En una nueva edición de la «Entrevista Ciudadana», la editora general, Josefa Barraza (JB) y el director de Internacional de El Ciudadano, Denis Rogatyuk (DR), conversaron con el director del Canal RED, Pablo Iglesias, durante la Cumbre por la Democracia y los Derechos Humanos de Recoleta.
El fundador de Podemos de España fue consultado sobre diferentes temas, entre los que destaca el de los desafíos que tiene la izquierda para frenar o detener la avanzada de la ultraderecha, tanto en Chile como en el resto del mundo.
A continuación, la entrevista íntegra:
DR: Buenos días compañeros y compañeras, continuamos nuestra cobertura de este gran evento de la memoria histórica, aquí en Recoleta, gracias a nuestro querido amigo Daniel Jadue, y aquí estamos con nuestra editora general, Josefa Barraza (JB).
JB: Si, aquí estoy. Hola. Llegando un poco tarde, pero llegando justo a la entrevista con nuestro gran invitado.
DR: ¿Y quién es nuestro invitado? Pues, el hombre que cambió, para siempre, la política en España, que derrotó al sistema neoliberal de España, pero que hoy es nuestro colega que está intentando construir un frente mediático contra hegemónico en España, por supuesto el director del Canal RED Pablo Iglesias. Que gusto verte aquí.
PI: Gracias
JB: ¿Cómo estás Pablo? ¿Cómo ha sido tu llegada a la Cumbre?
PI: Muy normal. Estoy muy contento de estar aquí con ustedes. Muy emocionante estar en Chile en unas jornadas como estas, por lo que representaron los (no entendí) de Allende, por lo que representó el Golpe, por lo que representó Chile para repensar la izquierda y sus posibilidades estratégicas, por lo que está representando ahora, un proceso de cambio lleno de dificultades, pero que al mismo tiempo ha puesto los focos y toda la atención de toda la izquierda mundial en Chile en particular, y en América Latina en general, y pues, aquí aprendiendo y tomando notas, que es lo que tenemos que hacer los izquierdistas europeos cuando venimos a América Latina.
JB: Justamente Pablo, en vista de este análisis que tú también realizas, ¿cómo has visto la avanzada de la ultraderecha en nuestro país, en el último año, además con respecto a todo el proceso constitucional?
PI: Bueno, las elecciones que nosotros celebramos, que llevaron a Gabriel Boric a la presidencia de la República, tuvieron un elemento sorprendente y particular, que había que esperar después del levantamiento del 19, esas elecciones, implicaron una decisión entre lo nuevo y lo viejo, pero no fue exactamente así. Yo creo que los compañeros del Frente Amplio calculaban que se iban a enfrentar al candidato de Piñera, y sin embargo enfrentaron a un ultraderechista que perdió esas elecciones, pero que señaló que la ultraderecha se está convirtiendo, en muchos países, en una fuerza de impugnación de la propia democracia. Al mismo tiempo, como una reivindicación de las formas más autoritarias del neoliberalismo con buena salud en muchos países. Y de nuevo, creo que Chile, vuelve a ser un laboratorio enormemente interesante para que de afuera aprendamos algunas claves políticas.
JB: Justamente ahora estamos en una Cumbre por los Derechos Humanos, la democracia, por Salvador Allende, a 50 años del Golpe de Estado que vamos a conmemorar, ¿qué opinas del negacionismo que se ha tomado la pauta la última semana?
PI: La gran batalla política se produce en el campo de la ideología, no se produce en el campo de la economía. Lo digo de manera provocadora.
La historia y la memoria no solo es importante para determinar los hechos que se produjeron. Son fundamentales, en términos de ingredientes para construir el presente y el futuro. Cuando la ultraderecha chilena y en otros países niega el holocausto, niega la represión, y reivindica la violación de los derechos humanos como elementos necesarios para restaurar el orden, no solamente está llevando a cabo un repugnante ejercicio revisionismo histórico, está preparando condiciones en el presente, para dominar y para mandar en el futuro.
A veces da la impresión de que las derechas y las ultraderechas han entendido mejor a Antonio Gramsci que las propias izquierdas, a la hora de entender que las grandes batallas se producen en el campo cultural.
La derecha y sus grandes instituciones ideológicas como las iglesias siempre tuvieron claro que tenían que dominar televisoras, periódicos, radios, universidades, jardines de infancia, escuelas primarias, escuelas de enseñanza media. Siempre tuvieron claro que debían dar la batalla en el terreno que, al final, define las preguntas y las respuestas que la gente construye en sus cabezas. Y creo que el fenómeno de la ultra derecha vinculado a las (no entendí), a los discursos agresivos tienen mucho de una lectura de los ámbitos ideológicos, los ámbitos culturales, como espacios centrales de la política,
JB: ¿Cuáles crees que son los desafíos de la izquierda para frenar o detener la avanzada ultra derecha?
PI: Asumir que el terreno fundamental de la política no solamente es la lucha político electoral, es crucial, son muy importantes los partidos políticos para presentarse a las elecciones; es importante ganar gobiernos a todos los niveles, municipales, regionales, estadales, pero es muy importante dar la batalla también en el terreno, que para mí es crucial (y es a lo que me dedico), y ese es el terreno mediático. Una izquierda sin poder mediático, está condenada a fracasar. Creo que esto nos lo deberíamos de tatuar.
JB: Creo, que en todos los países, no solo en el caso de Chile, o en el caso de España, creo que a nivel mundial, hay que detener la avanzada de la ultraderecha desde lo mediático.
PI: Sobre todo ahí, porque es el poder fundamental de la ultraderecha. Y creo, que por suerte, cada vez hay más sectores en la izquierda que asumen la importancia de eso, y que asumen la importancia de combatir en política cuando la inmensa mayoría de los medios de comunicación en sociedades, procedimentalmente democráticas, trabajan para intereses privados.
