Niños, niñas y adolescentes palestinos son víctimas de la discriminación racial del régimen de Israel
El informe del centro de investigación e información del parlamento del régimen de Tel Aviv, citado el domingo por los medios palestinos, ha revelado una gran brecha que ha habido entre la financiación que asigna Israel para estudiantes judíos y palestinos en las escuelas en los territorios ocupados palestinos.
Conforme indica el estudio, las escuelas de mayoría árabe consiguen muchos menos fondos que las escuelas judías. De hecho, según los datos ofrecidos, Israel paga hasta 43 000 shekels (unos 12,174 dólares) para estudiantes judíos en el nivel secundario, mientras que sus contrapartes palestinos solo reciben fondos de 24 250 shekels (unos 6,866 dólares), es decir casi la mitad de los pagos a los judíos.
Por otro lado, el informe precisa que los estudiantes en los territorios ocupados se dividen en cuatro clasificaciones: débil, débil-intermedio, intermedio-fuerte y fuerte.
El informe ha reconocido que el 87 por ciento de los estudiantes palestinos ha sido clasificado como débil o débil-intermedio en las escuelas primarias, el 88.5 por ciento en las escuelas preparatorias y el 87.5 en las escuelas secundarias.
Israel, que ha cometido y sigue cometiendo una larga lista de crímenes contra los palestinos desde su creación en 1948, ha sido en varias ocasiones objeto de fuertes críticas por poner en marcha una discriminación sistemática contra los árabes, en concreto contra los verdaderos dueños de los territorios ocupados, es decir los palestinos.
En el caso concreto de la educación, además de la citada discriminación entre los judíos y árabes, Israel aun ha buscado imponer sus propios planes de estudios en escuelas palestinas en los territorios ocupados; ni esta medida le ha parecido ser suficiente.
Israel les ha negado reiteradamente a los palestinos los permisos para construir escuelas en Cisjordania y ha demolido las escuelas construidas sin permisos, lo que hace que sea más difícil o imposible que miles de niños reciban una educación, anunció en abril de 2018 la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
En este sentido, Bill Van Esveld, un investigador de HRW advirtió en su momento de que tal práctica no solo impide que los niños accedan a una educación, sino que puede ser calificado de “un crimen internacional”, y que otros países deben exigir que quienes destruyan las escuelas “rindan cuentas”.
Cortesía de HispanTV
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