Rodrigo Mundaca, gobernador de la Región de Valparaíso y vocero nacional de la organización Modatima, recuerda de entrada que Chile es el único país del mundo que tiene privatizadas sus fuentes de agua y, por eso, enfatiza que la norma en esta materia, que surja de la Convención Constituyente, debería consagrar el agua como bien común y hacer de su acceso un derecho humano.
En entrevista en Voces sin Fronteras, conducido por Denis Rogatyuk, señala que la lucha por el agua tiene muchísimo sentido porque de ella depende la vida de las personas, de los vegetales, el funcionamiento de los ecosistemas, el desarrollo de las economías locales, y «esta batalla fractura las bases de la desigualdad, del despojo».
«Probablemente las luchas por el agua en América Latina son la primera fractura que sufre el neoliberalismo en la región», afirmó.
Por Denis Rogatyuk
DR: ¿Cómo es para un dirigente social, defensor de agua, llegar a ser el primer gobernador regional electo en la historia de Valparaíso?
RM: Soy militante del Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente (Modatima), una organización, una expresión de resistencia organizada ante el despojo del agua que surge al interior de la Región de Valparaíso en la provincia Petorca, que es considerada por muchos el patio trasero de la Región de Valparaíso, ahí donde el monocultivo de palta, de aguacate, se apropió del territorio y, fundamentalmente, de los bienes naturales comunes, del agua y de la tierra, ante una ausencia absoluta de institucionalidad, pero también en un marco político y jurídico que ha permitido priorizar el uso del agua dulce para la industria extractiva.
Chile es el único país del mundo que tiene privatizada sus fuentes de agua desde la dictadura, de hecho, se encuentra consagrado constitucionalmente en la Constitución política del año 1980, donde se señala literal los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos, en conformidad de la ley, otorgar a las subtitulares la propiedad sobre ello. Es decir, en Chile constitucionalmente se encuentra consagrado el régimen jurídico privado de las aguas.
Están privatizadas sus fuentes de agua desde el año 80, si uno toma como punto de referencia la constitución política del 80, y además está privatizada la gestión de las aguas, las sanitarias también hoy día se encuentran en manos de empresas y consorcios transnacionales.
Dicho eso, la privación de agua, la privatización del agua y la mercantilización del agua en territorios como los de la Región de Valparaíso han provocado el despojo de un bien esencial para la vida de las personas comprometiendo la vida de las personas, particularmente del pueblo trabajador, del pueblo sencillo, de niños, niñas y adolescentes.
En ese escenario, nosotros como organización levantamos una batalla que es bastante épica hoy día, y eso fue ya hace como quince años, donde instalamos en el debate público la necesidad de desprivatizar y desmercantilizar el agua, consagrarla como un bien común y hacer de su acceso un derecho humano.
Como organización decimos siempre que somos una expresión de resistencia organizada ante el despojo del agua y durante muchos años nos mantuvimos y nos seguimos manteniendo al interior de nuestras comunidades y territorios, precisamente referenciando la necesidad de recuperar el agua, pero también enfrentando la criminalización, la persecución, la censura, las amenazas de muerte, la judicialización de la batalla por el agua durante mucho tiempo.
Siempre estuvimos desde fuera del Estado combatiendo precisamente contra quienes se apropiaron del agua, pero también combatiendo una institucionalidad que en la práctica lo que ha hecho es transformar los bienes naturales comunes en la fuente de riquezas de las principales fortunas del país.
Y estábamos en un debate muy intenso en los despliegues territoriales cuando nos sorprende primero la revuelta popular del 18 de octubre de 2019, de la cual nuestra organización fue parte desde antes y durante.
En el marco de la revuelta popular del 18 de octubre de 2019 nuestra organización estuvo presente en todos los despliegues a lo largo y ancho de todo el país, pero también en ese mismo marco el día 1 de noviembre del 2020, fuimos sindicados como blancos de interés de la inteligencia policial chilena, a pesar de que nuestra acción es pública y es abierta.
Estábamos en eso, en esos despliegues, cuando nos sorprendió la pandemia del año 2020, cuando se declara la pandemia en Chile en marzo de 2020 y obviamente nos tenemos que replegar, vienen todas estas medidas que toma el gobierno de Piñera, entre ellas el toque de queda prolongado, toda la vida gregaria deja de ser gregaria y tenemos que irnos a nuestros hogares, recluirnos producto de la pandemia que nos empieza a golpear, y en ese escenario comienza una disputa y un debate muy intenso al interior de nuestra organización en torno a la necesidad de disputar la institucionalidad.
Venía el proceso constituyente, había que elegir a las y los constituyentes que iban a elaborar la nueva norma constitucional y Chile después de 200 años tomaba la decisión de elegir a sus gobernadores de manera democrática y ahí, en esa discusión interna muy fuerte al interior de nuestra organización Modatima, se toma la decisión de levantar una plantilla de compañeras y compañeros para disputar el proceso constituyente para ser parte de ese proceso, parte de los 155 que hoy día elaboran la nueva Constitución y se toma la decisión de disputar la Gobernación regional de Valparaíso, es la región más importante del país, y nuestra organización toma la decisión de que sea yo quien esté al frente de la misión.
Fue una campaña muy larga, que partió en agosto del 2020 y que tiene un desenlace el 15/16 de mayo de 2021 y que me transforma en primera mayoría nacional proporcional, yo saqué en esta región 300 mil votos, lo cual me eligió en el gobernador electo democráticamente, en términos proporcionales, de mayor votación a nivel nacional en un cargo que es inédito porque era por primera vez que se escogía un gobernador regional de manera democrática, y no ha sido fácil porque estamos dentro de una institucionalidad que es nueva pero que es tremendamente importante, porque a mí me toca presidir el Consejo Regional, tengo iniciativa política y presupuestaria, priorizo, despriorizo proyectos.
No obstante, todavía el proceso de descentralización en Chile está con un freno de mano, es absolutamente insuficiente, tenemos pocas competencias todavía, no obstante, tenemos enormes responsabilidades en todas las regiones, todos los gobernadores y gobernadores del país, puesto que a mí me toca formular el plan regional de ordenamiento territorial, la política ambiental, la estrategia regional de desarrollo, la estrategia de materia ciencia, tecnología e innovación, por tanto, tenemos un montón de responsabilidades, no obstante lo acortado de nuestras competencias y ha sido difícil, ha sido duro, pero también hemos demostrado en un breve plazo, en un breve tiempo, estos cinco meses que llevamos al frente de la institucionalidad, que podemos hacerlo, hemos demostrado que la institucionalidad se puede poner al servicio del pueblo precarizado y que la institucionalidad puesta al servicio del pueblo precarizado puede cambiar las condiciones de vida material y espiritual de muchísima gente.
Además, decir que no solamente nos quedamos con la gobernación regional más importante del país sino que nuestra organización Modatima tiene ocho constituyentes, siete mujeres y un hombre, que son los que están trabajando en la elaboración de una nueva norma jurídica, una nueva Constitución, y recientemente acaban de presentar una norma constitucional para hacer del agua un bien común y de su acceso un derecho humano, ahí nuestros ocho constituyentes han jugado un rol extraordinariamente importante.
DR: ¿Qué ha implicado la asunción a este cargo en la perspectiva de la descentralización del poder y en el actual proceso constituyente? ¿Cómo usted ha visto este cambio?
RM: Sin duda el proceso de descentralización también responde a una demanda popular, del movimiento social, como bien dice en 200 años Chile nunca escogió a sus gobernadores regionales, puesto que Santiago, la capital, ha sido un reino y, finalmente, sus élites políticas, económicas, culturales, las que se han encargado de dirimir nuestro propio destino en nuestras comunidades y territorios.
Es un proceso de disputa, porque en el proceso de descentralización en el fondo lo que subyace es una disputa de poder, tiene que ver con ceder poder a las comunidades, a los territorios, y todos sabemos que ceder poder no es fácil en ninguna parte del mundo.
Chile se precia de ser un país OCDE además. y después de Turquía probablemente el país más centralista del mundo, creo que la disputa por la descentralización tiene que ver también con el sentido común, con tener un Estado plurinacional, un Estado pluricultural, con regiones fuertes, bien dotadas de competencia, de funciones, bien dotadas presupuestariamente, de manera tal que se pueda dirimir el derrotero de nuestras comunidades y territorios en nuestros territorios y, por tanto, este proceso de descentralización es un proceso tremendamente importante, pero además es tremendamente desafiante, particularmente en el escenario que nos toca vivir.
Nos toca, por ejemplo, como gobernadores regionales discutir el presupuesto con el nivel central, con el Gobierno central, y las autoridades subnacionales, es decir, los gobernadores electos democráticamente hoy día comprendemos que la disputa presupuestaria tiene que ver también con las condiciones de vida material que tenemos en nuestro territorio, en nuestras comunidades.
Yo, por ejemplo, siendo un gobernador electo democráticamente el intendente que era a figura política y administrativa designada por el nivel central, hoy día se transformó en delegado presidencial y me toca convivir con él, y el delegado tiene solo una facultad que es el control de la seguridad pública, él solamente controla la seguridad pública y, por tanto, se articula con Carabineros. Pero además de eso preside, por ejemplo, el comité regional de uso del borde costero, la comisión regional de evaluación ambiental y la de cambio climático, es decir, debería ser la autoridad electa democráticamente quien presidiera esos tres espacios, por ejemplo.
Por eso sostenemos que esto es un proceso de disputa, abierto en torno al poder, a delegar competencia, en tono a terminar con la figura del delegado presidencial y en torno a que los gobernadores electos democráticamente ejerzamos en propiedad, en nuestras comunidades y territorios, todas las facultades y competencias que amerita un proceso de descentralización profunda.
DR: ¿Cómo usted imagina que este derecho será incorporado en la nueva Constitución?
RM: Hay un geógrafo británico que yo leo arto, que se llama David Harvey, es marxista, que habla en Ciudades Rebeldes y en otros textos que tiene de cómo en América Latina existe un patrón de acumulación por desposesión en el ámbito de los bienes naturales comunes y como ese patrón de acumulación en el ámbito de los bienes naturales comunes es el origen de las principales riquezas y fortunas de los países de América Latina, a propósito de la privatización del agua, de la Tierra, de los bienes bentónicos, etc. Y esa tesis no solo la suscribimos ampliamente, o sea esa tesis en Chile se expresa de manera brutal, las principales fortunas en el país se edifican desde la privatización del agua, de la Tierra.
Nosotros lo que hemos dicho en materia de agua, que es lo que hemos trabajado intensamente, hemos dicho a propósito de la jurisprudencia internacional y que el 20 de julio de 2010, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas y a propósito de una moción formulada por el gobierno de Evo Morales, se consagra el acceso al agua y su saneamiento como un derecho humano, es decir, hoy día existe jurisprudencia internacional en materia de consagrar el acceso al agua como un derecho humano esencial e irrenunciable.
Dicho eso, nosotros hemos dicho que la norma en materia de agua debería consagrar el agua como bien común, hacer de su acceso un derecho humano, establecer prioridades de uso, reparaciones ecosistémicas, producción de alimentos, consejos de cuencas donde la titularidad o no titularidad de un derecho a aprovechamiento de agua no sea la condición para poder opinar qué hacer en nuestros territorios con respecto al agua que es de sentido común, y también construir una nueva institucionalidad en materia hídrica que ponga en la centralidad el bien común y que no considere al agua como una mercancía.
Esas cuestiones para nosotros son esenciales que hoy día queden consagradas como tal en la nueva Constitución.
DR: De cierta manera, el proceso y la lucha social en Bolivia han inspirado también su organización…
RM: Sin duda, tenemos muy buena relación con Oscar Olivera a quien lo conozco, somos amigos, él fue el líder de la guerra por el agua en Cochabamba, Bolivia, y probablemente las luchas por el agua en América Latina son la primera fractura que sufre el neoliberalismo en la región, creo que la lucha por el agua tiene muchísimo sentido cuando decimos de que del agua depende la vida de las personas, de los vegetales, el funcionamiento de los ecosistemas, el desarrollo de las economías locales, y esta batalla fractura las bases de la desigualdad, del despojo y fractura decididamente el neoliberalismo en América Latina, por eso es tan importante.
