Esta es la segunda vez que entrevisto a Cármen Villalba, prisionera política comunista epepista (por el Ejército del Pueblo Paraguayo) que hace 17 años que se encuentra encarcelada. En esta ocasión quise llegar a ella después de haber escuchado un audio doloroso, salido de sus entrañas, después que el régimen paraguayo asesinara a sus dos sobrinas, las niñas argentinas de 11 añitos, María Carmen y Lilian Mariana, a las que torturara y posteriormente fusilara el ejército adoctrinado por represores colombianos.
Pero además, confieso que mi intención era indagar lo que ella opina (y no la verborragia amarilla de los medios hegemónicos) sobre las razones que la llevaron a militar por la causa del comunismo, pagando con creces las consecuencias de semejante decisión en un mundo surcado (y envilecido) por el capitalismo. Desde ese oscuro pozo de destrucción de cualquier ser humano, que son las prisiones, Cármen Villalba no se queja de su situación y señala que es parecida «al sufrimiento y penurias del diario vivir del obrero, campesino y nativo, a quienes toca padecer en una cárcel a cielo abierto”. A pesar de los pesares, sigue optimista en que algún día, los pueblos cantarán victoria.
-Quisiera que nos cuentes a que altura de tu vida tomaste conciencia y por qué, para iniciar tu militancia?
-A mis 13 años empecé a interpelarme sobre el porqué en mi casa faltaba comida y en la de mis amigas/os del barrio era igual. A pesar del duro trabajo de mi madre que hacía de todo, aún así, la comida no alcanzaba. Desde niños nos vimos obligados a salir a trabajar, las changas y los esfuerzos de mi madre, no alcanzaban. Mi hermano Osvaldo, se hizo carpintero desde los 7 años. La negación de derechos, la pobreza, son elementos que inducen a un espíritu insumiso a indagar, a buscar respuestas, predispone a una conciencia crítica, aunque no es el único hecho determinante para dar el salto a la praxis.
Como dice José Saramago en La caverna, «la gente no es una cosa que se deja en un sitio y allí se queda, una persona se mueve, piensa, pregunta, duda, investiga, quiere saber y si es verdad que, forzada por el hábito de la conformidad acaba, sometido/a, no se crea que el sometimiento en todos los casos, es para siempre». Somos, aparte de sujetos de un hacer, sujetos de un pensar.
Crecí en un barrio muy pobre de Concepción, a orillas del río Paraguay entre pescadores y carpinteros. La combinación del ambiente político, crítico y la pobreza me remontó hacia posiciones revolucionarias, con el tiempo esto maduró y se erigió como forma de pensar y vivir.
En el entramado del sujeto político revolucionario, el eje rector y orientador de mis primeros pasos, lo ejerció mi hermano mayor, que para el ambiente provinciano era políticamente crítico, y también influyeron unos religiosos franceses, hermanitos de Jesús. Profesos de la Teología de la Liberación, encarnaban con coherencia sus prédicas, vivían su fe junto a los obreros ribereños como trabajadores fabricantes de ladrillos y tejas. Vivían de su salario, alejados del ambiente acomodado y cínico de la Conferencia Episcopal Paraguaya y la jerarquía católica, quienes su voto de pobreza llevan solo en la boca.
Nunca olvido a esa hermosa comunidad de religiosos, vivían en una casita en el barrio obrero de Concepción, no tenían muebles, usaban butacas rústicas para la visita, y ellos sentados en unas almohadas en el piso para impartir las clases de formación y reflexión politica, al cual asistía con religiosa puntualidad. Con ellos tuve mis primeros contactos con la ciencia proletaria, el marxismo-leninismo. Aquellos encuentros memorables de adolescente, marcó para siempre mi vida y mi pensamiento politico. Tengo mucho que agradecer a aquel ambiente solidario, de ideas críticas y a mi madre que me dejó crecer con un pensamiento crítico y libre, aunque no estuviese de acuerdo.
La ideología
-En el ámbito de militancia en que te has movido, aparte de identificarse con el marxismo-leninismo, se reivindica a Gaspar Rodríguez de Francia. ¿Cuál es el motivo de esta definición?
