Pilota Tatiana Calderón: «Necesitamos referentes femeninos, pero no los hay en las categorías superiores»

La joven colombiana, corredora de Formula 1, relata su experiencia en este deporte y asegura que al haber una máquina por medio, no depende tanto de la fuerza física y por lo tanto no requiere una categoría femenina

Pilota Tatiana Calderón: «Necesitamos referentes femeninos, pero no los hay en las categorías superiores»

Autor: Sofia Belandria

La Fórmula 1 no destaca por ser el deporte más inclusivo. La presencia de la mujer escasea en los puestos directivos de las escuderías, en los talleres…y mucho más en los monoplazas. A lo largo de la historia, tan solo doce han tenido la oportunidad de pilotar uno de estos. Entre ellas, Tatiana Calderón.

La joven colombiana, nacida hace 26 años en Bogotá, tiene la pole del pilotaje femenino. Inmersa en el mundo de la competición, Calderón combina las carreras con su puesto de piloto de desarrollo para Alfa Romeo Racing, con los que lleva ya 4 años. Precisamente, de la mano de esta escudería, hace dos años llamada Sauber, la bogotana se subió por primera vez a un Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez de México.

«Fue algo indescriptible, espectacular…más de lo que alguna vez imagine. La aceleración, los frenos, el paso por curvas…es algo increíble. Llevaba 15 años soñando y preparándome para ese gran día y fue muy especial. Solo hay una primera vez, estaba con mi familia y fue muy especial», explicó para Sputnik Mundo Tatiana Calderón.

Su primera vuelta en un Fórmula 1 fue en 2018, aunque la velocidad corre por sus venas desde muy pequeña. Su hermana se la inyectó cuando la llevó por primera vez a una pista de alquiler de karts de su ciudad natal. Empezó con un turno de cinco minutos y acabó yendo todas las noches al circuito después de la escuela y levantándose de la cama cada vez que corría el piloto colombiano de Fórmula 1, Juan Pablo Montoya. «Siempre me han gustado muchos los deportes. He practicado fútbol, equitación, tenis, golf…pero cuando probé los karts fue algo especial. Me enamoré de la velocidad y la adrenalina. Sabía que era lo que quería hacer, ya que daba emoción a mi vida», comentó la piloto.

Tal era su pasión que sus padres acabaron comprando un kart para que pudiera competir en Colombia. Allí, Calderón destacó y fue varias veces campeona nacional de karting, categoría creada, precisamente, por Pablo Montoya, padre del mítico corredor latinoamericano. De ahí saltó a Estados Unidos y Europa y más adelante a la Fórmula 3. Madrid sería la primera ciudad donde se sentaría en un bólido.»Madrid fue la primera ciudad a la que llegué. Justo con el equipo de Emilio de Villota, junto a María —piloto española que consiguió subirse también a un Fórmula 1 —. El equipo de María me acogió como si fuera mi familia», aseguró la colombiana.

Su buen hacer en la Fórmula 3 llevaría a Calderón a convertirse en piloto de desarrollo de Fórmula 1, pero también a crecer competitivamente. La bogotana no ha dejado de correr desde que probó el asfalto y el año pasado se puso al volante, por primera vez, de un Fórmula 2. Calderón sería la primera mujer en disputar el mundial de la antesala de la Fórmula 1, en el que no tendría los mejores resultados.

» Hay pilotos con mucha experiencia, casi todos con un link a la F1. Fue un año muy duro y no tuve los resultados que me hubiese gustado tener. Tuve problemas con el equipo, con el ingeniero que renunció días antes de la primera prueba… y cuando no estás del todo cómoda en un campeonato tan competitivo, los resultados no llegan», aseveró la corredora latinoamericana, quien también reconoce que fue una gran experiencia.

