Periodista Alberto Pradilla: «La migración al final es una tragedia, porque lo que plantea es que hay miles, millones de personas que no creen que la vida sea posible en sus países»

El comunicador español acompaño la caravana de migrantes que salió de centroamérica vía Estados Unidos y da testimonio de primera mano de lo que significó esta movilización masiva

Periodista Alberto Pradilla: «La migración al final es una tragedia, porque lo que plantea es que hay miles, millones de personas que no creen que la vida sea posible en sus países»

Autor: Sofia Belandria

La caravana de miles de migrantes que partió en octubre de 2018 desde Honduras y llegó poco más de un mes después a la frontera México-EE.UU., convirtió a esos caminantes en sujetos políticos, dijo el periodista español Alberto Pradilla, quien hizo con ellos el recorrido y escribió un libro sobre la travesía.

«Creo que la caravana fue un ejercicio masivo de desobediencia civil: miles de hombres, mujeres y niños se unieron por una única razón: compartir el camino, huir. Politizaron la migración en el sentido de que la hicieron visible, y se convirtieron también en sujetos políticos, sujetos que tomaban su destino en las manos», dijo Pradilla.

El 12 de octubre de 2018 una caravana compuesta por unos pocos cientos de personas partió de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte hondureño; cuando a los pocos días cruzó a Guatemala los caminantes ya se contaban de a miles.

Al llegar a la frontera con México la caravana era una masa inconmensurable de gente que superaba las 10.000 personas y que recorrió ese territorio norteamericano hasta la ciudad de Tijuana, en la frontera con EE.UU., ante el estupor y la inacción de los gobiernos involucrados.

A fines de 2019, Pradilla publicó el libro «Caravana. Cómo el éxodo centroamericano salió de la clandestinidad», que recoge crónicas escritas para el medio guatemalteco Plaza Pública, y añade capítulos inéditos sobre la marcha de los migrantes.

«Creo que la caravana lo que hace es cambiar la percepción que tenemos del migrante; históricamente se ha percibido al migrante como un ser sumiso, que agacha la cabeza, que tiene que callar, un poco como un sujeto beneficiario de la caridad», observó el periodista.

Pero la situación en la que se encontraban los llevó a tener que plantarse frente a las autoridades migratorias, a tomar sus propias decisiones, «equivocadas o no», y a pararse frente a los medios de comunicación para visibilizar «el horror que ocurre en Centroamérica», dijo el autor.

«Y luego (…) estar migrando a plena luz del día, desafiantes, incluso con una especie de orgullo migrante, creo que es un hecho político también», agregó.

Peregrino del hambre

El libro de Pradilla se mete en el corazón del éxodo migrante: personas dispuestas a pasar por las situaciones más duras y peligrosas con tal de llegar a EE.UU. a buscar la dignidad que le niegan sus países, donde hay extensos territorios controlados por la violencia de las pandillas y la pobreza.

«La migración al final es una tragedia, porque lo que plantea es que hay miles, millones de personas que no creen que la vida sea posible en sus países, que creen que la única alternativa posible para sobrevivir es marcharse a EE.UU., donde además van a tener trabajos precarios, miedo a ser deportados, condiciones duras», describió el autor.

Pero, observó, «pesar de todo consideran que cualquier alternativa, incluso este camino peligrosísimo, es mejor que quedarse en casa».

Estos «peregrinos del hambre», como los define Pradilla en su libro, se valieron de la visibilidad de los medios de comunicación para que una travesía de 5.000 kilómetros, que suele incluir secuestros, violaciones, accidentes, extorsiones, asesinatos y desapariciones, fuese segura.

Pero esa misma exposición fue aprovechada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, para endurecer su política migratoria.

«La visibilidad, lo que nosotros (los periodistas) les dimos, hizo que migrantes que habían hecho un trayecto habitualmente en las sombras, pasasen a estar en la agenda; pero por otro lado permitió que Trump desarrollase ese discurso racista y xenófobo de la invasión» a EE.UU. por parte de estas personas, comentó Pradilla.

En este aspecto, el periodista español aborda en el libro la incapacidad de los países de origen –principalmente El Salvador, Guatemala y Honduras-, así como la cuestionable actitud del Gobierno mexicano.

Uno de los momentos más tensos de la caravana se desarrolla en el puente Rodolfo Robles, sobre el río Suchiate, en la frontera entre Guatemala y México, y que fue uno de los episodios que mayor visibilidad tuvo en los medios de comunicación.

Allí los migrantes se enfrentaron a las autoridades que les impedían el paso, y mientras algunos intentaban cruzar el río a nado, otros aceptaban la oferta del Instituto Nacional de Migración mexicano, que les prometía refugio, regularización y hasta oportunidades laborales, que nunca llegaron.

«La gente que aceptó eso terminó encerrada exactamente igual que quienes cruzaron el río e intentaron organizar otra caravana», afirmó Pradilla.

El escritor sostuvo que «al final, hay una lección que te enseña la caravana: no te fíes de las autoridades y confía solo en el grupo. No escuches los cantos de sirena del Gobierno, no escuches a migración, que lo que quiere es detenerte y encerrarte y deportarte; solo fíate de tus iguales».

La militarización de la frontera sur mexicana, exigencia de EE.UU. como parte del «acuerdo migratorio» sellado entre ambos países a mediados del año pasado, ha modificado el escenario y, según el periodista, dificultará que se repitan caravanas como la de 2018.

El ejemplo más reciente ocurrió a fines de enero, cuando la Guardia Nacional mexicana reprimió a cientos de migrantes en la carretera entre Ciudad Hidalgo y Tapachula, a unos 10 kilómetros de línea fronteriza con Guatemala.

«El acuerdo entre EE.UU. y México hace que México sea un país más cerrado y más militarizado para impedir el paso de migrantes», dijo Pradilla.

Así, «da la sensación de que los gobernantes lo que están diciéndole a la gente es: «no se vaya en caravana», que es una forma de caminar basada en la autoprotección, sino: «ahorre dinero, pague los 8.000 dólares que cuesta un coyote y juéguese la suerte», porque las redes de coyotaje (sic) siguen operando a pleno rendimiento», denunció

Los «coyotes» son delincuentes dedicados a trasladar de manera ilegal a los migrantes a través del territorio mexicano hasta EE.UU.

Por lo general, contratar sus servicios cuesta varios miles de dólares, dependiendo del trayecto.

Las autoridades «les están diciendo (a los migrantes) «vuelvan a las sombras», a jugarse la vida en el tren, a caminar alrededor de los retenes en caminatas tremendamente peligrosas, en condiciones muy vulnerables, en las que son asaltados, violados, secuestrados, extorsionados, esclavizados», insistió Pradilla.

El periodista (nacido en Pamplona-Iruñea, en 1983) ha escrito para varios medios europeos y latinoamericanos.

Entre sus coberturas periodísticas se destaca la guerra en Libia, las revueltas en Túnez y Egipto, la crisis en Venezuela y la situación de los refugiados sirios que llegaron a Europa.

Cortesía de Sputnik


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano