Buenas tardes, amigos y amigos del ciudadano. Nosotros nos encontramos aquí en Colombia. Continuamos nuestra cobertura de la transición política en este país suramericano y hoy estamos aquí con Germán Gómez, el representante de la Cámara de Diputados por el Partido Comunes.
Hermano es un gran gusto poder entrevistarle y también poder conversar con usted sobre varios, sobre varios temas que tocan a Colombia hoy.
Me gustaría empezar así, con el tema de base de la agenda parlamentaria, de como nosotros entendemos que el Partido Común fue fundado por los ex miembros y ex líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Después de la firma del Acuerdo de Paz. Y entendemos que esto ha sido un camino muy largo, muy, muy duro, particularmente los últimos cuatro años con la presidencia de la extrema derecha de Iván Duque.
-Y me gustaría empezar con el tema de sus planes ahora para este periodo del Congreso de Colombia.
-Bueno, gracias Denis a ti por esta entrevista. También estoy muy gustoso de poder dirigirme a todos los que leen y escuchan la plataforma de Medios El Ciudadano. Primero que todo, quiero contarle un poco algo de mí. ¿Quién soy yo? Como tú dijiste, me llamo Germán Gómez. Soy firmante del acuerdo de paz, un excombatiente de las FARC, que estoy haciendo mi proceso de reincorporación y soy representante a la Cámara en el Parlamento colombiano por el Departamento del Atlántico.
Que es un departamento de la Costa Caribe colombiana, a nombre del Partido Comunes, es uno de los cinco curules que nosotros tenemos en la Cámara de Representantes.
De verdad te cuento que, digamos, la implementación, los avances del Acuerdo de Paz ha sido un camino bastante difícil, como tú dices, frustrante en cierta medida durante estos cuatro años del gobierno del Presidente Iván Duque, representante del Partido Centro Democrático, la extrema derecha colombiana, el partido que fundó el expresidente Álvaro Uribe Vélez, porque. desde que ellos llegaron a su mandato, de una vez expresaron a la opinión pública, a través de todos los medios, que Iván Duque tenía la intención era hacer trizas el acuerdo de paz, no era avanzar en la materialización del acuerdo, en el cumplimiento del acuerdo que como Gobierno, que como Estado les correspondía a ellos hacer. Porque nosotros, la otra parte firmante del Acuerdo de La Habana, hemos cumplido, digamos, prácticamente el 100%, consideramos nosotros. Entonces es muy difícil, era muy difícil así esperar un éxito, algo de éxito en esa implementación, con esa visión. Pero además de eso, también digamos, como tratando de una manera simbólica o semiótica de desconocer el acuerdo.
Entonces, ellos bautizaron su política de paz como la paz con legalidad, como queriendo decir que esta era una paz ilegal y que ellos iban a implementar una paz que estuviera acogida a la legalidad del Estado colombiano, cuando todos sabemos que este acuerdo es el documento que recoge la letra y el espíritu de ese acuerdo de paz hacen parte del bloque de constitucionalidad, es decir, quedaron insertos dentro de la Constitución colombiana.
Y en ese sentido la Constitución, que es nuestra Carta Magna, pues de navegación como sociedad colombiana, lo que hace es obligar al Gobierno colombiano y al Estado colombiano a cumplir eso que está asignado ahí. Entonces, digamos que el principal derecho que la Carta Magna contempla es el derecho a la paz. Entonces nosotros pensamos que al gobierno de Iván Duque, simplemente le correspondía cumplir con ese mandato que hay dentro de esa Constitución.
Afortunadamente, estamos en otro momento político distinto y el mundo lo sabe, que acá ganamos la Presidencia de la República, una coalición con una alianza de partidos que están agrupados en el Pacto histórico, digamos que, como la plataforma más grande que hacen parte de los equipos y de los movimiento que acompañaron al presidente Gustavo Petro y otros movimientos, que luego en la primera vuelta y en la segunda vuelta nos sumamos a esa iniciativa que se llama el Frente Amplio.