DR: ¿Qué papel tienen los movimientos sociales, como el suyo, dentro de las institucionales estatales? ¿Qué nivel de participación deberían tener? ¿Deberían formar parte de algunas instituciones estatales?
RM: Una buena pregunta. Esta región, la de Valparaíso, es la única del país, de las 16, donde un movimiento social, como el nuestra Modatima, se queda con la gobernación regional, entendiendo que el proceso de descentralización y la gobernación regional tiene como propósito impulsar, desarrollar profundizar la descentralización en el ámbito político, administrativo y también presupuestario o financiero.
Esta región es la única en la cual gana un movimiento social, yo formó parte de ese movimiento social que instala la batalla por los bienes naturales comunes, en particular por el agua, pero no formo parte del consenso elitario clásico que es el que ha administrado el Estado, pero somos un movimiento social que ha demostrado en breve tiempo que es capaz de administrar esta institucionalidad y ponerla al servicio de la población más necesitada de la región.
Ahora, en Chile se ha instalado o se ha intentado instalar un falso debate en torno a lo social y lo político para señalar de que el movimiento social no es político y, muy por el contrario, el movimiento social es estrictamente político y es temático en algunos ámbitos, nosotros estamos en el ámbito de los bienes naturales comunes, en el ámbito de la protección del agua, de la tierra, del medio ambiente, de la descarbonización de la matriz energética, de la protección de la biodiversidad, de la reparación ecosistémica, de armonizar nuestra relación con la naturaleza, que son cuestiones que hoy día son absolutamente sentido común, más aun en una condición pandémica como la que estamos viviendo en Chile y en el planeta.
Ahora, evidentemente nosotros aspiramos a que el movimiento social juegue un rol mucho más gravitante en la administración del Estado, puesto que el movimiento social es un movimiento que conoce las comunidades, los territorios, los dolores del pueblo, de nuestras comunidades, tiene absolutamente diagnosticadas las situaciones territoriales y también tiene un conjunto de propuestas, porque el movimiento social también ha sido capaz de construir conocimiento complejo desde las comunidades y territorios.
Por tanto, para nosotros creo que hoy día no existe ninguna posibilidad de construir una propuesta de Gobierno popular, democrático, una propuesta de Gobierno que apunte precisamente a recuperar nuestros derechos sociales, a desprivatizar y desmercantilizar el agua sin la participación del movimiento social, o sea, yo creo que hoy día la participación del movimiento social es esencial, primero para darle legitimidad a un Gobierno que dice estar cerca del movimiento social pero también un movimiento social que también conduzca, administre y construya musculatura política desde y fuera de la institucionalidad.
DR: ¿Qué visión tiene usted de la cooperación con el gobierno de Boric? ¿De qué manera cree que Valparaíso puede beneficiar su Gobierno?
RM: Estuvimos con Gabriel los gobernadores regionales hace poco en la Región de Tarapacá, en el norte grande, donde Gabriel expuso su visión con respecto al proceso de descentralización, ha señalado con muchísima nitidez su decisión de terminar con el delegado presidencial, de que el presupuesto regional se defina en las regiones, también el hecho de que las y los gobernadores regionales tengamos mayores competencias, por lo pronto, además su programa de Gobierno señala la necesidad de terminar con la privatización y mercantilización del agua, hacer de la misma un bien común y de su acceso un derecho humano, ha planteado la descarbonizacin de la matriz energética, la necesidad de terminar con este patrón de acumulación por desposesión, construir un modelo de desarrollo armónico con la naturaleza y que ponga fin precisamente al extractivismo y la depredación de nuestros territorios, terminar con las zonas de sacrificio, en Chile existen zonas de sacrificio.
Por tanto, su programa de Gobierno encarna gran parte de las demandas de nuestro movimiento social en particular, y hablo solamente de Modatima, no hablo de los demás movimientos sociales, hablo de nuestra organización.