-En mi ciudad natal Concepcion hice mis primeros pasos de militancia en la lucha estudiantil, en mi colegio, en la creación de centro de estudiantes. En esos espacios tomé contacto con lo que después sería mi primera experiencia política dentro de un Partido de izquierda. Mi carácter vehemente y el entusiasmo suscitado por militar en una organización revolucionaria, me hizo abandonar el colegio, ni bien termine mis exámenes del quinto curso.
En 1991 me embarqué en una travesía desconocida, migrar a la capital, donde a la semana de mi llegada, conseguí un trabajo, me instalé en un lugar, y a la segunda semana me incorporaba en aquel entonces a la Corriente Patria Libre. Luego de un año de militancia política desarrollados en dos departamentos del interior, el partido me integró a la célula clandestina que venía preparando. Varios compañeros, cargamos sobre nuestras espaldas con convencimiento y responsabilidad, el mandato del partido. Sabíamos que aquello conlleva riesgos, pero eso no amilanó nuestra disposición de lucha. Al trabajar en la formación de estructuras clandestinas y resolver el problema financiero, surge el secuestro de María Edith de Debernardi, nuera del ex hombre fuerte y ministro de hacienda de Stroessner. De ahí mi prisión y sentencia de 18 años, que cumplo íntegramente el año que viene.
La lucha pasó a ser la razón y el sentido de nuestras vidas, renunciamos a nuestras familias y a nuestro pasado, las condiciones de lucha futura exigía de entrega, una alta disciplina y compartimentación. Todos fuimos jóvenes que abrazamos la lucha revolucionaria. Esto, recreo aquí como sintesis de una parte de la historia de lucha de clases. En el 2001, la feroz contraofensiva de la burguesía y el Estado, halló a una dirigencia reformista, sobrepasada por los acontecimientos, indispuesta a sostener un proyecto político revolucionario que articuló y organizó, pero del cual terminó claudicando. Entonces, sobrevino el descalabro, la claudicación y liquidaron el Partido.
La plana mayor de Patria Libre, termina traicionando a sus compañeros presos, a cientos de cuadros y a la lucha revolucionaria paraguaya. Es necesario hacer las críticas y autocríticas, todos tenemos limitaciones, nadie es infalible, es hasta admisible la renuncia de quienes no están dispuestos a luchar, pero se impone quitarse el rótulo de revolucionario, y sobre todo, dejar de tirotear contra sus ex compañeros que esa misma dirigencia formó para luego abandonar. Hay muchas historias sobre experiencias de organizaciones que asumieron la lucha revolucionaria como método de lucha, en ella se hallan registros de la existencia de traidores en los cuadros medios y bajo, pero en Paraguay fue la plana mayor de la dirigencia quién traicionó y líquidó al partido.
El Partido Patria Libre, fue una organización política(1990/2004), definido marxista-leninista, en aquel momento se planteó construir una organización política revolucionaria de cuadros. El programa político de Patria Libre no se basaba en la colaboración de clases, sino en la lucha de clases.
El Partido tenía como objetivo estratégico la toma del poder, resolver las contradicciones de clase por la vía revolucionaria, para ello se fijó agudizar las contradicciones entre la oligarquía y la clase obrera. Desenmascarar a la plutocracia continuista de los personeros de la dictadura. Éstos venían de cambiarse de careta, de 35 años de dictadura, responsables de cientos de desaparecidos, asesinatos de opositores, torturados, todos impune, devenidos a demócratas, en un arreglo interburgues el 2 y 3 de febrero para seguir por otros 35 años más.
A esa maquinaria ideológica-política violenta, Patria Libre se propuso combatir. Aparte de la estrutura político-partidaria y trabajo de masas, organizó estructuras clandestinas y compartimentadas, cuyo órgano integré. Pusimos en marcha la construcción de órganos clandestinos para combinar todas las formas políticas de lucha, fiel a uno de los principios del marxismo » El marxismo se distingue de todas las formas primitivas del socialismo pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las inventa, sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por si mismas en el curso del movimiento»(Lenin).
Levantar la bandera de lucha revolucionaria en Paraguay y no asentarla sobre la historia de la Primera República radical de América (1811-1870) cuyo ideólogo político y gestor principal el Dr José Gastar R. de Francia, sería un extravió político. La historia del Paraguay no tenía parangón en esta parte del Río de Plata. A decir de Óscar Creydt: «Paraguay ha sido el único país de la América Latina que logró desarrollar la revolución separatista ininterrumpidamente hasta realizar un cambio de estructura por la vía del desenvolvimiento económico independiente», digno ejemplo a seguir sobre nuevos y superiores condiciones históricas.
