Por Andrés Figueroa Cornejo
Por la Alameda, arteria principal de Santiago de Chile, y desde el Centro Cultural Gabriela Mistral hasta la Plaza Los Héroes, marchó la humanidad solidaria con la causa del pueblo de Palestina para exigir a la administración Boric la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y militares con Israel, este sábado 23 de marzo. Asimismo, se replicaron las manifestaciones en prácticamente todas las ciudades del país andino, una de las naciones del mundo que más diáspora palestina concentra.
«No es necesario ser palestina o palestino para sensibilizarse con el exterminio que se está perpetrando ante nuestros ojos con la complicidad de la comunidad internacional que teme ver afectados sus intereses vinculados al imperialismo. No seremos cómplices de este genocidio a manos del sionismo. Nuestro deber como ciudadanas y ciudadanos del mundo, es el de ser las voces de la resistencia internacionalista por una Palestina libre”, señaló Tania Melnick, vocera de la Coordinadora por Palestina, agrupación que junto a más de 130 organizaciones convocó a la caminata.
La semana anterior también se efectuó una marcha que hizo similar trayecto, pero resultó más numerosa y policlasista. La última, relativamente menor en dimensión, reunió al anticapitalismo propio de las clases trabajadoras y populares políticamente conscientes de sus derechos e intereses.
El periodista y analista especializado en asuntos de Medio Oriente y África, Pablo Jofré, se detuvo en la calle un momento y señaló que «toda marcha de los pueblos, en cualquier lugar del planeta, es un deber de acompañar cuando se trata de apoyar a Palestina, aunque los gobiernos no lo hagan. Cuando salen cientos de miles de personas en Australia, en Estados Unidos, Francia, Alemania, en lugares donde los gobiernos son aliados de Norteamérica y del sionismo, inmediatamente queda demostrado que existe una disociación entre lo que piensan y sienten las sociedades respecto de los gobiernos. Esos mismos gobiernos son los que pretenden perpetuar su dominio sobre el globo», y agregó que «rasgan vestiduras en nombre de los derechos humanos y recitan que hay que cuidar la vida, pero son los mismos que financian y respaldan política y militarmente al régimen sionista».
– ¿Qué hay tras la discusión sobre si es o no una guerra, Pablo?
«Esta no es una guerra ni desde el punto de vista clásico ni no clásico. Se trata más bien de una política de ‘solución final’ de Israel de expulsar y exterminar al pueblo palestino.»
– ¿Qué perspectivas a corto plazo, considerando las relaciones de fuerza internacionales, tiene el conflicto en términos, al menos, de cese al fuego?
«Paz, imposible. Lo digo con enorme tristeza. Mientras exista el sionismo, no habrá paz. Y estoy pensando en todos los pueblos que sufrimos el sionismo y no sólo en Palestina que lo enfrenta directamente. Están El Líbano, Siria, Yemen. El propio Chile tiene vínculos nefastos con él desde la perspectiva tecnológica, militar, de seguridad, corrupción con la industria militar y con el agua del país. Entonces, mientras exista el sionismo, no será posible la paz. E incluso un alto al fuego es difícil. El viernes 22 de marzo reciente se publicó una resolución de Estados Unidos sobre la cual la prensa internacional dijo que China y Rusia se oponen a un alto al fuego. ¡Pero no es así! China y Rusia se oponen a la narrativa de ese articulado presentado por el patrocinador de Israel. Es una resolución completamente favorable a Israel, que es la parte que debe cesar el fuego de manera unilateral, porque Palestina no está en guerra, simplemente está haciendo uso de su derecho a la autodefensa, como lo han declarado funcionarios de las Naciones Unidas de acuerdo al Derecho Internacional».
El luchador social, hijo de la resistencia contra la dictadura pinochetista y que articula actualmente en la Plataforma Anticapitalista y Popular, Arturo Mancilla, destacó el volumen de asistentes a la manifestación y «la importancia de solidarizar con los civiles palestinos que están siendo masacrados. Pero también es importante mantenerse atentos a lo que está ocurriendo en materia de autodefensa en Gaza. Entrado ya el sexto mes del conflicto, el sionismo no ha logrado cumplir con ninguno de sus objetivos militares sobre Palestina: de hecho, no han eliminado ni descabezado a Hamás, ni han liberado a los rehenes», y agregó que «más de diez organizaciones palestinas que cuentan con unidades militares están participando en la resistencia, tanto en Gaza como en Cisjordania. Incluso con las municiones israelíes que no estallan en suelo de Gaza, los palestinos fabrican sus armas».
