«Acusaciones son acusaciones, lo que hay que hacer es demostrar los hechos y probarlos», afirma Juan Carlos Bermejo, miembro de Ciudadanos, en entrevista. Bermejo habló de la rapidez con la que algunos medios se apresuraron a juzgar a Rusia sobre la supuesta presencia de espías rusos en Barcelona días antes del referéndum de 2017.
Acabamos de ver una campaña mediática sobre un supuesto espía que se trasladó a Barcelona días antes del referéndum y ahora hablan de un grupo militar de élite que tendría como objetivo desestabilizar Europa. ¿Qué opina de todas estas noticias?
Yo, honestamente, tengo que decir que no hay ninguna razón objetiva por la que Rusia quiera hacer daño a España. Rusia y España son naciones hermanas.
Siempre se han caracterizado a lo largo de la historia por ser naciones que han contenido el radicalismo, compartimos la cultura cristiana. Y, además, incluso hay un movimiento en España de intelectuales que persigue lo que era el sueño de Dostoyevski, que era una Europa que empezara en Lisboa y terminara en Vladivostok. Y eso sería realmente Europa.
No puedo concebir que Rusia haya hecho tal cosa, eso es una falsedad. De hecho, el propio jefe de Estado ruso que no quiere ver a ningún Estado europeo desmembrado.
Hay muchísimos ciudadanos rusos que viven en España, dudo que todas esas personas quieran provocar la ruina, que es al fin y al cabo lo que sería la independencia de Cataluña. Sería una ruina para España, para Europa y también para estos ciudadanos rusos que aman nuestro país.
Es una cortina de humo esto de querer poner otra vez a Rusia como culpable de algo y no es cierto.
Con relación al espía ruso, más bien me inclino a pensar que es una maniobra más de ese genio de George Soros, quien tiene el objetivo de destruir a Europa, por el odio que le tiene.
Hay, además, pruebas evidentes de que ha financiado el golpe de Estado en Cataluña con sus organizaciones, con sus ONG’s, financiando la sociedad diplomática de la Generalitat y sus medios de comunicación globales, que han dado a bombo y platillo a toda esa injusticia que sufren supuestamente los independentistas catalanes.
Los medios de comunicación lanzaron acusaciones contra Rusia sin tener pruebas concretas y sin esperar los resultados de la investigación. ¿Por qué han sacado este titular precisamente ahora?
Hay muchos medios de comunicación en España y muchos periodistas que están a sueldo y tienen que decir lo que dicen. Durante la crisis económica, la mayoría de los medios de comunicación importantes entró en bancarrota. Fueron salvados por supuestos fondos de inversión y por capitales extranjeros que están influenciados por Soros.
Insisto, las acusaciones son acusaciones. Lo que hay que hacer es demostrar los hechos y probarlos.
Honestamente, desde mi punto de vista, no encuentro ni una sola razón por la que Rusia quiera perjudicar a España. Es más, estos mismos medios de comunicación deberían dar las gracias a Rusia, ha sido prácticamente la única que ha luchado y derrotado al Estado Islámico en Siria.
Y es muy fácil: pueden mandar a un corresponsal allí, a Alepo, y hablar con todos aquellos ciudadanos cristianos y familiares de los que han sido masacrados y que les expliquen cómo, gracias a la intervención rusa, esa ciudad ha podido ser liberada como toda Siria. Insisto, esto a lo mejor tendrían que publicar los medios y estar agradecidos. Cosas que, lamentablemente, Europa no ha hecho.
A nosotros nos preocupa mucho la llegada de los inmigrantes. Gracias a este tipo de intervenciones se reduce también este tipo de riesgos, porque dentro de esas masas de inmigrantes pueden haber personas que luego pueden producir atentados o radicalizar a sectores.
También vemos la islamización de Europa. Hay que ser muy contundentes en las actuaciones y las fronteras son sagradas. Es algo que en Europa no ha dejado muy claro. A Europa lo único que le une es la cultura cristiana y Rusia lo que siempre ha querido, en mi opinión, es utilizar este punto en común para hacer una Europa más fuerte.
No es el primer caso en el que a Rusia se le acusa con el argumento de ‘altamente probable’, en vez de presentar pruebas reales. Un ejemplo de esto es el caso de Skripal, entre muchos otros. Ahora, regresando a Cataluña, ahora hablan de un grupo militar y sus posibles acciones desestabilizadores en la región. ¿Pero cuál fue el detonante real de la crisis catalana?
Si uno analiza la evolución del independentismo en Cataluña, podemos ver que siempre tiene unos picos en épocas de inestabilidad. Principalmente inestabilidad política y económica. Antes de la crisis, los niveles de independentismo en Cataluña eran relativamente bajos.
De hecho, en el Parlamento español, partidos como Esquerra Republicana de Catalunya tenían dos o tres diputados, hoy ERC tiene 13. Por lo tanto, lo que ocurrió es que la crisis económica en el 2007 también alentó el discurso populista. Al fin y al cabo, el independentismo es populismo, es hablar de las «injusticias», supuestas injusticias. Y eso incrementó el deseo de «oye, si en Madrid no saben resolver los problemas, pues entonces preferimos resolverlos por nuestro lado», que tiene sentido.
También es cierto que en Madrid ha habido muchos faltos de moral gobernando durante estos años, que han pensado más para sus adentros que en el resto de la población. Y, además, precisamente estas personas que han gobernado en Madrid han estado compensados con estos nacionalistas catalanes que siempre han condicionado las políticas en España.
Somos culpables de haber permitido que en las escuelas los independentistas hayan adoctrinado a los niños desde hace muchos años, porque al ceder las competencias de educación, lógicamente esos docentes han ido obedeciendo unas doctrinas independentistas, que al fin y al cabo, son los que les pagaban el sueldo.
Cortesía de Sputnik