-¿Piensas en iguales términos del Mariscal Francisco Solano López?
-Soy Lopizta, por su ejemplo heroico, no puedo decir que piense igual a López, sobre todo porque los contextos históricos son diferentes y López fue un demócrata liberal, yo soy comunista. Pero no hay mejor ejemplo en la historiografía paraguaya que los héroes de la patria, como el Dr. José G.de Francia y el Mariscal Francisco S. López. Desde la triple infamia, el Mariscal López se halla inserto en el corazón del pueblo, por su heroísmo y entrega por la Patria, digno representante de la burguesía revolucionaria en ascenso. López entregó su vida en defensa de la patria, muy alejado de la realidad actual, donde los políticos de turno entregan la patria en negocios de cúpulas.
-¿En tus planteos ideológicos entran también las ideas del Che y el guevarismo?
-Sin ninguna duda. Che, un intelectual y combatiente revolucionario marxista-leninista latinoamericano, su heregía política, la fuerza de sus ideas y práctica revolucionarias. Un revolucionario profundamente humano y consecuente, están muy presentes, y no como ídolo a quien se porta en remeras, prendedores o boinas, sino, – como decía Fidel -, en la búsqueda de configurar al modelo de hombre y mujer nuevos.
Che nos recuerda que la revolución no es palabra hueca y altísonante para llevar en la boca, sino, una nueva organización social, económica, cultural en ruptura con el capitalismo y su modelo alienante y deshumanizador erigido sobre la explotación del hombre por el hombre. Un estadio social superior del porvenir por el cual valen todos los esfuerzos y la pena luchar. Uno de sus principios muy potentes «el socialismo económico sin la moral comunista no me interesa»; nos invita a pensar sobre el ser comunista revolucionario.
-¿Qué piensas de las posibilidades de unir a futuro las luchas de los pueblos de la Patria Grande?
-La unidad y organización del proletariado internacional por encima de las fronteras físicas es el único camino viable para lograr resolver las contradicciones insalvables entre el capital y el trabajo, entre las burguesías y el proletariado. La clase obrera no posee nada en cuanto a recursos económicos, las leyes están creadas para perpetuar su opresión, no cuenta con poderosos medios hegemónicos de (in)comunicación, éstos que contaminan a diario la mente y conciencia de nuestros pueblos, insuflan y martillan sobre sus mentes la resignación, anunciando el carácter eterno de la democracia del capital. Pero, en contrapartida a todo esto, la clase obrera y campesina se tiene a si misma. Organizada y con conciencia de clase, puede constituirse en un poderoso sutnami capaz de romper el poder hegemónico capitalista agotado y decadente.
De ahí, la imperiosa necesidad de unidad del campo popular, de las fuerzas progresistas y revolucionarias tanto en Paraguay como con los pueblos de nuestra América ( por ser la que nos implica). La brutalidad de la sin razón del capitalismo- imperialista y las burguesías apátridas, que no escatiman esfuerzos ni recursos sean económicos, tecnológicos para eliminar toda iniciativa de lucha del pueblo pobre que busca mejores formas de vida y desarrollo, donde el capital no sea eje predominante, al dejar de funcionar los métodos persuasivos como la religión, es atacado a sangre y fuego.
Una pregunta personal pero relacionada con tu encierro involuntario: ¿Puedes leer en prisión? ¿Si tuvieras que nombrar algunos cuáles son los textos que más te han marcado a lo largo de los años?
-Puedo leer y trato de leer el mayor tiempo posible. En realidad son varios libros, su lectura es aleccionadora con su inestimable aporte, es como entrar en diálogo y escucha con grandes pensadores. Me gusta leer a los maestros del proletariado: Marx, Engels, Lenin, sobre todo, porque constituye el arma espiritual de la clase obrera, sistematizó la experiencia de lucha del proletariado mundial, por eso constituye el pensamiento más avanzado que la mente humana pudo plasmar, en el área filosófica, económico y social. El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Manuscritos económicos y filosóficos 1844, El Estado y la revolución de Lenin.
