Politólogo Alex Lanz: «La única forma de que Carlos Lanz salga de la casa es con alguien conocido»

El hijo del reconocido militante de izquierda venezolano relata las extrañas circunstancias que rodean su desaparición

Politólogo Alex Lanz: «La única forma de que Carlos Lanz salga de la casa es con alguien conocido»

Autor: Sofia Belandria

Carlos Lanz, histórico militante venezolano, experto en guerras no convencionales, lleva desaparecido desde el 8 de agosto. Las hipótesis apuntan a un motivo político como parte de la agresión que vive el país. Su búsqueda se ha transformado en un pedido colectivo. Alex Lanz, su hijo, dialogó al respecto.

¿Dónde está Carlos Lanz? La pregunta comenzó a repetirse en Venezuela y más allá de las fronteras en las últimas semanas. Carlos Lanz, histórico militante de izquierda, de 76 años, desapareció el sábado 8 de agosto y desde entonces no se ha tenido noticias de su posible paradero.

La alarma acerca de su desaparición comenzó desde los primeros momentos en que no se supo de él. Que alguien se ausente de su casa sin avisar puede ser normal, pero no en el caso de Lanz, con «rutinas de exguerrillero», como explica su hijo Alex Lanz, quien ha venido hablando con los medios en nombre de la familia desde la desaparición de su padre.

«La única forma de que Carlos Lanz salga de la casa es con alguien conocido», cuenta. «Incluso en situaciones tan agudas como el 4 de febrero de 1992 [el levantamiento encabezado por Hugo Chávez] él dejaba una seña en la casa».

Ese sábado 8 en la mañana, en la ciudad de Maracay, su esposa había salido temprano y, según las investigaciones, su computadora estuvo conectada a internet hasta las 11:00. Cuando su hija se levantó, cerca de las 11:15, Lanz ya no estaba. No había dejado señal, ni aviso. Las alarmas se prendieron enseguida, llamaron a «la agenda completa del teléfono» y nada.

A la mañana siguiente se presentaron en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) a poner la denuncia. Alex tuiteó: «Buenos días, les pido una especie de servicio público. Desde hace al menos 24 horas mi padre Carlos Lanz se encuentra desaparecido. Algo extraño para quienes los conocen. Mis familiares y amigos están buscándolo desde hace unas horas. Esperemos que sea una confusión».

Repasaron todas las hipótesis: Lanz era un hombre mayor y lúcido. «Ojalá tuviera la capacidad intelectual de papá en este momento, estaba terminando un compilado de varios artículos que había escrito con varias personas». Tampoco fue hampa, «si fue víctima y le pegaron tres tiros hubiera aparecido el cuerpo». ¿Secuestro? «No tiene nada para que puedas pedir un intercambio por él».

Carlos Lanz desapareció el 8 de agosto de su casa y desde entonces no se sabe nada. «Hablo de una extraña desaparición porque no hay indicios todavía para decir por ahora quién fue, quién lo tiene».

Una historia larga

La vida de Carlos Lanz recorre parte de la historia de la izquierda en Venezuela. A inicios de la década del 60 se incorporó a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, se internó en las montañas, utilizó seudónimos, como Frank Sánchez y Carlos Zárraga, fue detenido, herido por la policía, y cumplió con una pena de prisión entre 1970 y 1974.

A su salida mantuvo sus actividades políticas. Luego de romper con su antigua organización, siguió su participación en diferentes acciones y fue nuevamente detenido en 1977, inculpado por el secuestro de Frank Niehous, empresario estadounidense de la Owen Illinois. En esa operación también participó Jorge Rodríguez, padre del actual ministro Jorge Rodríguez y de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien fue torturado y asesinado por los servicios de inteligencia.

Carlos Lanz, a la derecha, junto a su hermano Rigoberto Lanz, conocido intelectual ya fallecido
FOTO : GENTILEZA ALEX LANZ Carlos Lanz, a la derecha, junto a su hermano Rigoberto Lanz, conocido intelectual ya fallecido

Carlos Lanz estuvo entonces ocho años preso. Salió en 1985 «por pedido del Papa, en el marco de su primera visita a Venezuela», y continuó en diferentes actividades, espacios de organización, uniéndose como una parte de su generación —otra en cambio dio la espalda—, al movimiento que dio lugar a la revolución bolivariana encabezada por Chávez.

Fue parte del proceso que elaboró la nueva Constitución de 1999. Su participación se centró en la dimensión educativa, y se mantuvo desde entonces involucrado con los movimientos pedagógicos. «Nunca ha dejado de trabajar la línea de cambios pedagógicos, cambios de paradigma en la educación, educación para la vida y la libertad», cuenta Alex.

