Apertura de Metro Baquedano: ciudadanía no olvida que fue sindicado como centro de torturas

Durante el estallido social, el estudiante Nicolás Lüer aseguró haber sido torturado en la comisaría subterránea que se encontraba en la estación y que escuchó gritos de personas pidiendo auxilio.

Apertura de Metro Baquedano: ciudadanía no olvida que fue sindicado como centro de torturas

Autor: Camila Sierra

Durante el mes de abril, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones anunció que la primera semana de mayo la estación Metro Baquedano abriría sus puertas en medio de la actual pandemia. Anteriormente, había comenzado a funcionar para hacer combinaciones en las Líneas 1 y 5, pero sin salida de pasajeros hacia el exterior.

La estación se encontraba cerrada hace seis meses, desde que fue foco de ataques durante las manifestaciones del estallido social, generados principalmente tras denunciarse torturas al interior de la comisaría que se encontraba en las inmediaciones del tren subterráneo, los primeros días de la gran movilización social.

Esta semana comenzaron su funcionamiento las salidas de Línea 1 y línea 5, es decir, las que dan hacia el Teatro de la Universidad de Chile y el Parque Bustamante. Esto generó diversas reacciones, debido a que la ciudadanía no olvida justamente que el lugar fue denunciado como un centro de torturas.

Durante los primeros días en que estalló la revuelta en Chile, el joven estudiante de 22 años, Nicolás Lüer, aseguró haber sido torturado en la comisaría subterránea que se encontraba en la estación.

Según Lüer, junto a dos amigos ingresaron a la escalera de acceso a la estación mientras intentaban arrancar de carabineros el 22 de octubre, en plena movilización social, sin saber que abajo había una comisaría. Señala que mientras bajaba, fue jalado por la espalda y arrastrado hacia el interior. Asegura que una vez en el lugar, escuchó gritos de otras personas pidiendo auxilio. Declaró lo vivido al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). Decidió no interponer acciones legales para no exponerse públicamente, según explicó posteriormente.

Una vez conocida la acusación, hasta la estación Baquedano del Metro llegó el Instituto Nacional de Derechos Humanos y el Juez del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, Daniel Urrutia, a verificar si la información entregada por el joven podía confirmarse. Se encontraron restos de sangre en el lugar, lo que, a juicio del magistrado, podía ser evidencia de tortura.

A continuación, algunas reacciones de la ciudadanía ante la reapertura de la estación.

https://twitter.com/rvfradiopopular/status/1257350525835714561?s=20
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