Entonces el gobierno de Petro, dentro de todo, lo que su programa de gobierno que pronto se va a convertir en plan de gobierno, el principal eje, digamos, de los cuatro ejes fundamentales del gobierno de Gustavo Petro es la paz, es el cumplimiento del acuerdo de paz. Entonces, todos los colombianos y nosotros los firmantes estamos alegres, estamos felices porque consideramos que después de estos cuatro años perdidos que se pudo avanzar mucho en la concreción, en la materialización de ese acuerdo, finalmente este acuerdo va a arrancar.
Es decir, estamos ante el advenimiento de un relanzamiento de ese acuerdo de paz y de la búsqueda, la lucha, como lo ha denominado nuestro Presidente, de la Paz Total. Entonces, comprometidos la bancada ya en el Parlamento, lo que llamamos la bancada de Gobierno, donde está también el pacto histórico y otras fuerzas que son de otros partidos incluso tradicionales, pero que, se comprometieron a acompañar ese esfuerzo del nuevo Gobierno en el tema de aprobar los proyectos de ley que se requieren y, necesario para que se materialice esas propuestas que tiene Gustavo Petro.
-Hermano, usted mencionó un tema muy, muy importante. De la invitación e implementación de los acuerdos de paz ¿cuáles son los logros más importantes o más destacados por ustedes que lograron implementar durante estos periodos de Gobierno?
Bueno, indudablemente no podemos negar que sí ha habido un porcentaje de avances pequeños, digamos, cuando tú analizas la letra de lo que quedó consignado en las 310 páginas que componen ese acuerdo. Hay algunos avances, por ejemplo, en el tema de la reincorporación económica de los excombatientes. Entonces se le ha cumplido con la renta básica que se estipuló.
-Se acordó que mensualmente los excombatientes, los firmantes, iban a recibir el 90% de un salario mínimo legal mensual vigente que ganan y perciben todos los colombianos y colombianas. Y ese dinero no ha estado llegando con total normalidad, desde luego. También entre los beneficios que quedaron para los combatientes, algunos temas de salud medianamente se han cumplido, es decir, teniendo en cuenta las dificultades que todos los colombianos padecen para poder acceder a ese sistema de salud.
Pero hemos tenido sin muchas complicaciones, acceso y también, digamos, el tema educativo lo hemos tenido con facilidad de acceso a estudios, incluso de estudios de nivel superior, pero digamos, que el acuerdo en su implementación se debe medir no sólo en lo que corresponda a los combatientes, sino todo eso que corresponde, las medidas que corresponden al resto de la población colombiana, a la no firmante del Acuerdo de Paz, lo cual no es combatientes, que está contemplada principalmente para las víctimas y principalmente sus enfoque de género, hacia las mujeres.
El enfoque étnico hacia los grupos de Colombia no ha avanzado tampoco mucho. El primer punto, que es la reforma rural integral, la verdad, el Gobierno da algunas cifras hacia afuera, que es donde logran confundir un poco con esos datos, porque hacia el interior del país, no van a confundir a nadie, no van a engañar a nadie, porque la población colombiana sabe de primera mano que se ha implementado y que no, se ha implementado.
Entonces, las tierras que había que repartir para los campesinos y las campesinas, las 3 millones de hectáreas que van a ser adjudicadas muy pocas, por no decir cero, no se ha avanzado en nada, las 7 millones de hectáreas que se deben formalizar, tampoco se ha avanzado. Y en los Programas Nacionales, los 16 programas que deben lograr la superación del atraso del campo colombiano en los 15 años del acuerdo y ya llevamos 1/3, cinco años.
La verdad es que, se ha avanzado muy poco, nada o muy poco, y lo poco que se ha avanzado es a través de los PDT. Pero ya sabemos el caso que se han robado una cantidad enorme de dinero que deberían ser implementados en proyectos, en programas de beneficio. Entonces, de lo poco que se ha implementado no se ha podido avanzar más, también no solo por la falta de voluntad, sino porque se han robado los recursos.
Digamos que otra parte importante que se logró avanzar, no en un porcentaje muy grande, fue la reforma política. Se logró la Ley 1909 de 2018 que el estatuto de la oposición, pero también hay que avanzar, profundizar más en esa reforma políticas, que eso se va a lograr ahora en el gobierno de Gustavo Petro, porque igualmente esos dos primeros puntos del Acuerdo de La Habana son prioridades, para que el gobierno de Gustavo Petro lo desarrolle, y va comenzando a cumplir sus programas y su plan de gobierno para lograr ir avanzando en las metas sociales , económicas, culturales y políticas que pretende alcanzar este acuerdo de paz.