DR: ¿Qué peligro representaba Kast y el movimiento de la extrema derecha?
RM: Es curioso, en la década del 70 y en la de los 80, 18 de 20 países tuvieron regímenes dictatoriales caracterizados por su carácter gorila, regímenes que llegaron por medio de la fuerza a hacerse del poder, muchos de ellos apoyados también por las administraciones de Estados Unidos y financiados por la CIA, y ahí hubieron autoridades de Estados Unidos que jugaron un rol extraordinariamente importante en los golpes militares en América Latina, estoy penando en Nixon, en varios de esos personeros que jugaron un rol bastante gravitante, estoy pesando en Reagan posteriormente, en la década de los 80, etc.
Hoy día las condiciones para dar un golpe militar probablemente son distintas, empleando fuerza y medios para terminar con las institucionalidades democráticas en América Latina es mucho más difícil, la misma globalidad, el mismo tema de la relación que existe a través de las redes, hace que sea difícil aquello, sin dilucidar a los responsables.
Los chilenos siempre tuvimos claridad del rol que había jugado Estados Unidos en el golpe militar que terminó con la vida de Salvador Allende, pero después el paso de la historia precisamente se encargó de confirmar aquello, ahora bien por ahí hay una frase que se dice que un pueblo que no tiene memoria comete el error en la historia dos veces, primero como tragedia luego como comedia.
En la década de los 70, 80, 90, las dictaduras se instalaron a través de golpes militares, de asonadas militares, hoy día lo que ocurre es bastante curioso, por eso digo que un pueblo que no tiene memoria comete el error dos veces, primero como tragedia y luego como comedia, y en la fase de la comedia hoy día tenemos en Brasil un presidente como Bolsonaro, que llega al poder a través de la institucionalidad, y en Chile existía la posibilidad de que un candidato como Kast llegara a la administración del Estado a través de la institucionalidad, a eso refiero con la comedia.
Por cierto, que su programa de Gobierno está muy muy alejado de nosotros como organización, jamás podríamos avalar de que el trato migratorio debería hacerse mediante la construcción de zanjas, un poco lo que plantea Trump con respecto al muro mexicano, levantar un muro gigantesco, aquí Kast hablaba de construir zanjas, estamos muy lejos de un programa de Gobierno que quiere terminar con el Ministerio de la Mujer, por ejemplo, o que quiere asignarle subsidios del Estado solamente a los matrimonios bien constituidos y con dos hijos, soslayando el rol de la mujer jefa de hogar, de las mujeres temporeras.
En fin, estamos muy lejos de un programa de Gobierno que quiere perseguir a los radicales de izquierda y que incluso exige para sí mismo prerrogativas para detener en centros de detención clandestinos por el tiempo que se estime necesario, estamos muy lejos de un programa de Gobierno que dice además de que si existe algún gobernador regional electo democráticamente que impide la materialización de ese programa el presidente en ejercicio va a tener la facultad de convocar al Parlamento para sacarnos del ejercicio de nuestro cargo, estamos bastante lejos de aquello y creo que un programa de Gobierno caracterizado de esta manera sin duda que representa un retroceso brutal en materia de derechos y en materia de profundización de la democracia en América Latina y particularmente en Chile.
DR: ¿Cómo ve los avances? ¿Cuál es su pronóstico para su programa de Gobierno aquí en la región?
RM: Te voy a hablar de nuestro programa de gobierno regional, nosotros siempre hemos dicho que queremos hacer de la región de Valparaíso una región de derechos, que pueda garantizar el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, al trabajo, una región con inclusión, y cuando hablo de inclusión hablo de una política pública que le de visibilidad a los invisibles, a las disidencias sexuales, a la población migrante, a los niños, niñas y adolescentes, a las mujeres cuidadoras, jefas de hogar, etc., una región que combata la inequidad de género, hoy día, por ejemplo, una región que tenga memoria, una región, y para eso estamos trabajando enormemente, que tenga una base económica justa y solidaria, y esa base económica tiene por finalidad, o propósito poner en valor el ecosistema turístico, por ejemplo, el patrimonio material e inmaterial que existe en la región, una región que coloque en la centralidad el cuidado de las y los trabajadores, de hecho hoy llevamos cinco meses al frente del gobierno regional y ya fijamos un piso ético mínimo salarial en el gobierno regional de Valparaíso, 500 mil pesos el piso mínimo, que duplica el salario básico que existe en el país.
