Poeta, político retórico metafórico, hombre con el sello de la libertad en su frente, Nelson Ávila, Senador de la República, conversó con El Ciudadano dejando clara su postura frente a la triste realidad legislativa a la que nos tiene sometido el Estado chileno . Ávila, “normalmente verde”, defiende el autocultivo de la cannabis sativa, no hipoteca su independencia y visita esta semana nuestras comunas con los bolsillos cargados de amongelatina verbal para remover el lánguido escenario político local. Nosotros como en el tango: fumando esperamos.
-Senador, a su juicio, ¿quién gobierna nuestro país?
Formalmente el Presidente de la República, los Ministros, los Intendentes y toda la estructura del Gobierno Interior, aparte pues, de todo lo que concierne a otros poderes, pero en realidad el mayor peso en cuanto a las decisiones que muchas veces se adoptan en el ámbito político, provienen de los grandes intereses económicos que dominan sin contrapeso en el país. Desgraciadamente, a lo largo de estos años, se ha producido un fenómeno que por cierto tiende a desnaturalizar la democracia misma: me refiero a la alta concentración de la riqueza, cada vez en menos manos. Eso por supuesto va constituyendo un atropello sistemático a los derechos más elementales de las personas; las autoridades políticas cada vez resultan más sensibles a las presiones que se ejercen desde el ámbito económico. De seguir así las cosas, nosotros vamos a vivir una situación muy poco deseable, esto es, la instauración de una verdadera dictadura económica.
-¿Reciben algún tipo de incentivo los parlamentarios o en su caso los partidos políticos de parte de las grandes empresas nacionales y transnacionales en el momento de la votación de proyectos de ley que puedan perjudicar los intereses económicos de estos?
-No reciben incentivos directos porque eso sería demasiado descarado, pero la ingerencia de los intereses económicos se manifiesta de modo bastante más sutil, por ejemplo para las campañas parlamentarias, la mayor parte de los candidatos y los partidos reciben contribuciones de las empresas, con ese hecho indesmentible, porque es evidente para todos, dejamos sentado un problema muy grave, es la dependencia que adquiere el representante ciudadano de unos intereses económicos específicos. Yo tengo el gran orgullo de poder proclamar donde quiera que me pare, el hecho de que mi independencia es total. No hay un empresario en el país que pueda decir que ha puesto un peso en una campaña electoral mía, yo no acepto las contribuciones porque son una forma de hipotecar mi independencia. Mis campañas son las más modestas del país, un concejal gasta más que yo en una candidatura senatorial. En Valparaíso y en la V Costa pueden dar testimonio de lo que estoy hablando. Es falso que con dinero tan sólo se pueda acceder al parlamento, la gente entendió mi gesto y me dio el mayor número de votos individuales del país.
-¿Cuáles son los sueldos que recibe un diputado, cuáles los que recibe un senador? ¿No le parecen éstos excesivos?
Hay toda una mistificación a este respecto, la gente ha hecho mucho caudal de este tema por la distorsión que producen los medios de comunicación. Lo que sucede es que muchas veces existe el error de atribuir como remuneración lo que constituyen los honorarios o sueldos que se pagan al personal que colabora, es como si al Ministro le agregaran el sueldo del chofer, de la secretaria, etc., ahí hay una confusión, pero se ha detectado que muchos, o al menos algunos parlamentarios, no hacen un uso adecuado de este tipo de ítem y buscan formas de eludir el espíritu con que se otorgan, por ejemplo con la contratación ficticia a veces de un familiar, etc., ese tipo de situaciones en mi caso está absolutamente despejado, por si acaso.
-¿Qué tan necesario para el proceso legislativo es la existencia de dos cámaras? ¿No le parece que dos cámaras son sinónimo de mayor burocracia? ¿Estaría a favor de suprimir una cámara y constituir cámaras regionales ciudadanas que puedan presentar sus propias iniciativas?
Son sistemas que existen en el mundo y obedecen a un determinado propósito. En Chile, la tradición histórica va por el lado de un Parlamento Bicameral, ahora bien, en el tema de las iniciativas de ley soy partidario de abrir lo más ampliamente posible el abanico de posibilidades. A mi juicio, cualquier ciudadano podría iniciar un proyecto de ley presentándolo directamente al Congreso o a través del representante suyo, ya sea en la Cámara o en el Senado. Es indispensable que la participación se exprese lo más ampliamente posible en el ámbito legislativo.