Entonces, podríamos decir que, la mayor parte del acuerdo está por hacerse, por concretarse, pero esas serían las reformas, cada paso avanzado, pero también digamos, aparte de lo que está escrito ahí en el papel, que es una parte importante, es lo que lo que se ha consolidado en el ambiente que está viviendo en este momento la sociedad colombiana.
Ese acuerdo de paz permitió desatar y vencer el miedo de la población colombiana a movilizarse y a expresarse en las urnas, en este caso a la organización social. Y este momento que estamos viviendo hoy con este triunfo de las fuerzas alternativas sociales y de izquierda se debe también a esa correlación de fuerzas de hoy que son favorables en el Congreso de la República, todo el mundo lo dice, no lo decimos nosotros, no lo digo yo porque soy militante del Partido, sino como un firmante del acuerdo de paz.
Incluso, en el exterior, también se expresa y se siente así. Gran parte de que estemos viviendo este ambiente, este entorno político, esta euforia popular que hay, se debe al Acuerdo de Paz. El Acuerdo de Paz fue como abrir una puerta que desató toda esas ansias de cambio, de progreso, de transformación que tenía el pueblo colombiano. Hay represalias a partir del terrorismo, del Estado, de la violencia.
Entonces, ese es un gran aporte del Acuerdo de Paz, pero que no está realmente escrito en el papel y que no corresponde, digamos, a una voluntad del gobierno, este saliente de Iván Duque, o que fuese, por ejemplo, como una contribución o una concesión de ese gobierno, no es una puerta que digamos. El Acuerdo de Paz la mostró y el pueblo colombiano la abrió y ha desatado toda su fuerza creativa ahí.
Hoy podemos gozar de esta alegría de todo el grupo popular por primera vez en más de 200 años, creo que 203. Precisamente debido, al momento republicano que Colombia vive hoy conun gobierno popular. Vive un gobierno alternativo, lo que no había podido gozar en estos años anteriores.
Y, ¿cuál es la visión socio económica de comunes para Colombia que usted mencionó? Decirlo por la importancia de los programas sociales del gobierno de Gustavo Petro. Pero decir ¿cuál es? ¿Cuáles son las reformas económicas que el partido de Comunes quiere implementar y en qué manera superpone con la gente de Gustavo Petro?
-Mira, yo te digo algo y no lo hago de manera oportunista, ni tampoco en el ánimo que tú sabes que en el carro de la victoria se quiere después montar todo el mundo. Si todo el mundo se considera padre de esa victoria, ni tampoco digamos como con un espíritu triunfalista de nuestra parte, pero este momento que se está viviendo hoy y como que esa visión de lectura del momento político que supo hacer Gustavo Petro y sus propuestas, era algo que nosotros habíamos soñado y que también en nuestro Congreso constitutivo, después que dejamos las armas y nos convertimos en un partido político legal, está plasmada
En este escrito, nosotros pensamos que Colombia debía tener un Gobierno de transición y que se genere un gran acuerdo o un gran pacto nacional. Una alianza importante que llevará, digamos al Gobierno a un poder alternativo para comenzar a reconstruir este país, para comenzar a hacer las reformas y las transformaciones que nos permitan superar esta crisis de todo tipo y a todo nivel que hay en Colombia, desde el punto de vista político, del punto de vista económico, del punto de vista social, del punto de vista cultural, porque ya el pueblo no aguantaba más.
Entonces, Gustavo Petro tuvo el acierto, pero además supo encarnar esos sueños compartidos, de millones de colombianos que estaban ahí apresados. Y Gustavo logró aglutinar toda esa fuerzas y salir elegido presidente. En ese sentido, de igual forma, uno siempre va a tener alguna visión un poco distinta en cierto tema y en cierta cosa.
Pero te puedo decir que, en este momento la visión que se está construyendo de país es muy semejante a la que nosotros queríamos y queremos. En ese sentido, nos sentimos representado ahí, en esas fuerzas que conforman ese gobierno. Nos sentimos representados con Gustavo Petro, pero además también dentro de su propuestas de solución a los problemas de Colombia, también nos sentimos identificados y en todo ese programa de gobierno, entonces ya tú sabes que, él lo señaló muy claramente o lo ha señalado varias veces muy claramente, pero no lo ratificó en su posesión.
Es que Colombia tiene, como unos asuntos que son prioritario para resolver en estos 100 primeros días de Gobierno o en estos seis meses. Cinco que le quedan de este año 2022. Y una de esas, digamos, es el tema de la paz, que en la implementación del acuerdo también fortalece mucho el tema de reactivar la productividad del agro, la productividad del cambio Colombia, del agro, del campo colombiano, porque hay una situación de hambre aguda en Colombia.
Yo creo que el 70%, más o menos de los colombianos, come una sola comida al día, se acuesta con hambre, se levanta con hambre y el segundo punto es que para lograr esta transformación se está pensando en la salud, la educación, en los servicios públicos, en la infraestructura, en el transporte, en el empleo.
Una reforma tributaria, ya que, este gobierno pasado, va a dejar un gran hueco fiscal, el mayor de toda la historia de Colombia, de todo los presidentes que estuvieron ante de Duque, imagínate, hablan de 68 billones de pesos. Entonces, hay que hacer una reforma tributaria que permita tener recursos para poder materializar todos estos planes de Gobierno, porque sin dinero no se puede hacer ninguna transformación.
El otro punto, es que también se pueda contar recursos frescos que puedan materializarse en un plan de desarrollo. Porque cualquier plan de desarrollo que se proponga, en cualquier Gobierno del mundo debe primero tener asegurado los recursos económicos que le permitan hacerlo realidad, que le permitan implementarlo. Entonces, ese plan de gobierno que contempla Gustavo Petro, del cual nosotros pensamos que está bien encaminado, en que no se ha terminado de construir y nosotros también vamos a ser partícipes en ese vamos a poner nuestro granitos en ese plan de desarrollo, pues tiene que garantizar que hayan los recursos necesarios para hacerlo, porque si no, se están creando falsas expectativas.
Pero quiero mandarle un mensaje al Gobierno, al pueblo colombiano, aprovechando. Es que hay que tener un poco de paciencia, porque toda una deuda histórica que hay de la oligarquía colombiana con el pueblo, todas esas necesidades insatisfechas y digamos todas ansias de cambio retrasadas, no van a conseguirse de un día para otro.
Eso es un proceso, es decir, esto es un proceso, una transición hacia unas etapas futuras de bienestar y de mejoría de la situación del pueblo colombiano. Pero ahí viene lo otro, el pueblo colombiano tiene que ser partícipe de estos cambios, no sentarse solamente a esperar que Gustavo Petro le va a traer a su casa las soluciones, tiene que salir a conquistarlas, tiene que salir, aprovechar, apoyar al gobierno para que se puedan concretar esos cambios y esas transformaciones.
–Y usted mencionó que el tema de derechos humanos y la paz, por supuesto, pero quiere formas claves. Hay que implementar para desmantelar esta estructura, para, para, para con militar del Estado que ha sido responsable. Por tanto dolor y tanto sufrimiento durante décadas en la sociedad colombiana.
Bueno, todo el mundo conoce que a pesar de que en estos cinco años del Acuerdo de Paz disminuyeron todo el tema este de la violencia por el conflicto armado político con la FARC, haber dejado las armas, pero también digamos este últimos cuatro años del Gobierno se caracterizaron porque se aumentó de una manera muy dramática el asesinato de líderes sociales, de líderes ambientales, de líderes campesinos, de lideresas y también el número de asesinatos de los firmantes del Acuerdo de Paz.
Quiere decir que, hay un gran fracaso en ese tema, en el respeto de los derechos humanos, en las garantías de seguridad, no solo físicas de los líderes y lideresas y de los firmantes del Acuerdo de Paz, en esa materia, el gobierno de Iván Duque también fallo porque fue un desastre. Pensamos que parte de las propuestas para solucionar esos temas están ahí consignadas en el Acuerdo de La Habana, porque precisamente ese acuerdo pretendía, como te dije, disminuir esas consecuencias de la violencia en Colombia.
