cambian mentalidad y definen pensamiento de la gente, ya sabemos que la oligarquía va a protegerse entre ellos, pero nosotras, como decía el padre Melo, “los pobres sosteniendo la mentira de los ricos”, la gente que está más jodida, está sosteniendo a la oligarquía por esos mismos medios.
Entrevista por Nadia Fink y Camila Parodi – Marcha.org.ar