Akina Nakamura, la universitaria privada de libertad a partir de cuestionadas pruebas de Carabineros

El 4 de diciembre pasado Akina Nakamura (25) fue detenida por Carabineros alrededor de las 20 horas en la intersección de calle Anfión Muñoz con Cisternas en La Serena, donde la joven se encontraba con un acompañante, Vicente Revello. 

Hoy ambos jóvenes llevan tres meses en prisión preventiva acusado como coautores del delito de transporte y porte de bombas molotov, siendo trasladados al Centro Penitenciario Huachalalume.

Akina Meary Nakamura Cortés es estudiante de Enfermería en la Universidad de La Serena, instructora de Yoga en esa misma casa de estudios, jugadora de básquetbol y creadora de alimentos con su marca Trufün, según se detalla en la cuenta de Instagram @libertadparaakina, creada como parte de una campaña para exigir su liberación.

Patricia Álvarez -quien conoce a Akina por medio de su hija- describe a la chica privada de libertad como «una mujer cálida, humilde, sana, amiga de sus amigos y siempre dispuesta a ayudar; dedicada a sus labores, con sus clases de yoga, trabajos esporádicos, a sus estudios, a cuidar de los animalitos callejeros y de sus gatos». «Nunca vi en ella maldad; al contrario, encuentro que fue un aporte en la vida de mi hija», añade. 

Carlos Silva es el defensor de Akina. En conversación con el diario El Día de La Serena advierte que en dos ocasiones han solicitado el cambio de las medidas cautelares. La primera fue el 5 de febrero al Juzgado de Garantía y luego el 13 de febrero ante la Corte de Apelaciones. En ambas oportunidades, la solicitud fue denegada. 

Respecto a las supuestas pruebas que pesan sobre Nakamura, el jurista apunta, por una parte, que «el registro fotográfico de la carpeta investigativa no sustenta la versión indicada por los carabineros que la detuvieron”. En ese sentido, señala que «no está acreditada» la versión policial que sostiene que la joven fue vista teniendo en sus manos una bolsa con los artefactos a los que se le vincula.

No obstante ello -agrega el abogado- «ese día le toman (…) muestras de sus manos para hacer una pericia técnica y saber si pueden tener restos de hidrocarburos o material de combustión». ¿Qué ocurrió?: «Llegó el informe elaborado por la policía y el resultado dice que en sus manos y en los restos levantados no hay ningún antecedente de combustible o elemento que lo vincule a la mantención de elementos explosivos o que permitan que una bomba se encuentre completa».

Citado por El Día, el abogado de Akina aseguró, además, que el Ministerio Público no realizó peritajes a las botellas encontradas, evidencia con que la Fiscalía vincula a la acusada con el delito. En ese contexto, el jurista solicitó el 13 de febrero al Ministerio Público que «un perito privado tuviese la oportunidad de revisar la evidencia y realizar diversas pruebas en terreno», según consigna el medio regional. 

«Todo el que la conozca sabe la calidad de persona que es, caracterizada por su alegría y empatía», se apunta en el Instagram @libertadparaakina.

En ese sentido, se destaca que su familia está requiriendo ayuda tanto para enfrentar las consecuencias emocionales como las económicas que implica el proceso penal. Para ello han organizado una rifa de carácter virtual a través de la aludida cuenta de Instagram.