Para hablar con el ufólogo mexicano Jaime Maussan hay que subir casi tanto como si se visitara un observatorio. Al llegar a su estudio, lo mismo se encuentran figuras del Arcángel Miguel, máscaras tribales y un sinfín de juguetes y modelos de tamaño real que aluden a la forma en la que nos imaginamos a los ‘aliens’.
«Hay un cambio de actitud, hay un cambio en la agenda, evidentemente. Cuando inicia la pandemia nosotros nos dimos cuenta de esto y supusimos que algo estaban planeando, que algo iba a suceder y creo que pudimos anticipar lo que ahora el Gobierno de EEUU está reconociendo», declara en entrevista para Sputnik Jaime Maussan, quien por 25 años ha conducido el programa televisivo Tercer Milenio, especializado en ovnis.
El reconocimiento al que hace referencia el investigador es la audiencia que tuvo personal del Pentágono el pasado 17 de mayo en el Congreso de EEUU y en el cual reconocieron que cerca de 400 fenómenos considerados objetos voladores no identificados, recopilados desde 2004, son literalmente inexplicables, es decir, no se tienen certezas respecto a su origen o funcionamiento, a pesar de que son perceptibles por cámaras de las Fuerzas Armadas. De estos, al menos 18 presentan movimientos y características no vistas en ejércitos de otros países.
Adam Schiff, presidente del Comité de Seguridad del congreso estadounidense, calificó como «intrigante» el hecho de que, en un reporte preliminar, estos 18 objetos presentaron movimientos inusuales, sin usar propulsión, lo que parece evidenciar «tecnología avanzada».
Ya no lo vemos como una locura. El tema ovni ha dejado de ser algo extraordinario para convertirse en parte de nuestra realidad. Aún un gran número de personas faltan por aceptarlo, pero ya no veo que nadie se ría, que nadie ante mis comentarios haga una risita pues burlesca», presume el comunicador.
Esta es la primera audiencia del Congreso estadounidense en la materia en los últimos 50 años y también es la primera vez que el Gobierno de EEUU valida videos antes difundidos en internet, reconoce la existencia del fenómeno ovni y los considera una amenaza para la seguridad de su país.
Preparación para el contacto
Con un libro que habla sobre la diversidad de especies en el espacio en su escritorio, Jaime Maussan está convencido de que el anuncio de EEUU es tan sólo una especie de preparación ante el inminente riesgo de que «en cualquier día (los extraterrestres) puedan hacer una demostración que podría generar una gran confusión, el desplome de los mercados, provocar pánico o respuestas incontrolables de los gobiernos del mundo».
Este contacto directo, de acuerdo con el investigador, podría darse en la próxima década ante la reciente apertura del Gobierno estadounidense y con base en las declaraciones de exmilitares y exfuncionarios.
«Yo no dudaría que podríamos tener una respuesta de estos seres en los próximos 10 años, no creo que pase de eso. Creo que en un año o dos el Gobierno de EEUU va a estar admitiendo que hay cosas allá afuera que no saben qué son ni de dónde vienen», comenta.
A lo largo de su carrera periodística, iniciada en 1970, Maussan ha sostenido la presencia de vida extraterrestre en la Tierra, con reacciones más negativas que positivas; sin embargo, a casi 30 años de distancia cuando inició su icónico programa para la televisión mexicana, el panorama es otro y esos videos borrosos que antes le valieron burlas, hoy son pruebas del Pentágono.
Entre los materiales mostrados por el Pentágono en la audiencia del Congreso destacan el llamado incidente de Nimitz, de 2004, y el de Gimbal, de 2015, los cuales en un primer momento se difundieron en internet sin que muchos los tomaran en serio.
Otro material ampliamente divulgado en redes y presentado en el Congreso fue el que se popularizó en plena pandemia de COVID-19: un video de la Marina estadounidense, grabado en la costa de San Diego, California, donde se ve cómo una esfera voladora se sumerge en el mar sin que se reportara ningún movimiento en el agua o en radares.
«A partir de ahora vamos a ver el pasado y nos vamos a dar cuenta que muchas de las cosas que creíamos fantasiosas son reales», sostiene Maussan y como ejemplo pone el famoso caso Rosswell de 1947, en donde, en un primer comunicado oficial, se reconoció el hallazgo de un ovni y, un día después, se cambió la versión para asegurar que se trató de un globo meteorológico, que posteriormente se descubriría pertenecía al Proyecto Mogul, implementado para detectar pruebas nucleares de la Unión Soviética, en el contexto de la Guerra Fría.
Hay una larga lista de casos que se podrían prestar a revisión, a criterio de Maussan, y que, al menos en la actualidad, ya se podrían reconocer como ovni o Fenómenos Aéreos Indefinidos, como ahora nombra el Gobierno estadounidense a este fenómeno.
«Ellos solamente van a aceptar que hay cosas que están volando que no saben qué son. Ni van a aceptar que le han mentido al pueblo de Estados Unidos, ni van a aceptar que han recuperado seres extraterrestres, no van a aceptar que tienen tecnología extraterrestre, que tienen naves extraterrestres, porque implicaría, sobre todo, que engañaron a todos. Desafortunadamente sería muy negativo para ellos revelarlo», afirma el investigador.
La ficción como la realidad
Uno de los elementos al que Maussan adjudica de este cambio de percepción es el uso de videocámaras. En 1991, cuando tuvo acceso a material de avistamientos en el marco del eclipse total solar que ocurrió en México, el periodista mexicano se dio cuenta que las videocámaras, hoy mucho más accesibles al público que hace 30 años, desmitificarían el fenómeno ovni.
«Nosotros advertimos al inicio de la pandemia es que se había multiplicado el fenómeno. Obtuvimos evidencias que antes eran casi imposibles. Hace 30 o 40 años tener la imagen de un ovni era algo extraordinario», recuerda el periodista, quien se muestra muy escéptico de los contenidos que circulan en redes «que se presenta sin fundamento», sin autores o sin referencias para comprobarlo.
Jaime Maussan considera que las civilizaciones extraterrestres esperan una respuesta concreta a sus intentos de comunicación, y cuando la obtengan, la humanidad tendrá un mensaje de vuelta casi de inmediato, sin que se vislumbre señales de posibles ataques.
«El ser humano sí piensa en conquistar el espacio, el ser humano sí piensa en la riqueza, el ser humano sí piensa en cosas mundanas: sin embargo, cuando se ha alcanzado tal nivel de desarrollo, yo creo que los valores cambian. No he visto amenazas ni advertencias en sus mensajes», afirma el investigador.
Algunos de los casos más icónicos de intentos de comunicación interespacial fueron protagonizados por personajes como Carl Sagan, quien en 1974 emitió el llamado Mensaje de Arrecibo, un código binario enviado al cúmulo de estrellas M13, aunque se presume que la intención no era precisamente contactar alguna civilización, sino demostrar la capacidad para enviar una señal hacia el espacio.
Tras la entrevista, Jaime Maussan se despide con seriedad y se retira a continuar con sus investigaciones que también abarcan el medio ambiente y temas de astronomía. Hoy, el investigador está convencido de que su trabajo como ufólogo fue reconocido indirectamente por el Gobierno estadounidense.
Fuente RT