El filósofo español, Doctor en Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, Vicente Serrano Marín, actualmente es docente y Director del Instituto de Filosofía y Estudios Educaciones y de la Escuela de Graduados de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile en Valdivia.
El pasado 28 de octubre de 2015, en la Asamblea General Ordinaria de Socios, realizada en el Auditorio de la Biblioteca de Santiago, fue elegido como el presidente de la Asociación Chilena de Filosofía (ACHIF), asumiendo una serie de objetivos para el buen funcionamiento de la institución.
El Dr. Serrano en el contexto de sus investigaciones, realizó un estudio en 2011 llamado “Periodismo ciudadano, espacio público y sociedad de la información”, en el cual de acuerdo a la era digital, se construye, crea y levanta información, pero resaltaba la interrogante de ¿hasta qué punto esto se constituía como un periodismo ciudadano?
En una conversación con El Ciudadano, el académico explicó que de acuerdo a un carácter de ciudadanía, en una democracia participativa, es importante construir opinión pública en distintos formatos y plataformas, modificando en ese sentido la agenda setting de los medios tradicionales que controlaban la pauta nacional.
-¿Cómo visualizamos la participación de las personas en la generación de temas de acuerdo al periodismo digital?
-Al final la principal manifestación se reduce a los comentarios de acuerdo a las noticias, que pueden ser interesantes, pero dependen siempre de la calidad de la información, de los titulares, de la censura y la moderación, y en último término de los medios de siempre, que han sabido apropiarse de ello.
-¿Cuál vendría siendo la participación de las denominadas “redes sociales”?
Las redes sociales han desplazado a los blogs iniciales y comparten el medio digital abierto a todo público, ponen en contacto las informaciones y tienen la capacidad de convocar. En principio parecen una forma de resistencia ante poderes políticos, económicos y sociales, sobre todo por su poder de convocatoria para constituir multitudes. Sin embargo, esa resistencia no deja de ser una ilusión.
Se comprobó en la llamada primavera árabe y en el 15 M en España, pues ambos no dejan de haber fracasado, el primero porque la esperanza se ha convertido en cruentas guerras internas o dictaduras, la segunda porque el movimiento ha sido reconducido hacia un partido de corte tradicional, centralizado y leninista, como Podemos, por cierto muy apoyado, pero en el dispositivo de las redes sociales.
Ahora bien, en enero de 2016, se produjo en Chile una nueva colusión, esta vez, de las cadenas de supermercados SMU, Cencosud y Walmart, la que afortunadamente no pasó desapercibida para la población. Como respuesta al gran robo, consumidores se articularon a través de las redes sociales para boicotear y generar así un “apagón de consumo”.
La protesta pacífica ciudadana se observa como un hito para consumidores, ya que supermercados habrían cuantificado en un 5% de perdidas producto de cajas, estacionamientos y pasillos totalmente vacíos en distintas regiones del país.
De acuerdo a esto, el filósofo español, se refiere al actuar de las personas de acuerdo a una capacidad de movilización instantánea, ya que en poco tiempo, se movilizaron muchas personas.
También se permitió cuestionar lo ocurrido como un consumidor más de los supermercados. “La ciudadanía defiende sus derechos, pero el capitalismo siempre ha funcionado y las redes sociales no lo cambiarán. Un 5% de pérdidas no es mucho y la red social en sí ya es una mercancía, muy útil por cierto a la expansión de un modo de pensar que es inseparable del capitalismo”.
-¿Entonces cómo podríamos definir a las redes sociales?
Es un mero espejismo de la libertad, es la ironía del dispositivo como lo diría el filósofo francés Michel Foucault… La gente cree que se expresa y que es más libre, pero inmediatamente la vida queda inserta en una fábrica de intimidad, una ilusión. Con esto no quiero decir que las redes sociales como herramientas para la comunicación y difusión de contenidos relevantes sean malas, pero ¿cuál es el precio que se debe pagar ante el acto aparentemente inocente de abrir una “cuenta”? Y subrayo ese término “cuenta” que es el mismo que usan los bancos para el depósito y la administración del dinero, solo que en este caso afecta a la intimidad y a la propia vida.
-¿Qué opina entonces, de lo declarado por el escritor y filósofo Umberto Eco, al decir “las redes sociales le dan la palabra a legiones de idiotas”?
El idiota es el dispositivo; la forma, no quien la utiliza. No creo adecuado hacer esos juicios de las personas. Tampoco es tanto lo que hace la gente, ya que a veces la calidad de la información es mala y se genera un «ruido» en lugar de sonido. Pero las redes añaden un problema adiciona.
-Volvamos entonces al dispositivo, ¿qué opina de Facebook?
-Hay dos palabras claves de Facebook sobre las que hay que reflexionar: la biografía y la amistad. De acuerdo a los géneros literarios, el concepto de “biografía”, se refiere a la trayectoria de una persona a través del tiempo de vida, e incluso su realización depende ya de un carácter póstumo. Eso se banaliza, es decir, ‘me doy una ducha, voy a la playa’, eso va quedando en la biografía, pero al banalizar tu biografía también se banaliza la propia vida, lo que es valioso y lo que no lo es.
Respecto de la amistad, para los clásicos del pensamiento, Aristóteles o Epicuro, por ejemplo, la amistad era decisiva para una buena vida. En la Biblia también era mencionada como un tesoro, pero ¿qué es la amistad de Facebook? ¿En qué se ha convertido el afecto básico? En acumulación “capitalista” de contactos y de me gusta como signo que vincule y en el rechazo del no me gusta por parte la red porque de lo contrario se disolvería como red. Pero la amistad no es el me gusta ni se acumula como las cuentas, ni mezcla intereses o simple exhibicionismo. Es algo más profundo y delicado.
Considero esto como una falsedad cargada de narcisismo y exhibicionismo, una idea de libertad que no es tal, por eso lo llamo Fraudebook, como un dispositivo de control más del capitalismo y su afán por la mercancía, en este caso de la propia afectividad y la intimidad.
Facebook es gratis y siempre lo será, se dice en la página, pero no se dice por qué. No se dice porque es gratis convertirse en productor sin salario de una gran fábrica que se enriquece de la intimidad de la gente y las personas, solo a cambio de poder comunicarse. Por eso aunque en apariencia sirva para movilizarse, incluso contra el capital, su uso como dispositivo te lleva interiorizarlo y convertirte en productor no consciente de esa fábrica de intimidades, es decir, el mismo capital.
Por Francisca Arriagada.
El Ciudadano