El Gobierno de Cataluña pidió a los habitantes de Barcelona y varias ciudades del área metropolitana que se queden en sus hogares y salgan solo para actividades esenciales, ante el fuerte repunte de casos de covid-19.
«Los ciudadanos de estos municipios se tienen que quedar en casa y pedimos que no se desplacen a segundas residencias este fin de semana», anunció en rueda de prensa la portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó.
Las autoridades de la región emitieron una resolución que prohíbe las reuniones de más de 10 personas en el ámbito público y privado y limita al 50 por ciento el aforo en los bares de la capital.
Así lo decidieron tras constatar un importante aumento de los contagios en Barcelona y los municipios que rodean la ciudad, donde en una semana se llegaron a triplicar los casos activos de covid-19.
En una comparecencia televisada, las autoridades transmitieron una alerta a la población ante el crecimiento de la transmisión del virus y pidieron limitar al máximo todo el contacto social, que es el origen de la mayor parte de los contagios recientes.
«Se recomienda que la salida del domicilio se haga en los casos imprescindibles como ir a trabajar, ir a comprar o a centros sanitarios, hacer actividad deportiva siempre de forma individual y otros supuestos», detalló la responsable de Sanidad en Cataluña, Alba Vergés.
Vergés precisó a que «la mayoría de personas se están contagiando en reuniones con familiares, amigos y otro tipo de encuentros sociales, por lo tanto estos se deben limitar».
Esta resolución se prolongará durante 15 días y el Gobierno espera «no tener que ir más allá», aunque la portavoz Budó admitió que la situación epidemiológica actual es «muy complicada» por lo que no descartan aplicar medidas más estrictas.
«Tenemos que ser conscientes de que el virus está entre nosotros, y es nuestra responsabilidad pararlo con las medidas que sean necesarias», afirmó la representante del Gobierno catalán.
Una de las medidas que se descarta de momento es el confinamiento perimetral de la ciudad y sus alrededores, tal como se hizo previamente en la región norteña de Segrià, que tiene como capital la ciudad de Lleida.
El Gobierno extenderá a otras zonas de Segrià que no permanecían confinadas las medidas de salud pública desplegadas en la ciudad de Barcelona.
Las resoluciones adoptadas por el Ejecutivo tendrán que ser avaladas por un juez, como sucedió en un principio con el confinamiento decretado en El Segrià.
La responsable catalana de Salud explicó que, aunque los hospitales no experimentaron todavía un escenario de saturación, sí que se detectó en Barcelona y alrededores un incremento de los ingresos y los pacientes graves.
Por eso, Vergès afirmó que en base a estos datos el Ejecutivo «actuará desde el primer momento» para evitar situaciones de colapso como las que se vivieron en el punto álgido de la pandemia.
Fuente: Sputnik
Continúa leyendo…