Hasta el momento solo se contabilizaban las víctimas mortales por coronavirus que fallecieran en los centros de salud.
A partir de ahora se recurrirá a las empresas funerarias para que suministren al Departamento de Salud «de forma individualizada y con total fiabilidad y exhaustividad el número de defunciones por COVID-19 en residencias y domicilios».
Este nuevo tipo de recuento, que se aplica desde este 15 de abril, explicaría por qué se duplicó el número de víctimas mortales en esta región, una de las más afectadas del país por el coronavirus, después de Madrid.
El director de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha pedido tener cuidado con los adjetivos que se unen a las cifras
«La cifra real de fallecidos es muy difícil de conocer. Ni teniendo muy buenas estadísticas sanitarias vamos a conocer la cifra real de fallecidos con coronavirus. Ahora mismo en España se están contabilizando todos aquellos infectados que fallecen que tienen una prueba en la que se ha detectado el coronavirus».
Simón resaltó que el ministerio de Sanidad no es el que genera la información sobre el número de fallecidos, sino que se nutre de los datos suministrados por las Comunidades Autónomas.
«Tenemos todavía que discutir mucho con ellos (Generalitat de Cataluña) qué significan estos nuevos casos procedentes de funerarias o residencias de ancianos porque no tenemos la seguridad de si tienen un diagnóstico de coronavirus previo o no. Nosotros lo que solicitamos a las autonomías son aquellos datos de fallecidos que cumplen los criterios que se aprobaron en la ponencia de Alertas y Emergencias. Pero sí es cierto que si estos nuevos casos cumplen con la definición de caso, tendrán que considerarse».
Cortesía de Sputnik
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