La detención domiciliaria ordenada por la Corte Suprema de Justicia contra el senador y expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), investigado por manipulación de testigos, es el primer paso que se da para que sea llamado a juicio y se conozcan así todas las pruebas que hay en su contra, aseguró el senador de izquierda Iván Cepeda.
«El hecho de que paralelamente [a la medida contra Uribe] haya surgido otro proceso judicial con relación al abogado Diego Cadena, que ha estado tan cercano a Uribe, muestra que se está consolidando una situación en la que, contrario a cualquier vaticinio, lo que está ocurriendo es que se está abriendo paso el escenario de un llamado a juicio», dijo Cepeda, senador por el partido Polo Democrático (izquierda).
El caso
Uribe es investigado por la Corte Suprema de Justicia por los delitos de soborno y fraude procesal en un caso de presunta manipulación de exparamilitares que declararon en su contra desde las prisiones en las que se encuentran.
Investigaciones del alto tribunal darían cuenta de que, con dicha manipulación de testigos, Uribe buscaba que los exparamilitares cambiaran su versión y declararan en contra de Cepeda, férreo opositor y que habría logrado obtener los testimonios de esos testigos, que señalaron a Uribe y a su hermano, Santiago, de conformar un grupo paramilitar.
Según Uribe, los pagos a dichos testigos fueron hechos por su abogado, Diego Cadena, sin que él lo supiera, por lo que ahora Cadena también es investigado y puede ir a prisión en una decisión que se prevé sea anunciada el 6 de agosto.
Cepeda aseguró que dicho proceso contra Cadena «es fundamental», porque junto con el proceso de Uribe permitirá que la Corte pueda «dar conocer en toda su extensión y detalles las pruebas que hay en ese expediente».
Detención, primer paso
La detención domiciliaria del exmandatario es sólo el primer paso de lo que puede ser un largo camino por recorrer.
De hecho, diferentes análisis de la prensa colombiana especulan con la posibilidad de que la defensa de Uribe trabaje para buscar que los magistrados de la Sala de Instrucción que votaron el fallo revisen el mismo y adopten una determinación contraria que permita dejarlo en libertad mientras avanza el proceso.
Otra posibilidad señala que la defensa pedirá que se revoque la decisión, además de que Uribe podría recuperar la libertad en 120 días —por vencimiento de términos— si antes de ese tiempo la Corte no decide si acusa al exmandatario o cierra el proceso en su contra.
Al respecto Cepeda se mostró cauto y dijo que aunque la decisión de la Corte ya fue tomada, la verdad es que «existen vías para impugnarla o apelarla».
También admitió que, si bien no ha estudiado el tema de los 120 días para que se declare un vencimiento de términos, abordará el tema con los abogados del caso y actuarán conforme con «todos los requerimientos que sea necesario».
Etapa temprana
La orden de detención de Uribe emitida el 4 de agosto constituye una etapa temprana del proceso, que debe seguir con la fase de instrucción.
Si la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia decide acusar al expresidente, deberá hacerlo ante la Sala de Juzgamiento en Primera Instancia, donde se iniciaría el juicio que luego pasará a la Sala de Juzgamiento, que decidirá si lo absuelve o si lo condena.
Sea cual fuere la decisión, la misma puede ser revisada por la Sala Penal de la Corte en segunda instancia, todo lo cual implica unos tiempos que pueden ser largos, tiempos a los que habrá que sumarles los que se tomarán para decidir si se llama a Uribe a juicio.
«Es difícil hacer el cálculo de cuánto puede tomar que Uribe sea llamado a juicio si así lo considera la Corte, porque los tiempos judiciales siempre dependen de qué tan complejo sea el acerbo probatorio y las pruebas solicitadas, y en este caso hay muchas», dijo Cepeda, quien bajo ese escenario prefirió no especular sobre los tiempos que puede tomar el caso.
Sin embargo, destacó que «es necesario tener en cuenta que este es un proceso que tiene gran impacto y relevancia social» y que por lo tanto será tratado, a su juicio, «como ha sido tratado hasta ahora, de manera prioritaria».
Por último, Cepeda consideró que el fallo de la Corte contra Uribe implica una decisión «muy importante» porque no sólo deja ver que no archiva el proceso, sino que, por el contrario, encuentra méritos suficientes para pasar a la segunda etapa, que es el llamado a juicio.
Cortesía de Andrés Pachón Sputnik