Hemos mejorado las condiciones de ingreso de los trabajadores profesionales del gobierno regional, hemos estado trabajando intensamente en crear esta base económica justa y solidaria a propósito de la necesidad de la recuperación de los bienes naturales comunes, hoy día nosotros sostenemos con muchísima fuerza que tiene que existir una ley de rentas regionales territorializada, de manera tal de que las empresas que explotan recursos naturales dejen los tributos en la región, hoy día lo hacen en Santiago y no en la región, por tanto, es fundamental hoy día recuperar esos tributos precisamente para ponerlos a disposición de la buena vida y de inversiones que son tremendamente importantes, en salud primaria, en educación integral, en materia de generación de nuevos empleos, por ejemplo, ese planteamiento de una ley de renta regionales que este territorializada significa hoy día que haya tributos por parte de las empresas que depredan y degradan nuestro territorio.
Nosotros somos partidarios de recuperar los puertos para Chile, de terminar con la gestión privada de a carga en los puertos hoy día, creemos que es muy importante preservar los identitarios culturales y territoriales y es muy importante relevar el rol de la pesca artesanal, creemos que es muy importante firmar una política de ordenamiento territorial donde no se explote y se degrade el medio ambiente, y particularmente el agua y el suelo, en la forma en la que hoy día se depreda y se degrada.
Por tanto, creemos que hoy día nuestro programa de gobierno regional es un programa de gobierno regional con un marcado acento en base a una propuesta de base económica justa y solidaria, donde la economía circular juega un rol central en la producción precisamente de bienes y servicios que quedan en nuestras comunidades, en nuestros territorios, creemos que hoy día es muy importante la creación en la región de una red de huertos urbanos con manejo agroecológico, estamos llenos de ollas comunes por la carencias de alimentos y de recursos y es la solidaridad de los pueblos la que puede alimentar a muchísima población, pero creemos que ahí se requiere de una política pública de autogestión alimentaria pero que además transfiera conocimiento a la población para que sea la propia población la que esté capacitada de generar su propio alimento con un rol determinante por parte del Estado, con un rol determinante y gravitante por parte de la administración publica también.
Creemos que hoy día es muy importante el ordenamiento territorial y éste tiene por finalidad no depredar, no degradar y poner en la centralidad la armonización de nuestra relación con la naturaleza y dos principios fundamentales: democracia directa y participación, creemos que son centrales, nosotros lo que hacemos como gobierno regional es estar permanentemente en los territorios, en las comunidades, recogiendo las demandas desde la comunidades, y territorios para transformarlas en política pública. En eso trabajamos permanentemente y estamos también al frente de conflictos que han sido súper emblemáticos en la región, donde a pesar de no tener competencias hemos contribuido a destrabar conflictos como, por ejemplo, el reciente donde los pescadores artesanales tenían tomada la Bahía de Quintero, donde llega prácticamente el 80 % del petróleo, del combustible, y la tenían tomada básicamente por un derrame petrolero ocurrido el 2014 y donde no existió ningún tipo de compensación económica producto de la pérdida de patrimonio ambiental que eso provocó en 2014, y con ellos hemos estado trabajando intensamente, poniéndonos a disposición, hoy día hay un preacuerdo y somos muy respetuosos de las decisiones que ellos van tomando,
Creo que esas son nuestras tareas y nuestras improntas más inmediatas y, por cierto, desde la región de Valparaíso ser un aporte en la derrota del modelo de despojo, creemos que es muy importante hoy día superar este patrón de acumulación por desposesión, armonizar nuestra relación con la naturaleza, ponerle freno a esta práctica impropia de los seres humanos sobre el planeta, y particularmente sobre Chile, donde han pensado que pueden tener un desarrollo ilimitado en circunstancias donde tenemos territorios con bienes naturales que son finitos.