Por falta de presupuesto, este año probará suerte en la Super Fórmula Japonesa, lo que le permitirá «tener el pie dentro de los monoplazas». Según ella, esta competición es «más dura que la Fórmula 2 y sus coches son los más cercanos a la Fórmula 1», aunque no abandona la esperanza de volver a la anterior categoría: «Aunque es una gran oportunidad, sinceramente, me hubiera encantado estar un año más en la Fórmula 2, porque en el primero se aprende y el segundo se demuestra».

No obstante, antes de irse a Japón, Tatiana Calderón decidió dar otro salto más, aunque este fue de disciplina. La colombiana participó en las 24 horas de Daytona junto a otras tres corredoras. «Aprendes a compartir el coche, mejoras tu resistencia, tu compromiso…Tienes que estar atenta todo el rato, pero te enriquece mucho», dijo la colombiana.

Si en algún momento volverá a realizar un cambio así, no lo sabe, aunque tampoco se cierra puertas. Eso sí, de momento se centra en la Fórmula 1.

«Reconozco el inmenso prestigio de carreras como las 500 de Indianápolis, aunque, de momento, no. A mi familia no le gustan los óvalos, así que lo dejaremos para más adelante (ríe). Eso sí, me veo antes en las 500 que en un Dakar. Pero, no descarto nada, porque lo que me gusta es estar encima de un coche. Me voy a centrar en la Fórmula 1, pero tengo 26 años y me queda mucho por delante. Ojalá haya muchos desafíos en el futuro», comentó Calderón.

 Una corredora en un deporte masculinizado

Entre las opciones que podría haber elegido Calderón para 2020 estaba la segunda edición de la W Series, categoría solo para mujeres de Fórmula 3. Una competición aplaudida por dar visibilidad a las pilotos, pero también criticada por apartarlas de la competición central. La colombiana es de la segunda opinión y no cree en un mundial femenino de Fórmula 1, porque cree que hombres y mujeres pueden competir juntos.

«Es uno de los pocos deportes en los que podemos competir más a mano y no veo la necesidad de que haya una categoría femenina. Siempre quiero competir con los mejores, independientemente del género, precisamente porque hay una máquina por medio y no depende tanto de la fuerza física», explicó Calderón.

La piloto de desarrollo de Alfa Romeo Racing es una de las pocas mujeres que ha manejado un Fórmula 1 y, hasta la fecha, la única latinoamericana. Nombres como Lella Lombardi, Maria Teresa de Filipis o María de Villota son poco conocidos, ocultos ante una lista interminable de hombres. Para Calderón, la falta de referentes es clave en la masculinización del automovilismo: » Necesitas a un Montoya, un Alonso, un Hamilton…Necesitamos referentes femeninos, pero no los hay en las categorías superiores. Las niñas no saben que el automovilismo es una opción para ellas».

Ella misma reconoció que recibe cartas de muchas niñas que quieren ser como ella, lo que para ella «es muy gratificante» y le anima a seguir luchando para que más mujeres tengan la oportunidad de subirse a un bólido. Y es que conseguir oportunidades no es fácil para las pilotos que lo intentan.

«Que no haya habido ninguna mujer en categorías altas hace que tengas que demostrar constantemente tu valía a los jefes de equipo. A veces, antes de probarte, no quieren darte esa oportunidad. Yo las he tenido y con mi trabajo he demostrado que puedo ser competitiva y por eso me mantengo. Si creo que es un poco más difícil para nosotras ganarnos estas oportunidades de poder estar en equipos importantes», afirmó la colombiana.

Tatiana Calderón comentaba que «ojalá tenga muchos desafíos en el futuro». Más allá de volver a la Fórmula 2 o participar en las 500 de Indianápolis o el Dakar, la colombiana tiene su mayor reto en pilotar un Fórmula 1 en primera línea junto a competidores como Lewis Hamilton o Sebastian Vettel. Y, ahora mismos, es la mejor posicionada en la carrera para conseguir que el automovilismo deje estar considerado un deporte de hombres.

Cortesía de Alejandro Cuevas Vidal Sputnik


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