Poner encima de la mesa la importancia de que algo tan importante como la información no puede ser un terreno exclusivo de banqueros, de millonarios, de fondos de inversión y grandes empresas, yo creo que es una reivindicación democrática fundamental.
Y es verdad que quien diga eso, lo van a despedazar en los medios, y van a aparecer decenas, centenares de empleados de esos banqueros, con carné de periodista, diciendo que ellos son libres y que a ellos, sus propietarios, nunca les dicen que escribir y que no tienen que escribir. Yo creo que es fundamental asumir ese combate.
JB: Como que la línea editorial se transforma de un bien común, a más bien en un servicio del empresariado, más que una libertad.
PI: Es evidente que la libertad de expresión se ha convertido en la libertad de los dueños de la imprenta.
JB: Exactamente
DR: Pablo, tu mencionas algo muy importante, la manera en que la derecha ha adoptado ciertas acciones de Gramsci. Creo que es importante hablar sobre los gramscianos de la derecha. Hay una táctica de Gramsci que han adoptado ahora de una manera muy efectiva: ‘asaltar los cielos’.
Creo que el ejemplo más claro que tenemos en América Latina es Milei en Argentina, que evidentemente lanzó su candidatura, su partido, de una manera completamente no tradicional y, sobre todo, tratando de hacer útiles a las bases que normalmente pertenecen a la izquierda. Una gran parte de sus votos se originaron en los barrios populares, sino también de la juventud, de una parte de los jóvenes.
Milei ahora amenaza a Argentina con la repetición de lo que pasó durante los años 90 o incluso peor. Yo recuerdo que este año hubo este gran miedo de que iba a pasar algo similar en España, que la derecha iba a ganar la mayoría con VOX. Iban a aprovechar las tensiones que existen en la sociedad. Esto no pasó.
Hubo en la sociedad española una respuesta muy fuerte en contra del regreso del fascismo. Mi pregunta es: ¿Crees que hay una posibilidad en Argentina de frenar a Milei?
JB: Su figura más bien..
PI: En la política, casi todo es posible y al mismo tiempo es difícil hacer previsiones políticas.
La Inteligencia Artificial (IA) por ejemplo, dicen, que ha logrado superar en las investigaciones sobre el cáncer a algunos científicos. Todavía no ha aparecido la IA que sea capaz de prever qué va a ocurrir políticamente. Con esto quiero decir que no hay recetas universales y que, a pesar de que es un ejercicio interesante, tratar de encontrar elementos comunes en los diferentes fenómenos de la ultraderecha. Cada fenómeno tiene su particularidad y, cada figura tiene su particularidad.
Es verdad que Milei, recuerda más elementos puros (no entendí) Digamos, tiene un discurso anti políticos, un discurso agresivo, un discurso fundamentado en la comunicación televisiva. Es un personaje que nace de la televisión y que se ha alimentado en los platos de la televisión con un estilo excéntrico que le hace parecer una figura no convencional de la política, distinto a lo que pueda ser la ultraderecha chilena o la ultraderecha española, digamos con vínculos muy evidentes, con las derechas tradicionales y con la propia dictadura, a pesar de que ahora a Milei le han puesto una candidata a la vicepresidencia que lo va anclando a lo que representa a la dictadura Argentina también.
Ese giro, que hace que las ultraderechas estén ‘vampirizando’ los espacios tradicionales de la derecha, espacios conservadores, es un fenómeno mundial, se da en América Latina, en Estados Unidos con lo que está ocurriendo con el partido Republicano y se da en Europa también. Y eso habla de unos nuevos tiempos, en los que el mínimo común denominador de la democracia liberal, que se supone que había aceptado sectores conservadores y sectores progresistas está en cuestión. La democracia liberal está en cuestión.
Las derechas con las que nos estamos enfrentando son abiertamente liberales en lo político y, al mismo tiempo, enormemente neoliberales en lo económico. No queda más remedio que enfrentarlas. A mi entender, creo que es muy importante poner el foco en la pelea mediática. Milei es, básicamente, un personaje, de los medios, aunque ahora no tenga los mismos apoyos mediáticos del pasado, ya es muy difícil…
JB: Ya es una figura mediática en el país.
PI: Consolidada totalmente.
JB: Y, que finalmente se dirige a los barrios populares, algo muy parecido al fenómeno que ocurre aquí con José Antonio Katz.
PI: Siempre lo ha hecho la ultraderecha. El fascismo, con sus diferentes versiones nacionales, siempre tuvo algo de eso. Digamos, con una retórica anti oligárquica, incluso con elementos que parecieran socialistas, de reivindicación de lo popular frente a los ricos, incluso con cierta retórica anti capitalista, no es tan novedoso en realidad. El fascismo, como conjunto, son dispositivos que, al final, han servido para mantener el poder de las oligarquías. Es un fenómeno internacional.
JB: Pablo, me dicen que ya te tienes que ir a tu panel, a tu mesa. Te quitamos un par de minutos, pero te agradecemos mucho que hayas conversado con El Ciudadano. Un análisis bastante interesante y con el que estamos bastante de acuerdo. Así que muchas gracias por estar acá con nosotros. Al Paso la entrevista de El Ciudadano. Y espero contar contigo en otra oportunidad.
PI: Será un placer, un honor. Ustedes son una referencia acá. Y muy honrado de poder acompañarlos.
DR: Gracias, el honor es nuestro.
JB: El agrado es nuestro y que te vaya muy bien en tu panel de conversación.
Puedes ver la entrevista completa acá: https://www.facebook.com/100070928864549/videos/1011562603377454
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