Las obras del filososo venezolano José Luis Silva Michelena conocido como Ludovico Silva, estudioso de Marx, su magnífica obra: Plusvalía ideológica, con una belleza léxica propio de un hábil literato. Y estudiar y comprender el método dialéctico, método potente y científico que nos ayuda a pensar el estado natural de las cosas, en sus tensiones y contradicciones en sus nexos y transiciones. Me enseña a entender que las crisis cíclicas, graves, suscitadas, no deben tomarse como catástrofes, sino, como intrínseco de la lucha de clases. Y éstas, enmarcadas en permanentes tensiones, unas veces disimuladas, encubiertas y otras veces franca y abierta. Estás tensiones son producidas igualmente en el pensamiento en la naturaleza y en la sociedad.
Paraguay: de la dictadura de Stroessner a la actualidad
-¿Desde que vos comenzaste a interesarte por la política has sentido que hubo algún gobierno que apostara por lo popular, que practicara una democracia de inclusión?
-Es difícil plantear una «democracia» de inclusión en estos 31 años de post dictadura, los medios hegemónicos llaman transición democrática, una transición dirigida al acomodo de cúpulas y clanes de una oligarquía corrupta. La burguesía paraguaya y el partido Colorado ni siquiera han desarrollo una economía capitalista en miniatura, esto pudo haber redituado en posibilidades laborales para el pueblo pobre. Pero el Paraguay tiene una economía informal y muy desigual, el pueblo busca trabajar en lo que encuentre para sobrevivir, esto implica empleos precarios sin un salario mínimo de base, sin seguros de IPS (Instituto de Previsión Social) ni jubilación.
La incertidumbre, la inseguridad social, laboral en la vida de los trabajadores es una constante en estos 31 años, donde la hábil y artera retórica de la democracia del capital de la supuesta puesta en vigencia de un Estado de derechos, aquí no corre ni como farsa. El Paraguay ha quedado rezagado, como país empobrecido, capitaneado por una corrupta, angurrienta, fascista y vendepatria clase dominante. Convertido en país productor de materias primas, ni siquiera lograron industrializar y aprovechar la energía de las represas hidroeléctricas existentes.
Su economía está basada en la explotación agroganadera, la producción agrícola extractivista, la especulación sobre la tierra, con una distribución inmensamente desigual, prolifera el monopolio de grandes latifundios sobre las mejores tierras, estos despojan al campesino de sus tierras, quienes se ven obligados a migrar a la ciudad formando los cinturones de pobreza de la capital y alrededores. Grandes latifundios expolian la tierra, contaminan los cauces hídricos, la agricultura capitalista con la implementación de fumigaciones desde aviones, envenenan comunidades campesinas destruyendo sus cultivos nativos para el consumo, o estos son expulsados de sus tierras asfixiados por el avance de la agricultura capitalista o amenazados por los ejércitos de matones privados instalados en las grandes estancias.
En el Paraguay convergen y disputan la agricultura capitalista y la pequeña agricultura familiar. Los grandes latifundios agroexportadores de comodities que ni siquiera pagan impuesto. Los políticos burgueses y los grandes burgueses aplican el principio: riqueza para nosotros represión y miseria para el pueblo obrero y campesino pobre. En el 2013 fue aprobado la ley (dicen que fue modificada en el 2020; no se sabe de su real modificación e implementacion) 5061/13 implementado para las operaciones de exportación de productos agropecuarios en estado natural y sus derivados, en ella estipula que la devolución del crédito fiscal será del 50% del IVA (Impuesto al valor Agregado).
-El stronismo se murió con la muerte del dictador o piensas que ha habido continuismo?
-El Stronismo significó una de las dictaduras más largas de nuestra América, una plutocracia militar sostenida por el Partido Colorado-fuerzas armadas, cuyos crímenes hasta hoy siguen impune. De ahí la definición de continuismo, porque no hubo ruptura en la práctica de implementación sistemática de una corrupción sistémica. No hubo desmonte de su estructura represiva y criminal, no cambiaron ni los apellidos, sigue muy vigente la cultura autoritaria y fascista de personajes dantescos, profesionales de la transa, la manipulación, las prebendas que gustan decir que el Partido Colorado es «grande» por su capacidad de acomodarse a nuevos tiempos. Antes del 89 estuvieron los padres y abuelos de los actuales senadores, diputados, funcionarios judiciales, jueces y fiscales. Se habla de libertad de expresión, siempre y cuando no afecte el status quo.
