La especialista Monica Herz, profesora de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro dejo claro que Brasil y Rusia tienen todavía margen de actuación para ampliar y profundizar sus acuerdos en materia de defensa.
«Hay margen, aunque es una discusión muy técnica; habrá que ver qué elementos y sobre qué equipamientos se puede negociar y sobre cuáles no, pero en la industria de defensa sí que hay posibilidades de intensificar la relación», estimó en declaraciones a Sputnik.
No obstante, la semana pasada, el vicepresidente del Gobierno brasileño, Antônio Hamilton Mourão, decía en una entrevista que era complicado que Brasil compre el sistema de defensa antiaérea ruso Pantsir, a pesar de que las negociaciones se arrastran durante años, y lo atribuyó al hecho de que Brasil sea considerado aliado preferencial extra-OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
La especialista cree que los beneficios de la visita para la relación bilateral se verán limitados porque el viaje se da en un «momento equivocado», en medio de una crisis de la cual Brasil «no puede ni debe» forma parte, por lo que no considera positiva la presencia del mandatario brasileño en Rusia en estos momentos.
Sobre el posterior viaje de Bolsonaro a Hungría, donde se reunirá con el primer ministro Viktor Orbán, afirmó que el objetivo es «consolidar relaciones con movimientos de extrema derecha» y que existe una confusión entre los intereses brasileños y los intereses concretos del grupo político que ocupa el poder en Brasil en la actualidad.
Bolsonaro embarca la tarde del 14 de febrero hacia Moscú, y el encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin tendrá lugar este 16 de febrero; al día siguiente se reunirá con Orbán en Budapest.
En el viaje, el líder brasileño estará acompañado del ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Franca; el ministro de Defensa, Walter Braga Netto; y el ministro de la Secretaría de Gobierno, Luiz Eduardo Ramos.
Fuente Sputnik