-Como Senador, ¿Se avergüenza del sistema democrático que ofrece Chile a su ciudadanía?
Yo soy una persona profundamente decepcionada del estado de cosas que existe en el país y sobretodo del tipo de sociedad que estamos construyendo, aquí se ha privilegiado la búsqueda frenética del éxito por encima de la felicidad, aquello implica que las personas se disputan entre sí determinados espacios o posibilidades que otorga el sistema y se sienten adversarios unos de otros; la colaboración, la cultura de la solidaridad está siendo virtualmente destruida por este afán enfermizo de buscar cada cual un logro personal, individual.
-Respecto al proyecto Nueva Región ¿Le parece que el proyecto de una región piloto o modelo, contemple que el nuevo espacio territorial pueda tener un órgano legislativo propio? …¿para qué se crean nuevas regiones en Chile? ¿Cree usted en un Chile federal?
Yo creo que son fórmulas más bien desesperadas de buscar una ecuación más justa entre riqueza y pobreza, que es en el fondo el tema de nuestra mayor preocupación. En Chile existe una distribución de la riqueza extremadamente injusta, de las peores en el mundo. Mientras no haya el coraje para resolver esta situación, vamos a seguir inventando mil fórmulas que permitan otorgarle mayor sentido de justicia a la sociedad de que formamos parte. Yo echo mucho de menos en las propuestas de los candidatos que se aborde con mecanismos específicos el tema de la pésima y vergonzosa distribución de la riqueza. Hay que impedir que la economía se siga concentrando cada vez en menos manos; muchos se preocupan de las pymes, pero hoy día las pymes están esclavizadas por los grandes intereses económicos, si no pregunten cómo es la situación de los proveedores de los megamercados: son auténticos nuevos esclavos. En fin, así no avanza un país, con estas desigualdades es muy difícil llegar a buen puerto.
-¿Que futuro le ve a su moción que modifica el inciso 1º del artículo 2º de la Ley Nº 19.366, despenalizando la siembra, plantación, cultivo o cosecha de especies vegetales del género cannabis u otras productoras de substancias estupefacientes o psicotrópicas, destinadas al uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo?
En las actuales circunstancias le veo pocas posibilidades de culminar su trámite exitosamente. Muchos miran con sospecha una iniciativa de este tipo, ello porque vivimos en una sociedad sobrecargada de prejuicios. Lo que busco es infringirle una derrota efectiva al narcotráfico. Lo que hace la legislación actual es conceder en bandeja de plata un mercado cautivo a los narcotraficantes para que sigan enriqueciéndose ilícitamente y neutralizando todas las instituciones encargadas de perseguirlos. Yo creo en la responsabilidad individual, sobre la base de una adecuada información y elevando el nivel cultural de las personas; si yo les informo a ustedes que en la esquina están regalando cocaína y marihuana, estoy seguro que no correrán a aprovechar la oportunidad, la razón es muy simple: no son consumidores de esas sustancias y por lo tanto no les interesa, les da lo mismo la información que les suministro. Pues bien, si se transparenta el mercado de las drogas, sólo acudirán las personas que tienen predisposición al consumo, pero conseguirán un producto sanitariamente apropiado, en condiciones de transparencia y más barato. La prohibición no hace disminuir el consumo, la gente que es drogadicta la consigue igual, pero debe necesariamente acudir a los narcotraficantes y curiosamente, absurdamente, esos delincuentes, tienen la enorme ventaja y garantía respecto de otras actividades económicas, que las policías les protegen el negocio, convirtiéndoles en un monopolio. Eso, pues.
-¿Por qué no hay sanciones tan graves para el tabaco y el alcohol?
Porque el tabaco y el alcohol pese a ser drogas muchísimo más adictivas y dañinas para la salud que la marihuana, están protegidas por un imperio económico muy poderoso, esa es la razón.
-¿Quién debiera ser el próximo presidente de Chile y por qué?
No me pronuncio por el que debiera, dado que sería una hipótesis que no tendría ningún sentido formularla, por irreal. De acuerdo a lo que existe, lo más probable, casi con certeza, es que tengamos por primera vez en Chile una Presidenta mujer, será Michelle Bachelet. La esperanza es que ella, por su sensibilidad personal, logre captar los temas de fondo que están pendientes y los asuma con el coraje que les ha faltado a los hombres.
Bruno Sommer
Ligia Gallegos