-Cómo analizas el actual momento con el gobierno de Abdó a nivel de las luchas sociales? ¿Sentís que hay un despertar de la rebeldía popular?
-Creo que el pueblo pobre paraguayo en consonancias con lo que acontece en nuestra América, empieza a deshacerse del lastre del letargo y la inercia. La crisis capitalista a nivel mundial, su agotamiento y decadencias, también se hace sentir en las masas empobrecidas y relegadas en Paraguay. Y el gobierno pretende aplacar con represión y su programa limosna pytyvo (en guaraní, ayuda estatal como forma de subsidiar la pobreza) 500 (71 $) mil guaraníes en este periodo de crisis capitalista pandémico, que no aplaca el hambre de cientos de familias empobrecidas. El gobierno tira unas monedas a una clase obrera confinada por el Covid, donde (según cifras oficiales) unos 300 mil trabajadores quedaron sin trabajo, esto debe agregarse a un 27% de pobreza vigente. En contrapartida en ese mismo tiempo, en el otro polo, los multimillonarios aumentaron su riqueza. El placebo pytyvo no cura el cáncer, distrae momentáneamente.
Es natural que vaya en aumento el descontento y se convierta en organización y lucha del pueblo, donde confluyen un conjunto de condiciones objetivas empujadas por la crisis económica y política del régimen social imperante. La crisis de representatividad de los partidos burgueses abroquelados en el poder político y el agotamiento de la democracia (burguesa) que solo reproduce miseria y opresión para las grandes mayorías, incita a la conciencia crítica y a la rebelión del campesino y obrero pobre.
¿Qué protagonismo tienen las mujeres en la lucha del Paraguay?
-El protagonismo de las mujeres en los frentes de resistencia y lucha en Paraguay nunca estuvo ausente. En las ocupaciones de tierras peleando contra los desalojos, en los cortes de ruta por mejores precios de productos agrícolas, en las movilizaciones por mejores condiciones laborales o contra los despidos laborales, siempre tuvo rostro de mujer. Es más, en los frentes de lucha más combativos nunca faltaron las mujeres campesinas y obreras. Quizás, la lucha de las mujeres proletarias y campesinas no eran sistematizadas, de ahí aparentaba poca relevancia y protagonismo político. Pero tal cosa es una verdad a medias.
La cárcel
-¿Para vos la prisión es otro puesto de lucha? Contanos cuáles son las condiciones carcelarias que sufren vos y tus compañeras desde hace años.
-Sin ninguna duda, para un revolucionario/a su existencia se halla insertada en la lucha misma, dónde se encuentre debe luchar, no hay lugar para los acomodos. Me resulta muy difícil asumir una posición indiferente ante el sufrimiento y lucha de mi clase, sin importar la estigmatización y criminalización que esto conlleva. La cárcel también es una trinchera de resistencia y lucha para todo revolucionario comunista. Nosotras rompimos con la vieja creencia de que los presos políticos deben apartarse de los presos sociales, nosotras luchamos contra esa separación aunque el régimen penitenciario por mucho tiempo nos impuso el aislamiento y prohibió entablar vínculos con las demás mujeres privadas de libertad. Cómo no pudieron las sanciones con nosotras, lo hicieron con las demás mujeres que buscaban compartir con nosotras. La cárcel está llena de mujeres de origen humilde que dejaron hijos afuera, y dentro de la prisión, más allá del discurso cínico de género del gobierno.
Nosotras tenemos un nutrido archivo dónde fuimos plasmando denuncias contra todo tipo de abusos, tortura, extorsiones de funcionarios, confinamiento a otras cárcel como forma de disciplinamiento y sacaremos un libro. En el mismo se hallan registrados estos 17 años de prisión, todos los hechos de malos tratos, tortura, aislamiento en los calabozos donde varias mujeres murieron, algunas quemadas, otras se suicidaron o las suicidaron, confinamiento de mujeres a carceles mixtas, como forma de disciplinamiento. Ese discurso contra la violencia de género del ministerio de la mujer es un discurso cínico, sus carceles no están exentas de esas prácticas que jamás ni siquiera son denunciadas. Las veces que lo hicimos nosotras siempre tuvimos consecuencias represivas, sanciones y castigos o algúna causa judicial inventada. La solidaridad de las organizaciones feministas paraguayas brilla por su ausencia, la indiferencia hace eco muro adentro. La mujer pobre privada de libertad no se halla registrada en los esquemas feministas.