Pero no se han implementado las políticas que quedaron consignadas, en ese sentido, en el punto tres de los acuerdos de La Habana, fueron las garantías de seguridad, no sólo para los que pasaron de la lucha guerrillera a la lucha política a través del partido, sino del pueblo colombiano en general y de todos esos líderes y lideresas.
Yo creo que es el momento propicio para retomar también eso. Las medidas de seguridad común, como digamos, el Comité Nacional de Garantías de Seguridad, una instancia de alto nivel que dirige el Presidente de la República. El gobierno de Iván Duque nunca la quiso implementar, nunca se reunió esa comisión y tampoco, ejecutar las otras medidas que están ahí anotadas, que eran para el combate contra el paramilitarismo y para las organizaciones sucedáneas del paramilitarismo, lo que por ahí se llaman las bacrim o las bandas paramilitares.
Entonces, tampoco se implementó ni a partir de la Fiscalía ni a partir de los organismos de seguridad del Estado un plan robusto para contrarrestar esas esas fuerzas oscuras que han seguido generando violencia en el país. Pero además, también, hay un factor grande que contempla el Acuerdo de La Habana, que es el tema de la solución al tráfico de la droga o la producción de las drogas, como la sustitución de los cultivos de uso ilícito.
Eso fracasó, antes de salir Santos estuvo funcionando un tiempo y también el presidente Gustavo Petro lo planteó en su discurso de posesión, que se debe cambiar la política antidrogas no solo en Colombia, sino a nivel mundial. Esta política antidroga, que ha sido una de las banderas de la injerencia de los Estados Unidos en los países donde se cultivan la hoja de coca, etcétera, digamos que fracasó
Fracasó la política norteamericana, es por ello que estamos tratando de generar un nuevo paradigma que definitivamente, desmilitarice el tema de los cultivos ilícitos y del narcotráfico en estos países, eso espero que surja a partir de una nueva relación con los Estados Unidos en ese sentido. Entonces digamos que, es una mejoraría en la situación de los derechos humanos.
Pero también lo ha dicho Gustavo a los organismos de seguridad de Colombia, la policía, el Ejército, que hay un cambio de esa doctrina y que se fundamenten principalmente en el tema del respeto a los derechos humanos. Pero los derechos humanos en su integralidad, es decir, desde la concepción de la seguridad humana, no de la seguridad de la policía, de la seguridad represiva de como se ha tratado acá en Colombia ese tema, sino sobre la seguridad humana.
Porque también el hambre, la falta de educación, la falta de empleo, son factores que generan mucha violencia. Entonces yo creo que, el tema de la prevención y la promoción de los derechos humanos en Colombia, va a ser un tema muy clave en este gobierno de Gustavo Petro.
–Germán, para finalizar la entrevista, me gustaría escuchar su opinión sobre el lugar particular que tiene Colombia en la región, pero también en el mundo, porque entendemos que durante muchos años, décadas, Colombia fue considerada como un Estado aliado clave y particularmente clientelar de los Estados Unidos y tener un Gobierno de izquierda por primera vez en la historia es algo que realmente ha sido imaginable para nosotros. Entonces, ¿cuál es la visión alternativa para Colombia? En lugar de ser este, un Estado clientelista y aliado clave de Estados Unidos, ¿cuál debería ser el papel de Colombia?
-Mira, precisamente ese tipo de relación con los Estados Unidos de Norteamérica nos han situado en ese lamentable o desagradable papel. Mire que Colombia es considerado el Israel de Latinoamérica, porque no podemos negar que la oligarquía colombiana, la élite que ha gobernado este país, es, yo creo que, el principal aliado de los Estados Unidos en el continente, en Latinoamérica y el Caribe.
Y le ha correspondido jugar un papel nefasto en las relaciones con los otros países hermanos de Latinoamérica y el Caribe. Ha servido de cabeza de playa para la injerencia de la política norteamericana aquí en nuestros países, sobre todo en los países vecinos. Entonces, Colombia se ha prestado para facilitar esa injerencia en los asuntos internos, por ejemplo de Venezuela, del mismo Ecuador, en franca violación a la soberanía y el respeto a la libre autodeterminación de los países vecinos.
