Dos días después de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ordenase a Israel detener de inmediato su ofensiva en Rafah, ayer domingo se produjo un bombardeo aéreo que provocó una masacre en el campamento de desplazados de Tel Al-Sultan, al noroeste de la ciudad, donde se han trasladado más de un millón de palestinos en búsqueda de seguridad.
La arremetida israelí provocó un incendio que se fue extendiendo por las tiendas de campaña hasta acabar con la vida de al menos 50 personas, 23 de ellos menores y mujeres, según informó la agencia palestina WAFA. Por su parte el número de heridos sigue siendo indeterminado.
Las imágenes y videos que circulan en redes sociales reflejan el terror que sufrieron las víctimas, así como los gritos de angustia de los desplazados en el campamento de al ver cómo mujeres, hombres y niños se estaban quemando vivos.
De acuerdo con los antecedentes, al menos ocho misiles impactaron en las carpas de familias refugiadas, instaladas recientemente cerca de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que catalogó el ataque como «un infierno en la tierra».
Señalan que «el flagrante desafío al derecho internacional es inaceptable», por lo que se produzca un alto al fuego.
La Media Luna Roja Palestina reportó que debieron trasladar un gran número de cadáveres, algunos calcinados y personas heridas desde el campamento.
La organización indicó que, con la red hospitalaria de Gaza destruida por los ataques de Tel Aviv, resulta imposible continuar con la atención médica a las víctimas, cuyo número aumenta diariamente.
Asimismo, la cadena catarí Aljazeera reportó que las ambulancias no eran suficientes para recoger los cadáveres y atender a los heridos.
«Estamos horrorizados por estos últimos acontecimientos», relató desde Gaza, Martina Marchio, integrante de ‘Médicos sin Fronteras’, quien describió el bombardeo «una noche sangrienta» en la que debió atender a decenas de heridos.
Respuesta de Netanyahu a orden de detención
El nuevo ataque contra el pueblo palestino se produce luego de que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, solicitara el pasado lunes emitir órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su titular de Defensa, Yoav Gallant, al considerar que hay “motivos razonables para creer” que son responsables de crímenes de guerra contra el pueblo palestino.
A juicio de Khan, Netanyahu y Gallant, han privado intencional y sistemáticamente a la población civil de Gaza de los recursos indispensables para la supervivencia humana.
«Puedo confirmar que tengo motivos para creer sobre la bases de las evidencias recopiladas y examinadas por mi oficina que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, son penalmente responsables de los siguientes crímenes internacionales cometidos en el territorio de Palestina, desde al menos el 8 de octubre de 2023», declaró el fiscal del tribual de la Haya.
Precisó que los crímenes incluyen «causar hambre a civiles como método de guerra, causar intencionalmente grandes sufrimientos, lesiones graves a la integridad física de la salud, o tratos crueles, matar intencionalmente o asesinar y dirigir intencionalmente ataques contra una población civil, así como crímenes contra la humanidad, de exterminio, asesinato, persecución y denuncias de cometer otros actos inhumanos».
Aliados de Israel condenan ataque
El ataque israelí contra el campamento en Rafah ha provocado que incluso algunos de sus mayores aliados hayan criticado la actitud del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Es el caso de Alemania, cuya ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ha avisado a Israel de que «no va a obtener ningún beneficio ni se libera a ningún rehén por quemar a la gente en sus tiendas de campaña». La ministra germana planteó que las órdenes de la Corte Internacional de Justicia son vinculantes y por ello reconoce que actuará contra Netanyahu si los jueces de ese tribunal emiten una orden de arresto contra él como pide el fiscal de la Corte.
Posteriormente se conoció la reacción de otro aliado de Israel, el gobierno de Francia, cuyo presidente, Emmanuel Macron, indicó a través de un mensaje publicado en X, que está «indignado por los ataques de Israel que han matado a una gran cantidad de refugiados en Rafah».
«Estas operaciones deben terminar. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos y pido que se respete totalmente la legalidad internacional y haya un alto el fuego», indicó.
Reacción de Israel
La propia fiscal principal del Ejército de Israel, Yifat Tomer Yerushalmi, ha reconocido que el bombardeo del campo de refugiados ha sido un incidente «complejo y muy grave», y ha admitido que se ha iniciado una investigación por haber tenido como objetivo una zona calificada previamente como segura para los civiles.
Según el ejército sionista «datos de inteligencia precisa» habían confirmado la presencia de dos altos cargos de Hamás en la zona arrasada.
Los argumentos de Israel no convencen a sus vecinos. Irán ha calificado ya el ataque como «un crimen de guerra», Egipto cree que ha sido deliberado, mientras que Qatar vuelve a denunciar que este tipo de masacres alejan aún más la posibilidad de un alto el fuego.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania, por su parte, expresó que «condena y denuncia los atroces crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de ocupación israelíes en la Franja de Gaza, el último de los cuales es el bombardeo de un campamento de desplazados en Rafah».
Netanyahu: «No estoy dispuesto a poner fin a la guerra»
Frente a las críticas y condena internacional, Netanyahu se limitó a señalar que el ataque perpetrado ayer en Rafah «es un error catastrófico y lo investigaremos».
Sin embargo, afirmó que no se rendirá y enfrentará las presiones internas y externas, ya que a su juicio «no hay alternativa a una victoria abrumadora»
«No estoy dispuesto a poner fin a la guerra antes de lograr todos sus objetivos, no levantaré la bandera de la rendición y continuaremos luchando hasta lograr la victoria», afirmó.
El número de personas asesinadas por la agresión israelí desde el 7 de octubre supera las 36.000. Mientras que la cifra de personas heridas llegó a las 80.643.
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