La masacre de las dos niñas
-Recientemente el ejército asesinó a dos niñas argentinas (María Carmen y Lilian Mariana) sobrinas tuyas, hemos escuchado tu testimonio con todo el dolor expresado por este crimen. ¿Qué piensas que se debe hacer a nivel nacional e internacional para tratar de que esta atrocidad no caiga en el pozo de la impunidad?
-Los pueblos tenemos a la organización y movilización como única forma para buscar justicia, y para no olvidar el martirio de los nuestros. No existe otro camino, las estructuras del Estado burgués paraguayo están puestos para asegurar impunidad a sus esbirros de turno, lo hicieron en tiempos de la dictadura, lo siguen reproduciendo hoy. Confío mucho en la fuerza y movilización militante del campo popular. Muchas organizaciones sociales y políticas de Argentina, y otros países toman como suya esta bandera que lleva el nombre de ERAN NIÑAS.
-¿Este accionar de las fuerzas represivas es algo habitual en Paraguay?
-Para graficar el actuar represivo de las fuerzas militares y policiales se impone recurrir a la tesis leninista sobre la caracterización del Estado y su burocracia represiva. El Estado como violencia organizada al servicio de la clase dominante, combate las consecuencias de una causa generada por su política hambreadora. Entonces, cuando la pobreza y el hambre exacerba al pueblo, entra la represión a poner “orden», es decir, someter por la violencia. Lenin en su «El Estado y la revolución»; describe sobre la verdadera esencia de las fuerzas represivas, éstas que apuntan su fusil contra el pueblo pobre para mantenerlo a raya, dice cuánto sigue: «El ejército permanente y la policía son los instrumentos fundamentales de la fuerza del poder estatal» (Engels). Los datos esgrimidos aqui, describen sobre el verdadero rol de esas fuerzas estatales paraguaya.
Una reciente publicacion de los investigadores Lis García y Abel Irala, de Base Investigaciones Sociales refiere sobre 114 asesinatos de campesinos sin tierra y dirigentes, «Los asesinatos forman parte de las estrategias de criminalización de la lucha social, en este caso la campesina, que va acompañada de desalojos violentos, robos, incendio de pertenencias, atentados, amenazas de muerte, hostigamientos, agresiones sexuales, etc.
El informe de Chocoke, de Codehupy, lleva un registro desde 1989- 2020, donde refiere que 124 campesinos fueron asesinados en manos de las fuerzas represivas estatales en connivencias con grupos parapoliciales y matones privados instalados en las estancias. Ayer tenían por slogan «Paz y Progreso con Stroessner». Por un Paraguay próspero y feliz, por la vigencia permanente de la paz la justicia social y la libertad del glorioso pueblo paraguayo. Contra la prédica política subversiva que busca la división de la familia paraguaya”.
-¿A qué tipo de doctrina se subordina el hecho de que frente al asesinato de dos menores un presidente pose con los asesinos y se vanaglorie de “una victoria importante» contra la guerrilla?
-Lo ocurrido con Lilian Mariana y María Carmen, dos niñas brutalmente torturadas y ejecutadas, no fue algo fortuito, se encuadra en el diseño de «seguridad democrática» orquestado por el paraco colombiano Álvaro Uribe, reproducidos en Paraguay desde hace 10 años, así como los «falsos positivos». Los principales instructores y asesores de hace una década en Paraguay son colombianos. Pero veamos las reflexiones del psicólogo social colombiano Edgar Barrero Cuéllar (él sintió en carne propia la persecusión del Estado paramilitar colombiano) en su libro La estética de lo atroz, donde reflexiona sobre la psicohistoria de la violencia política en Colombia, en ella describe la puesta en escena de rituales de la guerra psicológica: «son la base de la moral del cinismo y la impunidad, el torturador se sabe apoyado por instituciones sociales que avalan y solapan las humillaciones, vejaciones y torturas que ejecuta sobre quienes son considerados como “enemigos de la patria”. Pero esta práctica tampoco es nueva en Paraguay, fue ampliamente usada contra opositores por la dictadura, en ese entonces los autores eran padres y abuelos de las actuales ejecutores.