Ese papel nefasto que ha jugado hasta ahora va a cambiar, porque ya el papel de la diplomacia de Colombia es otro y eso permitirá que las relaciones diplomáticas de Colombia con el resto de los países vecinos, de Latinoamérica y el Caribe ya no serán unas relaciones de agresión, sino van a ser unas relaciones fraternas, de amistad, de colaboración.
Y las relaciones diplomáticas con Estados Unidos van a ser revisadas y de común acuerdo. También van a sufrir cambios importantes porque deben ser unas relaciones en igualdad de condiciones. Colombia no puede seguir jugando ese papel de principal aliado militar, incluso de los Estados Unidos, de jugar ese papel del Israel de Latinoamérica, incluso algunos críticos más fuertes dicen que es el papel con respecto a nuestro hermano, el país de Venezuela, el papel del Caín, si, haciendo alusión a la Biblia y casi a la historia bíblica y deben ser revaluados todos los tratados militares que hay firmados con los Estados Unidos y no solo con esa nación.
El papel que cumple Colombia dentro de la OTAN, debe ser otro tipo de relación. La misma política antidroga tiene que cambiar, hay que darle un giro de 180 grados al tratamiento de ese tema. Se ha planteado al presidente Petro, que debe revisar el tema sobre la legalización de la droga. No el prohibicionismo, si no la legalización, yo creo que nos va a permitir superar ese problema de manera definitiva.
Y también en la parte comercial hay que mirar todo esto del Tratado de Libre Comercio, porque es hasta ahora un tratado de un grande con el chico y siempre el pez grande se come el pez chico. Entonces, no es que Colombia vaya a romper todo ese tratado, todas esas relaciones con los Estados Unidos, pero sí hay que pensar en un cambio en esas relaciones.
Colombia pues, ya todos lo sabemos, que a nivel de Latinoamérica, del Caribe, del continente americano, desde el punto de vista estratégico y geopolítico, juega un papel importante por su situación geográfica. O sea que somos como, una especie de bisagra entre Norteamérica y Suramérica. E ahí pues que somos vecinos del Canal de Panamá y el papel estratégico que juega ese canal.
Pero además no olvidar que ese canal era de Colombia y en el año de 1903 los Estados Unidos le arrebataron ese canal a Colombia. Además tiene costa sobre los dos océanos, sobre el mar Caribe y el océano Pacífico. Lo que permite todo un comercio y un tráfico marítimo por lado del Caribe por el norte, en el sur con África, al occidente con Europa y por el Pacífico, pues la cercanía que tiene con los países asiáticos y con los países de la cuenca del Pacífico, ese intercambio comercial y de mercancías es muy importante para la economía de Colombia, sin embargo también es un país andino. Tenemos tres cordilleras de los Andes con todo el potencial que eso implica, pero además también tenemos una porción de la Amazonía, ese pulmón del mundo, digamos, esa gran industria del agua, elemento tan escaso que se está presentando en estos momentos.
Entonces Colombia indudablemente juega un papel que, esperamos ahora, sea mucho más positivo que el que ha venido desempeñando o el papel que se le asignado dentro de esa política de los Estados Unidos. Como tú sabes, la oligarquía colombiana, las élites colombianas que han dominado este país, son fuertes aliados de los Estados Unidos de Norteamérica.
Basta de ese papel, ahora deben ser otro tipo de relacionamiento, que se nos respete la independencia, nuestra libre autodeterminación y nuestra soberanía.
–Así que ¿podríamos asegurar que la era de Santander se acabó y que de Bolívar volvió?
-Claro, ese sueño de Patria Grande que tenía el Libertador Simón Bolívar.
Ya para finalizar quiero hacer énfasis también en ese papel positivo que va a jugar Colombia y es que nos vamos a convertir en una potencia mundial de la vida y no sólo de la vida humana, sino de la vida del resto de los seres vivos que habitan este planeta, de los animales, de las plantas, del medio ambiente, de la atmósfera, del oxígeno.
Porque Colombia es un país campeón de la biodiversidad, es un país mega diverso y vamos a convertirnos en esa potencia de la vida. Pero además, vamos a ser campeones y exportadores de la paz. Porque cierro con esta frase que todo el mundo está de acuerdo en ella, La paz de Colombia es la paz del continente.