La formación independentista Esquerra Republicana (ERC) condiciona su aval a la investidura del líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, a una negociación entre los gobiernos de España y Cataluña.
«Si hay acuerdo entre partidos para la investidura significará que hemos acordado la constitución de una mesa de negociación entre los representantes de las mayorías ciudadanas y parlamentarias. Es decir, entre gobiernos» aseguró el vicepresidente catalán y coordinador general de ERC, Pere Aragonès, en una entrevista con el diario El Periódico.
La dirección de ERC sigue manteniendo su «no» a Sánchez y al acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, aunque no descarta moverse de su posición si obtienen las «garantías» que el independentismo exige al futuro Ejecutivo español.
Este 25 de noviembre, más de 9.000 militantes de la fuerza republicana están llamados a participar en una consulta para contestar a la pregunta «¿Está de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?».
«Votaré lo que defendemos desde el 10 de octubre. El ‘no’ a Pedro Sánchez, pero que puede mutar si se plantea una mesa de negociación para hallar una salida política a un conflicto político», dijo al respecto Aragonès.
No se trata de una votación vinculante, por lo que la cúpula de ERC se reserva la decisión final sobre la investidura, que se negocia en un contexto de una fuerte negativa por parte de los partidos catalanes tras la sentencia contra políticos y una campaña electoral en la que el PSOE arremetió contra el independentismo.
Esta consulta, según el vicepresidente catalán, es una manera de establecer los criterios con los cuales el partido afrontará las próximas negociaciones con el PSOE.
«Pedimos que se avale ese ‘no’ a la espera de que el PSOE se mueva. Ese aval es la forma de que nuestro programa político [amnistía; autodeterminación; derechos y libertades] avance», sostuvo Aragonès.
La formación emplaza a tres representantes para los siguientes contactos con los socialistas: la secretaria general adjunta, Marta Vilalta, el presidente del consejo nacional, Josep Maria Jové, y el portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián.
Sobre la posible discrepancia de ERC con la otra principal fuerza independentista, Junts per Catalunya, que se mantiene firme en su negativa a apoyar la investidura, Aragonès recordó que los resultados de las elecciones del 10 de noviembre fueron «claros en expresar en quién los ciudadanos de Catalunya han depositado la confianza».
En los comicios, ERC obtuvo 13 diputados al Congreso, mientras que Junts per Catalunya se quedó con 8 asientos.
«Las decisiones de los votos de ERC las tomará ERC. Si podemos compartir argumentos, mucho mejor», concluyó sobre esta cuestión el vicepresidente de Cataluña.
Cortesía de Sputnik
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