Este lunes se concretó el cambio de gabinete anunciado el pasado sábado por el Presidente Sebastián Piñera en medio de las masivas protestas en contra de su gobierno.
Una de las decisiones más relevantes es la salida del ministro del Interior, Andrés Chadwick, a quien se le responsabiliza en esa calidad de las violaciones a los Derechos Humanos cometidas a partir del pasado viernes 18 de octubre a lo largo de todo Chile.
Cabe recordar que a las personas muertas -20 hasta ahora, 5 de ellas a manos de miembros de Carabineros y Fuerzas Armadas- se suman las cientos de víctimas de detenciones ilegales, de baleos con perdigones -muchos de ellos con pérdidas de visión en alguno de sus ojos-, de torturas y de vejaciones sexuales, entre otros abusos.
Por otra parte, Chadwick abandona la cartera de Interior no solo vinculado a dicho actuar criminal, sino que también como responsable político -junto a su subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla- del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, hecho ocurrido el 14 de noviembre de 2018 en Ercilla.
Interior es asumido ahora por quien se desempeñara como ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel; a su vez, este último es reemplazado por Felipe Ward, otrora ministro de Bienes Nacionales; en su lugar asume el ex dirigente de la llamada «Revolución Pingüina», Julio Isamit; Cecilia Pérez deja el Ministerio Secretaria General de Gobierno (vocera), se va a Deportes y en su lugar arriba la Intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar; Felipe Larraín se va de Hacienda y llega Ignacio Briones; Juan Andrés Fontaine abandona Economía y es reemplazado por Lucas Palacios, hasta ahora subsecretario de Obras Públicas; y Nicolás Monckeberg deja de ser ministro del Trabajo y en su lugar asume María José Zaldívar.