El Gobierno venezolano utilizará la fisura que existe dentro de la oposición para fijar una ruta electoral, que conlleve a la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), de cara a los comicios parlamentarios de este año, señaló el politólogo Walter Ortiz.
«Evidentemente los factores de la revolución bolivariana, del Gobierno venezolano aprovechan esa fisura interna de la oposición para lograr en estos momentos un cambio en la directiva de la Asamblea Nacional, que ayude o que posibilite la estrategia de enrutamiento electoral, que parece que es a donde vamos encaminados», expresó Ortiz.
En septiembre de 2019, el Gobierno y un sector de la oposición instalaron una Mesa de Diálogo Nacional, en la que aprobaron seis acuerdos, siendo uno de estos la conformación de un nuevo CNE.
El analista consideró que la estrategia del Ejecutivo, por medio de los diputados del gobernante Partido Socialista Unido (PSUV), de votar por la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional conformada también por opositores, tiene como objetivo lograr la designación del organismo comicial, situación que con Juan Guaidó al frente del parlamento se hacía «cuesta arriba».
«Dentro de la estrategia del Gobierno está el hecho de que la presencia de Guaidó en la presidencia de la Asamblea Nacional, era el sostenimiento abierto y claro del mismo proyecto que trataron de imponer al país durante el año 2019, tal vez con esta directiva están viendo la posibilidad de construir una hoja de ruta electoral que comience con la conclusión del tema del Consejo Nacional Electoral», expuso.
El 5 de enero se realizó la elección de la junta directiva del parlamento como establecen las leyes de esa nación sudamericana.
El diputado opositor Luis Parra se juramentó como nuevo presidente de la Asamblea Nacional en sustitución de Guaidó, quien no se presentó a la sesión porque supuestamente la Guardia Nacional Bolivariana impidió su ingreso.
Para el especialista la fisura en la oposición «ha llegado a tal nivel que han perdido hasta ese espacio», pues dijo que «no tienen un control claro y es lo que está generando las fricciones actuales».
Aunque se había juramentado Parra como presidente del parlamento, Guaidó conformó otra junta directiva a su cargo, y se nombró como titular de ese órgano legislativo.
A juicio de Ortiz, el apoyo del Gobierno a la nueva junta del parlamento obedece a la intención de que Guaidó esté fuera de la directiva de la Asamblea Nacional.
«No tengo ninguna duda de que cuando el Partido Socialista Unido de Venezuela coloca sus votos para juntarlos con ese grupo de diputados y hacer esa mayoría, y eligen esa directiva, tienen como primera línea de trabajo evitar que Guaidó esté al frente de la Asamblea Nacional», acotó.
El analista manifestó que la fisura dentro de la oposición se incrementó con el fracaso de intento de golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro, el 30 de abril de 2019.
Maduro reconoció a la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional, y aseguró que esperan continuar con la Mesa de Diálogo Nacional entre su Gobierno y un sector de la oposición, para nombrar un CNE, para los comicios parlamentarios de este año.
Por su parte, Estados Unidos y otros países desconocieron esa elección y la calificaron como un «golpe» en el parlamento venezolano, y esta opinión fue interpretada como una injerencia por el Gobierno venezolano.
Guaidó se autoproclamó como presidente interino de Venezuela en enero de 2019 tras desconocer el mandato de Maduro para el período 2019-2025, y recibió el respaldo de 53 países.
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