Esa línea de trabajo fue una constante. A la par se centró en otro asunto estratégico: «Carlos escribe y teoriza sobre modalidades de asedio contra Venezuela». Las hipótesis acerca de su desaparición se relacionan con esto último.

Razones

Lanz, quien es también sociólogo, tiene dos características centrales: entiende el asedio que enfrenta Venezuela y lo explica públicamente. En septiembre del 2019, por ejemplo, estuvo en el canal estatal VTV entrevistado por el periodista Walter Martínez para disertar sobre el tipo de agresión que se vive en el país.

«La guerra no convencional es un conflicto entre fuerzas irregulares, que no respeta límites, no tiene fronteras, no tiene líneas de batalla, viola toda la ética de la guerra, no respeta códigos militares ni convenciones, borra la frontera entre la paz y la frontera, lo político y lo militar», explicó entonces.

Venezuela enfrenta, según su caracterización, una «guerra proxy«, que es una de las modalidades de la guerra no convencional. Esa modalidad es la de «una guerra terciarizada, donde se evade el enfrentamiento directo entre dos ejércitos regulares, y para ello se emplean terceras fuerzas sustitutas, como paramilitares, narcotraficantes, comandos especiales».

Las publicaciones de Lanz son insumos centrales para comprender lo que se vive: cómo funcionan las operaciones psicológicas —»herramientas para multiplicar la conflictividad y el cuadro de ingobernabilidad»—; la «estrategia de amplio espectro» es decir de ataque integral, y tácticas como la negación plausible: «hacen una guerra, y si lo pillan en las operaciones encubiertas dicen ‘yo no fui'».

Uno de los ejemplos recientes de este tipo de acciones fue la Operación Gedeón, ocurrida en mayo de este año. «Lo de Gedeón fue lo que estaba planteando, pareciera que está hablando después de esa operación y resulta que fue un año antes», afirma Alex.

La Operación Gedeón fue una trama de la cual participaron públicamente la contratista militar estadounidense Silvercorp, desertores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, políticos venezolanos y, según denunció el Gobierno venezolano, estuvieron involucrados narcotraficantes, la DEA, la administración de Donald Trump y el Gobierno colombiano.

Los actores políticos negaron su participación, apelaron a la «negación plausible» descrita por Lanz. La desaparición de Lanz sucedió justamente un día después de que el fiscal general, Tareck William Saab, anunciara la condena a veinte años de prisión a los dos mercenarios estadounidenses capturados en la Operación Gedeón, Luke Denman y Airan Berry.

«Esas casualidades a veces no existen, a veces es verdad, otra casualidad, un día después de la sentencia, creo que no está divorciado, ni de lo que ha pasado y lo que puede venir a continuación», afirma Alex.

La búsqueda

«No ha habido destiempo, el mismo día de la desaparición tanto el Ministerio Público como el CICPC se abocaron a la búsqueda», sostiene Alex. El fiscal general escribió en su cuenta de Twitter al respecto el 20 de agosto, explicando lo avanzado hasta ese momento. «Lo que hace el fiscal es reafirmar lo que se estaba haciendo, somos testigos que se está haciendo».

«La respuesta del Estado con respecto a la desaparición de papá ha sido idónea», afirma entonces Alex Lanz.

Por el momento no hay rastros del paradero. Solo las hipótesis: «Está muy ligado a lo que sucede ahorita en Venezuela, no veo el divorcio entre llevarse, desaparecer una figura simbólica como Lanz y una situación donde los mismos gringos han dicho que vienen cosas más delicadas incluso que la Operación Gedeón. No está divorciado de operaciones paramilitares».

¿Para qué lo habrían desaparecido? «Esa es nuestra gran duda, es posible que haya visto más allá de cosas que se podían ver, en el sentido de descubrimiento de nuevas conspiraciones, y si no tienen al que va a dar la alerta se les hace más fácil».

La desaparición de Carlos Lanz, pasadas ya más de dos semanas, sigue por ahora sin esclarecerse. Las hipótesis apuntan hacia la misma dirección en un momento de agudización de las amenazas sobre Venezuela.

Los mensajes de solidaridad y apoyo continúan multiplicándose por parte de movimientos, dirigentes políticos, artistas. «Nos sentimos orgullosos de esa solidaridad, abrumados, nos parte el alma porque no está el viejo, nos llena de compromiso, no hallamos la forma de agradecerle a todos», dice Alex Lanz.

Cortesía de Marco Teruggi Sputnik

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