Barrero Cuéllar bucea en la novela histórica, en ella encuentra una analogía con lo que viene sucediendo en Colombia desde hace 50 años y en Paraguay se reproduce enlazado con la experiencia dictatorial, es el texto «Úrsula» de William Ospina, en 1602, titulado: “Pizarro suelta a los perros”. En dicho grabado puede verse a un grupo de indígenas que están siendo destrozados a dentelladas por varios perros, entrenados para tal fin, ante la mirada complaciente de los soldados españoles; ejemplo que puede equipararse a las recientes celebraciones promovidas por el gobierno como “parte de victoria” al exhibir (como parte de un espectáculo público dirigido a promover expresiones de júbilo colectivo) los cadáveres mutilados de los jefes guerrilleros».
Lo de Lilian y María Carmen es copia fiel. Pero aquí fueron más allá del espectáculo dantesco relatado por Ospina, Lilian Mariana y María Carmen eran niñas de 11 años a quienes se las negó su edad, no murieron en un enfrentamiento militar como presenta el gobierno, y sus cuerpos no cayeron bajo las dentelladas de los perros amaestrados para devorar a su presa, sino, los perros y las dentelladas, eran de unos homo sapiens con uniforme militar y sus dentaduras fueron cuchillos y masos. Ambas niñas fueron detenidas, torturadas y ejecutadas. A María Carmen la fueron arrancadas dientes y uñas, tiene undimiento del lóbulo frontal, posee tajos por arma blanca desde el oído hasta la comisura de la boca, dos cortés paralelos profundos de unos 10 centímetros en el cuello, cortes por debajo de la nariz que por poco le arranca. Ambos glúteos tienen rastros de multiples cortés y rayaduras con elemento punzante o cuchillo y rastros de quemaduras. A Lilian también la fueron arrancadas dientes y tres uñas de la manito. En los dedos y cara tiene fracturas y quemaduras. Todo esto es independiente a los rastros de disparos. Las huellas sobre sus cuerpitos son claras muestras de que ambas fueron brutalmente torturadas antes de ser ejecutadas. Todos estos relatos están registrados en fotos y filmaciones que posee la familia.
El historiador argentino Mariano Damián Montero en los primeros días del asesinato de las niñas publicó un artículo que tituló » Infanticidio secular, ayer niños héroes hoy niñas guerrilleras»; donde trata de explicar dentro de que doctrina cabría la conducta del heredero biológico y político de la dictadura. Atribuye a secuelas físicas y psicológicas de la dictadura más larga y sangrienta cuya impronta hasta hoy se arrastr, y manifiesta a continuación: «acudir a la historia reciente sirve para comprender como pudo ser que la sociedad elija como presidente a un continuador biológico e ideológico de la peor dictadura que sufrió el pais, el mismo que luego del asesinato de las niñas posa junto a militares infanticidas”.
-Cármen: ¿Por todas las adversidades que has pasado y los dolores que ellas implican, has sentido alguna vez que tu lucha perdía sentido?
-La lucha revolucionaria es una cosa muy grande, no se puede pretender medir su validez y su razón de ser, según las taras subjetivas y éstas, según el dolor, el sufrimiento y adversidades que pasamos los comunistas en este caminar. Sí pretendiera descalificar su validez y su sentido, sería apenas un desatino personal, una opinión subjetiva sin ninguna importancia, sería la manifestación de una limitación personal sin ningún sustento científico y una vil claudicación revolucionaria.
El devenir histórico se sucede independientemente a que seamos o no conscientes de ella, es tan natural y tan objetivo como el amanecer de cada mañana, con la salvedad de que requiere la intervención humana. Considero que el sufrimiento que me toca sobrellevar es parecido al sufrimiento y penurias del diario vivir del obrero, campesino y nativo, a quienes toca padecer en una cárcel a cielo abierto. No se puede hablar de libertad cuando más de dos millones de paraguayos viven en la pobreza y la incertidumbre de no saber si tendrán comida para el día siguiente, o si no vendrán a expulsarlos de su tierra.
Un revolucionario comunista no puede ser pesimista, debe creer en el pueblo pobre, en sus hermanos de clase. Debe confiar en la posibilidad de cambios revolucionarios. Espartaco, el ídolo de Marx a quien calificó de digno representante del proletariado, si se hubiese dejado envilecer por la ferocidad del imperio romano, no hubiese luchado.
Cortesía de Carlos Aznarez TeleSUR