Perut y Osnovikoff: «La Muerte de Pinochet»

“Estamos muy metidos en nuestra nueva película, que ocurre a 2 mil kilómetros de Santiago y a 4 mil 500 kilómetros sobre el mar, en el salar de Surire. Ahí no hay escuelas ni estudiantes, ni siquiera niños” , comenta Bettina Perut, respecto de lo alejados que se encuentran, grabando, de todo el marco político estudiantil que se manifiesta hoy en todo nuestro territorio.

-¿Dónde y cómo fue el rodaje de La Muerte de Pinochet?

-En diciembre de 2006 habíamos recién empezado las grabaciones de nuestra anterior película, Noticias, cuando nos enteramos sorpresivamente que Pinochet había sido internado en el Hospital Militar. Como calzaba con el tema del trabajo que estábamos haciendo, partimos a grabar, con la ventaja de que ya teníamos armado el equipo de rodaje y tomadas las decisiones estéticas y conceptuales. Y al fin de semana siguiente resulta que se produce su muerte, y volvimos a grabar. Ahí no paramos hasta el funeral. El azar tuvo mucho que ver en esto, lo que es muy propio del género documental. La gracia está en que el azar te pille bien parado. Fue un rodaje vertiginoso y creemos que estuvimos a la altura de las circunstancias.

-¿Cuál es la propuesta esta vez? Políticamente hablando.

-Lo que más nos impactó el día de la muerte de Pinochet fueron dos cosas: La reacción masiva en las calles y el nivel de desinhibición de la gente que salió a manifestarse, en ambos bandos. Escuchar a un grupo de gente gritando: “Comunistas maricones, les mataron los parientes por huevones”, o a otro descorchando botellas y bailando por la muerte de alguien, no es algo que se vea todo los días. Entonces, además de ser una crónica de cómo reaccionó el pueblo de Santiago ese día, es una película sobre cómo el ser humano se transforma bajo determinadas circunstancias. Esto lo abordamos a través de cuatro personajes que grabamos ese día y que después volvimos a contactar para que fueran ellos, a través de su experiencia personal, los que nos contaran cómo vivieron ese día.

Y claro, como la desinhibición implica pérdida de autocontrol, la realidad se revela a sí misma de forma más cruda, pero también de forma más cómica. En el exceso hay humor y La Muerte de Pinochet es una película que usa mucho el humor, que oscila entre lo trágico y lo cómico en forma permanente y dinámica.

-¿Harían “La muerte de Frei Montalva”?

-Tendría que ser “La Muerte de Frei Ruiz-Tagle” porque nuestro cine surge de hechos que están ocurriendo en la realidad, ahí está la base de nuestro material. No nos interesa recrear hechos que ya sucedieron, no es lo que nos mueve.

-Ustedes vienen haciendo documentales desde hace ya un buen tiempo ¿Cómo es hacer cine en Chile?

-Hasta cierto punto es difícil, claro que hasta el momento las cosas se han facilitado mucho por los apoyos públicos, por el crecimiento de las audiencias y por el creciente acceso a los medios técnicos como resultado de los cambios tecnológicos. El talón de Aquiles es la distribución, tanto televisiva como cinematográfica. No hay un compromiso de los exhibidores, que prefieren asegurar ingresos en base a productos envasados de mala calidad y consumo fácil. A la televisión y las salas les cuesta mucho arriesgar y optan por la cultura chatarra. En eso sí que se puede desperdiciar plata y gente.

-¿Cómo financian sus proyectos?

-Fundamentalmente con fondos concursables. Pero también con un modelo de producción muy compactado, que permite lograr calidad con presupuestos bajos.

-¿Qué repercusión social tienen sus obras fílmicas? Aquí y en el extranjero.

-Hasta el momento el impacto de nuestro trabajo ha sido más restringido de lo que nos hubiera gustado. Mucha gente nos dice que por el volumen y calidad de nuestra obra deberíamos ser más considerados. Pero también sabemos que nuestras películas producen anticuerpos, y si es el precio que hay que pagar, no nos molesta. Lo que sí ha ido pasando es que, cada vez más, las nuevas generaciones de directores se identifican con lo que hacemos, y al mismo tiempo ha sido más fácil ir financiando los proyectos.

-¿Qué opinión tienen acerca del movimiento social, estudiantil? ¿Están grabando algo de esto?

-No estamos grabando, pero nos parece muy inspirador. El mundo está cambiando, Chile está cambiando, y eso por ningún lado puede ser malo. Lo nefasto es el miedo a las transformaciones, a la innovación, a la experimentación.

-“Noticias”…

-“Noticias” es una película utópica que expresa lo que nos gustaría ver en televisión entre 9 y 10 de la noche todos los días. Pero en el estado actual de cosas, sería imposible que en vez de una nota sobre el rating de la teleserie del canal, Amaro Gómez nos presentara una secuencia sin locución ni música sobre una sala de espera saturada en la Posta Central. Sería demasiado crudo y el horno no está para bollos.

TÍTULO: LA MUERTE DE PINOCHET

DIRECCIÓN: Bettina Perut, Iván Osnovikoff

FOTOGRAFÍA: Pablo Valdés

CON LA PARTICIPACIÓN DE: Juan González, Otilia Carrillo, Manuel Castro, Manuel Carrillo

CALIFICACIÓN: Todo Espectador

DURACIÓN: 70 minutos

SINOPSIS: Un retrato de cuatro vidas alteradas con una noticia: Augusto Pinochet ha muerto. Un fan, una víctima, una casualidad… y el Viejo Pascuero.

Contactos: perutosnovikoff.com / Facebook: La Muerte de Pinochet / mail: [email protected]

Por Pía Sommer

Cultivos Chilenos, suplemento arte & cultura

El Ciudadano Nº109, primera quincena septiembre 2011

La Muerte de Pinochet (Trailer 1) from Perut + Osnovikoff on Vimeo.