Por su parte, el dirigente del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, MPMR, Marco Riquelme, cuya agrupación llevó consigo una inmensa bandera palestina, expresó que la marcha «es una demostración más de solidaridad con quienes luchan por la independencia y el mejoramiento de la vida de su pueblo. Y así también saludamos a las diversas agrupaciones armadas de Palestina que han permitido que todavía exista ese pueblo, frente a la feroz arremetida imperialista y sionista que ya se prolonga por más de 75 años de muerte, terror, masacre, usurpación».
– ¿Cómo colabora la resistencia palestina con las luchas de Chile?
«Es un ejemplo en toda línea. La unidad del pueblo palestino a la hora de encarar a un enemigo criminal, pone en primer orden superar la fragmentación de un movimiento popular, anticapitalista y antiimperialista en Chile.»
Dauno Tótoro es uno de los líderes del Partido de Trabajadores Revolucionarios, PTR, y con sus compañeros han hecho suya la causa palestina desde hace tiempo. «Aquí lo básico es cuánto se necesita de solidaridad activa internacionalista, toda vez que estamos viviendo en directo un genocidio, una masacre patrocinada por el imperialismo norteamericano. Uno de los aspectos más graves a nivel local tiene que ver con que el Estado de Chile no ha tomado medidas más rotundas en cuanto a una ruptura de relaciones con Israel y la expulsión de su embajador. Ahora, desde la visión que sostenemos las agrupaciones anticapitalistas y revolucionarias, Israel es la punta de lanza del imperialismo estadounidense en Medio Oriente, la ‘vanguardia’ de la reacción mundial y que, en consecuencia, está en contra de la organización de los trabajadores, las mujeres, los pueblos indígenas, los oprimidos».
Ya en la Plaza Los Héroes, en medio de la Alameda, punto de término de la marcha, el militante y luchador social y político revolucionario Rafael Agacino caracterizó el momento como «una ofensiva capitalista de pillaje y exterminio de los pueblos y territorios de Palestina y el Wallmapu, que los hermana un mismo enemigo. Ahora, ¿cuánta muerte es capaz de tolerar la humanidad? ¿Qué ocurre que tantos pueblos del mundo están sometidos a la indolencia? Pues bien, esta marcha y actividades que se están realizando en otros lugares de Chile por la causa palestina, es una manifestación de lo contrario, de que existe una humanidad que no soporta más muerte», y sumó que, «el pueblo palestino tiene todo el derecho a la autodefensa, a la resistencia, a tomar las armas por su liberación en contra de un colonialismo que simplemente los ha tratado como una variable de ajuste de la historia para reconstituir el orden, tras la segunda guerra mundial».
«En lo puntual», afirmó Agacino, «esa idea de los dos Estados ya no se resiste, cuando una parte del capital mundial está tratando de exterminar a otra parte de la humanidad. No es posible la convivencia con los asesinos. La única paz que admite el capital es la de los cementerios, y el sionismo es una expresión de ello. Lo que sí es posible imaginar, es un Estado de Palestina laico, unitario y plurinacional».
Un dato de color e interpretable como franca provocación: en momentos en que la marcha por Palestina pasó frente a La Moneda, a pocos metros de distancia y fuertemente protegido por agentes de carabineros, un pequeño grupo de neofascistas del partido Republicano gritaba consignas pro sionistas. Varios manifestantes de la caminata reconocieron en la banda de ultraderecha a los mismos que se ubican frente a las embajadas de Cuba y Venezuela a intentar hacer igual y pobre espectáculo.
Quienes iban en la marcha solidaria con el pueblo palestino hicieron lo correcto: no acusaron recibo. Total, se dijo más de alguien, no existen.
* Las imágenes fueron tomadas por el autor de la nota y son de libre disposición.