El Ministerio de Obras Públicas ha llamado a una licitación pública para la construcción de la Autopista Vespucio Oriente entre el Salto y Príncipe de Gales, dejando pendiente el tramo que se extendería hasta Avda. Grecia. Esto generaría una congestión vehicular imposible de resolver ya que en el tramo de Bilbao hasta Príncipe de Gales se construiría en superficie una autopista para un flujo de 9.000 vehículos por hora, que desembocarían en Av. Américo Vespucio que está diseñado para 2.500 vehículos por hora.
Frente a esta situación, mantenemos nuestra posición planteada a las autoridades hace casi 10 añoscuando recién se anunció este proyecto.
Las vecinas y vecinos de Ñuñoa, La Reina y Peñalolen no necesitamos de la autopista Vespucio Oriente. Su construcción y operación no nos favorecen en absoluto. No la requerimos ni por arriba ni por abajo. Ni en túnel minero ni en trinchera abierta o cerrada.
Tenemos Metro y movilización cada día más eficiente en Américo Vespucio en toda su extensión entre Bilbao y Av. Grecia.Y a lo anterior se sumarán las ventajas que representará para el transporte público, la combinación con la línea 3 del Metro en la Estación Plaza Egaña ya en construcción.
La construcción de una autopista, ya sea esta subterránea o en superficie, solo traerá consigo grandes tacos y congestión en las caleteras adyacentes o en las vías que corran sobre dicha autopista, tal como ocurre hoy entre Avda. Grecia por el nororiente y Américo Vespucio por el surponiente de en autopista Vespucio Sur. A ello se sumarán las salidas de descarga de la Autopista, las que aumentarán la congestión vial ya existente en las principales arterias de nuestras comunas tales como Echeñique, Simón Bolívar, Irarrázaval-Larraín, Diagonal Oriente-José Arrieta, Los Orientales y Av.Grecia.
El tramo de Américo Vespucio-Av.Ossa entre Tobalaba y la Rotonda Grecia tiene un tráfico de vehículos relativamente expedito y fluido.
Quienes usan la locomoción pública distinta al Metro y quienes no puedan pagar su tarifa que será la más cara de todas las autopistas existentes en Santiago, serán los más afectados y verán aumentado más aún el tiempo de desplazamiento en dicho tramo. Las autopistas continúan rompiendo los equilibrios urbanos, segregando barrios y comunas de nuestra capital y presionando para que se modifiquen los planes reguladores comunales.
Ello al margen de la congestión que afectará a las tres comunas durante todo el periodo que tome su eventual construcción que se estima será de 3 años.
Las autopistas mal llamadas urbanas son una aberración mayúscula, lo que ha sido comprobado en todas las grandes urbes del mundo, tanto por su destructor impacto urbano como en la solución en sí mismas. Porque a poco andar siempre serán sobrepasadas sus capacidades, con el permanente crecimiento del parque automotriz que estas mismas incentivan, lo que plantea seguir «desventrando» barrios consolidados para permitir el paso de otras nuevas, quedando con una ciudad segmentada y mutilada. Y para qué decir, cada vez más contaminada.
Moisés Scherman es Dirigente Social de Ñuñoa y Miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento Amplio de Izquierda